logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Hipodermiasis por Dermatobia hominis

PorRosario Panadero-Fontán, DVM, PhD, DEVPC, EBVS
Revisado/Modificado sept 2022

La mosca del barro tropical, o tórsalo, uno de los parásitos más importantes del ganado vacuno en América Latina, se distribuye desde el sur de México hasta el norte de Argentina. Se encuentran estados larvarios en muchos hospedadores, como en los ganados bovino, ovino, caprino y porcino, así como en búfalos, perros, gatos, conejos y en las personas. Las infecciones en ganado vacuno y en los perros son las más comunes. Se piensa que D hominis inicia la lesión que da lugar a la lechiguana, una enfermedad del ganado vacuno.

Ciclo de vida de Dermatobia hominis

La mosca adulta D hominis tiene 12-15 mm de largo y una vida corta (1-9 días). La mosca adulta adhiere sus huevos en diferentes tipos de insectos (se han descrito 49 como vectores de D hominis en América Latina; la mayoría mosquitos o dípteros muscoides) que los transmiten a los hospedadores de sangre caliente, donde eclosionan mientras los insectos se alimentan. Las larvas penetran en la piel del animal a los pocos minutos de eclosionar y permanecen en el tejido subcutáneo durante 4-18 semanas. Durante este periodo, las larvas crecen dentro de los barros, que tienen agujeros para la respiración. Cuando las larvas maduran, dejan el hospedador y caen al suelo, se entierran y se transforman en crisálidas. Tras el periodo de crisálida, que dura 4-11 semanas, aparecen las moscas adultas. El ciclo biológico completo tiene una duración de 11-17 semanas

Hallazgos clínicos y patogenia de la infestación por Dermatobia hominis

La penetración de las larvas en la piel del hospedador se acompaña de dolor e inflamación local y formación gradual de pus. Los cueros infestados son desechados en el sacrificio, y la producción de leche y carne se reduce. En 1982, se estimó que el ganado infestado con D hominis produjo una reducción anual de peso de 40,6 g/larva. En 2014, combinando las pérdidas debidas a la reducción de la ganancia de peso y el daño de la piel, se estima que la infestación por D hominis en el ganado criado en Brasil costó a los productores 383 millones de dólares anuales. Los esfuerzos para caracterizar y producir proteínas antigénicas que confieran inmunidad contra D hominis han dado lugar a la identificación de una vacuna candidata, con un 90 % de eficacia en el ganado vacuno inmunizado.

Tratamiento y control de la infestación por Dermatobia hominis

Existen diferentes insecticidas tópicos y sistémicos en varias formulaciones disponibles para tratar las infestaciones por D hominis en el ganado vacuno. D hominis suele ser sensible a los organofosforados sistémicos y a las lactonas macrocíclicas endectocidas, que pueden estar aprobados y disponibles localmente.

Lechiguana

La lechiguana (paniculitis proliferativa fibrogranulomatosa focal bovina) es una enfermedad crónica esporádica del ganado vacuno que, hasta ahora, se ha descrito solo en el sur y sudeste de Brasil, en áreas donde la infestación por D hominis es frecuente. Se caracteriza por tumefacciones subcutáneas duras y grandes que se desarrollan rápidamente, sobre todo en la zona escapular y regiones adyacentes (tórax, cuello, hombros y costillas). La mayoría de los bovinos afectados presentan solo una tumefacción; ocasionalmente, sin embargo, se producen dos tumefacciones. Los nódulos linfáticos regionales están agrandados y sin tratamiento pueden volverse enormes.

La bacteria Mannheimia granulomatis se ha recuperado de lesiones de lechiguana y se considera causal. La lesión que da origen a la lechiguana es iniciada por las larvas de D hominis. M granulomatis se aísla sistemáticamente de las lesiones de lechiguana, y se cree que es la principal responsable de los cambios tisulares característicos. Se sugiere que la participación de una población celular similar a los miofibroblastos que expresa ARNm para el colágeno de tipo I está asociada con el aumento de la deposición de colágeno. Además, los macrófagos activados por M granulomatis inducen la proliferación de fibroblastos. El hábitat o fuente de M granulomatis es desconocido. No se ha recuperado del ganado sin lechiguana.

Histológicamente, las lesiones de lechiguana consisten en una proliferación focal de tejido fibroso infiltrado por células plasmáticas, eosinófilos, linfocitos y, a veces, neutrófilos. La lesión primaria es una linfangitis eosinofílica, que da lugar a abscesos eosinofílicos, que ocasionalmente forman rosetas que contienen bacterias en sus centros. La masa tumorosa subcutánea resultante puede alcanzar un tamaño de hasta 40 x 50 cm en 2 meses. Sin tratamiento, la muerte se produce después de 3-11 meses, probablemente debido a la inanición resultante de las enormes tumefacciones.

Cuando está bien establecida, la enfermedad es clínicamente evidente. El diagnóstico se confirma mediante el aislamiento de M granulomatis y la observación de las lesiones histopatológicas características.

La administración de cloranfenicol (3 g, IM, cada 24 horas durante 5 días) o de mesilato de danofloxacino (1,25 mg/kg, IM, cada 24 horas durante 3 días) produce una rápida disminución de la inflamación, con una regresión casi completa en 30 días. Se deben realizar pruebas de sensibilidad antes de administrar otros antimicrobianos.

Puntos clave

  • La detección de anticuerpos específicos frente a Hypoderma al comienzo de la migración de las larvas permite un tratamiento sistémico precoz para evitar el daño tisular.

  • Los tratamientos tardíos frente a Hypoderma en el ganado vacuno gravemente afectado puede provocar efectos adversos resultantes de la liberación masiva del contenido enzimático de las primeras fases.

  • Las lactonas macrocíclicas son muy eficaces y su uso en campañas de tratamiento coordinado casi ha erradicado la hipodermosis bovina en varios países.

Para más información

  • Boulard C. Durably controlling bovine Hypodermosis. Vet Res. 2002;33:455-464. doi:10.1051/vetres:2002032

  • Hassan M, Khan MN, Abubakar M, Waheed HM, Iqbal Z, Hussain M. Bovine hypodermosis—a global aspect. Trop Anim Health Prod. 2010;42(8):1615-1625.