Los miembros de la familia Simulidae se llaman comúnmente moscas negras (aunque su color puede variar de negro a gris, a amarillo y a verde oliva) o mosquitos búfalo (porque su tórax está encorvado sobre su cabeza, lo que le da una apariencia de una joroba de búfalo). Las moscas negras son los dípteros más pequeños que se alimentan de sangre, con una longitud de 1-6 mm. Tienen amplias alas sin punteado, con venas gruesas prominentes a lo largo de los márgenes craneales. Las moscas negras tiene ojos compuestos; los ojos de las hembras están claramente separados, mientras que los de los machos se encuentran uno junto al otro sobre las antenas. Los palpos tienen cinco segmentos. Las hembras de las moscas negras poseen un aparato bucal en forma de tijera con bordes diminutos, afilados y serrados. Las hembras requieren una toma de sangre para poner huevos. Los machos nunca se alimentan de sangre, sino que lo hacen del néctar de las flores.
Aunque hay >1000 especies de moscas negras, solamente algunas se consideran importantes como plagas. Las moscas negras se alimentan de todas las clases de animales de producción, animales salvajes, aves y seres humanos.
Las moscas negras se distribuyen por todo el mundo, en áreas en las que las condiciones permiten el desarrollo de las formas inmaduras. Los huevos se depositan en agua corriente, justo debajo del agua, sobre piedras u hojas. Las larvas casi siempre se encuentran en corrientes rápidas de agua bien aireada; los torrentes de montaña poco profundos son los lugares de reproducción preferidos. Algunas especies se reproducen en ríos más grandes; otras viven en corrientes de agua temporales o semipermanentes. Las moscas negras son especialmente abundantes en las zonas norteñas templadas y subárticas; sin embargo, muchas especies se encuentran en los subtrópicos y trópicos, donde otros factores, además de las temperaturas estacionales, afectan a sus patrones de desarrollo y abundancia.
Las moscas negras larvarias son cilíndricas y se adhieren por medio de una gran ventosa caudal. En la parte craneal presentan el aparato bucal y un par de órganos en forma de cepillo. Las larvas son carnívoras. Justo debajo del aparato bucal poseen un apéndice en forma de brazo llamado probóscide. Las larvas se adhieren a las rocas u otros objetos sólidos en las corrientes de agua y algunas veces a la vegetación acuática o semiacuática. La larva madura teje una crisálida triangular en el fondo de la corriente de agua. La pupa oblonga posee dos tubos respiratorios, uno dorsal y otro ventral, cuyas ramificaciones flotan fuera de la crisálida.
Las moscas negras producen de una a seis generaciones por año, según la especie y las condiciones climáticas. La actividad alimentaria de la hembra adulta puede durar desde 2-3 semanas a 3 meses. Las moscas negras adultas pueden volar hasta 12-18 km de distancia de las corrientes rápidas; se sabe que los enjambres migratorios transportados por el viento viajan ≥250 km. Las moscas negras están activas durante la mañana y la noche. Durante los días calurosos, las moscas negras descansan cerca del suelo en la parte inferior de las hojas.
Patología de las moscas negras de los animales
Debido a su pequeño aparato bucal serrado, las hembras de la mosca negra producen picaduras dolorosas. Las orejas, el cuello, la cabeza y el abdomen del ganado vacuno son sus lugares favoritos para extraer sangre. Además de las reacciones locales en el lugar de la picadura (enrojecimiento, picazón, ronchas), pueden producirse trastornos generales que varían en intensidad según la sensibilidad del animal y el número de picaduras recibidas. Los ataques por gran número de moscas negras pueden producir daños graves y elevada mortalidad en el ganado. Las personas pueden sufrir ataques similares. Los enjambres de moscas negras pueden llevar al ganado a una estampida y a negarse a pastar.
Las moscas negras son una gran molestia para los animales. Las picaduras se asocian con petequias y lesiones que tardan semanas en cicatrizar, en particular en los pezones de las vacas. Las aves de producción pueden verse afectadas y volverse anémicas por el ataque de un gran número de moscas negras. La muerte producida por los ataques de las moscas negras está causada aparentemente por una toxina presente en su saliva que aumenta la permeabilidad de los capilares y permite una extravasación del sistema circulatorio hacia las cavidades corporales y los espacios tisulares. El animal sucumbe rápidamente a un ataque en masa, pero puede recuperarse fácilmente si se le protege contra ataques posteriores.
Los ataques de menor intensidad pueden causar una reducción en la producción de carne, leche y huevos. Ciertas especies de moscas negras causan a veces pérdidas en las aves de producción, ya sea por ataque directo o por transmisión de Leucocytozoon spp. En África, Simulium damnosum y S neavei son vectores importantes de Onchocerca spp. S neavei es un importante vector de O volvulus. En América Central, S ochraceum, S metallicum, S callidum y S exiguum son vectores importantes de Onchocerca spp. S ochraceum y S metallicum son también mordedores feroces.
Diagnóstico de las moscas negras de los animales
Las moscas negras se recogen con más frecuencia en los campos y no se encuentran sobre los animales. Durante el día, las moscas negras se esconden cerca del grupo en la parte inferior de las hojas. Las moscas adultas se pueden identificar por su pequeño tamaño, dorso encorvado, venas prominentes en la región craneal de las alas y apéndices bucales pequeños y serrados. Las alas son anchas y están impecables. Las alas no son peludas, excepto por las cerdas en las venas craneales gruesas. La identificación de las moscas negras por género y especie es compleja y es mejor dejarla en manos de un entomólogo.
Tratamiento y control de las moscas negras de los animales
El control a gran escala de las moscas negras requiere la destrucción sistemática de las larvas de mosca negra en sus zonas de cría.
Intervención estacional temprana para prevenir las picaduras (alejar a los animales de las zonas de cría y proporcionarles refugio para evitar los ataques matutinos y nocturnos de las moscas).
Tratamiento de animales con insecticidas o repelentes.
Si se dispone de fondos públicos y de personal supervisor entrenado, es posible poner en práctica programas de control de las moscas negras a gran escala, tratando las corrientes de agua donde se crían con un larvicida aprobado. No obstante, el control de la mosca negra es difícil debido al gran número de lugares de reproducción con agua corriente. Los arroyos pueden tratarse con larvicida microbiano, Bacillus thuringiensisisraelensis, un producto sin toxicidad para los mamíferos.
Si se observa un número notable de moscas negras, se debe considerar la posibilidad de nebulizar el área de alto riesgo con insecticidas registrados, en consulta con las autoridades de salud pública. El tratamiento de arroyos y ríos implica técnicas similares a las utilizadas en los programas de eliminación de mosquitos. Como norma general, los pesticidas no deben utilizarse debido a su potencial efecto negativo sobre el medio ambiente. Los tratamientos con pesticidas de grandes áreas cubiertas de agua o de terrenos extensos están sujetos a reglamentaciones gubernamentales y deben emprenderse teniendo en cuenta la posibilidad de que produzcan efectos nocivos sobre el medio ambiente y que dejen residuos en los productos alimenticios.
Las moscas negras adultas son lo suficientemente pequeñas para atravesar las redes metálicas, o pasan al interior sobre el pelaje de la mascota o dentro de este. Con mayor frecuencia, la mosca adulta hembra prefiere alimentarse en el exterior y durante las horas de luz. Dado que las moscas negras se alimentan sobre todo durante las horas de luz, es prudente limitar la exposición de animales de compañía a arroyos de aguas rápidas. Los propietarios del animal de compañía concienciados sobre las picaduras de mosca negra pueden usar repelentes de insectos de venta libre. Los aerosoles que contienen piretrinas pueden proporcionar solo un alivio temporal.
Como resulta difícil y caro lograr el control de las moscas negras en toda una zona, los productores a menudo recurren al uso diario de repelentes para proteger a sus animales. Se debe contactar con el personal de los departamentos entomológicos oficiales para recibir las últimas recomendaciones aprobadas y los periodos de supresión.