Las ovejas tienen una glándula sebácea (oleosa) en la piel del espacio interdigital. Se almacena una secreción densa, oleosa, traslúcida en una bolsita situada entre las falanges, cuya secreción hacia la superficie de la piel se hace a través de un conducto. En ocasiones, la glándula y su contenido se confunden con un absceso. Sin embargo, el conducto puede ocluirse, causando distensión de la bolsa oleosa. Rara vez causa cojera. La bolsa oleosa también puede infectarse, causando una celulitis local o un absceso que puede confundirse con una pododermatitis séptica. Si el contenido se exprime mediante presión manual, se alivia la impactación. Las glándulas infectadas pueden entonces tratarse con antimicrobianos administrados localmente, sistémicamente o con ambos, según la extensión y gravedad del proceso infeccioso. A diferencia de la pododermatitis séptica, esta afección suele responder fácilmente al tratamiento.