Cortesía del Dr. Stephen Adams.
Los tendones actúan como puentes y estructuras de unión de los músculos al hueso; algunos tendones son largos y, por tanto, propensos a lesionarse, especialmente porque a menudo están cargados hasta el extremo y solo son mínimamente capaces de elongación elástica. Un ejemplo importante es el tendón flexor superficial de los caballos, que con frecuencia resulta lesionado por un desgarro parcial que provoca una tendinitis. Otra lesión adquirida de los tendones implica trastornos traumáticos por fuerzas internas o por traumatismos externos. La cicatrización de los tendones y ligamentos es prolongada, y el tejido de reparación resultante suele presentar una resistencia mecánica inferior en comparación con el tendón original sano. Las nuevas modalidades de tratamiento (p. ej., inyección de células madre, plasma rico en plaquetas, terapia de ondas de choque extracorpóreas) combinadas con programas específicos de rehabilitación han mejorado el pronóstico para la recuperación de los trastornos de tendones y ligamentos y el retorno de los animales a la normalidad para su uso previsto.
Tenosinovitis
La tenosinovitis, una inflamación de la membrana sinovial y por lo general de la capa fibrosa de la vaina del tendón, se caracteriza por la distensión de la vaina del tendón debido a la efusión sinovial. La tenosinovitis puede ser idiopática, aguda, crónica o séptica (infecciosa). La sinovitis idiopática es la distensión sinovial de las vainas tendinosas en animales jóvenes, cuya causa es incierta. Los tipos agudos y crónicos de tenosinovitis se deben a traumatismos. La tenosinovitis a menudo está causada por lesiones en los tendones dentro de la vaina del tendón afectada. La tenosinovitis séptica puede asociarse con heridas penetrantes, extensión local de la infección o una infección hematógena.
Hallazgos clínicos y diagnóstico de la tenosinovitis en grandes animales
Cortesía del Dr. Stephen Adams.
La extensión de la distensión sinovial de la vaina del tendón y la cojera varían según la gravedad de la tenosinovitis. Los caballos suelen estar marcadamente cojos en la tenosinovitis séptica. En caballos, la tenosinovitis crónica es común en la vaina tarsal del corvejón (dilatación sinovial) y en la vaina digital (protuberancia tendinosa). Estas dos entidades deben diferenciarse del esparaván falso y del derrame sinovial del menudillo. La evaluación de los caballos con signos de tenosinovitis debe incluir un examen de la cojera, aislamiento del dolor en la vaina del tendón mediante el uso de anestésicos locales, radiografías (las radiografías de contraste pueden proporcionar información útil) y ecografía de la vaina y los tendones encerrados dentro de la vaina.
Tratamiento de la tenosinovitis en grandes animales
En casos idiopáticos de tenosinovitis, no se recomienda ningún tratamiento inicialmente. Los casos graves con signos clínicos pueden tratarse sintomáticamente con vendajes, compresas frías, AINE y reposo. La tenosinovitis más crónica en la que se observa cojera puede responder a las inyecciones intratecales de corticoesteroides o de ácido hialurónico, combinadas con un programa de rehabilitación riguroso. Las opciones de tratamiento alternativas incluyen la inyección de plasma rico en plaquetas en la vaina del tendón. Cuando se identifican lesiones en los tendones, la terapia con ondas de choque extracorpóreas puede ser beneficiosa. La cirugía tenoscópica puede usarse para tratar lesiones tendinosas y para extirpar masas sinoviales dentro de la vaina del tendón que dan lugar a signos clínicos. La tenosinovitis séptica requiere la administración local y sistémica de antimicrobianos, lavado, drenaje y tenoscopia para desbridar los tejidos infectados. Si se desarrollan adherencias entre la vaina tendinosa y el tendón, un derrame y cojera persistentes son frecuentes.