La inflamación de leve a moderada de las articulaciones femorotibial y femororrotuliana de origen desconocido es frecuente. La gravedad de la cojera varía. La sinovitis y la capsulitis pueden ser el resultado de un esguince deportivo de las articulaciones. Un traumatismo leve del cartílago articular, los meniscos o cualquiera de los ligamentos de la rodilla puede producir una sinovitis de leve a moderada. La sinovitis leve suele responder al reposo y a antiinflamatorios intraarticulares y sistémicos. Si la inflamación articular y la cojera persisten, es aconsejable realizar más investigaciones diagnósticas y un examen artroscópico para evaluar las lesiones concomitantes o causales y para prevenir la enfermedad articular degenerativa en curso y el desarrollo de la osteoartritis.
La osteoartritis de las articulaciones femorotibiales o femororrotulianas puede seguir a cualquiera de las causas de cojera de la rodilla descritas y suele dar lugar a una cojera persistente de gravedad variable. El diagnóstico se confirma con anestesia intraarticular y radiografía. Los cambios radiográficos incluyen remodelación periarticular con formación de osteofitos y remodelación de los márgenes articulares (en particular la meseta tibial medial), cambios en el hueso subcondral, estrechamiento del espacio articular y mineralización distrófica de los tejidos blandos. El pronóstico para la salud atlética en caballos con osteoartritis de la rodilla es malo y el tratamiento suele ser paliativo. Las nuevas técnicas de artroscopia y terapia regenerativa pueden ofrecer alguna esperanza para las articulaciones gravemente afectadas.