Cenurosis en animales
Taenia multiceps multiceps es un parásito intestinal de los cánidos (especialmente de perros, zorros y chacales) y ocasionalmente de las personas. Los hospedadores intermediarios incluyen ovejas, cabras, ciervos, antílopes, gamuzas, conejos, liebres, caballos y, menos frecuentemente, el ganado vacuno, que ingiere los huevos de la tenia mientras pasta. Tras la ingestión, algunas oncosferas eclosionan, alcanzan el cerebro y se desarrollan por gemación endógena en una fase de metacestodo (larvaria) conocida como Coenurus cerebralis. La invasión inicial y el desarrollo de las oncosferas pueden ser responsables de la meningoencefalitis supurativa aguda. Un cenuro completamente desarrollado puede medir 5-6 cm de diámetro e incrementar la presión intracraneal, lo que provoca ataxia, hipermetría, ceguera, desviación de la cabeza, tropiezos y parálisis. Esta afección clínica es conocida coloquialmente como modorra, falso torneo o falsa locura de los lanares. En las ovejas, la palpación del cráneo caudal a las yemas del cuerno puede revelar rarefacción; la cirugía para extirpar el quiste, incluida su pared, tiene un buen resultado y está justificada en animales valiosos. No se debe alimentar a los perros que conviven con ovejas u otro tipo de ganado con cerebro o médula espinal de animales infectados, y se les debe administrar un tratamiento antiparasitario regular.
Cisticercosis en animales
Taenia solium es un cestodo que puede infestar a los humanos y afectar al intestino delgado. Su fase de metacestodo (larvaria), un cisticerco, es una gran cavidad o vesícula llena de líquido sita en la musculatura de los cerdos. Esta fase larvaria se consideró como un parásito independiente y todavía conserva el nombre científico Cysticercus cellulosae. En las personas, esta fase larvaria suele desarrollarse en el tejido subcutáneo y la musculatura, pero puede encontrarse en tejidos nerviosos como el cerebral y el ocular. La infestación en seres humanos es el resultado de la ingestión de huevos de cestodos en alimentos contaminados o como resultado de una mala higiene de las manos. En el cerebro, el parásito suele desarrollarse en los ventrículos. La infestación causa dolor, convulsiones epileptiformes, alteraciones locomotoras parálisis, y posiblemente la muerte. Las larvas de cisticerco normalmente se localizan en las meninges y el neuropilo. El tratamiento de la cisticercosis en humanos consiste en la extirpación quirúrgica de la lesión; sin embargo, el pronóstico es malo.
Equinococosis en animales
Echinococcus granulosus es un cestodo que se encuentra en el intestino delgado de los hospedadores definitivos cánidos. Sus huevos los ingieren los hospedadores intermediarios, herbívoros silvestres y domésticos como las ovejas, las vacas y el alce. Las personas también pueden actuar como hospedadores intermediarios. Tras salir del huevo en el intestino del hospedador intermediario, las oncosferas invaden el sistema circulatorio y se alojan en diversos órganos (hígado y pulmones), donde se transforman en grandes quistes hidatídicos uniloculares de pared gruesa que germinan endógenamente formando protoescólices. Raramente, los quistes hidatídicos se han descrito en el SNC de animales domésticos y son raros en las personas, en las que producen signos similares a los de tumores cerebrales.
El zorro es el hospedador definitivo de las especies relacionadas, Echinococcus multilocularis. Los roedores microtinos (como los topillos) son los hospedadores intermediarios. Este parásito rara vez se ha encontrado en el cerebro de humanos post mortem, en el que los quistes hidatídicos invasivos multiloculares de pared delgada producen innumerables quistes exógenos hijos que hacen brotar protoescólices. La intervención quirúrgica puede tener más éxito extrayendo los uniloculares quistes hidatídicos de E granulosus.