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Distocia en pequeños animales

PorClare M. Scully, DVM, DACT
Revisado/Modificado jul 2023

La distocia se define como un parto difícil o la incapacidad de expulsar al feto a través del canal del parto sin ayuda.

Etiología de la distocia en pequeños animales

Los factores predisponentes que provocan la distocia se pueden dividir por lo general en factores maternos y factores fetales.

La inercia uterina es la causa más frecuente de distocia en perras. Puede ser primaria o secundaria.

En la inercia uterina primaria, el útero puede no responder a las señales fetales debido a una estimulación insuficiente para iniciar el parto o al estiramiento excesivo del miometrio por camadas grandes, líquidos fetales excesivos o fetos de gran tamaño. Otras causas de inercia uterina primaria incluyen una predisposición hereditaria, un desequilibrio nutricional, una infiltración grasa del miometrio, cambios relacionados con la edad, una deficiencia en la regulación neuroendocrina y una enfermedad sistémica en la madre.

La inercia uterina secundaria siempre se debe al agotamiento del miometrio uterino causado por la obstrucción del canal del parto.

Tanto en la inercia uterina primaria como en la secundaria, el miometrio no responde a la oxitocina y hay una falta de reflejo de Ferguson (un reflejo neuroendocrino en el que la distensión fetal del cuello uterino estimula una serie de respuestas neuroendocrinas, lo que induce la producción de oxitocina).

Puede predisponer a la distocia tanto en perras como en gatas. Las razas que se sabe que tienen un mayor riesgo en perros son el Bulldog, el Carlino, el Boston Terrier y el Chihuahua, y en gatos el Persa y el Siamés.

Puede producirse una inhibición nerviosa voluntaria del parto debido al estrés psicológico, principalmente en las perras primíparas nerviosas y en las gatas. La tranquilidad del propietario o la administración de una dosis baja de tranquilizante pueden eliminar la inhibición. Una vez que nace el primer feto, el parto suele progresar normalmente.

La torsión uterina y la rotura uterina son afecciones agudas, potencialmente mortales, que pueden producirse durante el final de la gestación o en el momento del parto.

Las malformaciones congénitas del útero (p. ej., aplasia parcial o completa o hipoplasia de uno o ambos cuernos uterinos, del cuerpo uterino o del cuello uterino) son causas raras de distocia.

La conformación de la madre (canal pélvico estrecho [p. ej., por fracturas pélvicas previas], inmadurez o malformación congénita de la pelvis, anomalías de los tejidos blandos vaginales y vulvares, grasa perivaginal excesiva, rotura del diafragma materno) también puede contribuir a la distocia.

El dolor también puede ser un factor que provoque la distocia.

Las causas fetales de distocia incluyen malposición fetal y desarrollo fetal anormal.

La presentación, posición y postura normal en la eutocia es la presentación longitudinal craneal o caudal y la posición dorsosacra con las extremidades anteriores o posteriores extendidas. Las presentaciones anormales más comunes son la presentación de nalgas (presentación posterior con las patas traseras flexionadas hacia delante), la desviación lateral o hacia abajo de la cabeza, la flexión hacia atrás de las patas delanteras y la presentación transversal o bicorne.

Las anomalías del desarrollo fetal que pueden dar lugar a distocia incluyen la desproporción fetal-materna, la hidrocefalia, la anasarca, los monstruos fetales y la amelia.

Epidemiología de la distocia en pequeños animales

La incidencia global de distocia en la perra o la gata es aproximadamente del 5 % de las gestaciones, pero puede acercarse al 100 % en algunas razas de perros y gatos, especialmente de los tipos acondroplásicos y braquicéfalos.

Diagnóstico de la distocia en pequeños animales

Los criterios para diagnosticar la distocia incluyen una malposición obvia, una gestación anormalmente prolongada y una duración anormalmente prolongada del parto o de la cría.

La distocia se diagnostica cuando ha habido un intento de manipulación obstétrica para ayudar con un parto vaginal.

La gestación >70 días desde una fecha de cría conocida se considera prolongada. La duración de la gestación puede ser difícil de evaluar si no se registró el manejo de la reproducción. La biometría fetal puede usarse durante toda la gestación para estimar la edad gestacional.

A continuación se indican los casos en los que el parto es anormalmente prolongado:

  • El parto no se observa durante las 24-36 horas siguientes a la disminución de la temperatura rectal (solo en la perra).

  • El parto no se observa durante las 12-36 horas siguientes a la disminución de la concentración de progesterona a <2 ng/mL.

  • El intervalo entre cachorros o gatitos es >30 minutos con signos claros de contracciones miometriales.

  • El intervalo entre cachorros o gatitos es >2 horas sin signos de contracciones miometriales.

  • La duración total del parto de la perra o de la gata es >24 horas.

  • Parto activo durante >4 horas y no se expulsan cachorros ni gatitos.

  • Parto débil durante >4 horas y no se expulsan cachorros o gatitos.

La secreción vulvar anormal (p. ej., hemorragia vaginal profusa durante el parto) puede ser un signo asociado con la distocia. Una descarga vaginal de color verde oscuro o maloliente antes del parto puede indicar separación placentaria.

Los cachorros y gatitos no pueden nacer prematuramente y sobrevivir. La producción considerable de surfactante se produce al final de la gestación, desde los 57 a los 60 días de gestación. La edad gestacional puede determinarse usando datos de ovulación, mediciones ecográficas y biometría fetal, radiografía o concentraciones séricas de progesterona. Los gatitos deben nacer al menos 61 días después de la cría para poder sobrevivir.

Una anamnesis clínica precisa y una exploración física del paciente son requisitos previos importantes para el tratamiento adecuado de la distocia. La palpación del abdomen debe permitir una estimación aproximada del número de fetos y de la existencia de movimiento fetal. El grado de distensión uterina y la presencia de contracciones uterinas tras la estimulación vaginal (reflejo de Ferguson) también se han de palpar a través de la pared abdominal. Se debe evaluar el desarrollo de las glándulas mamarias, incluyendo la congestión, la distensión, el tamaño y la presencia de leche.

Se debe realizar un examen digital de la vagina usando una técnica aséptica para detectar obstrucciones y determinar la presencia y presentación de cualquier feto en la vagina caudal.

Se ha de valorar un hemograma completo y un análisis bioquímico sérico (o, como mínimo, el hematocrito, los sólidos totales, la concentración de glucosa en sangre y la concentración de calcio ionizado). Se debería medir la concentración de progesterona (P4).

Deben obtenerse proyecciones radiográficas abdominales laterales y ventrodorsales. El examen radiográfico es útil para valorar las anomalías macroscópicas de la pelvis materna, así como el número y la localización de los fetos para estimar su tamaño y valorar los defectos congénitos.

La ecografía abdominal determinará la viabilidad o el estrés fetal. La frecuencia cardiaca fetal normal es de 200-250 latidos/minuto y está disminuida a <200 latidos/minuto en el feto afectado.

Tratamiento de la distocia en pequeños animales

El objetivo del tratamiento médico de la distocia es estimular el miometrio con fármacos (solo si los hallazgos de imagen no indican distocia obstructiva) o proporcionar asistencia manual.

La sedación puede ser necesaria en casos obstétricos o si la madre está extremadamente nerviosa. La sedación de la madre dará lugar a la sedación de los fetos. Los efectos de los opiáceos pueden revertirse en los neonatos.

Si se intenta la manipulación obstétrica fetal, se debe lubricar la mano enguantada, aplicando lubricación alrededor del feto si es posible. Aplicar una tracción suave; deben evitarse las manipulaciones agresivas. La limpieza es importante. Lavar el perineo, usar guantes estériles y usar lubricante estéril.

La oxitocina puede causar separación prematura de la placenta y no debe usarse en la distocia obstructiva. La oxitocina aumenta la frecuencia de las contracciones uterinas. Cuando la causa de la distocia se identifica como inercia uterina, la oxitocina (2 a 5 U/animal, IM, IV o SC, a intervalos de 20 a 30 minutos, durante no más de 3 dosis si no es eficaz) se puede utilizar con precaución. Si no hay respuesta a la inyección inicial de oxitocina, pueden usarse dosis progresivamente más altas, con un límite superior de 5 U/animal. Si la oxitocina no está disponible, se puede utilizar la oxitocina endógena de la madre retirando a los cachorros o gatitos que están mamando (si están disponibles) y reemplazándolos después de ~10 minutos para estimular la producción.

El calcio aumenta la fuerza de las contracciones uterinas. Cuando la causa de la distocia se identifica como inercia uterina, el calcio puede administrarse con cuidado. El calcio y la oxitocina pueden actuar de forma sinérgica cuando se administran de forma apropiada. Diez minutos antes de la administración de oxitocina se debe infundir gluconato cálcico al 10 % (0,5-1,5 mL/kg, IV lentamente; no se debe administrar gluconato cálcico SC o IM debido a la posibilidad de necrosis tisular). La administración de calcio ha de acompañarse siempre de una monitorización cuidadosa de la frecuencia y el ritmo cardiacos debido a la posibilidad de fibrilación ventricular.

Las indicaciones de una cesárea incluyen:

  • Enfermedad sistémica en la madre.

  • Distocia que no se ha abordado.

  • Secreción vaginal de color verde negruzco antes del parto de la perra o la gata.

  • Hemorragia vaginal profusa antes o después del inicio del parto de la perra o la gata.

  • Contracciones miometriales intensas durante >30 minutos sin parir un cachorro o un gatito.

  • Inercia uterina primaria completa que no responde al tratamiento médico.

  • Inercia uterina primaria parcial que es refractaria al tratamiento médico.

  • Inercia uterina secundaria con reanudación inadecuada del parto.

  • Anomalías de la pelvis materna o de los tejidos blandos del canal de parto.

  • Sobredimensionamiento fetal relativo, especialmente si se considera probable que se repita en varios fetos.

  • Malposición fetal no modificable mediante manipulación.

  • Muerte fetal con putrefacción.

Si una madre determinada se somete a una cesárea, eso no significa invariablemente que deba someterse a cesáreas en futuros partos.