El síndrome de remanente ovárico (SRO) se observa con más frecuencia en gatos y perros. Se ha sugerido que es más frecuente en gatos debido a la anatomía felina que hace más difícil romper el ligamento apropiado y más difícil exteriorizar el ovario.
Etiología del síndrome de remanente ovárico en pequeños animales
El SRO se produce cuando hay tejido ovárico funcional en una hembra previamente ovariohisterectomizada (OHE). Las razones sugeridas incluyen el error quirúrgico, el fallo en la extirpación del tejido extraovárico ectópico en el momento de la OHE y el autotrasplante de tejido ovárico.
La hipertrofia ovárica se produce después de una ovariectomía unilateral o parcial en gatos. Si no se elimina todo el tejido ovárico, la secreción continuada de hormonas reproductivas da lugar a signos clínicos de proestro y estro y puede conducir al desarrollo de otros cambios patológicos, como neoplasia de ovario, de glándula mamaria o vaginal, o piometra del muñón uterino.
Signos clínicos del síndrome de remanente ovárico en pequeños animales
Las hembras afectadas muestran signos normales de celo, pueden permitir la cópula pero no quedan gestantes si se cruzan. Los ciclos estrales suelen mostrar una periodicidad normal, pero a menudo se produce un retraso de meses a años después de la OHE antes de que aparezcan los ciclos estrales.
Los signos clínicos del SRO se suelen asemejar a los del proestro o estro e incluyen tumefacción vulvar, marcas de orina y cambios de comportamiento (inquietud, aumento de la actividad y vocalización), con o sin atracción del macho. Los primeros signos pueden aparecer entre 7 días y 10 años después de la OHE.
Otros diagnósticos diferenciales para el comportamiento del celo en una hembra esterilizada incluyen estrógenos exógenos, progestágenos y tumores adrenales (en perros).
Diagnóstico del síndrome de remanente ovárico en pequeños animales
El SRO puede diagnosticarse mediante la confirmación del celo observando el comportamiento de apareamiento y con la detección de concentraciones séricas de progesterona >2 ng/mL 2-3 semanas después de la ovulación en una hembra esterilizada. Los hallazgos citológicos vaginales compatibles con el celo (>90 % de células epiteliales vaginales cornificadas) son de apoyo.
Se puede administrar hormona liberadora de gonadotropina (25 mcg/gato, IM) y controlar la concentración de progesterona 2-3 semanas después. La evidencia de tejido lúteo puede confirmarse si la concentración de progesterona es >2 ng/mL.
La concentración de hormona antimülleriana (HAM) o de hormona luteinizante (LH) también se puede utilizar para diagnosticar la presencia de tejido ovárico funcional. Un resultado negativo de la prueba de la HAM es compatible con una hembra esterilizada, mientras que un resultado positivo de la prueba de la HAM indica la presencia de tejido ovárico. Un resultado positivo de la prueba de la LH es compatible con una hembra esterilizada siempre que la prueba no se realice durante el celo o el pico de LH.
Tratamiento del síndrome de remanente ovárico en pequeños animales
El tratamiento consiste en la laparotomía exploratoria y el examen de ambos pedículos ováricos en busca de tejido ovárico retenido o accesorio. La cirugía exploratoria se recomienda durante las 3-6 semanas posteriores a la inducción de la ovulación, momento en el cual la presencia del cuerpo lúteo facilita la identificación de pequeños restos. La mayoría de los restos se localizan en el pedículo ovárico. Cualquier tejido extraído debe enviarse para evaluación histológica para la confirmación del tejido ovárico.