El síndrome del ovario remanente consiste en una serie de signos clínicos que indican la presencia de tejido ovárico funcional en una perra o gata previamente ovariohisterectomizada. No es un proceso patológico pero sí una complicación de la ovariohisterectomía. Se produce cuando una porción de tejido ovárico permanece y se revasculariza haciéndose funcional. La forma de presentación más frecuente es la de un estro recidivante (p. ej., tumefacción vulvar, flacidez, dejarse montar) después de la ovariohisterectomía.
El diagnóstico diferencial incluye vaginitis, piometra del muñón uterino y terapia con estrógenos exógenos. El diagnóstico presuntivo del síndrome de ovario remanente requiere la observación en la hembra castrada de un epitelio vaginal cornificado. Existe una prueba de hormona luteinizante disponible en el mercado que puede usarse para distinguir entre perras ovariectomizadas y enteras.
La laparotomía exploratoria para encontrar y extirpar los restos del ovario es el tratamiento de elección.