El cáncer no es una enfermedad nueva. Los médicos conocen el cáncer en los humanos desde hace más de 2000 años. Como resultado, los investigadores han estudiado el cáncer en humanos durante generaciones. Durante los últimos cien años se ha logrado un progreso considerable en la comprensión de la difusión y desarrollo de los cánceres en los humanos. Gran parte de este conocimiento es útil para los veterinarios. Como mamíferos, muchos sistemas moleculares son iguales o similares entre especies. Algunos cánceres espontáneos en animales son muy similares a los de las personas, por ejemplo, el cáncer de mama. Desafortunadamente, los veterinarios pueden saber menos sobre algunos cánceres específicos en animales porque se han realizado muchas menos investigaciones sobre las neoplasias en animales.
Muchos veterinarios y propietarios de mascotas han observado que las mascotas desarrollan cáncer con mayor frecuencia durante las últimas etapas de sus vidas. Los investigadores en animales todavía no comprenden la relación exacta entre la edad avanzada y el desarrollo del cáncer. Una causa especulada es que la edad debilita el sistema inmunitario y facilita que las células muten a células precancerosas (iniciadas). Esta es una, pero probablemente no la única razón por la que la edad puede desempeñar un papel en las tasas más altas de cáncer en los animales más mayores.
Según investigaciones realizadas tanto en humanos como en animales, sabemos que el cáncer es un proceso complejo que puede ser desencadenado por factores hereditarios, ambientales y nutricionales. Tanto en las personas como en los animales, el desarrollo del cáncer es un proceso complejo que procede gradualmente a través de la interacción de múltiples factores.
Historia familiar y factores genéticos
Las estadísticas sobre cánceres en animales apoyan la idea de que los factores de riesgo hereditarios desempeñan un papel en la aparición del cáncer entre las mascotas. Por ejemplo, entre los perros, el Golden Retriever, el Boxer, el Boyero de Montaña Bernés y el Rotweiler suelen ser más propensos a desarrollar cáncer (y tipos específicos de cáncer) que otras razas. Esto sugiere que existen características genéticas que contribuyen a las tasas más altas de cáncer entre estos animales. El mayor riesgo de cáncer al que se enfrentan estos animales puede estar causado por una combinación de genes o por un único gen. Se necesita más investigación para comprender mejor qué factores genéticos están implicados.
Factores ambientales
La investigación en humanos muestra que una gran mayoría de los cánceres humanos están relacionados con factores de riesgo presentes en el medio ambiente o en la dieta. Es probable que estos mismos factores de riesgo desempeñen un papel importante en el desarrollo de cánceres en mascotas. Dado que las mascotas viven en el mismo entorno que sus propietarios, las mascotas están expuestas a muchos de los mismos riesgos ambientales que se han identificado como factores de riesgo para los humanos.
Los carcinógenos conocidos (véase más adelante) que pueden contribuir directamente al desarrollo de cáncer en las mascotas incluyen la radiación ultravioleta por una exposición prolongada al sol, el humo de tabaco ajeno, una variedad de herbicidas, insecticidas y pesticidas usados comúnmente en la agricultura, y la contaminación del aire y la polución común en muchas áreas urbanas. El níquel, el uranio, la bencidina, el benceno, el radón, el cloruro de vinilo, el cadmio y el asbesto son sustancias comunes que se han identificado como carcinógenas.
Así como los humanos difieren en su respuesta a los carcinógenos, también lo hacen los animales. Su mascota es un individuo y puede tener mayor o menor sensibilidad a los factores de riesgo. No es posible establecer de forma fiable si una alta tasa de cáncer en una familia particular de animales se debe a factores de riesgo en el entorno, factores hereditarios o al azar.
Edad
El cáncer es más frecuente en personas y animales de edad avanzada. Aunque no conocemos las causas exactas del cáncer en humanos o animales, es posible que el debilitamiento del sistema inmunitario debido a la edad desempeñe un papel en la capacidad del organismo para controlar las células mutadas que podrían volverse malignas. Debido a que las células sanas se dividen y se reproducen continuamente, los especialistas veterinarios en cáncer (oncólogos) especulan que a medida que un animal envejece es cada vez más probable que una célula se divida incorrectamente, no se repare correctamente y acabe con una mutación. Esta mutación podría, a su vez, dar lugar al cáncer. Además, cuanto más tiempo viva una mascota, más tiempo estará el animal potencialmente expuesto a los carcinógenos ambientales y mayor será la probabilidad de que un carcinógeno pueda afectar al material genético (ADN y ARN) de una célula y causar cáncer. Por lo tanto, existen múltiples razones para la relación observada entre la edad avanzada y el cáncer.
Virus, carcinógenos y otras causas conocidas de cáncer
Las causas específicas de algunos cánceres han sido identificadas por investigadores veterinarios. Casi todas las especies de animales domésticos desarrollan carcinoma de células escamosas, una neoplasia maligna (cáncer) que se desarrolla en las células superficiales de la piel. Aunque los investigadores no han podido determinar la causa exacta de este cáncer común, han aprendido que la exposición prolongada a la luz ultravioleta que está presente en la luz solar es un factor de riesgo significativo. Además, se ha demostrado que los gatos blancos, los perros blancos y los caballos con marcas faciales blancas son más propensos a desarrollar carcinoma de células escamosas.
Se ha demostrado que los carcinógenos ambientales, como los que se encuentran en el humo de cigarrillo, contribuyen al desarrollo de los carcinomas de células escamosas que se encuentran en la boca de los gatos.
Los virus son causas conocidas de algunos cánceres en mascotas. Por ejemplo, el virus de la leucemia felina es una causa frecuente de muerte en gatos. Hasta el 30 % de los gatos infectados persistentemente con este virus desarrollan cáncer. Un tipo de neoplasia benigna que forma verrugas (conocidas como papilomas orales) que se desarrolla en la boca de los perros, especialmente en los más jóvenes, está causada por un virus.
Algunos cánceres se transmiten sexualmente. El cáncer genital de los perros, conocido como tumor venéreo canino transmisible, se transmite durante las relaciones sexuales. Las células cancerosas se transfieren durante el contacto entre un animal sano y un animal afectado.
Aunque faltan respuestas específicas sobre las causas de muchos cánceres, los veterinarios y los investigadores sí saben que el cáncer no puede estar causado por lesiones físicas de corta duración, como golpes y contusiones. Sin embargo, los puntos de lesiones traumáticas graves pueden desarrollar cáncer, a veces años después de la lesión. Por ejemplo, se ha demostrado que la localización de las fracturas óseas (especialmente si la fractura es recurrente) o los lugares de los implantes (como agujas o placas metálicas) tienen un riesgo más alto de sarcomas que otras áreas del organismo. Esta información ha provocado la especulación de que la inflamación crónica puede contribuir al desarrollo del cáncer.
Las vacunas son una parte importante del cuidado de su mascota; protegen la salud de su compañero. Sin embargo, a principios de la década de 1990, los veterinarios comenzaron a observar que los sarcomas eran más probables de lo normal en los puntos de vacunación de algunos gatos. En los años posteriores, los investigadores han establecido una relación entre la vacunación y el desarrollo de sarcoma en un pequeño número de casos. Las vacunas frente a la rabia y el virus de la leucemia felina se asociaron con mayor frecuencia, pero también se han implicado otras vacunas y medicamentos inyectados. Esta información ha dado lugar a cambios en los protocolos de vacunación recomendados que limitan el tipo y la frecuencia de vacunación administrada a los gatos.
Queda mucho por hacer sobre neoplasias de todo tipo tanto en humanos como en animales. A medida que vayamos obteniendo nueva información sobre las causas de las neoplasias, el pronóstico de las mascotas con cáncer será mucho más esperanzador, y nuestro tratamiento de las mascotas con cáncer mejorará. En el futuro, esperamos tanto prevenir como curar el cáncer en nuestras mascotas.