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Intoxicación por drogas ilícitas y de abuso

PorSteve M. Ensley, DVM, PhD
Última revisión/modificación oct 2020

Si la mascota ha estado expuesta a drogas ilícitas o de abuso, es importante que proporcione una anamnesis precisa y completa al veterinario. Esta información es fundamental para que el veterinario pueda hacer un diagnóstico preciso y proporcionar el tratamiento adecuado. Las drogas ilícitas se adulteran a menudo con otras sustancias farmacológicamente activas, lo que hace aún más difícil establecer el diagnóstico. Al igual que con cualquier intoxicación potencial, la información esencial incluye la cantidad que ha ingerido la mascota, la cantidad de tiempo entre la ingestión y la aparición de los signos, y una descripción de todos los signos que se han desarrollado.

Cocaína

La cocaína se obtiene de las hojas de la planta de coca. Nombres comunes de la cocaína son coque, polvo de oro, polvo de estrellas, nieve, "C", niña blanca, dama blanca, béisbol y speedball (cocaína y heroína). La base libre de la cocaína también se denomina crack, rock o copo. La cocaína a menudo se "corta" o se diluye con otras sustancias, como alcaloides de xantina, anestésicos locales y descongestionantes. La cocaína se utiliza principalmente de forma ilegal como droga recreativa, pero también tiene uso médico como anestésico tópico en las membranas mucosas de la boca, la laringe y las fosas nasales.

La intoxicación por cocaína se caracteriza por hiperactividad, temblores, falta de coordinación, jadeo, agitación, nerviosismo, convulsiones, latidos cardiacos rápidos, anomalías metabólicas y fiebre. Puede seguir depresión del sistema nervioso central y coma. La muerte puede deberse a fiebre muy alta o paro cardiaco o respiratorio.

El diagnóstico se basa en los antecedentes de exposición y los síntomas característicos. La identificación de cocaína en sangre, contenidos gástricos u orina puede confirmar la exposición.

Se debe estabilizar a los animales con signos antes de intentar el tratamiento. El vómito se puede inducir en una exposición reciente si el animal no muestra signos. Esto debe continuarse con la administración de carbón activado con una medicación que provoca el vaciado de los intestinos. Si el estado del animal hace que no sea aconsejable inducir el vómito (p. ej., la presencia de signos del sistema nervioso central o latidos cardiacos extremadamente rápidos) debe realizarse un lavado de estómago.

Los anticonvulsivos y tranquilizantes se usan para controlar los efectos del sistema nervioso central. La presión arterial, la frecuencia y el ritmo cardiacos y la temperatura corporal se controlarán con frecuencia y se tratarán según sea necesario. Se deben administrar fluidos, y se han de controlar y corregir las anomalías metabólicas según sea necesario. El tratamiento y la monitorización deben continuar hasta que todos los signos remitan.

Anfetaminas y fármacos relacionados

Las anfetaminas estimulan el sistema nervioso central y el sistema cardiovascular. En las personas, las anfetaminas y sus derivados se suelen emplear para la depresión del apetito, la narcolepsia, el trastorno por déficit de atención, la enfermedad de Parkinson y algunos trastornos del comportamiento. Algunas de las anfetaminas o fármacos relacionados que se suelen encontrar son la benzfetamina, dextroanfetamina, lixdexamfetamina, pemolina, metilfenidato, fentermina, dietilpropión, fendimetrazina, metanfetamina y fenmetrazina. Las anfetaminas que se venden en la calle a menudo se denominan speed, bennies o uppers, y se suelen "cortar" o diluir con cafeína, efedrina o fenilpropanolamina.

Los síntomas del envenenamiento por anfetamina y cocaína son muy similares. La única diferencia puede ser que los signos de la intoxicación por anfetaminas duren más. Los signos más frecuentes son hiperactividad, agresividad, fiebre, temblores, falta de coordinación, latidos cardiacos rápidos, hipertensión arterial, pupilas dilatadas, marcha en círculos y muerte.

El diagnóstico y el tratamiento son los mismos que para la cocaína (anteriormente), y la anamnesis proporcionada por el propietario es sumamente importante. La mayoría de las anfetaminas y de los fármacos relacionados pueden detectarse en el contenido del estómago y en la orina.

Los tranquilizantes fenotiacínicos se usan para controlar los signos del sistema nervioso central en la intoxicación por anfetaminas. Si es necesario, se utilizan anticonvulsivos. La frecuencia y ritmo cardiacos, la temperatura corporal y los electrolitos se deben monitorizar y tratar según necesidad.

Marihuana

La marihuana se refiere a la mezcla de flores, hojas y tallos cortados, secos y molidos del cáñamo verde Cannabis sativa. La planta crece en la mayoría de las regiones tropicales y templadas del mundo. Los nombres callejeros de la marihuana incluyen porro, Mari Juana, hachís, mala hierba (maría), hierba, THC, ganja (grifa), bhang y charas. La marihuana o hachís vendidos en las calles pueden estar contaminados con fenciclidina, LSD u otros fármacos.

En el pasado reciente, la marihuana se ha utilizado principalmente de forma ilegal como una droga recreativa, pero en 2019 el uso médico se había legalizado en 33 estados de EE. UU., y 11 de ellos también han legalizado el uso recreativo. Sin embargo, permanece clasificada como una sustancia controlada de la lista I por la Drug Enforcement Agency de EE. UU., y no hay usos aprobados por la FDA. Además, no existen productos aprobados por la FDA para su uso en animales, y los estados que han legalizado su uso en humanos no han aprobado su uso veterinario.

En los perros, la vía de exposición más común es la ingestión. Los síntomas comienzan en 30 a 90 minutos y pueden durar hasta 3 días. Los signos más comunes de intoxicación son depresión, falta de coordinación, frecuencia cardiaca lenta, temperatura corporal peligrosamente baja, vocalización, babeo excesivo, vómitos, diarrea, incapacidad para controlar la micción, convulsiones y coma. Esto puede confundirse con otras causas de intoxicación, niveles bajos de azúcar en sangre, problemas de espalda o traumatismos en la cabeza.

El diagnóstico se basa en una historia clínica de exposición y en los signos típicos. La marihuana es difícil de detectar en los líquidos corporales; sin embargo, las pruebas de orina en el curso temprano de la exposición pueden ayudar a confirmar el diagnóstico.

El tratamiento consiste en cuidados de apoyo, incluyendo medicación para controlar las convulsiones. Se puede inducir el vómito si la exposición es reciente y el animal todavía no muestra signos. Los animales comatosos deben recibir fluidos por vía intravenosa y tratamiento para una temperatura corporal peligrosamente baja. Su posición debe cambiarse con frecuencia para evitar la acumulación de líquido y las úlceras por presión. El tratamiento y la monitorización se deben mantener hasta que todos los signos clínicos remitan (hasta 3 días en perros).

Opioides

El término opioide se refiere a todos los fármacos, naturales o sintéticos, de acción similar a la morfina. Algunos de los opiáceos y opioides comunes son la morfina, la heroína, la hidromorfona, la oximorfona, la hidrocodona, la codeína, la oxicodona, el butorfanol, la metadona, el propoxifeno, la meperidina, el difenoxilato, el fentanilo, la loperamida, el profadol, la pentazocina y la buprenorfina. El tramadol es un opiáceo sintético que es un derivado de la codeína y que se usa ampliamente en medicina veterinaria como analgésico.

Los opioides se utilizan principalmente como analgésicos, pero también como supresores de la tos y para tratar la diarrea. A veces, los opioides también se utilizan para la sedación antes de la cirugía y como suplemento a la anestesia. La toxicidad de los opiáceos en los animales varía mucho entre las distintas especies.

Los principales efectos de los opioides están en el sistema nervioso central, vías respiratorias y sistemas cardiovascular y gastrointestinal. Los signos comunes de intoxicación incluyen depresión del sistema nervioso central, somnolencia, falta de coordinación, vómitos, convulsiones, pupilas contraídas, coma, depresión respiratoria, presión arterial baja, estreñimiento y la muerte. Algunos animales, especialmente los gatos y los caballos, pueden mostrar excitación del sistema nervioso central en lugar de una depresión de este.

El diagnóstico de intoxicación por opiáceos se basa en la historia de la exposición y los síntomas. La orina se puede analizar para determinar la exposición a los opioides.

Los síntomas pueden revertirse con naloxona. La administración de naloxona debe repetirse según sea necesario porque su duración de acción puede ser más corta que la del opioide que se está revirtiendo. Se debe vigilar estrechamente a los animales para detectar una depresión respiratoria y proporcionarles un ventilador si es necesario. Otros signos se tratarán sintomáticamente.

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