La intoxicación por ingestión de un exceso de urea (un compuesto nitrogenado) u otras fuentes de nitrógeno no proteico suele ser súbita, rápidamente progresiva y altamente mortal. Después de la ingestión, el nitrógeno no proteico sufre una reacción química y libera un exceso de amoníaco en el tracto gastrointestinal, que se absorbe y provoca un exceso de amoníaco en la sangre.
Las fuentes más comunes de nitrógeno no proteico en los alimentos son la urea, el fosfato de urea, el amoníaco anhidro y sales como el fosfato monoamónico y diamónico. Debido a que la urea de grado alimentario es inestable, se formula (por lo general granulada) para evitar la degradación a NH3. A veces se alimenta a los caballos con nitrógeno no proteico como aditivo alimentario. Los caballos son más sensibles a la urea que otros animales. Las sales de amonio pueden ser tóxicas y mortales para todas las especies y edades de los animales de granja.
Las dietas bajas en energía y ricas en fibra se asocian más frecuentemente con la intoxicación por nitrógeno no proteico. Los suplementos muy sabrosos (como la melaza líquida) o los tanques de lamido mal mantenidos pueden conducir al consumo de cantidades letales de nitrógeno no proteico. Los primeros signos incluyen temblores musculares (especialmente en la cara y las orejas), protrusión de los globos oculares, dolor abdominal, babeo, orinar en grandes cantidades y rechinar de dientes. Los temblores progresan a falta de coordinación y debilidad. La presencia de líquido en los pulmones provoca dificultad para respirar y jadeo. Los caballos pueden mostrar presión en la cabeza. Finalmente, se produce un tono azulado en la piel y las membranas mucosas, dificultad para respirar, ausencia de producción de orina, fiebre y anomalías metabólicas. En los caballos, la muerte suele producirse en 3-12 horas. Los supervivientes se recuperan en 12-24 horas sin efectos duraderos.
La historia clínica, los síntomas y la exposición dietética sugieren envenenamiento por amoníaco o nitrógeno. La sangre y la orina pueden analizarse para determinar el nitrógeno amoniacal, y el alimento para determinar el nitrógeno no proteico. Los resultados definitivos probablemente no serán posibles en animales que han estado muertos más de unas pocas horas en temperaturas cálidas o 12 horas en climas moderados.
La exploración y el tratamiento pueden ser difíciles debido a la falta de cooperación. El tratamiento de apoyo incluye controlar la fiebre y corregir la deshidratación con fluidos y soluciones de gluconato de calcio y magnesio para los temblores musculares.
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Consulte también el contenido para veterinarios sobre la intoxicación por nitrógeno no proteico (intoxicación por amoníaco) en animales.