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Intoxicación por zinc

PorSteve M. Ensley, DVM, PhD
Revisado/Modificado oct 2020

El zinc es un metal traza esencial que desempeña un papel importante en muchos procesos biológicos. La toxicidad por zinc se ha observado en una amplia gama de animales. Es más común en los perros de compañía, posiblemente debido a sus hábitos alimentarios indiscriminados y a la gran disponibilidad de sustancias que contienen zinc. Las fuentes comunes de zinc incluyen monedas de un céntimo, pilas, piezas de automóviles, pinturas, cremas de óxido de zinc, suplementos a base de hierbas, cremalleras, piezas de juegos de mesa, tornillos y tuercas en los transportines de mascotas y el revestimiento de metales galvanizados como tuberías y utensilios de cocina.

Las sales de zinc se forman en el estómago, se absorben desde el intestino delgado y se distribuyen rápidamente al hígado, los riñones, la próstata, los músculos, los huesos y el páncreas. Las sales de zinc tienen efectos irritantes y corrosivos directos sobre los tejidos e interfieren con numerosos procesos metabólicos, como la producción y la función de los eritrocitos. Las dietas que contienen altos niveles de zinc han causado intoxicaciones por zinc a largo plazo en el ganado.

Los signos varían según la duración y el grado de exposición. Los signos progresan desde pérdida de apetito, vómitos, diarrea y letargo hasta síntomas más avanzados que incluyen ictericia, shock, destrucción de eritrocitos, sangre en la orina, alteraciones de la frecuencia cardiaca y convulsiones. La cojera se ha descrito en potros. El hígado, el riñón y el páncreas pueden estar dañados. Las radiografías del tracto gastrointestinal pueden revelar cuerpos extraños que contienen zinc. Los niveles de zinc pueden medirse en la sangre u otros tejidos, y los cambios en la sangre y la orina reflejan los efectos en varios sistemas orgánicos.

Después de estabilizar al animal con líquidos, oxígeno, sangre y con todos los productos necesarios, es crítico eliminar la fuente de zinc lo más rápidamente posible. Esto a menudo necesita cirugía o un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo mediante un endoscopio. Generalmente no se recomienda inducir el vómito.

Se recomienda la administración de fluidos para aumentar la producción de orina para estimular la excreción renal de zinc y evitar el daño renal.

Si se diagnostica y trata a tiempo, el pronóstico para los animales con intoxicación por zinc suele ser bueno. La eliminación de las fuentes de zinc del entorno es fundamental para evitar la recidiva.

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