La quimioterapia antineoplásica (antitumoral) se utiliza a menudo para tratar a perros y gatos, y se emplea de forma rutinaria para tumores seleccionados en caballos. Los fármacos antineoplásicos pueden agruparse en categorías generales, basadas en su método bioquímico de acción: agentes alquilantes, antimetabolitos, inhibidores mitóticos, antibióticos antineoplásicos, agentes hormonales y otros fármacos diversos.
Los fármacos quimioterápicos se suelen administrar en varias combinaciones de dosis y tiempos, que se conocen como regímenes o protocolos. Esto ofrece muchas ventajas, porque cuando se combinan fármacos con diferentes dianas o mecanismos de acción, las posibilidades de éxito son mayores.
La quimioterapia puede usarse además de la cirugía y la radiación. A veces, la quimioterapia se inicia antes de la cirugía en un intento de disminuir el tamaño del tumor o el estadio de la malignidad, mejorando así las posibilidades de éxito de la cirugía.
La decisión de utilizar quimioterapia depende del tipo de tumor que se vaya a tratar, el estadio de malignidad, el estado del animal y las limitaciones económicas. Las respuestas a la quimioterapia contra el cáncer pueden ir desde una disminución de los signos cotidianos, pero sin aumento global del tiempo de supervivencia, hasta una remisión completa. Algunos tumores responden mejor a la quimioterapia que otros. Por ejemplo, el linfoma canino suele responder mucho a la quimioterapia. Debe discutir las opciones y los riesgos y beneficios de cada uno con su veterinario si está considerando la quimioterapia para tratar el cáncer en su mascota.
