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Trastornos y enfermedades de los reptiles

PorStephen J. Divers, BVetMed, DACZM, DECZM, FRCVS
Última revisión/modificación ago 2020

Un alojamiento adecuado, una buena dieta y el control sistemático de los parásitos ayudarán a minimizar la enfermedad en los reptiles de compañía, al igual que en otros animales.

Trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos de los reptiles

Septicemia, causada por bacterias en la sangre, es una causa común de muerte en reptiles. La enfermedad afecta a todo el organismo y puede ser el resultado de un traumatismo, un absceso, una infestación por parásitos o estrés ambiental. La muerte puede ser repentina u ocurrir después de síntomas prolongados de enfermedad. Los síntomas comunes son dificultad para respirar, falta de energía, convulsiones y pérdida del control muscular. Los reptiles con septicemia pueden desarrollar pequeñas manchas rojas violáceas en la piel del vientre; los quelonios pueden tener plastrones enrojecidos. Mantener el entorno de un reptil limpio y bien cuidado puede reducir el riesgo de septicemia. Los reptiles afectados deben aislarse y tratarse con antibióticos.

Trastornos digestivos de los reptiles

El aparato digestivo de los reptiles puede verse afectado por infecciones víricas, bacterianas, protozoarias y parasitarias.

Adenovirus

Los adenovirus pueden causar enfermedades mortales del hígado o del aparato digestivo en ciertas serpientes (víboras de Gabón, pitones reales, boas constrictor, boas rosadas y serpientes rata), lagartos (camaleones de Jackson, monitores de la sabana y dragones barbudos) y cocodrilos. En los dragones barbudos, el adenovirus parece transmitirse por contaminación fecal-oral (las heces entran en contacto con la boca). Los signos de infección son más comunes en los dragones más jóvenes, pero también pueden afectar a los adultos, por lo general en menor grado. Los signos son poco claros e incluyen falta de energía, debilidad, pérdida de peso, diarrea y muerte súbita. La tasa de enfermedad es alta en los dragones barbudos jóvenes, pero los cuidados de apoyo (administración de fluidos y alimentación asistida) y los antibióticos para tratar infecciones bacterianas secundarias pueden aumentar la supervivencia.

Los signos de la infección por adenovirus en los dragones barbudos son similares a los causados por coccidios y trastornos nutricionales. El diagnóstico de la infección por adenovirus puede confirmarse con una biopsia hepática.

Los lagartos que se han recuperado de la infección deben mantenerse en cuarentena durante al menos 3 meses. Se desconoce el tiempo durante el cual un lagarto puede infectar a otros lagartos después de recuperarse, por lo que no se debe pensar en vender o intercambiar un animal previamente infectado.

Estomatitis infecciosa

La estomatitis infecciosa, la infección e inflamación del tejido que recubre la boca, se observa en serpientes, lagartos y tortugas. Los primeros síntomas incluyen pequeñas manchas rojas violáceas en la boca. El tejido enfermo se desarrolla a lo largo de las hileras de dientes a medida que la afección empeora. En los casos graves, la infección puede extenderse a los huesos de la mandíbula superior e inferior. Las bacterias que se suelen encontrar en la boca son las causas más frecuentes de la estomatitis. Si la estomatitis no se trata rápidamente, puede desarrollarse una infección respiratoria o gastrointestinal. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica del tejido muerto de la boca, la limpieza con una solución antiséptica, antibióticos y cuidados de apoyo. En casos graves puede ser necesaria una cirugía más extensa. Se ha sugerido la suplementación con vitaminas, especialmente con vitaminas A y C, pero puede que no cambie el curso de la enfermedad.

Parásitos intestinales

El estrés del cautiverio, junto con un ambiente cerrado, hace que los reptiles sean sensibles a infestaciones masivas por parásitos con ciclos biológicos directos, es decir, parásitos que solo necesitan una especie hospedadora para completar su ciclo biológico. Se debe hacer todo lo posible para librar a los reptiles de la carga parasitaria y eliminar del entorno las especies hospedadoras intermediarias (como los insectos).

El tratamiento debe intentarse cuando se encuentre evidencia de una infestación por parásitos. Los fármacos llamados antihelmínticos se suelen necesitar para eliminar los parásitos internos. Se encuentran disponibles muchos antihelmínticos diferentes (desparasitantes). Su veterinario puede prescribir el que se considere más eficaz para el parásito en cuestión.

Los nematodos del estómago (ascáridos gástricos) se observan en los lagartos y pueden causar úlceras de estómago en infestaciones graves. Numerosas serpientes están infestadas por un anquilostoma que vive en el tracto gastrointestinal superior y causa heridas en los puntos de unión. Las grandes tumefacciones causadas por la respuesta inflamatoria a este anquilostoma pueden provocar una obstrucción intestinal.

Los parásitos conocidos como ascáridos también infectan frecuentemente a los reptiles. En las serpientes infestadas pueden producirse graves daños tisulares y la muerte. Las serpientes infestadas por ascáridos pueden regurgitar alimentos parcialmente digeridos o vermes adultos y pueden no tener apetito. La infección puede causar tumefacciones inflamatorias en el tracto gastrointestinal. Estas tumefacciones pueden formar abscesos y perforar el intestino.

Muchas otras especies de nematodos pueden encontrarse en el examen de las heces de un reptil. Los parásitos de los animales de presa (como los oxiuros del ratón) que no causan enfermedad en los reptiles también se pueden observar en las heces de un reptil después de que el reptil consuma un animal infestado.

Enfermedades protozoarias

Los protozoos son organismos unicelulares; algunos pueden causar enfermedad en animales. Entamoeba invadens es la causante de las enfermedades protozoarias más graves de los reptiles. Los signos de infección son la pérdida de apetito y peso, los vómitos, la diarrea con moco o con sangre y la muerte. La enfermedad puede extenderse rápidamente en grandes colecciones de serpientes. Los reptiles herbívoros parecen ser menos susceptibles que los carnívoros. Varios tipos de reptiles que rara vez se ven afectados o mueren pueden servir de portadores; entre ellos se encuentran las serpientes de jarretera, las culebras corredoras constrictor y las tortugas de caja. La mayoría de las tortugas son resistentes, aunque las gigantes son sensibles. Otras especies resistentes son las serpientes reales comunes, las cobras (posiblemente como una adaptación que les permite ingerir otras serpientes) y los cocodrilos. Las serpientes sensibles son la mayoría de las boas, los colúbridos (una familia que incluye serpientes reales y culebras), los elápidos (una familia de serpientes venenosas que incluye serpientes de coral y mambas), los crotálidos (la familia de las víboras, que incluye serpientes de cabeza de cobre y cascabel) y otras víboras. Este protozoo se transmite por contacto directo con la forma quística. El diagnóstico se establece mediante el examen de heces o muestras de tejido en busca del protozoo.

Se suele prescribir un fármaco antiprotozoario para el tratamiento. Para ayudar a prevenir la transmisión entre reptiles, las tortugas y las serpientes no deben alojarse juntas. La posibilidad de que esta enfermedad se transmita a los humanos no debe tomarse a la ligera, por lo que deben cumplirse estrictas medidas de higiene y salubridad.

La criptosporidiosis es una infección causada por protozoos de diversas especies de Cryptosporidium. Puede causar regurgitación, notable pérdida de peso y debilidad a largo plazo. En las serpientes, el microorganismo afecta el revestimiento del aparato digestivo, lo que causa un engrosamiento del revestimiento del estómago y la pérdida del movimiento digestivo normal del estómago. Un veterinario puede sentir una masa en el área del estómago. Las radiografías o un examen con un endoscopio pueden revelar un engrosamiento del revestimiento del estómago. Muchos lagartos, incluidos los camaleones del Viejo Mundo y los varanos de la sábana, presentan afectación principalmente del intestino. La criptosporidiosis se diagnostica con pruebas de heces o alimentos regurgitados o por biopsia del estómago. Se han sugerido varios tratamientos, pero la mayoría no funcionan de forma consistente. Los cuidados intensivos de soporte a menudo estabilizan y ayudan a prolongar la vida del reptil afectado.

La criptosporidiosis puede transmitirse de animales a seres humanos. Sin embargo, las especies de Cryptosporidium que se suelen encontrar en los reptiles rara vez parecen infectar a los humanos.

Trastornos hormonales en reptiles

Aunque los trastornos hormonales (endocrinos) no parecen ser frecuentes en los reptiles, la diabetes mellitus (un trastorno del metabolismo de los carbohidratos) se ha descrito en tortugas y galápagos. Los signos de diabetes en estos reptiles incluyen glucosa (un tipo de azúcar) en la orina y niveles anormalmente altos de glucosa en la sangre. Los animales afectados pueden tener un mayor apetito.

Trastornos oculares y auditivos de los reptiles

Las infecciones de los ojos son posibles en todos los reptiles. Las infecciones del oído son más probables en las tortugas.

Abscesos oculares y conjuntivitis

Las serpientes pueden desarrollar abscesos debajo de las escamas supraoculares, la cubierta protectora transparente sobre el ojo. Otros reptiles pueden desarrollar conjuntivitis, inflamación de las membranas alrededor del ojo. La gravedad de la conjuntivitis varía de leve a grave (afecta a todos los tejidos que rodean el ojo y al propio globo ocular). Puede ser el resultado de la difusión de estomatitis infecciosa de la boca. La conjuntivitis en tortugas y lagartos sin escamas supraoculares puede tratarse con pomada ocular tópica. Las serpientes y los lagartos con escamas supraoculares necesitan cirugía para drenar el absceso y un lavado del ojo con una solución antibiótica. Algunos reptiles afectados, especialmente las tortugas, pueden necesitar suplementos de vitamina A.

Infecciones del oído

Las infecciones del oído se producen con frecuencia en las tortugas, sobre todo en las tortugas de caja y en las acuáticas. Puede observarse hinchazón del tímpano y puede haber tejido enfermo. Muchas especies de bacterias causan infecciones del oído. Los animales con infecciones del oído medio o interno a menudo necesitan una cirugía que perfore el tímpano, limpie el oído medio y extraiga el tejido infectado. Las infecciones del oído también pueden estar causadas por una deficiencia de vitamina A, por lo que las inyecciones y los suplementos dietéticos de vitamina A pueden ser beneficiosos.

Trastornos óseos y musculares de los reptiles

Crecimiento anormal del pico en una tortuga

En las tortugas y galápagos se produce un crecimiento anormal del pico. Esta afección, que interfiere con la alimentación, a menudo se asocia con una mala nutrición, una deficiencia de calcio o ambas. La deficiencia de calcio o vitamina D3 puede provocar la deformación del cráneo a medida que se desarrolla. La deformación interfiere con la posición normal de los picos superior e inferior cuando la mandíbula está cerrada y puede afectar al desgaste de los picos. Los niveles excesivos de proteína en la dieta pueden contribuir a esta afección. El tratamiento consiste en recortar o moler el pico para darle una forma más normal. La afección suele reaparecer debido a la posición anormal subyacente de las mandíbulas, por lo que se necesita un seguimiento a largo plazo. Se deben proporcionar alimentos abrasivos que faciliten una cierta forma natural del pico durante la alimentación a las tortugas y galápagos en cautividad.

Enfermedades metabólicas óseas

El hiperparatiroidismo nutricional secundario es la enfermedad ósea más común observada en los reptiles domésticos. Está causado por una dieta escasa con una proporción incorrecta de calcio/fósforo y una falta de vitamina D3 o un mal cuidado (falta de luz ultravioleta B, control inadecuado de la temperatura en el terrario). Los reptiles afectados suelen ser lagartos, tortugas o galápagos de crecimiento rápido que se alimentan de plantas e insectos. Los signos incluyen falta de apetito, debilidad, incapacidad para caminar normalmente, mandíbula o huesos de las patas hinchados o deformados, fracturas de la columna vertebral o de las patas, prolapso cloacal y espasmos musculares. El diagnóstico requiere radiografías (rayos X) para documentar la pérdida generalizada de hueso del esqueleto y análisis de sangre que muestran niveles bajos de vitamina D. En las últimas etapas también hay cambios en los niveles sanguíneos de calcio y fosfato. El tratamiento de los casos críticos requiere fluidoterapia, apoyo nutricional e inyecciones de calcio si los niveles sanguíneos son demasiado bajos. La corrección de la dieta y el cuidado son las partes más importantes del éxito del tratamiento.

El hiperparatiroidismo renal secundarioes un trastorno renal que se produce en reptiles adultos. Se asocia con niveles altos de fosfato y bajos niveles de calcio en la sangre, calcificación (endurecimiento) de los tejidos blandos y pérdida de calcio de los huesos. El diagnóstico puede sospecharse basándose en la anamnesis, la radiografía y los análisis de sangre, aunque un diagnóstico definitivo requiere la demostración de una función renal deficiente o de una lesión renal observada en una biopsia del riñón. Las opciones de tratamiento son limitadas debido a la dificultad de corregir el daño renal.

Trastornos del cerebro, la médula espinal y los nervios de los reptiles

La contemplación de estrellas es un signo de algunos trastornos del sistema nervioso en serpientes y otros reptiles. La contemplación de estrellas describe una torsión del cuello que hace que el animal parezca mirar hacia arriba (hacia las estrellas). Otros signos de trastornos del sistema nervioso incluyen apatía, postura anormal, convulsiones e incapacidad para moverse normalmente. Una de las causas más comunes de contemplación de estrellas en boas constrictor y pitones es la enfermedad por cuerpos de inclusión, que está causada por una infección vírica.

La contemplación de estrellas también puede deberse a la exposición a un calor excesivo, lesiones en la cabeza, tóxicos e infecciones causadas por bacterias u otros microorganismos. La meningitis o encefalitis bacteriana puede ser el resultado de infecciones bacterianas que se desplazan al torrente sanguíneo y penetran en los tejidos del sistema nervioso. El pronóstico de la enfermedad neurológica varía según la causa, pero el pronóstico suele ser malo. Los antibióticos suelen ser necesarios en los casos de infección bacteriana.

Trastornos nutricionales de los reptiles

Los trastornos nutricionales pueden estar causados por un desequilibrio dietético en varios nutrientes, como las proteínas, las vitaminas y los minerales, o por trastornos que impiden el metabolismo adecuado de los nutrientes.

Desnutrición y deshidratación

Los reptiles con poco apetito pueden necesitar alimentación asistida. Este es un proceso que es mejor que lo dirija un veterinario, ya que alimentar a un reptil desnutrido con deshidratación grave puede provocar problemas de salud adicionales. La alimentación inicial debe reemplazar los líquidos y electrólitos. Los signos de deshidratación incluyen piel flácida u ojos hundidos.

A veces se puede animar a un reptil deshidratado a que beba permitiéndole que se bañe en agua poco profunda dentro de un recinto mantenido dentro del rango de temperatura preferido por esa especie. Las tortugas y galápagos deshidratados también pueden absorber agua a través de la cloaca mientras se bañan. Sin embargo, los reptiles deshidratados pueden necesitar fluidos administrados por un veterinario a través de una inyección o una sonda gástrica.

Un reptil desnutrido puede tener huesos protuberantes y una apariencia demacrada, pero los signos de desnutrición y deshidratación pueden no ser fáciles de ver. Algunos animales desnutridos necesitan alimentación asistida, que debe hacerse solo bajo la supervisión de un veterinario para reducir los posibles riesgos.

Si un reptil no come bien, los factores ambientales como la temperatura, la luz y la humedad deben ajustarse a los niveles adecuados para ese tipo de reptil. Los reptiles no pueden procesar adecuadamente los líquidos y nutrientes si las condiciones ambientales no son óptimas.

Gota

La gota se observa en todos los órdenes de reptiles. Ocurre cuando el nivel de ácido úrico en la sangre es demasiado alto. Se han descrito dos formas de gota. La gota visceral afecta a los órganos, y la gota articular afecta a las articulaciones. Las radiografías pueden mostrar depósitos mineralizados de ácido úrico en los órganos y articulaciones afectados. La gota visceral puede deberse a demasiada proteína en la dieta (gota visceral primaria) o a otras causas, como deshidratación o daño renal (gota visceral secundaria). La gota puede ser muy dolorosa, lo que provoca malestar hasta el punto de que muchos reptiles se niegan a moverse, comer o beber.

La gota visceral primaria se trata mediante la corrección de la dieta. La gota visceral secundaria se trata intentando corregir el problema subyacente. Los fármacos que se han utilizado tradicionalmente para tratar la gota en humanos pueden ser eficaces en los reptiles si el diagnóstico se establece precozmente. Sin embargo, las perspectivas de recuperación son malas en los casos avanzados. El tratamiento médico por lo general debe ser a largo plazo porque los signos de gota a menudo aparecen de nuevo si se suspende el tratamiento. La eutanasia debe considerarse en los reptiles que parecen tener dolor y no tienen apetito.

Trastornos pulmonares y de las vías respiratorias de los reptiles

Las infecciones respiratorias, incluida la neumonía, son frecuentes en los reptiles y pueden estar causadas por parásitos del aparato respiratorio o de todo el organismo, temperaturas ambientales desfavorables, condiciones insalubres, otras enfermedades, desnutrición y deficiencia de vitamina A. La respiración con la boca abierta, la secreción nasal y la dificultad para respirar son signos frecuentes. La septicemia (infección generalizada en el torrente sanguíneo) puede desarrollarse en casos graves o prolongados. El tratamiento consiste en mejorar los factores ambientales (como la limpieza y la temperatura) e iniciar la antibioterapia. Un veterinario podrá aconsejarle sobre el tratamiento antibiótico adecuado. Los reptiles con infecciones respiratorias deben mantenerse en el límite medio o superior de su rango de temperatura preferido. Las temperaturas elevadas ayudan a estimular el sistema inmunológico y también ayudan a mover las secreciones de las vías respiratorias. Las tortugas con neumonía a menudo tienen una deficiencia subyacente de vitamina A. Es posible que las tortugas tratadas por neumonía no mejoren completamente hasta que se les haya suministrado un suplemento de vitamina A.

Paramyxovirus

Las infecciones por paramixovirus son más frecuentes en víboras que en otras serpientes, pero también se han descrito en serpientes no venenosas. Este virus altamente contagioso causa con mayor frecuencia problemas del sistema respiratorio. Las infecciones bacterianas secundarias son frecuentes y los animales afectados pueden presentar secreción nasal, respiración con la boca abierta, pus seco en la boca y dificultad respiratoria. A veces se observan síntomas neurológicos, como temblores y posturas anómalas. El virus parece pasar de un animal a otro a través de las secreciones del tracto respiratorio.

Una serpiente con una infección respiratoria que no responde a los tratamientos habituales (incluidos los antibióticos) puede tener una infección por paramixovirus. Los análisis de sangre se pueden utilizar para detectar la infección de los animales y evitar que los portadores entren en colecciones no infectadas. No hay un tratamiento específico, pero el tratamiento de soporte y los antibióticos pueden resultar útiles. Las serpientes afectadas deben ser aisladas y se deben aplicar estrictas prácticas de higiene.

Trastornos reproductivos de los reptiles

Distocia (retención de huevos)

La esterilización rara vez se realiza en reptiles y, por tanto, las enfermedades reproductivas siguen siendo un problema común. En los reptiles que ponen huevos, los huevos (con niveles variables de mineralización de la cáscara) pueden ser retenidos, mientras que en las especies que tienen crías vivas, se pueden observar huevos no fertilizados o fetos. En algunos casos, también pueden estar presentes folículos ováricos anormales. La distocia no suele ser una presentación aguda como en mamíferos o aves, y los reptiles pueden retener huevos/fetos durante semanas o incluso meses después del momento normal de puesta/nacimiento. Si no se sabe cuándo se cruzó el reptil, esto puede dificultar la diferenciación entre una gestación normal y una distocia en reptiles clínicamente sanos. Las enfermedades o infecciones metabólicas pueden empeorar el problema. En general, el veterinario podrá hacer el diagnóstico después de examinar al reptil y realizar un diagnóstico por imagen, especialmente radiografía y ecografía. Los análisis de sangre también pueden ayudar a identificar infecciones o enfermedades metabólicas, como la hipercalcemia (véase necesidades de nutrientes).

A menos que haya indicios de enfermedad a corto plazo, se puede probar el tratamiento médico, aunque con frecuencia fracasa. Pueden ser útiles las mejoras en la cría (especialmente el aislamiento y un sustrato adecuado), la corrección de cualquier enfermedad metabólica y los tratamientos hormonales para inducir el parto. En la mayoría de los casos, la cirugía es necesaria después de la estabilización médica y se suele necesitar la extirpación de los órganos reproductores.

Prolapso cloacal

Varios órganos, como la cloaca, el colon, el oviducto, los hemipenes/falos y (si está presente) la vejiga, pueden prolapsarse a través de la cloaca de los reptiles. Las causas comunes incluyen distocia, traumatismo reproductivo, inflamación de la cloaca, infecciones, enfermedad metabólica, cálculos en la vejiga, enfermedad renal, cáncer o cualquier masa que ocupe espacio dentro del abdomen y cause esfuerzo para defecar. Es importante identificar el órgano prolapsado, porque algunos (p. ej., penes/hemipenes) pueden amputarse, mientras que otros no (p. ej., cloaca, colon, vejiga). Su veterinario limpiará suavemente el órgano prolapsado e intentará reemplazarlo. Sin embargo, es también importante determinar la causa para prevenir la recidiva.

Los prolapsos de los hemipenes y de los falos pueden amputarse quirúrgicamente; esto hará que el animal sea infértil. Si el tejido prolapsado es viable y puede reemplazarse, se puede realizar una cirugía para mantenerlo en su ubicación habitual. Si el tejido está muerto, entonces se requiere una cirugía cuidadosa para extirpar los tejidos afectados y reconectar las secciones vivas en cada extremo.

Trastornos de la piel de los reptiles

Los reptiles son propensos a una variedad de enfermedades y trastornos de la piel. Las buenas prácticas sanitarias, como la limpieza regular del recinto, el suministro de agua fresca y la eliminación de los alimentos no consumidos, pueden ayudar a prevenir la infección y la infestación parasitaria.

Abscesos

Los abscesos son úlceras llenas de pus, a menudo acompañadas de inflamación, que suelen estar causadas por una infección bacteriana. Se ven en todos los órdenes de reptiles. Los abscesos a menudo están provocados por mordeduras, otras lesiones o malas condiciones ambientales. Los abscesos debajo de la piel aparecen como pequeños bultos o tumefacciones. Otras afecciones que pueden parecerse a los abscesos son las infestaciones parasitarias, los tumores y los hematomas (tumefacciones llenas de sangre). En los abscesos de los reptiles pueden estar presentes varias especies de bacterias, a menudo más de un tipo a la vez. Los abscesos pequeños y localizados deben extirparse quirúrgicamente para evitar la recidiva, algo que ocurre con frecuencia. Los abscesos más grandes deben abrirse quirúrgicamente y drenarse. Pueden ser necesarios los antibióticos apropiados.

Dermatofitosis

La dermatofitosis, una infección fúngica de la piel o las uñas, se ha descrito en todos los reptiles. En la mayoría de los casos, una lesión en la piel proporciona un punto de entrada para el hongo. Las tortugas y los galápagos con infecciones fúngicas del caparazón pueden tratarse retirando el tejido muerto, dañado o infectado y aplicando una solución antiséptica. Se pueden utilizar fármacos antimicóticos orales o cremas antimicóticas tópicas para tratar las infecciones cutáneas. La exposición a la luz ultravioleta también puede ser beneficiosa. (También See also heading on page Enfermedades causadas por hongos, abajo)

Disecdisis

Muda incompleta, serpiente

La disecdisis se refiere al desprendimiento incompleto o anormal de la piel. La baja humedad, los parásitos cutáneos, las deficiencias nutricionales, las enfermedades infecciosas, la falta de superficies abrasivas adecuadas y la disminución de la función tiroidea pueden contribuir a una muda anormal. Las escamas supraoculares (escamas que cubren el ojo), que son la capa protectora transparente sobre los ojos, o las bandas circulares en la cola o los dedos de los pies, pueden no desprenderse correctamente y pueden quedar retenidas. Las escamas supraoculares retenidas se tratan mejor aplicando una pomada ocular durante varios días hasta que la escama supraocular se desprenda o pueda retirarse cuidadosa y suavemente con unas pinzas finas. Hay que ser paciente; las escamas supraoculares nunca deben retirarse a la fuerza debido a la posibilidad de dañar la nueva cubierta.

La piel retenida se trata mejor sumergiendo al reptil en agua tibia (25 a 29 °C) durante varias horas y luego tirando suavemente con una gasa. Una cámara de humedad también funciona bien. Esto puede ser tan simple como un acuario de 40 litros con un calentador debajo del tanque en el que se colocan toallas de baño mojadas. La parte superior puede cubrirse con un paño ligero para aumentar los niveles de humedad, pero el calor excesivo debe evitarse y puede aliviarse permitiendo una mayor ventilación. Es más fácil prevenir que tratar una muda anormal, así que hay que asegurarse de que el reptil esté libre de enfermedades y parásitos, coma una dieta apropiada para su especie, se mantenga en el nivel de humedad correcto y tenga superficies abrasivas disponibles para ayudarlo a mudar.

Parásitos cutáneos

Los parásitos que viven en la piel pueden ser un problema con los reptiles capturados en la naturaleza y los recién adquiridos. La mejor forma de prevenir las infestaciones es mediante un examen minucioso y un periodo de cuarentena para todos los animales nuevos que entran en una colección.

Los ácaros se distribuyen por todo el mundo y la mayoría de las especies de reptiles están afectadas. Los ácaros pueden causar reducción de energía y, en infestaciones graves, muerte por anemia (pérdida de eritrocitos). Los ácaros también pueden transmitir microorganismos patógenos de otros animales infectados. La piel de los reptiles afectados tiene un aspecto áspero y puede producirse disecdisis. La mayoría de los ácaros son pequeños (de menos de 1,5 mm de longitud) y se encuentran a menudo alrededor de los ojos, en los pliegues cutáneos de la cara o el cuello o en cualquier otra hendidura del cuerpo.

Los ácaros son visibles a simple vista, pero son difíciles de observar en números reducidos. Si se sospecha la presencia de ácaros, colocar el reptil sobre un trozo de papel blanco y frotarlo suavemente puede hacer que los ácaros se desprendan y sean visibles. Los reptiles afectados a menudo pasan mucho tiempo sumergiéndose en agua para ahogar a los ácaros. Si examina el plato de agua, puede ver los restos de ácaros ahogados.

Existen muchos métodos de tratamiento. En todos los casos, los terrarios deben limpiarse a fondo y hay que tirar los materiales del sustrato, las ramas y los elementos desechables de la jaula. Se debe usar para el lecho papel de periódico hasta que se complete el tratamiento para ayudar con la limpieza frecuente y para eliminar los lugares donde los ácaros podrían poner huevos. Un veterinario puede indicarle al propietario el tipo de ácaros que tiene su reptil y darle consejos sobre cómo eliminarlos de su mascota y su terrario (como recomendar un insecticida seguro).

Cualquier terrario en el que se use insecticida debe estar bien ventilado, y los recipientes de agua deben retirarse mientras se rocía el insecticida y volverse a colocar cuando el rociado se haya secado. No se debe utilizar un producto sin consultar a un veterinario; algunos no son seguros para todos los reptiles.

Las garrapatas se encuentran frecuentemente en reptiles y se han asociado con muchas enfermedades. Las infestaciones graves pueden causar anemia (muy pocos eritrocitos) debido a la pérdida de sangre. Algunas garrapatas pueden causar parálisis, con atrofia muscular en el punto de la picadura. Las garrapatas pueden eliminarse con unas pinzas o con los insecticidas recomendados por el veterinario. Si se quita una garrapata manualmente, hay que usar guantes para evitar la exposición a enfermedades que pueda portar. Los animales con garrapatas pueden necesitar antibióticos para tratar infecciones asociadas a múltiples heridas por picaduras en la piel y la posible transmisión de bacterias causantes de enfermedades.

Se han observado sanguijuelas en las extremidades, la cabeza, el cuello y la boca de varias tortugas y cocodrilos.

Las tortugas frecuentemente tienen gusanos de la piel. Los moscardones crean una herida en la piel donde depositar sus huevos. Los huevos eclosionan y se convierten en reznos (larvas) que viven en estructuras similares a quistes hasta que alcanzan la madurez suficiente para salir de la herida. Las heridas a menudo se asemejan a un bulto debajo de la piel. Estos bultos tienen una abertura diminuta que puede estar revestida de material negro con costras. Su veterinario puede extraer el rezno expandiendo ligeramente la abertura y extrayéndolo cuidadosamente con unas pinzas. A continuación, se lava la herida con una solución antiséptica y se aplica un ungüento antibiótico. Los reptiles con múltiples heridas generalmente necesitan tratamiento antibiótico. Las larvas de la piel también pueden encontrarse en las heridas existentes. En estos casos, las larvas deben eliminarse manualmente y el animal ha de recibir el tratamiento antibiótico necesario. Durante la temporada en la que hay muchas moscas, se recomienda que las tortugas se alojen en el interior o con pantallas sobre sus terrarios para ofrecer cierta protección.

Pudrición de escamas

La pudrición de las escamas (dermatitis ulcerativa o necrótica) se observa en serpientes y lagartos. La humedad y los ambientes sucios parecen ser los principales factores que causan esta afección. El lecho húmedo y contaminado permite que las bacterias y los hongos se multipliquen. Cuando se combina con la exposición a las heces, estos microorganismos pueden causar llagas en la piel. La infección secundaria con otras bacterias puede causar septicemia (infección sanguínea) y muerte si no se trata. Los signos frecuentes son enrojecimiento de la piel, áreas de piel muerta, úlceras en la piel y secreción cutánea. Aunque las llagas a veces son causadas por lesiones cutáneas, con mayor frecuencia se desarrollan desde el interior. Este es el caso de la dermatitis necrótica clásica en la pitón real, que puede desarrollarse incluso cuando los animales se mantienen en condiciones óptimas. El trastorno comienza con sangrado en las escamas, seguido de pústulas (protuberancias pequeñas, abultadas y llenas de pus, como granos) que finalmente progresan a úlceras. El tratamiento con antibióticos y una excelente higiene son esenciales.

La enfermedad de las ampollas es una etapa temprana de la pudrición de las escamas. La piel desarrolla pústulas o ampollas que pueden curarse sin progresar a úlceras si el tratamiento se inicia pronto. La lesión por calor de bajo grado puede parecerse a la enfermedad de las ampollas si provoca ampollas llenas de líquido.

Enfermedad ulcerativa cutánea septicémica

La enfermedad ulcerativa cutánea septicémica (SCUD) es una infección bacteriana de las tortugas acuáticas. La enfermedad causa picaduras de escudos en el caparazón. Los escudos pueden desprenderse y puede haber una secreción subyacente llena de pus. Puede producirse pérdida de apetito, falta de energía y pequeñas manchas rojas en el caparazón (por sangrado). El daño hepático es común. Se recomienda el tratamiento con antibióticos. Una buena desinfección es fundamental para prevenir la SCUD.

Enfermedad del caparazón y pudrición de las escamas

Bacteremia de crustáceos

Otra enfermedad del caparazón de las tortugas está causada por Beneckea chitinovora, una bacteria que se suele encontrar en los crustáceos. Se observan enrojecimiento, picaduras y úlceras del caparazón. La septicemia (bacterias en la sangre) es poco frecuente. Se recomienda el tratamiento con un antibiótico y yodo tópico. La alimentación con cangrejos de río de las tortugas es a menudo la causa de esta afección y debe desaconsejarse.

Trastornos que afectan a múltiples sistemas orgánicos en reptiles

Las enfermedades que afectan a más de un sistema orgánico en un solo animal también se conocen como enfermedades sistémicas.

Infecciones bacterianas

Las enfermedades bacterianas son comunes en todos los reptiles. La mayoría de las infecciones ocurren en reptiles cuyo sistema inmunológico está debilitado por una enfermedad u otras causas. Es importante determinar el tipo de bacteria implicada y también corregir las deficiencias ambientales y nutricionales que contribuyen a la mala salud. El tratamiento antibiótico no tendrá éxito a menos que también se corrijan la nutrición, el medio ambiente y la higiene.

Coccidios

Se ha descrito que varios coccidios causan enfermedades en los reptiles. La gravedad de la enfermedad varía según la especie del coccidio y el tipo de reptil afectado. Estos parásitos pueden aumentar hasta un número enorme, especialmente en reptiles con sistemas inmunitarios debilitados. Los huevos de estos parásitos pueden sobrevivir en el medio ambiente durante semanas. Es necesaria una limpieza diaria a fondo para eliminar todas las heces y los alimentos y el agua contaminados. Los insectos y otros alimentos deben eliminarse diariamente porque pueden ser una fuente de contaminación (p. ej., los grillos pueden ingerir los huevos de parásitos mientras recogen líquido de las heces). El tratamiento con un fármaco antimicrobiano puede tardar de 2 a 4 semanas. Incluso en las mejores condiciones, el tratamiento eliminará estos microorganismos sólo en el 50 % de los casos. Sin embargo, es importante reducir el número de estos microorganismos para disminuir el impacto de la infección y el riesgo de diseminación a otros animales.

Enfermedades causadas por hongos

La humedad excesivamente alta, la baja temperatura ambiental, las enfermedades existentes, la desnutrición y otros factores estresantes pueden hacer que los reptiles sean más propensos a desarrollar enfermedades fúngicas. Se sabe poco sobre el curso de las infecciones fúngicas que afectan a todo el organismo y se desarrollan durante un largo periodo, pero el mantenimiento de una buena higiene y una nutrición adecuada reduce la frecuencia de estas infecciones. Los fármacos antimicóticos pueden usarse para tratar las infecciones fúngicas que se han extendido por todo el organismo, pero son pocos los estudios de tratamientos eficaces en reptiles. Para las infecciones fúngicas que se limitan a una zona, puede ser útil la extirpación quirúrgica del tejido infectado seguida de un tratamiento local de la herida. Se han encontrado especies de Basidiobolus en las heces de reptiles sanos que pueden causar enfermedades en los mamíferos.

Los sitios más frecuentes de infección fúngica en los reptiles son la piel y las vías respiratorias. Las llagas internas de curación lenta que se desarrollan en los tejidos gastrointestinales se han asociado con algunas infecciones fúngicas. Las infecciones fúngicas también pueden causar enfermedades del hígado, riñones y bazo. Pocos signos, excepto la pérdida de peso, se pueden observar antes de la muerte. Los animales pueden continuar ingiriendo alimentos hasta pocos días antes de morir.

Flagelados

Los flagelados (un tipo de microorganismo protozoario), especialmente las especies de Hexamita, pueden causar enfermedades del tracto urinario en tortugas y galápagos y enfermedad intestinal en serpientes. Para el tratamiento se suele prescribir un fármaco antihelmíntico o antiprotozoario.

Herpesvirus

Los herpesvirus se han aislado de tortugas de agua dulce, tortugas terrestres y tortugas verdes marinas. En las tortugas de agua dulce, el virus puede afectar al hígado. En los galápagos, la infección puede dañar el tejido de la boca y causar pérdida de apetito, regurgitación y secreción de la boca y los ojos.

El tratamiento en los galápagos incluye aislar al animal, proporcionar cuidados de apoyo y aplicar medicación antiviral en las lesiones.

Enfermedad de los cuerpos de inclusión de las serpientes de la familia de los boidos

Las boas constrictor y varias especies de pitones son las más comúnmente afectadas por la enfermedad de los cuerpos de inclusión, que está causada por un retrovirus o arenavirus. Se considera que las boas son el hospedador típico de este virus porque muchas están infectadas y pueden albergar el virus durante años sin signos. La enfermedad de los cuerpos de inclusión debe considerarse en toda boa enferma. La enfermedad se denomina así por los cuerpos de inclusión característicos, que son grupos microscópicos de proteína u otro material que se forman dentro de las células de los animales infectados. Los signos de la enfermedad de los cuerpos de inclusión pueden estar relacionados con cualquier factor que afecte al sistema inmunitario e incluyen pérdida de apetito o de peso, infecciones bacterianas secundarias, mala cicatrización de las heridas y regurgitación. A medida que la enfermedad progresa, algunas boas muestran signos neurológicos como contracciones faciales, sacudidas anormales de la lengua, contemplación de estrellas, torsión del cuerpo y convulsiones.

Se cree que las pitones son hospedadores anormales del virus porque su curso de la enfermedad es más grave y los signos neurológicos son más extremos. Aunque la enfermedad puede persistir durante meses o más en las boas, la mayoría de pitones mueren en el transcurso de días o semanas desde la aparición de los signos.

La infección parece extenderse a través de los líquidos corporales. La reproducción, las heridas de lucha y la contaminación debida a excrementos de animales que entran en contacto con la boca (contagio fecal-oral) son formas comunes de transmitir el virus.

La enfermedad de los cuerpos de inclusión no es curable, por lo que muchos propietarios de mascotas pueden optar por la eutanasia de las serpientes afectadas. Sin embargo, las serpientes pueden aislarse y tratarse con medidas de apoyo. Es esencial que no se vendan ejemplares infectados o sus crías; esta práctica ha hecho que la enfermedad se extienda por todo el mundo.

Cloacitis infecciosa

La infección de la cloaca (el conducto para la orina y las heces en los reptiles) puede estar causada por cálculos renales u otras acumulaciones duras en el intestino grueso, el tracto urinario o las vías reproductivas. Se caracteriza por hinchazón y secreción sanguinolenta de la cloaca. Los depósitos minerales pueden formarse cuando hay desequilibrios vitamínicos o minerales en la dieta. Estos depósitos los ha de eliminar manualmente un veterinario y a continuación se debe corregir la dieta. Los abscesos alrededor de la cloaca pueden extenderse a otras partes del cuerpo y causar infecciones del aparato urinario o genital. Se necesita un tratamiento rápido y completo, que incluya cirugía para extirpar el tejido dañado, tratamiento local de la herida y los antibióticos apropiados. Es posible que el veterinario tenga que examinar las heces del reptil para identificar si la infección está causada por parásitos.

Abscesos internos

Los abscesos en los órganos internos pueden ser el resultado de una infección sanguínea (septicemia). Los abscesos del aparato reproductor femenino son frecuentes y pueden provocar una infección del abdomen. En este caso, la cirugía es necesaria porque el tratamiento solo con antibióticos rara vez tiene éxito.

Parásitos internos

Los gusanos planos (trematodos) causantes de enfermedades infestan las arterias y las venas de las tortugas, y la boca, el aparato respiratorio y el aparato urinario de las serpientes.

Los cestodos se observan en todos los órdenes de reptiles, pero son raras en los cocodrilos. El complejo ciclo biológico de los cestodos y la necesidad de hospedadores intermediarios limitan el número de casos en los reptiles en cautividad. Cuando están presentes, se pueden encontrar segmentos de cestodos en la cloaca o huevos en las heces. Las larvas infecciosas de algunas tenias pueden causar tumefacciones en el tejido debajo de la piel. Estos estadios larvarios se pueden extirpar quirúrgicamente.

Los vermes redondos (nematodos) se encuentran en todos los órdenes de reptiles. Algunos ejemplos de nematodos son los oxiuros y los anquilostomas. Estos parásitos pueden habitar el tracto intestinal, el tracto respiratorio o la pared corporal de los reptiles. A veces se pueden encontrar en las heces. Las infecciones a menudo son leves, pero pueden conducir a enfermedades más graves, como la neumonía. En casos graves, el resultado puede ser la muerte.

Algunas larvas de gusanos redondos pueden penetrar en la piel. Las buenas prácticas de desinfección para eliminar los parásitos del entorno ayudan a reducir la carga parasitaria en los reptiles en cautividad.

En los reptiles se pueden producir úlceras en la piel causadas por el verme espirúrido (de las especies de Dracunculus). Numerosas especies de espiruridos infectan la cavidad corporal y los vasos sanguíneos. Estos vermes son menos frecuentes en reptiles criados en cautividad o en reptiles que han estado en cautividad a largo plazo.

Los gusanos de la lengua (pentastómidos) se encuentran en numerosos reptiles. Estos gusanos pueden o no causar síntomas de enfermedad. Las infestaciones se asocian ocasionalmente con signos de neumonía, pero estos parásitos pueden habitar en cualquier tejido, por lo que los signos variarán según la ruta de su migración a través de los tejidos. Los gusanos de la lengua se observaron por primera vez en serpientes tropicales venenosas y también se han visto en otros reptiles. El tratamiento con los fármacos habituales (antihelmínticos) a menudo no consigue eliminar estos gusanos. En algunos casos, el veterinario puede utilizar un endoscopio para localizar y eliminar mecánicamente todos los vermes adultos. El reconocimiento de estas infestaciones es importante porque se cree que los gusanos de la lengua presentan un riesgo de infestación para los humanos.

Infecciones por micobacterias

Las infecciones por micobacterias a menudo se asocian con emaciación crónica (una pérdida gradual de la condición corporal). Estas infecciones suelen afectar a los pulmones de tortugas y galápagos. Los lagartos, las serpientes y los cocodrilos con frecuencia desarrollan pequeños crecimientos en sus órganos internos. Los fármacos necesarios para combatir estas infecciones causan daño hepático en los reptiles, por lo que es poco probable que su uso a largo plazo sea seguro.

Cánceres y tumores de los reptiles

Los tumores son mucho más comunes en los reptiles de lo que se pensaba. Además de desarrollar espontáneamente enfermedades cancerosas (neoplásicas), los tumores se han asociado con parásitos y ciertos virus. Los tumores en los reptiles se suelen identificar fácilmente a través de varias pruebas realizadas por un veterinario. Una vez identificados los tumores, se podrían adaptar protocolos de tratamiento similares a los utilizados en otros animales. Su veterinario podrá recomendarle el tratamiento adecuado.

Retrovirus

Los retrovirus encontrados en las víboras de Russell, las serpientes del maíz y las serpientes reales de California a veces pueden estar asociados con tumores malignos.

Papilomas

Los lagartos verdes europeos parecen transmitir partículas víricas de un lagarto a otro a través de las heridas por mordedura. Los papilomas resultantes (crecimientos pequeños) tienen aproximadamente de 2 a 20 mm de diámetro y pueden ser únicos o múltiples. Aunque no hay signos en la fase inicial, los lagartos afectados pueden perder energía y apetito y morir. Las masas únicas pueden extirparse quirúrgicamente, pero es frecuente que vuelvan a crecer. El aislamiento de los lagartos afectados puede ser la única forma de evitar la diseminación.

Un virus de tipo papiloma también parece afectar a las tortugas de cuello ladeado bolivianas y se presenta en forma de lesiones cutáneas blancas y ovales distribuidas sobre la cabeza. También se observan llagas en el caparazón, principalmente en la porción inferior del caparazón. El tratamiento consiste en cuidados de apoyo; los animales afectados deben aislarse de otras tortugas.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre las enfermedades de los reptiles.