Al elegir a un cobaya como mascota, busque un animal que parezca sano, regordete y alerta. El animal puede estar temeroso o asustadizo inicialmente, pero en poco tiempo debe responder positivamente a las caricias suaves. Examine al animal cuidadosamente. Los ojos deben estar brillantes y limpios, no con costras y sin brillo. La nariz, los ojos, las orejas y el ano deben estar limpios y libres de cualquier secreción o decoloración. Los dientes deben estar limpios y sin teñir y los incisivos largos de la mandíbula superior deben superponerse y tocar apenas los incisivos inferiores. Revise los pies para asegurarse de que estén bien formados y se muevan con facilidad. Los pies deben estar sin lesiones y sin escamas, manchas rojas o cicatrices.
Además, observe el alojamiento de los cobayas que está considerando. La jaula o recinto debe estar limpio, con muy poco olor. Los animales no deben estar demasiado hacinados, ya que esto puede provocar estrés y disminuir la resistencia a las enfermedades. En muchos casos, los cobayas se mantendrán en grupos mixtos (machos y hembras). Dado que las cobayas pueden quedar gestantes a los 2 meses de edad, esto a menudo significa que incluso una hembra bastante joven puede estar gestante en el momento de la compra.
Pida al vendedor una revisión veterinaria antes de la compra. Un comerciante responsable permitirá una revisión por parte de un veterinario externo o aceptará la devolución de un animal enfermo o gestante que haya sido examinado rápidamente por un veterinario. Si es posible, haga que su nuevo cobaya sea examinado por un veterinario antes de llevarlo a casa o tan pronto como sea posible a partir de entonces.
