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Enfermedades infecciosas de los hurones

PorJames K. Morrisey, DVM, DABVP (Avian)
Revisado/Modificado ene 2020

Los hurones pueden infectarse por una variedad de microorganismos, incluyendo bacterias, virus, hongos y parásitos. Algunos de estos también pueden infectar a otros tipos de mascotas y personas.

Enfermedades bacterianas

Helicobacter mustelae aparece en el estómago y el intestino delgado de la mayoría, si no la totalidad, de los hurones después del destete. Puede causar una inflamación crónica y persistente del estómago y puede provocar úlceras similares a las que se encuentran en los humanos. El linfoma gástrico, un cáncer de estómago, puede aparecer en casos crónicos. Los signos incluyen falta de apetito, vómitos, apretar o rechinar los dientes, diarrea, heces negras alquitranadas, aumento de la salivación y dolor abdominal. También pueden aparecer letargo, pérdida de peso y deshidratación. Un diagnóstico preciso requiere una biopsia y pruebas en el tejido recogido, pero a menudo se puede hacer un diagnóstico sospechoso basado en la anamnesis y los signos del hurón. El tratamiento consiste en múltiples antibióticos y suele durar 21 días.

Lawsonia intracellularis puede causar una enfermedad intestinal caracterizada por un crecimiento excesivo del tejido intestinal, especialmente en hurones jóvenes. Los casos agudos a menudo se asocian con estrés. Los signos incluyen diarrea, pérdida de peso y prolapso rectal, en el que el recto sobresale del ano y puede lesionarse o impedir la defecación. El tratamiento consiste en antibióticos durante 14 a 21 días.

Otras infecciones bacterianas que se observan en los hurones son similares a las que se observan en otros mamíferos como los perros y los gatos, y se tratan de forma similar.

Enfermedades víricas

Los hurones son sensibles al virus del moquillo canino. La enfermedad afecta a múltiples órganos y daña el sistema inmunitario. El virus puede transmitirse por contacto directo o indirecto con un animal infectado. Se puede transmitir por el aire, en los zapatos, en la ropa y en la piel. Los signos se observan de 7 a 10 días después de la infección, comenzando con fiebre y una erupción en el área de la barbilla y la ingle. Esto va seguido de pérdida de apetito y secreción espesa de moco y pus de los ojos y la nariz. También pueden aparecer costras marrones en la cara y los párpados y engrosamiento de las almohadillas. Los signos respiratorios como tos, estornudos y dificultad para respirar pueden desarrollarse y progresar rápidamente. El moquillo canino es mortal en los hurones. La muerte se suele producir 12-14 días después de la infección. No existe ningún remedio o tratamiento. La mejor defensa es la vacunación anual.

El virus de la influenza humana causa fiebre, letargo, falta de apetito, secreción nasal y estornudos en los hurones. El tratamiento incluye cuidados de apoyo y antibióticos para las infecciones secundarias. También se dispone de fármacos antivirales. Los hurones suelen recuperarse en 7-14 días.

La enteritis catarral epizoótica es una inflamación muy contagiosa de los intestinos. Los hurones suelen contraer la enfermedad cuando se introduce en el hogar un nuevo hurón joven aparentemente sano o cuando se exponen a objetos contaminados como comederos, camas o ropa. La enfermedad es más grave en los hurones de más edad, que pueden tardar meses en recuperarse. Los signos se desarrollan de 2 a 14 días después de la exposición e incluyen falta de apetito, diarrea verde, acuosa o viscosa, heces negras alquitranadas, deshidratación, letargo y pérdida de peso. El virus daña las proyecciones similares a pelos, llamadas vellosidades, que recubren los intestinos, lo que dificulta que el animal afectado pueda digerir y absorber adecuadamente los alimentos.

El diagnóstico preciso de esta infección vírica no es fácil y requiere una biopsia del intestino. El tratamiento incluye cuidados de apoyo, como fluidos, apoyo nutricional (por lo general una dieta blanda y fácilmente digerible), antibióticos y sustancias protectoras que recubren el revestimiento de los intestinos.

Para evitar la diseminación de la enfermedad, lávese las manos y cámbiese la ropa y los zapatos después de manipular cualquier hurón joven o infectado antes de acercarse a los hurones no afectados. Lave cualquier juguete o cama nuevos antes de dárselos a sus hurones. Limpie la caja de arena del hurón infectado al menos una vez al día. Los hurones recién llegados a casa deben estar en cuarentena durante al menos 2 semanas.

La enfermedad aleutiana es una infección vírica observada originalmente en los visones, pero se han identificado al menos dos cepas distintas del virus en hurones. El virus hace que los anticuerpos del hurón ataquen sus propios órganos. Los órganos afectados se inflaman y tienen dificultad para funcionar correctamente. El resultado es una variedad de signos vagos como pérdida de peso, debilidad, torpeza, agrandamiento del hígado y del bazo. Su veterinario hará un diagnóstico basado en estos signos y los resultados de los análisis de sangre. No existe un tratamiento específico. Un hurón infectado debe aislarse para evitar la diseminación de la enfermedad, y se recomiendan estrictas medidas de higiene en todo momento.

Enfermedades fúngicas

Los hurones son sensibles a la tiña, contrayendo con frecuencia uno de dos tipos, Microsporum canis o Trichophyton mentagrophytes. La transmisión se produce por contacto directo o por contacto con objetos contaminados, como la cama o el cepillo de aseo. A menudo se asocia con el hacinamiento y la exposición a los gatos. La infección es más común en los hurones lactantes y jóvenes. Es posible transmitir la tiña entre las personas y los hurones. Use guantes al manipular un animal infectado y lávese bien las manos después.

Enfermedades que pueden transmitirse de los hurones a las personas

  1. Influenza

  2. Rabia

  3. Tiña.

Otras enfermedades fúngicas, como la neumonía fúngica (blastomicosis) y las infecciones fúngicas del sistema nervioso central (meningitis criptocócica), son muy raras en los hurones, pero se han descrito.

Parásitos

Los ácaros del oído son los parásitos más comunes que se encuentran en los hurones. El mismo microorganismo se puede encontrar en perros y gatos, y la enfermedad se puede transmitir entre estas especies. Los hurones con cerumen grisáceo oscuro y orejas de olor desagradable probablemente tienen ácaros. En muchos casos no hay ningún signo y los ácaros solo se descubren durante una exploración física de rutina. Un veterinario tomará una muestra del material en el oído y lo observará bajo un microscopio para diagnosticar los ácaros del oído. Con frecuencia se prescriben varios medicamentos tópicos para el tratamiento.

Las pulgas se observan ocasionalmente en los hurones, especialmente en los hogares con múltiples mascotas. Pueden transmitirse entre hurones, perros y gatos. Una infestación de pulgas grande y no tratada puede causar anemia (disminución del recuento de glóbulos rojos) y debilidad en los hurones. Los productos más eficaces para el control de pulgas están disponibles únicamente a través de veterinarios. Muchos de los tratamientos tópicos de acción prolongada duran más tiempo en los hurones que en los perros y gatos debido a la mayor secreción de grasa en el pelo. Para eliminar las pulgas del entorno, limpie a fondo las jaulas y la cama de los hurones, así como los trapos, las alfombras y los muebles. Hable con su veterinario sobre el tratamiento de todos los animales de la casa y del entorno (casa o habitación) para eliminar las pulgas.

La sarna en los hurones está causada por un ácaro microscópico conocido como Sarcoptes scabiei. La sarna puede causar una inflamación generalizada de la piel que produce pérdida de pelo y picor intenso. Pueden desarrollarse áreas rojas y elevadas llenas de pus. Los hurones se rascan la zona afectada en un intento de aliviar el picor, lo que provoca rápidamente lesiones en la piel, infecciones secundarias y úlceras. Otra forma de sarna exclusiva de los hurones se limita a las patas, los dedos y las almohadillas. Los pies se enrojecen, se hinchan y duelen. Esta forma también se acompaña de picor intenso.

Sarna, hurones

El método estándar de prueba para la sarna es tomar un raspado de la piel e identificar los ácaros bajo un microscopio. No obstante, un raspado negativo no significa que un hurón no tenga sarna. El diagnóstico puede basarse en la anamnesis y la respuesta a la medicación para la sarna. La sarna se puede tratar con el fármaco ivermectina. Pueden ser necesarios antibióticos para tratar las infecciones causadas por el rascado.

Los hurones albergados en el exterior pueden estar infestados por reznos. Las larvas se introducen en la piel, se incuban durante 30 días y luego vuelven a salir y caen al suelo, dejando una herida abierta. En casos raros, las larvas se introducen en el cerebro, las fosas nasales o los párpados. Las heridas suelen ser visibles alrededor de la cabeza, el cuello y el tronco y pueden supurar pus. Un veterinario abrirá la bolsa donde las larvas se han escondido, sacará las larvas y limpiará la herida.

La enfermedad del gusano del corazón (dirofilariosis) es una enfermedad transmitida por mosquitos que se observa principalmente en perros. También se puede encontrar en hurones, especialmente aquellos con acceso al exterior. Los hurones de interior también están en riesgo porque los mosquitos pueden entrar en una casa. Los mosquitos inyectan larvas del gusano del corazón que crecen hasta convertirse en adultos en un hurón infestado. Los gusanos del corazón adultos viven en el corazón y los vasos sanguíneos de los pulmones, interfiriendo finalmente en la función cardiaca y causando problemas respiratorios. Debido a que los corazones de los hurones son tan pequeños, incluso un solo gusano puede causar enfermedad y muerte. Los signos incluyen letargo, tos, dificultad para respirar y líquido en el abdomen. Los hurones tienen un alto riesgo de muerte súbita por enfermedad del gusano del corazón. La enfermedad puede ser difícil de detectar para su veterinario porque los hurones suelen estar infestados con solo uno o unos pocos gusanos. El tratamiento, que implica el uso prolongado de medicamentos para prevenir la formación de coágulos sanguíneos y eliminar los gusanos adultos, puede causar problemas al hurón.

Prevenir la enfermedad del gusano del corazón es mucho más seguro y fácil que tratarla en los hurones. Los hurones deben recibir una medicación preventiva apropiada para la enfermedad del gusano del corazón durante todo el año. Puede obtener este medicamento de su veterinario. Los fármacos selamectina e ivermectina se suelen usar para prevenir la enfermedad del gusano del corazón. Mantener a los hurones en el interior reducirá su exposición a los mosquitos que transmiten los gusanos del corazón.

La coccidiosis afecta al revestimiento de los intestinos y puede causar enfermedad en los hurones jóvenes. Los signos incluyen diarrea, letargo y prolapso rectal. El tratamiento consiste en antibióticos. El prolapso rectal se suele resolver solo una vez tratada la enfermedad subyacente. Las cremas de venta libre que se usan para tratar las hemorroides pueden ser útiles en el tratamiento del prolapso rectal.

Para más información

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