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Trastornos y enfermedades de los peces

Última revisión/modificación feb 2020

Muchos de los trastornos y enfermedades que se conocen en los peces son el resultado del estrés, la mala calidad del agua, el hacinamiento y la falta de cuarentena de los peces nuevos o enfermos para evitar la diseminación de las enfermedades. Estos factores pueden minimizarse con un cuidado apropiado y una buena higiene. También pueden producirse infecciones causadas por bacterias, protozoos, virus, hongos o parásitos.

Trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos

Los peces son de sangre fría, lo que significa que su temperatura corporal está cerca de la temperatura de su entorno y fluctúa con esta. Además, todos sus procesos corporales están muy influenciados por la temperatura del agua. El agua que está muy fría o que ha estado bajo presión puede sobresaturarse con gases disueltos. Si la temperatura aumenta o la presión cae repentinamente, estos gases pueden expandirse rápidamente. Si los peces ya han sido expuestos a esta agua sobresaturada, los gases que absorben mientras respiran también pueden expandirse rápidamente, liberando gas en el torrente sanguíneo. Esto se llama enfermedad de las burbujas de gas, y las pequeñas burbujas creadas pueden causar mucho daño tisular y la muerte. La enfermedad de las burbujas de gas en los peces de estanque puede estar causada por los propietarios que llenan un estanque al aire libre con agua de pozo usando una manguera. Si la manguera se sumerge, el gas del agua entrante permanecerá disuelto en el agua y puede causar problemas. Esto es especialmente importante si la fuente de agua es un pozo profundo. Para evitar esto, el agua entrante se puede airear rociándola desde arriba cuando entre en el tanque o la piscina.

El exceso de amoníaco en un sistema es muy perjudicial para los peces. Los niveles altos de amoníaco en un acuario pueden estar causados por varios factores. Están bien descritos dos síndromes que se caracterizan por niveles muy altos de amoníaco. El primero se llama síndrome del acuario nuevo y es una simple acumulación de amoníaco que se produce cuando se llena un nuevo tanque de peces antes de que el filtro biológico sea completamente funcional. Este síndrome se suele producir entre 1 y 3 semanas después de la instalación de un nuevo sistema. El amoníaco se acumula porque no hay suficientes bacterias en el biofiltro para metabolizarlo. La situación puede manejarse con pruebas frecuentes (a veces diarias) del agua. Cuando los niveles de amoníaco total son altos (2 mg/L o más), se debe cambiar al menos el 50 % del agua del acuario. Este tratamiento intenso solo debería ser necesario durante 1-2 semanas, a menos que haya otros problemas no identificados con el sistema. El control de la calidad del agua mostrará una disminución del amoníaco, seguida de un aumento del nitrito a medida que crecen las colonias bacterianas. El proceso se completa cuando los niveles de nitrito también caen a la normalidad.

El segundo tipo de problema de amoníaco se llama síndrome del acuario viejo. Aunque también se caracteriza por altas concentraciones de amoníaco, es completamente diferente. Este problema está causado por una caída repentina y drástica del pH, a menudo por debajo de 6,0, que mata las bacterias del biofiltro. La pérdida de bacterias da lugar a altas concentraciones de amoníaco, que son el sello distintivo de este problema. Sin embargo, no se recomiendan cambios simples de agua, ya que un aumento en el pH puede causar que el amoníaco presente se vuelva tóxico y mate a los peces.

El síndrome del acuario viejo está causado por una pérdida de la capacidad amortiguadora que da lugar a un cambio de pH. La pérdida de capacidad amortiguadora está causada por cambios de agua inadecuados, por lo general por añadir agua al acuario para reemplazar la pérdida por evaporación, pero no por eliminar el agua vieja del tanque. Eliminar el agua vieja de un acuario es una parte muy importante del proceso de cambio de agua. Si no se elimina parte del agua vieja en cada cambio de agua, los ácidos orgánicos se acumulan. Estos están producidos por los peces y las bacterias en el sistema y son normales. Sin embargo, cuando el agua vieja no se elimina, los ácidos agotan la capacidad tamponadora del agua (medida por la alcalinidad total). Cuando la alcalinidad total cae a cero, el pH cae en picado, matando al biofiltro y causando el síndrome del acuario viejo.

Por lo general, un tanque con el síndrome del acuario viejo tendrá altos niveles de amoníaco (a menudo superiores a 10 mg/L), poca o ninguna alcalinidad, pH bajo (por debajo de 6,0) y alta dureza total (varios cientos de miligramos de mineral por litro). En esta situación, los peces deben trasladarse a un tanque de almacenamiento separado, el acuario se debe descomponer por completo, todo debe limpiarse a fondo (incluido el biofiltro) y luego todo el sistema debe instalarse de nuevo como un nuevo sistema. Debido a que es un sistema nuevo sin un biofiltro establecido, será necesario controlar los niveles de amoníaco y cambiar el agua a medida que se acumula el amoníaco hasta que se establezca el nuevo biofiltro.

La anemia es una afección en la que el número de glóbulos rojos en la sangre es bajo. El signo más obvio de que un pez está anémico son las agallas muy pálidas. Los propietarios de peces observadores pueden notar esto. Aunque no es un hallazgo común, muchas cosas pueden causar anemia. Estas incluyen varias infecciones y deficiencia de ácido fólico, que se ha descrito en el pez gato. La exposición prolongada al nitrito en el agua también puede causar anemia. Debe consultar a su veterinario u otro profesional de la salud de los peces si sospecha que la anemia es un problema en sus peces.

Las sanguijuelas son parásitos chupadores de sangre que pueden ser portadores de varios parásitos de la sangre. Debido a que ellas mismos consumen sangre, una infestación intensa de sanguijuelas puede causar anemia. Esto no significa necesariamente que los parásitos de la sangre también estén presentes. Los acuarios y estanques se suelen infestar por sanguijuelas por la introducción de un pez o una planta infestados. Existen algunos tratamientos aprobados, pero evitar las sanguijuelas es lo mejor, y despoblar los peces de acuario o estanque infestados y reiniciar el sistema es muy eficaz.

Trastornos digestivos

Los parásitos causan muchos trastornos digestivos en los peces. Muchos parásitos viven armoniosamente en, sobre o alrededor de los peces, pero otros causan problemas como pérdida de peso y pérdida del apetito y pueden provocar la muerte de los alevines y otros peces jóvenes. Spironucleus y Hexamita son parásitos protozoarios que atacan los intestinos de los cíclidos, bettas, guramis y otros peces de acuario. La gravedad de la infestación está directamente relacionada con el número de parásitos presentes. Las condiciones de hacinamiento, el transporte, la manipulación y otras situaciones estresantes pueden desencadenar brotes. Los reproductores y los cíclidos ornamentales deben vigilarse con especial atención. Los signos de infestación pueden incluir letargo, pérdida de peso y heces blancas y fibrosas.

Otro protozoo, Cryptobia, ataca el estómago de los cíclidos africanos. Los peces afectados dejan de comer y pierden peso. No hay tratamiento para esta infestación parasitaria. La infestación del tracto intestinal por protozoos de especies de Goussia causa letargo, heces pálidas y una alta tasa de mortalidad en los peces cometa de colores.

Tanto las larvas como los adultos de cestodos se encuentran a veces en los peces. Los peces de acuario y las carpas se pueden adquirir con infestaciones intensas, pero tienen una exposición limitada una vez que están en el acuario a menos que se les alimente con hospedadores intermediarios infestados. Los peces muy infestados pueden perder peso y parecer letárgicos. El tratamiento con un fármaco antiparasitario apropiado puede ser eficaz.

Trastornos oculares

La enfermedad ocular en los peces es común y puede estar causada por varios trastornos. Los ojos enfermos pueden aparecer hinchados, agrandados (como en una apariencia de ojos saltones), hemorrágicos, ulcerados o desfigurados. Los ojos de un pez pueden examinarse con una linterna o una luz brillante para determinar si la anomalía está dentro del ojo o en el tejido circundante. La sangre en el ojo puede estar causada por una lesión o una infección. Las lesiones oculares se producen comúnmente durante el transporte y la manipulación, especialmente cuando los peces luchan en una red.

Los parásitos en el ojo, como los trematodos oculares, se puede encontrar en peces capturados en la naturaleza. Los ojos parasitados pueden aparecer agrandados y posiblemente nublados; a veces se pueden ver gusanos diminutos dentro del ojo mismo. La infestación puede comprometer la visión del pez. Ningún fármaco ha demostrado ser seguro y eficaz para tratar los trematodos oculares en los peces de compañía.

Las burbujas diminutas de gas en la córnea (el tejido fino y transparente que cubre el ojo) pueden indicar enfermedad de las burbujas de gas. Otros signos de la enfermedad de las burbujas de gas incluyen pequeñas burbujas en las aletas o agallas. Se puede tomar una biopsia de las branquias para confirmar el diagnóstico.

Las cataratas (opacidad del cristalino del ojo) también son frecuentes en los peces. Pueden estar causadas por trematodos oculares, deficiencias nutricionales o factores desconocidos.

Trastornos óseos y musculares

Los trastornos óseos y musculares pueden estar causados por desequilibrios nutricionales, incluyendo deficiencias de ácido ascórbico (vitamina C), vitamina E y selenio. La "enfermedad del dorso roto", indicada por una columna vertebral doblada, es típica de la deficiencia de vitamina C, aunque otros problemas también pueden causar deformación de la columna vertebral.

Pleistophora hyphessobryconis es un parásito que ataca el músculo esquelético del tetra neón, el pez ángel y otros peces de acuario de agua dulce. El daño muscular da lugar a un movimiento anormal. El examen del tejido enfermo con un microscopio es necesario para confirmar la infección. No existe tratamiento. Todos los peces infectados se deben retirar del tanque para evitar la diseminación de la enfermedad.

Trastornos del cerebro, la médula espinal y los nervios

Los trastornos neurológicos pueden estar causados por desequilibrios nutricionales, incluyendo deficiencias en tiamina, niacina y piridoxina.

La infección por Streptococcus puede causar signos neurológicos si penetra en el cerebro. Esta infección es poco frecuente pero se ha encontrado en los tiburones arco iris, los barbos rosados, los danios, y algunos tetras y cíclidos. Todos los peces se consideran sensibles. Los signos de enfermedad neurológica causada por la infección por Streptococcus incluye dar vueltas o espirales en el agua. Las fuentes de infección pueden ser ambientales o de alimentos vivos infectados. La fuente debe identificarse y eliminarse para prevenir futuros brotes. Se suelen usar antibióticos para tratar las infecciones por Streptococcus. Dado que Streptococcus se encuentra en un grupo especial de bacterias, las bacterias grampositivas, se necesitan antibióticos específicos para tratar estas infecciones. Las pruebas de laboratorio y la asistencia de su veterinario o profesional de la salud de los peces son necesarias para tratar eficazmente un problema por Streptococcus.

La infección por el hongo unicelular Pseudoloma neurophilia afecta al sistema nervioso, al músculo esquelético y a otros órganos del pez cebra. Los peces afectados pueden tener una columna vertebral curvada, un cuerpo hinchado o ningún signo en absoluto. Los peces pueden infectarse por las esporas en los desechos del tanque.

Los trastornos neurológicos también pueden estar causados por intoxicación por amoníaco. Esto es común en peces con síndrome del acuario nuevo. El amoníaco y el pH siempre deben analizarse cuando se observan trastornos neurológicos.

Trastornos nutricionales

Una de las causas más comunes de enfermedad o muerte en los peces de acuario y estanque es una nutrición inadecuada. Los trastornos nutricionales se producen a pesar de que los alimentos completos y nutritivos estén disponibles comercialmente en una variedad de formas, como gránulos y copos. Una razón de esto es que las diferentes especies de peces tienen diferentes necesidades nutricionales. Algunos peces son herbívoros (comedores de plantas), otros son carnívoros (comedores de carne) y muchos son omnívoros (comedores de plantas y carne). Es muy importante saber qué dieta se adapta mejor a las necesidades de sus peces. Probablemente necesite administrar más de un tipo de alimento si tiene varios tipos de peces en su entorno. La conservación inadecuada de los alimentos de los peces es una causa común de desequilibrio nutricional. Los alimentos secos deben mantenerse en un lugar fresco y seco y usarse o reemplazarse cada 2 meses.

Pueden producirse muchos tipos diferentes de deficiencias nutricionales, según el nutriente que falte. La mayoría de estos no se diagnostican hasta que los peces están muy enfermos o muertos. Es mucho más fácil tomarse el tiempo para aprender y proporcionar la dieta correcta a sus peces que corregir la deficiencia nutricional una vez que se produce.

La alimentación de los peces con alimentos vivos debe hacerse con cuidado. Los alimentos vivos recolectados en la naturaleza pueden albergar parásitos u otros organismos nocivos que pueden causar enfermedades en los peces. Debe comprar cualquier alimento vivo de una fuente confiable.

Las intoxicaciones alimentarias pueden producirse en los acuarios. La más común de estas es el resultado de alimentar a los peces con alimentos contaminados con la aflatoxina producida por Aspergillus flavus, un moho que crece en el alimento. Cuando se ingiere esta aflatoxina, causa un rápido crecimiento de los tumores y una elevada tasa de mortalidad. Los alimentos mohosos siempre deben descartarse.

Trastornos de las agallas

Los órganos especiales llamados agallas permiten a los peces respirar bajo el agua. Los trastornos de las agallas pueden estar causados por problemas ambientales o infecciones.

Trastornos causados por problemas ambientales

La enfermedad de las burbujas de gas puede desarrollarse cuando el agua está sobresaturada de gases disueltos. Esto es común en los sistemas de agua fría cuando el agua fría introducida en el sistema se calienta demasiado rápido y el gas del agua se acumula en el sistema. Cuando los peces respiran por las agallas, absorben este exceso de gas. La enfermedad de las burbujas de gas se ha relacionado con bombas defectuosas y, en raras ocasiones, con estanques con fuertes floraciones de algas que hacen que los niveles de gas sean muy altos por la tarde. El tratamiento implica una aireación vigorosa para expulsar el exceso de gas del agua. Un veterinario identifica fácilmente la enfermedad de las burbujas de gas al detectar las burbujas en los capilares de las agallas cuando observa una muestra de biopsia bajo un microscopio ( See also heading on page Trastornos del corazón y de los vasos sanguíneos).

El dióxido de carbono puede ser tóxico para los peces cuando la concentración es superior a 12 mg/L. Los peces expuestos a altos niveles de dióxido de carbono parecen letárgicos y no responden. El agua a menudo es ácida en las pruebas de pH. El tratamiento consiste en una aireación vigorosa que expulsa el exceso de dióxido de carbono del agua y lo lleva a la atmósfera. A medida que disminuye la concentración de dióxido de carbono en el agua, aumenta el pH del agua.

El sulfuro de hidrógeno (H2S) es un gas que es altamente venenoso para los peces. El exceso de sulfuro de hidrógeno se suele encontrar en el agua de un pozo profundo o es el resultado de la acumulación de desechos orgánicos en el estanque o tanque de almacenamiento. Las pruebas de sulfuro de hidrógeno están disponibles, pero se percibe fácilmente un fuerte olor a azufre. La prevención implica airear completamente el agua introducida en el sistema y mantener el sistema higiénico para minimizar la acumulación de desechos orgánicos.

Trastornos causados por infecciones

Dactylogyrus es un parásito común que infesta las agallas de los peces y se parece a un pequeño gusano al microscopio. Se suele encontrar en las agallas de carpines dorados, carpas koi y discos, pero también puede afectar a muchas otras especies de peces. Los peces infestados se rozan contra los objetos para tratar de eliminar los gusanos. Los peces se ponen pálidos y su respiración se vuelve rápida y superficial. Las agallas están hinchadas y pálidas. Un parásito similar pero más grande, Neobenedinia, infesta a los peces de agua salada y puede ser devastador. Estos parásitos ponen huevos y esto puede causar una infestación recurrente incluso después de la muerte de los adultos. El formol o el praziquantel se usan con mayor frecuencia para tratar estas infestaciones. La cuarentena puede prevenir eficazmente la introducción de estos parásitos en un ambiente sano.

Muchos de los parásitos protozoarios mencionados en la sección de trastornos cutáneos también pueden afectar a las agallas de los peces. El examen microscópico del tejido infestado es necesario para identificarlos todos, pero el tratamiento de estas infestaciones externas de las agallas y de la piel es muy similar. El formol se usa comúnmente. El formol es tóxico; debe usarse con precaución y siguiendo las instrucciones para su uso correcto. Pueden usarse otros productos en algunas circunstancias. Se recomienda consultar con su veterinario o profesional de la salud de los peces.

La enfermedad bacteriana de las branquias se observa ocasionalmente en los peces de acuario. Suele comenzar en un sistema que está sobrepoblado y tiene agua de mala calidad. Se cree que diferentes tipos de bacterias causan esta enfermedad. Los signos incluyen agallas inflamadas, moteadas y deformadas. Debido a que las agallas no pueden funcionar correctamente, los peces tienen problemas respiratorios. El saneamiento es fundamental para detener esta enfermedad y prevenirla en el futuro. Los antibióticos pueden ayudar a tratar las infecciones bacterianas, pero si el problema de higiene subyacente no se corrige, es probable que la infección vuelva a producirse.

La branquiomicosis es una infección fúngica de las agallas causada por especies de Branchiomyces. Estos microorganismos se suelen encontrar en la materia orgánica en descomposición del medio ambiente. La branquiomicosis causa problemas respiratorios y la muerte del tejido de las agallas. Se suele encontrar en estanques calientes y se puede prevenir evitando el exceso de población y las malas condiciones sanitarias. Esta infección es extremadamente rara y se ha descrito en EE. UU. solo unas pocas veces.

En las carpas koi se ha descrito una infección muy grave por herpesvirus. La enfermedad está muy extendida en EE. UU. La tasa de mortalidad puede acercarse al 100 %. El signo principal es la destrucción de las agallas, que causa problemas respiratorios y la muerte. Las agallas aparecen blancas y moteadas y obviamente están enfermas. Se recomienda realizar pruebas de laboratorio para confirmar el diagnóstico. Su veterinario puede recomendar la eliminación de los peces enfermos y cualquier pez en contacto con peces enfermos. Los peces que sobreviven pueden ser portadores incluso si no presentan signos y tienen una prueba de laboratorio negativa para el herpesvirus. Si se elige la despoblación, el sistema debe desinfectarse completamente antes de la repoblación. La cuarentena de peces nuevos es la mejor manera de evitar la introducción del herpesvirus del koi en una población de peces existente.

Trastornos de la piel

Los trastornos de la piel en los peces son especialmente dañinos. Cualquier lesión superficial de la piel dificulta la osmorregulación (equilibrio de líquidos) y puede dar lugar a un mal funcionamiento circulatorio. La piel y el moco son barreras protectoras extremadamente importantes para los peces. Sellan al pez para controlar más fácilmente el equilibrio de líquidos. El moco permite que los peces se deslicen a través del agua más fácilmente, así usan menos energía mientras nadan. También hay varios compuestos protectores en el moco que protegen a los peces de las bacterias y otros organismos en el agua. Varios tipos de parásitos, desde pequeños protozoos unicelulares hasta piojos y gusanos más grandes, pueden causar trastornos cutáneos en los peces, al igual que las bacterias, los virus y otros organismos.

Las quemaduras solares pueden ser un problema en los peces que nadan cerca de la superficie. Debe haber acceso a la sombra disponible para los peces alojados en estanques al aire libre. Las plantas pueden ser una excelente fuente de protección de la luz solar directa.

Trastornos causados por bacterias

Flavobacterium columnare son bacterias que causan la enfermedad columnaris (a veces llamada silla de montar o enfermedad de la boca de algodón). Los signos pueden incluir lesiones cutáneas con excreciones viscosas o algodonosas. Es frecuente en los peces de agua caliente. El tratamiento precoz con permanganato de potasio puede ayudar, pero si la enfermedad no se reconoce en las primeras etapas, suele ser necesario un tratamiento antibiótico.

Trastornos causados por virus

La viruela de la carpa es una de las más antiguas enfermedades conocidas en los peces. Está causada por el herpesvirus ciprínido 1. Es principalmente una enfermedad de las carpas koi. Las anomalías de la piel son lisas y elevadas, posiblemente con un aspecto lechoso. No suelen causar problemas, pero pueden ser un punto de infección bacteriana secundaria. La viruela de la carpa es de particular interés para los entusiastas de las carpas koi porque el alto valor de estos peces se basa en la apariencia. La cuarentena es esencial y se debe eliminar cualquier carpa koi infectada. La cirugía para extirpar las lesiones de la viruela no es útil.

La enfermedad linfoquística es una infección vírica que puede afectar tanto a los peces de agua salada como a los de agua dulce. En los acuarios domésticos, los peces cristal de la India son especialmente sensibles. El signo principal son crecimientos en forma de coliflor en la piel o las aletas. Es necesario realizar un examen microscópico del tejido para confirmar que se trata de una linfocistis. Estos crecimientos no suelen causar un problema de salud, pero afectan al aspecto de los peces. Las infecciones no suelen ser mortales y se resuelven sin tratamiento.

Trastornos causados por protozoos

Una infestación protozoaria común en acuarios y estanques domésticos es el ich, o enfermedad del punto blanco. Esta enfermedad está causada por Ictiophthiriusmultifiliis en peces de agua dulce y por Cryptocaryon irritans en peces de agua salada. Los microorganismos se adhieren a los peces y se introducen en la piel y las agallas. Los quistes resultantes aparecen como puntos blancos visibles. El examen microscópico del tejido enfermo es necesario para confirmar el diagnóstico. Cuando los protozoos comienzan a reproducirse, crean una herida en el pez y se hunden hasta el fondo del tanque o acuario para reproducirse. Un parásito puede producir cientos de nuevos organismos. Esta reproducción rápida y masiva es lo que hace que este parásito sea tan mortal. El daño causado por un gran número de estos parásitos puede hacer que un pez sea más sensible a la infección por otros agentes o causar una pérdida de líquido corporal. El tratamiento se hace con sulfato de cobre o formol, que pueden obtenerse en su veterinario o tienda de mascotas. Al igual que con todos los medicamentos, deben seguirse cuidadosamente las instrucciones de la etiqueta. El tratamiento debe aplicarse a intervalos específicos según la temperatura del agua, por lo que se recomienda el asesoramiento de un profesional de la salud de los peces.

Otra enfermedad grave en los peces de acuario se llama terciopelo (también conocido como rust o enfermedad del polvo de oro). Está causada por parásitos protozoarios que atacan las agallas y la piel, causando manchas amarillentas finas que son más pequeñas y más difíciles de ver que las que se producen con el punto blanco. A veces aparecen como una película fina y aterciopelada que cubre la piel. Otros signos incluyen pérdida de apetito, letargo y una tendencia de los peces afectados a rascarse contra las rocas u otros objetos duros. Son frecuentes las altas tasas de mortalidad. Pueden verse afectados tanto los peces de agua dulce como los de agua salada. En los peces de agua dulce, la causa es Piscinoodinium (también conocido como Oodinium). En los peces de agua salada, un parásito relacionado llamado Amiloodinium es responsable. Los parásitos se adhieren a la piel y las agallas. Piscinoodinium y Amiloodinium se pueden identificar mediante el examen microscópico de las agallas, la piel o el tejido de las aletas. Su veterinario puede recomendar la cloroquina, un tratamiento eficaz para los peces ornamentales (la cloroquina no se puede utilizar para los peces destinados al consumo). Deben seguirse cuidadosamente las instrucciones para su administración. Puede ser necesario revisar a los peces en 7 a 10 días.

Enfermedades de la piel, peces

Otros parásitos protozoarios como Chilodonella, Brooklynella y los tricodínidos pueden infestar las agallas o la piel de los peces de acuario. Los peces infectados pueden parecer tener cantidades excesivas de baba o moco. El examen microscópico del tejido enfermo es necesario para confirmar el diagnóstico. Los signos incluyen una coloración apagada, una cubierta de moco blanco grisáceo claro en el cuerpo del pez, lesión de las agallas y debilidad general. Los peces a menudo se frotan contra los objetos para aliviar el picor. Otras observaciones pueden incluir respiración rápida, nadar cerca de la superficie del agua, tratando de tragar aire, rascarse y pérdida de estado general. Una vez que se confirma el diagnóstico, los peces se pueden tratar. El formol suele ser eficaz. Los tricodínidos, en particular, se asocian a menudo con el hacinamiento o la falta de higiene, en cuyo caso la limpieza del sistema es un componente importante del plan de tratamiento.

Las especies de Tetrahymena corlissi y Uronema son parásitos que se suelen encontrar en la piel, las agallas o las aletas, pero también pueden encontrarse en el interior de los peces, incluso en el músculo esquelético y los líquidos del ojo. Estos parásitos se suelen encontrar en el agua que tiene un alto nivel de materia orgánica. Si los parásitos están solamente en la superficie del pez, la infestación puede eliminarse con buenas condiciones sanitarias y productos químicos. Si los parásitos se han movido dentro del pez, la afección no es tratable y a menudo es mortal.

Ambiphyra y Apiosoma son parásitos que atacan la piel y las agallas. Estos parásitos son más comunes en los peces de estanque que en los de acuario y no suelen afectar a las especies de agua salada. Un número reducido de estos parásitos no es un problema, pero un número elevado puede dañar la piel y las agallas, lo que compromete la respiración y puede dejar a los peces sensibles a otras infecciones. El tratamiento consiste en utilizar formol, sulfato de cobre, permanganato de potasio o sal. El hacinamiento excesivo y las malas condiciones sanitarias son factores predisponentes y deben evitarse.

Las especies de Icthyobodo son parásitos comunes de la piel y las agallas de los peces de acuario, estanque y de agua salada. Pueden ser difíciles de ver, pero parecen una llama parpadeante cuando se examina el tejido infestado con un microscopio. La piel afectada puede parecer tener una decoloración gris acero y se puede observar una producción de moco llamado "limo azul" o "limo gris". Los signos del comportamiento incluyen letargo, falta de apetito, nadar cerca de la superficie, tratando de tragar aire, rascarse y debilidad general y pérdida del estado físico. Se necesita un examen microscópico del tejido infestado para confirmar el diagnóstico. La falta de higiene, el hacinamiento o la sobrealimentación pueden contribuir a la proliferación de los parásitos y deben corregirse. Los baños de sal, formol, sulfato de cobre o permanganato potásico pueden ser tratamientos eficaces después de que se hayan corregido los problemas subyacentes.

Trastornos causados por parásitos grandes

El gusano ancla (Lernaea) es un parásito que entierra su cabeza en el tejido muscular de un pez hospedador. A pesar del nombre, los gusanos ancla no son gusanos, sino crustáceos. Estos parásitos pueden dañar el tejido de las agallas. Los peces de estanque son los hospedadores más comunes. El pez puede rascarse contra objetos para tratar de expulsar al parásito. El parásito puede verse fácilmente, apareciendo como hilos de color verde blanquecino que cuelgan de la piel roja e inflamada del pez. El parásito se pueden extraer manualmente. Se recomienda un tratamiento para eliminar el parásito del estanque o acuario.

Los piojos de los peces (Argulus) y las sanguijuelas son parásitos que se adhieren a un pez hospedador, penetran en la piel y se alimentan de sangre. El pez se rasca contra objetos para tratar de eliminar los piojos. Los piojos tienen el aspecto de discos pequeños y transparentes que se apoyan en la piel. Las sanguijuelas son parásitos parecidos a gusanos que se contraen cuando se tocan. El tratamiento consiste en eliminar los parásitos del pez. El acuario debe tratarse para matar cualquier larva de piojos que pueda estar presente. Las infestaciones por sanguijuelas pueden ser estacionales, pero los huevos pueden haber sido depositados en el sistema, dando lugar a la reinfestación después de la eliminación de los parásitos adultos. Se suele recomendar el tratamiento si el sistema no tiene contacto con el agua superficial.

Gyrodactylus y Dactylogyrus son pequeños gusanos planos que son parásitos de la piel y las agallas de los carpines dorados, carpas koi y otros peces. Los parásitos suelen ser demasiado pequeños para ser vistos sin un microscopio. Los peces se vuelven pálidos y pueden presentar llagas en la piel con hemorragias y ulceraciones dispersas. La tasa de mortalidad puede ser elevada cuando los peces están muy infestados. El formol o el praziquantel son los tratamientos más utilizados para estas infestaciones, y la cuarentena es una buena práctica para ayudar a prevenir la introducción de estos parásitos en un ambiente sano.

Algunos parásitos de agua salada (Neobenedinia y parásitos capsálidos relacionados) que tienen un efecto similar al de Gyrodactylus y Dactylogyrus están en peces de agua dulce. Los organismos marinos pueden ser más virulentos, sin embargo, porque son mucho más grandes y por lo tanto pueden causar más daño a los peces. También ponen huevos muy pegajosos que pueden diseminarse fácilmente mediante redes u otros objetos a los sistemas no infestados. El praziquantel es un tratamiento eficaz para peces ornamentales adultos (no para peces para consumo). La reinfestación sigue siendo una amenaza si se han liberado huevos en el sistema.

Trastornos renales y del tracto urinario

Sphaerospora auratus es un parásito que causa hidropesía renal. Ataca los riñones de los carpines dorados criados en estanques y puede provocar agrandamiento grave de los riñones y la muerte. No existe un tratamiento práctico. Afortunadamente, la infestación es extremadamente rara.

Trastornos que afectan a múltiples sistemas orgánicos

Algunos trastornos están muy extendidos y afectan a múltiples órganos y sistemas orgánicos. Los tipos más comunes que se encuentran en los peces se describen a continuación.

Trastornos causados por bacterias

La infección por Aeromonas es la infección bacteriana más común de los peces de acuario de agua dulce. Los peces infectados por Aeromonas u otras bacterias estrechamente relacionadas pueden mostrar signos que incluyen manchas hemorrágicas o úlceras en el cuerpo, acumulación de líquido en el abdomen ("hidropesía" y "enfermedad de la piña"), aletas irregulares u ojos agrandados. El diagnóstico de una infección bacteriana requiere pruebas de laboratorio. Muchas infecciones bacterianas pueden tratarse con antibióticos, pero las pruebas de laboratorio son necesarias para determinar qué antibióticos funcionarán contra la bacteria particular que causa el problema. Las carpas koi y los carpines dorados son especialmente sensibles a cierto tipo de Aeromonas llamado Aeromonas salmonicida. Esta bacteria en particular puede causar úlceras profundas y muerte en estos peces. La prueba de antibióticos en un laboratorio puede ser la única forma de determinar qué fármaco debe usarse para controlar un brote de esta enfermedad.

La vibriosis es una enfermedad común y potencialmente grave que afecta a muchos tipos de peces, aunque es menos común en las especies de agua dulce. Las bacterias Vibrio son responsables de causar hemorragia y ulceración de la piel, las aletas y la cola. Los órganos internos también pueden sangrar y descomponerse. Las medidas preventivas consisten en minimizar el estrés y el hacinamiento. Los antibióticos son útiles, pero se necesitan pruebas de laboratorio para determinar cuáles serán eficaces. Las poblaciones bacterianas cambian y un antibiótico que haya funcionado en un brote anterior puede o no ser eficaz en un brote posterior. El cambio rápido de antibióticos o el "disparo" de los peces con muchos fármacos diferentes es una práctica peligrosa y puede dar lugar a la creación de cepas bacterianas resistentes.

La edwardsielosis, provocada por Edwardsiella tarda u otra especie de Edwardsiella, causa enfermedad intestinal y ulceraciones cutáneas en muchas especies de peces y también puede infectar a reptiles, anfibios, aves y mamíferos (incluidas las personas). Los signos incluyen lesiones llenas de gas que tienen mal olor cuando revientan. Los peces afectados no pueden nadar normalmente porque las lesiones llenas de gas afectan a su capacidad de flotación. Los antibióticos son eficaces, pero se necesitan pruebas de laboratorio para determinar qué fármaco funcionará mejor.

La micobacteriosis es una infección bacteriana que puede afectar a los peces de acuario. Estas bacterias suelen ser resistentes al tratamiento antibiótico en los peces. Los peces pueden infectarse al comer peces muertos infectados o por otras vías de contacto. Los periodos de estrés y el elevado número de micobacterias en el agua predisponen a los peces a la infección. Estos microorganismos son frecuentes en nuestro entorno. Un saneamiento deficiente, un bajo nivel de oxígeno y un pH bajo crean condiciones favorables para estas bacterias, aumentando la amenaza para los peces en un acuario de este tipo. El diagnóstico de Mycobacterium es difícil porque los signos se asemejan a los de muchas otras enfermedades. Las micobacterias forman granulomas (nódulos) dentro de los tejidos. Los signos pueden incluir:

  • Pérdida de peso.

  • Ulceración y sangrado de la piel.

  • Palidez.

  • Deformidad del esqueleto.

Su veterinario puede diagnosticar la infección por Mycobacterium al examinar diferentes tejidos con un microscopio. El tejido también puede enviarse para pruebas de laboratorio especiales para confirmar el diagnóstico. Los peces infectados se suelen destruir. El entorno debe limpiarse a fondo con alcohol o compuestos fenólicos antes de comenzar de nuevo. Mycobacterium puede infectar a las personas, causando una infección cutánea que puede progresar a una enfermedad más grave. Las personas con trastornos del sistema inmunitario no deben tener contacto con un acuario positivo a Mycobacterium. Siempre es aconsejable lavarse las manos después de trabajar en cualquier acuario, y las personas con sistemas inmunitarios comprometidos probablemente no deberían manipular los acuarios directamente.

Trastornos causados por hongos

La saprolegnia puede afectar a los peces y a sus huevos. Los signos incluyen crecimientos de color blanco grisáceo, similares al algodón, en la piel, las branquias, los ojos o las aletas. Este hongo puede extenderse a los órganos internos y tejidos más profundos del organismo. La prevención consiste en eliminar todas las fuentes potenciales del hongo, como corregir las malas condiciones sanitarias y eliminar cualquier materia muerta y en descomposición. Si el ambiente está limpio y los microorganismos de la piel se han eliminado, un único tratamiento con permanganato potásico a menudo puede controlar la Saprolegnia externa.

Ichthyophonus hoferi es un hongo que causa infecciones internas, por lo general en peces de acuario más viejos. Se suele identificar mediante el examen de los peces que han muerto. La prevención incluye eliminar los peces infectados y evitar la alimentación con productos de pescado crudo. Esta infección es muy rara.

Cáncer y tumores

Como otros animales, los peces pueden desarrollar cáncer. Su incidencia puede ser mayor en determinadas zonas geográficas y en ciertas especies. Algunos tumores, como el melanoma maligno del cruce gitano-cola de espada y los fibromas o sarcomas de los carpines dorados están genéticamente ligados y controlados. Los tumores de los órganos reproductores son frecuentes en las carpas koi. Los peces afectados tienen el abdomen hinchado y pierden condición corporal. Si el pez no está gravemente debilitado, algunos tumores pueden extirparse quirúrgicamente. Algunos virus también causan cáncer en los peces.