La mayoría las urgencias en acuarios y estanques domésticos no son realmente de naturaleza médica. Por lo general, implican que algo va mal en el entorno acuático, como una fuga o un problema eléctrico con un calentador o una bomba. En muchos casos, una actuación rápida puede resolver la urgencia. Asegúrese de que todos los elementos eléctricos estén conectados a tierra o tengan una función de corte a lo largo de la línea eléctrica. La posibilidad de fugas y derrames, y sus consecuencias, también pueden reducirse mediante la planificación y la acción rápida.
La mayoría de las urgencias pueden evitarse planificando y vigilando atentamente el entorno mediante pruebas de agua. Las liberaciones repentinas de tóxicos (p. ej., cloro, amoníaco o nitrito) del carbón activado viejo y ciertos productos químicos para el tratamiento del agua pueden identificarse con anticipación, o al menos antes de que sean mortales. Desafortunadamente, el tratamiento médico de urgencia para los peces de compañía no está tan avanzado ni tan fácilmente disponible como lo está para perros y gatos. Si un veterinario con experiencia en peces está cerca, algunos casos de traumatismo físico a los peces, como un koi al aire libre atacado por un animal silvestre, posiblemente se puedan tratar.