Antihistamínicos
Los antihistamínicos son antagonistas del receptor H1 que proporcionan un alivio sintomático de los signos alérgicos causados por la liberación de histamina, incluyendo el prurito y las reacciones anafilácticas. También se utilizan como sedantes y antieméticos. Los antihistamínicos pertenecen a diferentes clases y se clasifican como antihistamínicos de primera y segunda generación (también denominados no sedantes). Los antihistamínicos de primera generación pueden causar efectos adversos por su actividad colinérgica y su capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica. Los antihistamínicos de segunda generación son más lipofóbicos que los de primera generación y se cree que no tienen efectos colinérgicos ni sobre el SNC a las dosis terapéuticas. Los antihistamínicos a menudo se encuentran en combinación con otros ingredientes (p. ej., descongestionantes, analgésicos como el paracetamol o AINE) en muchos FSR frente al catarro, la sinusitis y la alergia.
La clorfeniramina es un antihistamínico de primera generación derivado de la propilamina. En los perros, la absorción oral de la clorfeniramina es rápida y completa, alcanzando el pico de su concentración plasmática en 30-60 min. El maleato de clorfeniramina sufre un efecto sustancial de primer paso. La clorfeniramina y sus metabolitos se excretan principalmente por la orina. La dosis recomendada en gatos y perros es de 1-2 mg y 2-8 mg respectivamente, PO, dos-tres veces al día. Se han descrito signos clínicos moderados como depresión y trastornos gastrointestinales a dosis de <1 mg/kg. Pueden observarse signos clínicos significativos como ataxia, temblores, depresión o hiperactividad, hipertermia y convulsiones a las 6 h de tomar grandes cantidades.
La clemestina, debido a su baja biodisponibilidad oral en perros (3 % frente a un 20-70 % en las personas), puede tener una eficacia limitada a las dosis recomendadas de 0,05-0,1 mg/kg, PO, dos veces al día; 1,34 mg de fumarato de clemestina equivalen a 1 mg de clemestina. Los efectos adversos frecuentes de la clemestina pueden incluir sedación, letargo y signos anticolinérgicos (sequedad de boca, taquicardia, agitación, disminución de las secreciones/motilidad intestinal).
El dimenhidrinato y la difenhidramina son antihistamínicos de primera generación derivados de la etanolamina. El dimenhidrinato se usa por sus efectos antieméticos y para la prevención del mareo en perros y gatos. La difenhidramina se absorbe bien oralmente en personas, pero sufre un metabolismo de primer paso en el hígado y solo un 40-60 % del fármaco alcanza la circulación sistémica. Las concentraciones plasmáticas máximas de antihistamínicos derivados de etanolamina se alcanzan en un tiempo de 1-5 h; la semivida de eliminación varia entre 2,4 y 10 h. La dosis recomendada del dimenhidrinato y la difenhidramina en gatos y perros es de 4-8 mg/kg y 2-4 mg/kg, respectivamente. Los efectos adversos más frecuentemente descritos con estos antihistamínicos son la hiperactividad o depresión, la hipersalivación, la taquipnea y la taquicardia, que por lo general aparecen en la primera hora de exposición.
El clorhidrato de prometacina es un antihistamínico de primera generación, derivado etilamino de la fenotiacina, utilizado para controlar el mareo por movimiento (cinetosis). La prometacina se distribuye ampliamente en los tejidos y atraviesa fácilmente la placenta. La sobredosis puede dar lugar a depresión o excitación del SNC. La depresión del SNC se describió en un perro 30 min después de ingerir 1 mg/kg de prometacina.
La meclicina es un antihistamínico de primera generación, derivado de la piperazina muy empleado como antiemético. Las concentraciones plasmáticas máximas se obtienen 2-3 h después de la administración oral. La meclicina se excreta principalmente como metabolitos en la orina, con una semivida en plasma de 6 h. La dosis recomendada en perros es de 25 mg/día (por perro). Cuando los perros reciben meclicina a dosis <33 mg/kg, solo se han observado moderada hiperactividad o depresión.
La loratadina es un antihistamínico tricíclico de larga acción con actividad antagonista selectiva de los receptores periféricos H1 de histamina. En las personas, la loratadina se absorbe bien oralmente y se metaboliza ampliamente dando lugar a un metabolito activo. La mayoría del fármaco original se excreta sin transformar por la orina. La semivida media de eliminación en las personas es de 8,4 h. La loratadina parece tener un amplio margen de seguridad en animales de laboratorio. La dosis sugerida en perros es de 5-10 mg, PO, una o dos veces al día (por perro). No se han registrado muertes tras la administración oral de dosis de hasta 5 g/kg en ratas y ratones. En ratas, ratones y monos, no se observan signos clínicos a una dosis diez veces superior a la máxima dosis diaria recomendada en seres humanos.
La cetirizina, un metabolito principal de la hidroxizina, es un antihistamínico no sedante derivado de la piperazina. Inhibe selectivamente receptores periféricos H1 y no tiene efectos anticolinérgicos o antiserotonérgicos significativos cuando se usa a la dosis recomendada. La dosis recomendada para las afecciones con prurito mediadas por histamina, en perros, es de 1 mg/kg, PO, una a dos veces al día, y de 5 mg, PO, dos veces al día, en gatos. El fármaco parece tolerarse bien en perros y gatos. La dosis mínima letal es de 237 mg/kg en ratones y 562 mg/kg en ratas. Las reacciones adversas incluyen vómitos, hipersalivación, sedación, somnolencia y en ocasiones hiperactividad.
Tratamiento:
El tratamiento de la intoxicación debida a antihistamínicos es principalmente sintomático y de sostén. Se debe considerar la emesis solo en los pacientes asintomáticos. El carbón activado puede ser útil en ingestiones recientes. Los pacientes sintomáticos se deben vigilar para detectar signos anticolinérgicos (agitación, midriasis, taquicardia, disminución de la motilidad intestinal) y tratarse según sea necesario. Deben vigilarse estrechamente la función cardiovascular (frecuencia cardiaca y presión arterial) y la temperatura corporal. El propranolol (0,02-0,06 mg/kg, IV) puede ser útil para tratar la taquicardia constante en pacientes normotensos. El diazepam puede usarse para controlar las convulsiones o actividades similares. La fisostigmina está recomendada para contrarrestar los efectos anticolinérgicos sobre el SNC en las sobredosis de antihistamínicos en personas, aunque el riesgo de convulsiones asociado a este fármaco puede limitar su uso. Los líquidos IV se deben utilizar si es necesario.
Dextrometorfano
El dextrometorfano es un opioide supresor de la tos, no sedante, no adictivo y de acción central. Está disponible en muchos FSR para el resfriado y la tos. A la dosis recomendada, aumenta el umbral de la tos. Se absorbe con rapidez oralmente y se convierte en el metabolito activo dextrorfano en el hígado. La actividad supresora de la tos puede durar 3-12 h, según la formulación. Las sobredosis pueden causar efectos gastrointestinales y en el SNC, como agitación, alucinaciones, nerviosismo, midriasis, temblores, vómitos o diarrea. Algunos signos clínicos pueden ser similares a los del síndrome serotoninérgico (agitación, desorientación, hipertermia, nerviosismo, temblores). El tratamiento consiste principalmente en cuidados de apoyo. El diazepam puede usarse para controlar alguno de los efectos sobre el SNC. Para el síndrome serotoninérgico se puede dar tranquilizantes fenotiacínicos (acepromacina o clorpromacina) o ciproheptadina (1,1 mg/kg, PO, o por recto, para perros, y 2-4 mg por gato; repetir una vez cada 6-8 h si es necesario).