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Principios del tratamiento de las intoxicaciones en animales

PorSteve M. Ensley, DVM, PhD
Última revisión/modificación abr 2021

En el examen inicial, puede ser necesario el empleo urgente de algunas medidas de reanimación. Mas allá de esto, el tratamiento de la intoxicación incluye tres principios básicos:

  1. prevención de una absorción adicional:

  2. tratamiento sintomático/de apoyo.

  3. antídotos específicos

Prevención de una absorción adicional de agentes tóxicos en animales

Los agentes tóxicos aplicados tópicamente pueden ser eliminados por lo general por medio de un lavado meticuloso con agua y jabón; puede ser necesario cortar el pelo o la lana. La emesis es útil en perros, gatos y cerdos, siempre y cuando se realice pocas horas después de la ingestión. La emesis está contraindicada si hay pérdida del reflejo de deglución; el animal sufre convulsiones; están implicados agentes corrosivos, hidrocarburos volátiles o destilados de petróleo; o el riesgo de neumonía por aspiración es inminente. El peróxido de hidrógeno (solución al 3 %, 1-2 mL/kg, PO) es un emético oral y puede repetirse una vez más. En los perros se puede usar la apomorfina por vía parenteral a dosis de 0,05-0,1 mg/kg, 0,04 mg/kg IM, o 0,03 mg/kg IV. Se puede inducir el vómito en los gatos mediante el tratamiento con xilacina (0,44 mg/kg, IM) o dexmedetomidina (5-10 mcg/kg, IM). La eficacia de los eméticos en gatos es de tan solo el 50 % y puede haber un exceso de sedación o colapso cardiovascular.

Los métodos inapropiados de descontaminación incluyen la administración oral de sal o jarabe de ipecacuana, el vómito forzado por medio de la estimulación digital de la garganta. Las sustancias o soluciones como el jabón líquido para platos, los huevos crudos, la salsa picante, la mostaza o similares también están contraindicados y debe advertirse a los propietarios de que no las utilicen.

El lavado gástrico, con la colocación de una sonda endotraqueal para evitar la aspiración a través de una sonda nasogástrica de mayor calibre posible, se realiza después de administrar una sedación apropiada o anestesia general. Se inclina la cabeza hasta un ángulo de 30°, y se introducen cuidadosamente en el estómago 5-10 mL de líquido de lavado (agua tibia o solución salina al 0,9 %) por kg de peso corporal, y luego se extraen. Este proceso se repite hasta que el líquido de retorno salga claro. La administración simultánea de catárticos y laxantes puede estar indicada en algunos pacientes para una eliminación más rápida del agente tóxico del tracto GI. En rumiantes, puede ser necesaria una gastrotomía o ruminotomía cuando las técnicas de lavado son insuficientes. El lavado gástrico es particularmente relevante en especies como los caballos que no vomitan y si la emesis no tiene éxito, si hay un gran volumen de contenido gástrico, en pacientes sintomáticos con antecedentes de ingestión de grandes volúmenes o por intoxicación potencialmente mortal.

Cuando el agente tóxico no puede eliminarse físicamente mediante lavado, ciertos agentes administrados oralmente pueden adsorberlo e impedir su absorción desde el tracto GI. El adsorbente y desintoxicante que por lo general se elige cuando se sospecha una intoxicación es el carbón vegetal activado (1-5 g/kg), ya que es eficaz en la adsorción de una gran variedad de compuestos. La cantidad máxima de un fármaco adsorbido por el carbón activado es de ~100-1000 mg/g de carbón vegetal. El sorbitol se añade a veces al carbón activado para aumentar su palatabilidad (en las personas) y para aumentar el tiempo de tránsito GI y eliminar más rápidamente las toxinas ligadas al carbón.

El carbón activado no debe usarse en animales con hipersensibilidad conocida o alergia al fármaco. Con la administración de dosis altas, pueden aparecer vómitos, estreñimiento o diarrea, y las heces aparecerán negras. Las contraindicaciones del uso de carbón activado incluyen:

  • Ingestión de una sustancia cáustica o hidrocarburo.

  • Endoscopia planificada o cirugía abdominal.

  • Riesgo o sospecha de obstrucción gástrica o intestinal.

  • Alto riesgo de neumonía por aspiración.

  • Deshidratación grave.

  • Hipernatremia.

  • Shock hipovolémico.

  • Íleo.

  • Cirugía intestinal reciente.

  • Vómitos prolongados.

Tratamiento de apoyo para la toxicosis en animales

A menudo es necesaria una terapia de apoyo hasta que el agente tóxico pueda metabolizarse y eliminarse. El tipo de apoyo necesario depende del estado clínico del animal. La terapia de apoyo puede incluir el control de las convulsiones, el mantenimiento de la respiración, el tratamiento del shock, la corrección de la pérdida de electrolitos y fluidos y el control de la disfunción cardiaca, así como el alivio del dolor.

Antídotos específicos para la toxicosis en animales

Los antídotos específicos para diversos agentes tóxicos actúan por varios mecanismos. Algunos forman complejos con el compuesto (p. ej., las oximas se unen a insecticidas organofosforados y el EDTA quela el plomo). Otros bloquean o compiten por los receptores (p. ej., la vitamina K compite por el receptor de anticoagulantes cumarínicos). Algunos afectan al metabolismo del agente tóxico (p. ej., los iones de nitrito y tiosulfato se liberan y se unen al cianuro). Los antídotos específicos para su uso en especies de animales de abasto han sido limitados durante los últimos 10 años, pero la FDA está considerando opciones en EE. UU.

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