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Falta de oxígeno como un peligro veterinario en el lugar de trabajo

PorRhian B. Cope, BVSc, BSc, PhD, DABT, DABVT, FACTRA
Última revisión/modificación mar 2021

    Los veterinarios suelen encontrar ambientes con poco oxígeno en espacios cerrados que contienen materiales que respiran biológicamente. El material vegetal recién cortado continuará siendo metabólicamente activo y, por lo tanto, consumirá potencialmente oxígeno del aire durante periodos de tiempo sorprendentemente largos. Si tales materiales (p. ej., granos, heno, madera recién cortada, etc.) se almacenan en espacios cerrados sellados (p. ej., silos, bodegas, etc.) con poca ventilación, se desarrollará una atmósfera con poco oxígeno. Estas circunstancias han provocado importantes bajas y muertes humanas. Estos ambientes siempre deben tratarse como sospechosos y su atmósfera debe testarse para detectar la presencia de aire respirable; la prueba con una llama no es un método adecuado. Se recomienda encarecidamente que los individuos no trabajen solos en estos ambientes y que se disponga de un método seguro para la extracción de una persona que entre en dichos ambientes.

    La entrada en ambientes con poco oxígeno puede provocar una pérdida rápida del conocimiento y la muerte. Los signos y síntomas típicos de la hipoxia incluyen aturdimiento, fatiga, entumecimiento, hormigueo en las extremidades, náuseas, ataxia, confusión, desorientación, alucinaciones, cambios en el comportamiento, dolores de cabeza intensos, disminución de la consciencia, papiledema, disnea, palidez, taquicardia y taquipnea, con progresión final a cianosis, ritmo cardiaco lento/cor pulmonale y presión arterial baja y muerte.

    Los intentos de rescate mal considerados y mal equipados desde ambientes con poco oxígeno han dado lugar a muchas víctimas humanas. Las operaciones de rescate en tales circunstancias las realizan mejor los profesionales debidamente equipados y capacitados.