La dermatitis por picadura de insectos es un problema mundial causado por mediadores inflamatorios o sustancias tóxicas presentes en la saliva de varios insectos hematófagos. Comúnmente afecta a perros, gatos y caballos. Los signos clínicos se caracterizan por pequeñas pápulas y ronchas con costras centrales hemorrágicas que cursan con prurito. Las lesiones se encuentran en la punta del pabellón en perros y gatos de oreja erecta o en las zonas plegadas en perros de oreja caída. El insecto causante puede variar con la estación y el entorno e incluye, entre otros, mosquitos (Aedes spp, Culex spp), la mosca del establo(Stomoxys calcitrans) y moscas negras(Simulium spp). Los mosquitos también pueden causar una reacción de hipersensibilidad en gatos caracterizada por lesiones inflamatorias en las orejas, la cara y las patas.
En caballos, la picadura de la mosca del establo, de la mosca negra y de Culicoides spp puede causar una intensa reacción de hipersensibilidad o dermatitis aguda que provoca lesiones dorsales y/o ventrales en el tronco y en la cara además de en el pabellón auricular. El tratamiento incluye el uso de repelentes, el control de la población de moscas mediante limpieza del entorno (estiércol, abono, etc.) e insecticidas. Los glucocorticoides tópicos u orales de acción corta pueden ser necesarios para reducir la inflamación y el prurito en casos graves. Las mascarillas faciales terapéuticas con orejas pueden usarse para disminuir la exposición a los insectos.
La pulga del conejo (Spilopsyllus cuniculi), que se encuentra principalmente en Europa y Australia, puede afectar a perros y gatos, y se adhiere firmemente a la piel de la punta y los bordes del pabellón auricular, donde puede causar dermatitis. La pulga del conejo es un importante vector de enfermedades, como la mixomatosis,