logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Enfermedades asociadas con el cólico en caballos según la localización anatómica

PorJames N. Moore, DVM, PhD, DACVS
Revisado/Modificado oct 2021

Estómago

Dilatación gástrica y rotura gástrica asociadas con el cólico en caballos

Las causas más comunes de dilatación gástrica en caballos son la presencia excesiva de gas y la obstrucción intestinal. La dilatación gástrica puede estar asociada con sobreingestión de alimentos fermentables tales como grano, hierba suculenta y pulpa de remolacha. Presumiblemente, el gran aumento en la producción de ácidos grasos volátiles inhibe el vaciado gástrico. Si no se trata, la dilatación gástrica asociada con la sobreingestión puede conducir rápidamente a la rotura del estómago. Si la obstrucción intestinal es la causa de la dilatación gástrica, la obstrucción afecta con mayor frecuencia al intestino delgado. El líquido procedente del intestino delgado obstruido se acumula en la luz del estómago, lo que provoca la dilatación gástrica y la salida de reflujo por la sonda nasogástrica. La dilatación gástrica también puede producirse en algunos caballos con cierto tipo de desplazamientos de colon, principalmente en el desplazamiento dorsal derecho del colon alrededor del ciego. Se cree que el colon desplazado obstruye el flujo de salida del duodeno. La dilatación gástrica con reflujo también es una característica de la enteritis proximal-yeyunitis.

La rotura del estómago es una complicación mortal de la dilatación gástrica. El estómago se suele rasgar en la curvatura mayor. Aproximadamente dos tercios de todas las roturas gástricas son secundarias a obstrucción mecánica, íleo y traumatismo; los casos restantes se deben a sobrecarga o a causas idiopáticas.

Los signos clínicos asociados con dilatación gástrica incluyen intenso dolor abdominal, taquicardia y náuseas. Las membranas mucosas pueden estar pálidas. Clásicamente, estos signos agudos son sustituidos por un alivio, afectación del estado general y toxemia después de que el estómago se rompa. El pronóstico de supervivencia puede ser excelente en la mayoría de los casos de dilatación gástrica; sin embargo, la rotura gástrica es mortal.

Impactación gástrica asociada con cólico en caballos

La impactación del estómago es una causa infrecuente de cólico. Aunque la impactación del estómago puede estar asociada a la ingestión de ciertos alimentos (p. ej., pulpa de remolacha, piensos granulados, semillas de caqui, paja, cebada), también deben considerarse otros factores contribuyentes (p. ej., dientes enfermos, inadecuado consumo de agua e ingestión rápida de alimento). Como la incidencia de la impactación gástrica es baja, es difícil determinar qué factores pueden ser los más importantes. El signo clínico más llamativo asociado con la impactación gástrica es un intenso dolor abdominal. Por falta de otros hallazgos característicos, el diagnóstico la mayoría de las veces se establece durante la cirugía y la decisión de intervenir quirúrgicamente se basa en la presencia de dolor continuado. El uso de un endoscopio de 3 metros ha hecho posible el diagnóstico sin cirugía.

El tratamiento suele implicar la administración intragástrica repetida de bebidas gaseosas ("refrescos") si la afección se ha identificado sin cirugía. Si la impactación gástrica se ha identificado en la cirugía, se puede infundir solución salina o agua en la masa a través de una aguja que atraviesa la pared del estómago. Después de haber inyectado el líquido en la masa, el estómago se masajea para así deshacer la obstrucción. Si hay una sonda nasogástrica colocada en el momento de la cirugía, se puede bombear agua al estómago y masajear la masa. El lavado a través de sonda se continúa después de la cirugía con la esperanza de eliminar algo del material impactado; esto puede ser seguido por la alimentación con papilla y pastoreo una vez que la impactación comienza a resolverse. El pronóstico es favorable si el diagnóstico ha sido realizado sin cirugía o si la decisión de efectuar la laparotomía exploratoria se toma precozmente y la impactación se puede deshacer manualmente durante la cirugía.

Intestino delgado

Los signos clínicos de cólico pueden ser debidos a una obstrucción simple, una inflamación o una obstrucción estrangulada del intestino delgado. El pronóstico de las patologías que afectan al intestino delgado es a menudo reservado. De aquí que un rápido diagnóstico y el tratamiento apropiado tengan una importancia crítica.

Impactación ileal asociada con cólico en caballos

La afección más común que produce obstrucción simple de la luz del intestino delgado es la impactación del íleon. Es especialmente frecuente en el sudeste de EE. UU., en Alemania y en Holanda. Los resultados de estudios clínicos realizados en Reino Unido indican que la infección intestinal con el verme Anoplocephala perfoliata y la impactación ileal están fuertemente asociados. En un estudio similar realizado en EE. UU., se identificaron dos factores de riesgo para la impactación ileal: 1) la alimentación con heno de las Bermudas costeras, y 2) la ausencia de administración de pamoato pirantel, un antihelmíntico con algo de eficacia frente a A perfoliata, dentro de los 3 meses anteriores al desarrollo de la impactación. Se ha también sugerido que la impactación es secundaria a contracciones espásticas de la musculatura del íleon contra la ingesta.

Los signos clínicos son la aparición de un dolor abdominal de leve a intenso, seguido de una reducción de los ruidos intestinales, reflujo gástrico y taquicardia. Aunque una exploración rectal precoz puede identificar la impactación en el íleon, ventral en el cuadrante caudal derecho, la posterior distensión del yeyuno puede hacer esta identificación difícil o imposible. El diagnóstico diferencial más común es la enteritis-yeyunitis proximal, y distinguir las dos patologías puede ser a menudo difícil. Como el estado del caballo inicialmente puede permanecer estable y el dolor abdominal puede ser leve, muchos caballos con esta afección no son remitidos a cuidados intensivos o cirugía antes de >18 h. La concentración de proteínas del líquido peritoneal puede elevarse si la impactación ha durado todo este tiempo.

Los pacientes con impactación ileal responden al tratamiento con fluidos y aceite mineral si la impactación se ha identificado precozmente (es decir, antes de que se desarrolle el reflujo gástrico). Si está indicada la cirugía, se debe mezclar la masa impactada con solución salina o carboximetilcelulosa y masajearla hacia el ciego; se puede realizar una enterotomía en el yeyuno distal y retirar la ingesta a través de la incisión. Puede producirse un íleo después de la cirugía. Según el grado de daño sufrido por la superficie serosa del intestino delgado durante la cirugía, pueden desarrollarse complicaciones semanas después del acto quirúrgico, debido a las adherencias intraabdominales.

Adherencias del intestino delgado asociadas con cólico en caballos

Las adherencias intraabdominales suelen afectar al intestino delgado y suelen producir una obstrucción de la luz intestinal, aunque pueden producir también obstrucción estrangulada. Las adherencias se forman en respuesta a la lesión peritoneal y, sobre todo, son el resultado de una cirugía previa sobre el intestino delgado, de una distensión crónica de intestino delgado, de una peritonitis o de la migración de larvas parasitarias. La respuesta tisular a la isquemia, el tratamiento traumático de los tejidos, los cuerpos extraños, la hemorragia o la deshidratación, provocan la formación de adherencias fibrinosas (y posteriormente, fibrosas). Los signos clínicos aparecen si las adherencias producen angulación, compresión o estenosis del intestino.

Las adherencias deben considerarse si el caballo ha tenido una cirugía abdominal previa y antecedentes más recientes de dolor abdominal recidivante. Los signos clínicos asociados con las adherencias intraabdominales varían desde un cólico leve recidivante a un dolor intenso e incesante. Más comúnmente, las adherencias intraabdominales causan signos clínicos en los 60 días siguientes a la cirugía inicial, si es que van a ser un problema considerable para el caballo.

El tratamiento quirúrgico consiste en la transección de la adherencia, la ablación del intestino afectado y la anastomosis para permitir el tránsito normal de la ingesta. A continuación se utilizan los agentes terapéuticos que se supone reducen la subsiguiente formación de nuevas adherencias. Estos son los antibióticos y los AINE administrados sistémicamente y la instilación de carboximetilcelulosa estéril dentro del abdomen en el momento de su cierre. El propietario debe estar informado de que las adherencias tienden a recidivar y de que el pronóstico a largo plazo de los pacientes con muchas adherencias es malo.

Impactación de áscaris del intestino delgado asociada con cólico en caballos

Los caballos jóvenes, especialmente los de explotaciones con programas de control parasitario inadecuados, pueden padecer impactaciones de áscaris en el intestino delgado. Estas impactaciones se aprecian después de la administración de algún antihelmíntico muy eficaz frente a Parascaris equorum. Los antihelmínticos más comúnmente asociados con esta afección son la ivermectina, la piperazina y los organofosforados. Estos fármacos paralizan a los áscaris, lo que tiene como resultado la acumulación de masas de nematodos en la luz del intestino delgado. Se ha sugerido que la rotura de la superficie externa del áscari permite la liberación de líquidos antigénicos que inhiben la actividad muscular del intestino, incrementando así la probabilidad de producirse obstrucción intestinal.

Los signos clínicos pueden variar desde dolor abdominal leve a intenso, indicios de toxemia y reflujo gástrico, que puede contener áscaris. La impactación por áscaris se debe sospechar si el caballo afectado es un animal destetado o un caballo de un año, con mal aspecto físico y si hay antecedentes de una desparasitación reciente. El tratamiento médico con fluidos y lubricantes intestinales puede funcionar en algunos casos. Otros caballos pueden necesitar una intervención quirúrgica y la eliminación de los áscaris a través de múltiples enterotomías. El pronóstico es reservado si se tiene que realizar una cirugía. Al propietario se le debe recomendar que se traten los otros caballos jóvenes de la explotación con antihelmínticos, que tienen una menor eficacia frente a áscaris, tales como el fenbendazol. Estos tratamientos iniciales pueden ser seguidos de compuestos más eficaces.

Enteritis proximal-yeyunitis asociada con cólico en caballos

La enteritis-yeyunitis proximal, también conocida como enteritis anterior o duodenitis-yeyunitis, es una enfermedad poco conocida que afecta a la porción proximal del intestino delgado en los caballos. Esta enfermedad se ha reconocido en el sudeste y nordeste de EE. UU., Inglaterra y en el continente europeo. La causa se desconoce, aunque parece que las toxinas de Clostridium difficile pueden estar implicadas. El intestino afectado presenta lesiones que varían desde la hiperemia a la necrosis y la infiltración de la submucosa con células inflamatorias. Con frecuencia, existe edema y hemorragia en todas las capas de la pared intestinal.

El dolor abdominal que va de leve a grave es característico. Cuando la prevalencia de la enfermedad sufrió un pico en la década de 1980, estaba caracterizada por la presencia de grandes volúmenes de reflujo gástrico, la progresión de dolor a depresión y por la distensión de moderada a severa en la exploración rectal. Además, el duodeno distendido se puede palpar en muchos casos a su paso alrededor de la base del ciego. El líquido peritoneal presentaba a menudo una elevada concentración de proteínas (>3 g/dL) con un número normal de leucocitos; sin embargo, este hallazgo no diferenciaba de forma sistemática la enteritis-yeyunitis proximal de otras causas de patología del intestino delgado. Según algunos informes, la incidencia y la gravedad clínica de la enfermedad han disminuido, al menos en regiones de EE. UU. donde habitualmente tenía un curso más grave y estaba asociada a una elevada incidencia de laminitis.

El tratamiento puede ser médico o bien quirúrgico. El tratamiento médico consiste en la continua descompresión gástrica hasta que el reflujo gástrico disminuya, y en la administración de fluidos IV y los analgésicos necesarios. Muchos clínicos administran penicilina y dosis bajas de flunixino meglumina; algunos también administran neostigmina, lidocaína o metoclopramida para estimular la motilidad del intestino delgado. Algunos cirujanos, especialmente en Reino Unido, creen que la laparotomía exploratoria y la descompresión intestinal dan lugar a una recuperación más rápida. El índice de supervivencia descrito asociado con enteritis-yeyunitis proximal es del 44 %. Los cascos de los caballos deben recibir una atención especial, porque se han descrito casos de laminitis aguda como complicación frecuente, con una prevalencia de ~25 %.

Intususcepción del intestino delgado asociada con cólico en caballos

La mayoría de las intususcepciones que se producen en caballos son yeyunoyeyunales, ileoileales o ileocecales. La longitud de intestino que se invagina (el intususceptum) dentro del segmento intestinal distal (el intususcipiens) puede variar desde unos pocos centímetros hasta un máximo de un metro. Aunque la causa exacta de la mayoría de las intususcepciones es especulativa, se han sugerido como tal las alteraciones del peristaltismo debidas a enteritis, el traumatismo quirúrgico, una lesión parasitaria, los antihelmínticos y la infestación por Anoplocephala perfoliata. Los caballos <3 años de edad son los que se afectan más a menudo.

El dolor abdominal puede ser agudo, debido a una obstrucción completa de la luz intestinal, o bien crónico, por oclusión parcial de la luz. Si la oclusión de la luz intestinal es completa, el caballo presenta dolor agudo y reflujo gástrico y se palpan rectalmente las asas de intestino delgado distendidas. Puede que sea posible palpar la intususcepción turgente, especialmente si está involucrado el íleon. Como el intususceptum estrangulado está contenido dentro del intususcipiens, el recuento de leucocitos en el líquido peritoneal puede que no refleje el grado de daño intestinal.

El tratamiento es quirúrgico para reducir la intususcepción, si fuera posible, seguido de resección y anastomosis. A causa del edema y de la hemorragia presentes en la pared del intestino afectado, puede ser difícil evaluar la viabilidad de este. Además, el daño sufrido por el intususceptum puede dar lugar a la formación de adherencias. Si está afectado el yeyuno, se debe efectuar una anastomosis yeyunoyeyunal. Si la intususcepción afecta solo al íleon, se debe resecar el intestino involucrado y efectuar una anastomosis yeyunocecal. Si el íleon se ha invaginado dentro del ciego, la porción terminal del primero se debe resecar cerca del ciego y efectuar una anastomosis yeyunocecal. El pronóstico de supervivencia es bueno si la cirugía se lleva a cabo antes de que la intususcepción se haga irreducible; si se realiza más tarde, el pronóstico es de regular a malo debido al desarrollo de peritonitis, íleo, adherencias y formación de abscesos.

Vólvulo del intestino delgado asociado con cólico en caballos

Se produce un vólvulo de intestino delgado cuando el intestino rota alrededor de su eje mesentérico >180°. A medida que el grado de rotación aumenta, el aporte sanguíneo del intestino se va perdiendo. Supuestamente, debido a su unión con el ciego, la porción más distal del vólvulo, en la mayoría de los casos, es el íleon.

Los caballos con vólvulo del intestino delgado tienen dolor agudo y una frecuencia cardiaca elevada, un tiempo de relleno capilar prolongado y reflujo gástrico. A causa de la pérdida de líquido hacia la luz intestinal y el estómago, estos caballos se deshidratan rápidamente y tienen un hematocrito y concentraciones de proteínas plasmáticas elevados. El estado del caballo se puede deteriorar rápidamente a causa de la hipovolemia y la endotoxemia. El examen rectal suele revelar asas turgentes y distendidas del intestino delgado, y el líquido peritoneal contiene un mayor número de leucocitos y concentraciones elevadas de lactato y proteína.

El tratamiento consiste en la corrección quirúrgica del vólvulo a través de una celiotomía por la línea media ventral. Si el intestino no es viable, se debe resecar y efectuar una anastomosis. El pronóstico de supervivencia depende de la duración de la enfermedad y de la cantidad de intestino que se debe resecar. El pronóstico es bueno si se detecta precozmente y se interviene quirúrgicamente. Los caballos con un periodo de enfermedad más prolongado antes de la operación, o aquellos que desarrollan íleo y peritonitis posoperatorios, tienen un mayor riesgo de formación de adherencias. Se ha sugerido que está indicada la eutanasia si se tiene que extirpar >50 % de la longitud del intestino delgado. Sin embargo, los resultados de un estudio experimental en ponis indicaban que la extirpación del 70 % del intestino delgado no producía malabsorción, siempre que estos recibieran varias (8) comidas pequeñas, en pellet, al día.

Lipomas pedunculados asociados con cólico en caballos

El cólico debido a lipomas pedunculados se produce con mayor frecuencia en caballos >10 años. Los lipomas pedunculados están suspendidos del mesenterio por un cordón o pedículo, que se enrolla alrededor de un segmento de intestino, ocluyendo la luz de este e interfiriendo con su riego sanguíneo. El lipoma con frecuencia forma un nudo con su pedículo.

Los signos clínicos van desde depresión a dolor abdominal intenso, reflujo gástrico y un rápido deterioro del estado metábolico. Las asas distendidas del intestino delgado son palpables a la exploración rectal y se pueden identificar en la evaluación ecográfica abdominal; el lipoma rara vez puede palparse por el recto. El líquido peritoneal contiene un mayor número de leucocitos y eritrocitos y concentraciones elevadas de proteína y lactato.

El tratamiento consiste en la transección del pedículo y, si fuera necesario, la resección del intestino desvitalizado. El pronóstico depende del tiempo transcurrido entre la aparición de los signos clínicos y la cirugía. Si se realiza la cirugía precozmente, el pronóstico es bueno; sin embargo, si la cirugía no se lleva a cabo hasta que los signos de deterioro cardiovascular estén presentes, el pronóstico de supervivencia es de regular a malo.

Encarcelamiento interno asociado con cólico en caballos

Los sitios de incarceración interna más comunes son los desgarros del mesenterio y el foramen epiploico. Los desgarros mesentéricos son defectos en el mesenterio del intestino delgado. Los problemas surgen cuando un segmento de intestino delgado pasa a través del defecto mesentérico y el intestino queda incarcerado. Como el intestino se distiende con líquido y sangre, se produce con frecuencia un vólvulo del segmento afectado. Los desgarros mesentéricos causando incarceración intestinal ocurren en caballos de todas las edades.

El foramen epiploico es una abertura natural limitada por el lóbulo caudal del hígado, la vena porta y la vena cava caudal. El yeyuno y el íleon distales son la porción del intestino delgado que más frecuentemente se incarcera a través del foramen epiploico. Aunque el intestino suele atravesar el foramen epiploico de izquierda a derecha, desgarrando el epiplón en el proceso, puede también pasar en sentido opuesto para entrar en la bolsa omental. Se ha descrito que los caballos >7 años de edad se ven afectados con mayor frecuencia por el atrapamiento del foramen epiploico. Sin embargo, la afección también se ha descrito en caballos <7 años. La afección se asocia notablemente con la deglución de aire o aerofagia.

Los signos clínicos pueden ser vagos y similares a los de los caballos con enteritis proximal o lipomas pedunculados. El diagnóstico puede tener que ser establecido durante la cirugía. Además, en algunos casos, debido a la posición del intestino afectado dentro de la bolsa omental, el líquido peritoneal obtenido para su análisis puede ser normal.

El tratamiento de los caballos tanto con desgarros mesentéricos como con atrapamiento en el foramen epiploico es quirúrgico. El segmento intestinal afectado debe ser exteriorizado, su viabilidad evaluada y, si fuera necesario, efectuar su resección y anastomosis. El pronóstico de supervivencia depende del tiempo transcurrido entre el comienzo del cuadro y la cirugía. Si se practica la cirugía temprano en el curso de la enfermedad, el pronóstico es bueno. Sin embargo, como los signos clínicos pueden ser vagos, la decisión de efectuar la cirugía puede retrasarse, empeorando el pronóstico. Se han desarrollado técnicas laparoscópicas para evaluar y cerrar el espacio con una malla.

Hernia inguinal asociada con cólico en caballos

Las hernias inguinales se suelen producir en sementales después de una monta, un traumatismo o ejercicio intenso. Las hernias parecen ser más comunes en los caballos de Paso de Tennessee, de Silla Americanos y en los Standardbreds. La mayoría de las veces, la hernia produce un cólico agudo. El intestino desciende en la mayoría de los casos a través del anillo vaginal y se deposita junto al testículo y epidídimo. La exploración clínica revela un testículo inflamado que está duro y frío al tacto. Si la hernia se ha producido hace pocas horas, el intestino puede ser palpable en el canal inguinal. En este caso, se puede intentar reducir la hernia tirando hacia abajo del testículo para tensar los límites del canal inguinal y después impulsando el intestino hacia arriba, hacia el anillo vaginal. Una vez que el intestino incarcerado, que con frecuencia es el íleon, se ha edematizado, no es posible reducir la hernia manualmente. La exploración rectal revelará asas distendidas de intestino delgado, con una o más de estas dirigiéndose hacia el anillo vaginal del lado afectado. Habrá reflujo gástrico y el estado del caballo se deteriorará rápidamente. El líquido peritoneal suele reflejar el grado de isquemia.

La cirugía consiste en una celiotomía por línea media ventral y el abordaje inguinal para reducir la hernia. A menudo debe extirparse el testículo del lado afectado y resecarse el intestino afectado. El pronóstico de supervivencia parece depender de la raza; los caballos Standardbred tienen un buen pronóstico y los Tennessee de Paso, de regular a malo. Esto se debe supuestamente a que muchos sementales Tennessee Walking con hernias inguinales muestran pocos signos clínicos de dolor, lo que retrasa la decisión de la cirugía.

Ciego e intestino grueso

Impactación del ciego y del intestino grueso asociada con cólico en caballos

Las ubicaciones más comunes de impactación son la región de la flexura pélvica del colon izquierdo, la unión del colon dorsal derecho con el colon transverso y la base y el cuerpo del ciego. La flexura pélvica y las regiones del colon transverso están anatómicamente predispuestas a la obstrucción debido a los cambios bruscos de tamaño. La causa subyacente a la impactación del ciego es desconocida, aunque se ha especulado que la actividad muscular del ciego es anómala en los caballos afectados. Otros factores predisponentes son el alimento demasiado grosero, los dientes enfermos o mal cuidados y el consumo insuficiente de agua.

En un estudio clínico, en el que las razas Morgan, Árabe y Appaloosa estaban sobrerrepresentadas entre los caballos con impactación cecal, se propuso que la afección podía ser secundaria a la infección por Anoplocephala perfoliata. Las impactaciones también pueden desarrollarse secundariamente a otras enfermedades intestinales y pueden estar asociadas con una hospitalización prolongada. En consecuencia, la cantidad de heces eliminadas por los caballos tratados por otras afecciones debe monitorizarse rutinariamente. Esto es especialmente importante en caballos a los que se administran AINE a diario.

Los caballos con impactación simple del ciego o colon mayor manifiestan signos intermitentes leves de cólico y existen pruebas mínimas de deterioro sistémico, a no ser que la impactación tenga un curso prolongado. La frecuencia cardiaca suele estar elevada solo ligeramente. Se suelen oír ruidos intestinales en la auscultación del abdomen y pueden estar asociados con la aparición de dolor a medida que la porción afectada del intestino se contrae en torno a la obstrucción. El diagnóstico se establece mediante exploración rectal. Aunque el sitio más común de obstrucción se considera que es la región de la flexura pélvica del colon mayor, la ingesta impactada de hecho llena gran parte o todo el colon ventral izquierdo. Se puede palpar la masa impactada extendiéndose hacia el aspecto craneal del abdomen y el segmento intestinal afectado se identifica palpando las tenias de la superficie del colon ventral. La impactación del ciego es relativamente fácil de identificar porque la masa está situada en la región paralumbar derecha. El ciego se puede identificar definitivamente mediante la palpación de su tensa tenia ventral y de la grasa y vasos sanguíneos que cubren la tenia medial. El análisis del líquido peritoneal puede ser normal o bien la concentración de proteínas totales puede aumentar a medida que el curso se prolonga.

Las impactaciones cecales tienden a ser causa de cólico en caballos >8 años de edad. Alternativamente, las impactaciones se pueden ver en caballos hospitalizados por otras razones y a menudo en estos casos están asociadas con la rotura brusca del ciego. En consecuencia, existe cierta controversia respecto al mejor método de tratamiento. Como el tratamiento médico en algunos estudios clínicos ha fracasado en el 50 % de los casos, se ha recomendado la eliminación quirúrgica de la masa impactada, seguido de una ileocolostomía. Otros veterinarios describen los buenos resultados obtenidos con un tratamiento médico agresivo, especialmente si el dolor abdominal asociado con la impactación cecal fue la razón primaria de que el caballo necesitara atención veterinaria.

El tratamiento médico de los caballos con impactación del ciego o colon implica la administración de analgésicos, según sea necesario, de grandes volúmenes de fluidos equilibrados IV y de la administración intragástrica de cualquier aceite mineral, o docusato de sodio y agua. La alimentación debe quedar restringida hasta que la impactación se resuelva. Muchos veterinarios consideran la fluidoterapia agresiva (p. ej., >50 L de fluido/día para un caballo que pesa 450 kg) como la parte fundamental del tratamiento. Las soluciones electrolíticas equilibradas se administran para inducir el desplazamiento de líquidos desde el plasma a la luz del intestino y continuar hasta que se resuelva la impactación.

Ha aumentado el interés por el empleo de fluidoterapia enteral para el tratamiento de los caballos con impactación; en principio, porque la fluidoterapia entérica es considerablemente menos costosa que la fluidoterapia intravenosa. Los resultados clínicos de la aplicación de fluidoterapia enteral han sido provechosos y los resultados experimentales en caballos sanos han mostrando que la fluidoterapia enteral es más eficaz que la IV a la hora de promover la hidratación del contenido colónico.

Si la impactación del colon mayor no se resuelve médicamente, se puede realizar cirugía. Por lo general, la impactación se aborda desde una celiotomía por línea media ventral; la porción afectada del colon se exterioriza con cuidado y se coloca sobre una bandeja de colotomía esterilizada. Se efectúa entonces una enterotomía en la flexura pélvica y se extrae el contenido del colon.

La cirugía para el tratamiento de la impactación cecal requiere anestesia general, una celiotomía por la línea media ventral, el aislamiento del ciego del lugar de la celiotomía y la extracción del contenido a través de una enterotomía. Dado que la impactación recidiva después de la simple evacuación, algunos cirujanos prefieren evitar el ciego con una ileocolostomía.

El pronóstico de las impactaciones de colon mayor es excelente, con un índice de supervivencia >95 %. La tasa de supervivencia asociada con las impactaciones cecales es ~80 % para aquellos caballos que pueden ser tratados médicamente y del 60-70 % para aquellos caballos que requieren intervención quirúrgica.

En algunas áreas geográficas, el material lesivo puede ser arena, sobre todo si la cantidad de pasto es insuficiente y los caballos se alimentan en el suelo. La arena se acumula en el colon dorsal derecho y colon transverso. Pueden aparecer signos intermitentes de dolor abdominal debido al peso de la arena en el intestino. Los signos más intensos de dolor aparecen cuando la impactación ocluye la luz del colon transverso. En esta situación, el colon proximal a la obstrucción se distiende con gas, resultando en un dolor muy intenso. Puede que no sea posible distinguir esta afección de un desplazamiento intestinal o un vólvulo. La arena también puede identificarse en las heces mezclando la materia fecal con agua en un guante de exploración rectal transparente.

El tratamiento de la impactación de arena puede ser médico o quirúrgico. El tratamiento médico suele consistir en la administración intragástrica de psyllium (400 g/500 kg peso vivo, diariamente durante 7 días) para purgar la arena de la luz. Los copos de psyllium se añaden a 7,5 L de agua templada y se bombean rápidamente al estómago. Este tratamiento se acompaña de los analgésicos necesarios y de fluidos IV para fomentar la entrada de líquido a la luz intestinal.

Si la arena está obstruyendo completamente el colon transverso será necesaria la cirugía, a través de una celiotomía por línea media ventral. El colon izquierdo se exterioriza sobre una bandeja de colotomía y la arena se retira a través de una enterotomía. El pronóstico suele ser bueno. A veces surgen problemas durante la cirugía si el colon se lesiona por el peso excesivo de la arena o mientras la arena está siendo retirada del intestino (También ver Enteropatía por arena en caballos).

Enterolitiasis asociada con cólico en caballos

Los enterolitos son concreciones compuestas por cristales de fosfato amónico magnésico alrededor de un núcleo (p. ej., un alambre, una piedra, un clavo). Los enterolitos pueden aparecer individualmente o en grupos, y suelen ser causa de cólico en caballos de ciertas partes de EE. UU., como California, Indiana y Florida. La enterolitiasis suele afectar a los caballos Árabes, pero la popularidad de estos caballos en las zonas anteriormente mencionadas confunde la cuestión de la asociación de razas. La mayoría de los caballos con enterolitos tienen ~10 años; la enterolitiasis rara vez se observa en caballos <4 años. Aunque no todos los factores que contribuyen a la formación de enterolitos han sido identificados, los resultados de los estudios clínicos indican que el contenido del colon mayor de los caballos con enterolitos tiene concentraciones mayores de minerales (magnesio, calcio y fósforo) y un pH más elevado que el de los caballos con cólico no debido a enterolitos. Un factor común asociado a la enterolitiasis es el consumo de heno de alfalfa, que causa un mayor pH, y el aumento de las concentraciones de calcio, magnesio y azufre en el colon mayor.

Muchos caballos con enterolitiasis presentan un historial de cólicos recidivantes, lo que supuestamente indica que el enterolito previamente ha ocasionado una obstrucción parcial o temporal de la luz colónica. Si el enterolito se queda atascado al principio del colon transverso, el colon proximal a la obstrucción se distiende con gas y el dolor es intenso. La distensión del abdomen puede ser marcada. Las frecuencias cardiaca y respiratoria están elevadas y las membranas mucosas pueden estar pálidas o rosadas. Por lo general, la distensión colónica y cecal son evidentes a la exploración rectal, aunque la masa rara vez es palpable porque el colon transverso es craneal a la arteria mesentérica craneal. El análisis del líquido peritoneal suele estar dentro de los límites normales, a no ser que se haya desarrollado isquemia de la pared colónica que rodea al enterolito. En áreas donde el problema es endémico se pueden utilizar radiografías para identificar los enterolitos.

El tratamiento es quirúrgico mediante celiotomía por la línea media ventral, para descomprimir colon y ciego y luego extraer el enterolito. La porción izquierda del colon mayor se exterioriza y se coloca sobre una bandeja estéril de colotomía, se retira la ingesta a través de una enterotomía y se extrae el enterolito. Si el enterolito tiene una cara plana o una forma poliédrica, esto es indicativo de la presencia de uno o más enterolitos adicionales. En consecuencia, se debe explorar meticulosamente el resto del colon mayor y menor en busca de otros enterolitos. El pronóstico es excelente, con índices de supervivencia del 95 % descritos en hospitales de zonas endémicas.

Desplazamiento dorsal izquierdo del colon asociado con cólico en caballos

El desplazamiento dorsal izquierdo del colon se produce cuando la flexura pélvica o la totalidad del colon izquierdo se desplaza por encima del ligamento nefroesplénico. Como el ligamento nefroesplénico no está fijado al aspecto más dorsal del bazo, queda una hendidura natural entre este y el riñón izquierdo. Aunque afecta a los caballos de cualquier edad y de ambos sexos, los resultados de un estudio clínico revelan que este tipo de desplazamiento es frecuente en caballos jóvenes.

Como el desplazamiento dorsal izquierdo produce una obstrucción simple del colon en la zona por la que queda colgado del ligamento, esta afección suele estar asociada con dolor abdominal moderado o con un curso prolongado de episodios intermitentes de dolor. Las membranas mucosas se mantienen normales y la frecuencia cardiaca está elevada solo ligeramente. El diagnóstico se suele establecer en la exploración rectal (palpando la flexura pélvica por encima del ligamento, palpando las tenias del colon ventral izquierdo en una trayectoria dorsocraneal hacia el riñón izquierdo y comprobando que el bazo está desplazado hacia el centro del abdomen). La afección también puede identificarse mediante un examen ecográfico. En la paracentesis se puede obtener sangre si el bazo está aumentado de tamaño y desplazado hacia la línea media.

Se han utilizado cuatro formas de tratamiento:

  1. Retirada de alimentos para determinar si la evacuación del contenido intestinal permitirá que el colon vuelva a su posición normal.

  2. Hacer rodar al paciente para desalojar el colon del ligamento.

  3. Administrar fenilefrina y/o hacer trotar al paciente para causar la contracción esplénica y la corrección del desplazamiento.

  4. Realizar una cirugía para devolver el colon a su posición correcta; el procedimiento de volteo implica una anestesia de corta duración (por lo general xilacina o detomidina y ketamina), la elevación de los cuartos traseros del caballo y el volteo de este 360°.

La intervención quirúrgica se lleva a cabo mediante una celiotomía por línea media ventral. La ventaja del procedimiento quirúrgico es que se puede evaluar la viabilidad del colon. La fenilefrina no debe administrarse a caballos >15 años de edad debido al mayor riesgo de hemorragia mortal en los caballos mayores que reciben este fármaco. Si el desplazamiento dorsal izquierdo del colon vuelve a aparecer, el espacio nefroesplénico puede suturarse por laparoscopia. En general, el pronóstico es bueno, con tasas de supervivencia >80 % descritas en la mayoría de los estudios.

Desplazamiento dorsal derecho del colon asociado con cólico en caballos

En los caballos con desplazamiento derecho del colon ascendente, el colon izquierdo se mueve lateralmente alrededor de la base del ciego para situarse entre el ciego y la pared derecha del cuerpo. En la forma más frecuente de este desplazamiento, la flexura pélvica termina colocada cerca del diafragma. Muchas veces este desplazamiento se complica con la torsión del colon cerca de la base del ciego. Aunque puede haber interferencia con el drenaje venoso del colon afectado, normalmente el aporte arterial permanece intacto.

La mayoría de los caballos con desplazamiento dorsal derecho manifiestan un moderado grado de dolor y el deterioro sistémico que se produce progresa lentamente. En algunos casos, sin embargo, el dolor puede ser intenso. La exploración rectal puede revelar las tenias del colon en una trayectoria transversal cruzando la entrada de la pelvis. Puede que no sea posible palpar la tenia ventral del ciego en la exploración rectal. Algunos caballos en esta situación tienen reflujo gástrico, posiblemente debido a la oclusión de la luz del duodeno.

Algunos caballos en esta situación parecen estar estables y pueden mostrar signos intermitentes de dolor abdominal moderado. El tratamiento puede ser conservador e incluir la atención de las necesidades de fluido y la administración de dosis moderadas de analgésicos. Sin embargo, para caballos que presenten dolor, la cirugía se debe llevar a cabo para localizar la flexura pélvica, para exteriorizar y descomprimir la porción izquierda del colon, si fuera posible, y finalmente, para volver a colocar el colon en su posición normal, rotándolo alrededor de la base del ciego. La torsión del colon debe identificarse y corregirse. El pronóstico de supervivencia es bueno, siempre que no se lesione la pared del colon durante la cirugía.

Colitis dorsal derecha asociada con cólico en caballos

Se ha reconocido que el desplazamiento dorsal derecho del colon ha aumentando regularmente en los últimos años, especialmente, pero no solo, en los caballos que reciben cantidades excesivas de AINE. Dado que la afección se ha diagnosticado en los caballos que reciben las dosis recomendadas de estos fármacos, parece que algunos de ellos son especialmente sensibles a sus efectos tóxicos. El fármaco más comúnmente asociado al desplazamiento dorsal derecho del ciego es la fenilbutazona, pero esto puede reflejar el uso crónico y frecuente de este fármaco. Las lesiones más frecuentes descritas en caballos con desplazamiento dorsal derecho del colon son la ulceración y el engrosamiento y/o fibrosis de la pared del colon.

Los caballos presentan a menudo dolor abdominal, anorexia y letargo. En muchos casos, los signos son compatibles con un dolor abdominal intenso, fiebre, endotoxemia y diarrea. Los caballos con la forma más crónica de la enfermedad presentan dolor abdominal intermitente, pérdida de peso, letargo y anorexia. En la mayoría de los casos, la hipoproteinemia es un hallazgo común en la evaluación hematológica y puede ser responsable de la presencia de edema ventral en algunos caballos con la forma crónica de la enfermedad. El diagnóstico se suele basar en la historia, los signos clínicos y los hallazgos hematológicos. En algunos casos, la evaluación ecográfica del colon entre los espacios intercostales 12 y 15 puede evidenciar un marcado engrosamiento de la pared del colon dorsal derecho.

El tratamiento de los caballos afectados comprende la interrupción de los AINE, reposo y cambios en la dieta a solo granulado con un contenido en fibra ≥30 %. Algunos veterinarios recomiendan la alimentación en varias raciones pequeñas diarias; muchos aconsejan la inclusión de psyllium para favorecer la curación de la mucosa; y algunos administran sucralfato o metronidazol. Los caballos con dolor incontrolable pueden requerir cirugía para eliminar o derivar la porción afectada del colon dorsal derecho. El pronóstico de los caballos con desplazamiento dorsal es reservado.

Vólvulo del colon mayor asociado con cólico en caballos

Aunque el término "torsión" se ha utilizado durante años para señalar que el colon se ha retorcido sobre sí mismo, la participación del mesenterio entre el colon ventral y dorsal indica que esta afección es un vólvulo. Visto desde su localización más habitual (la unión entre el colon ventral derecho y el ciego), el vólvulo se produce más frecuentemente en sentido horario; el ciego puede estar o no estar implicado. Si el vólvulo es <270°, puede producirse la obstrucción de la luz intestinal sin isquemia. Si el vólvulo es >360°, existe obstrucción estrangulada de todo el colon izquierdo.

El inicio del cólico es súbito y el dolor puede ser de leve a moderado si el vólvulo únicamente produce obstrucción de la luz intestinal. Cuando la torsión es más extensa, el dolor es intenso y el caballo puede no responder a los analgésicos. El colon está enormemente dilatado y el mesenterio entre el colon dorsal y ventral está edematoso en la exploración rectal. La frecuencia cardiaca es rápida, la perfusión periférica es mala y el estado del caballo se deteriora rápidamente. Suele producirse una marcada distensión abdominal. En general, los resultados del análisis del líquido peritoneal y el grado de afectación colónica guardan poca correlación.

Aunque la causa del vólvulo colónico sigue sin conocerse, se cree que está asociado con la presencia de una cantidad desproporcionada de gas en el colon. En las yeguadas, esta afección suele estar asociada con un parto reciente (dentro de los 90 días siguientes) o inminente o con una dieta a base de hierba o alimento muy fermentable. La presencia de un potro (antecedentes de parto reciente) es un factor de riesgo adicional.

El tratamiento del vólvulo colónico es quirúrgico para corregir el vólvulo y extirpar el intestino afectado, si fuera necesario. Aunque la técnica para la extirpación del 90 % del colon ha sido perfeccionada en caballos sanos, puede ser muy difícil si el colon está edematizado. Como el índice de recidivas se ha estimado que es hasta del 20 % en algunos estudios clínicos, se han diseñado técnicas de colopexia para reducir las recidivas de esta afección en yeguas de vientre. Aunque se describió una tasa de supervivencia del 27 % en un estudio en el que participaron varios hospitales universitarios, son frecuentes las tasas de supervivencia >85 % para las clínicas situadas cerca de las yeguadas de cría.

Impactación y obstrucción por cuerpo extraño del colon descendente asociado con cólico en caballos

Las afecciones del colon descendente (menor) son infrecuentes; en un estudio solo fueron responsables de <5 % de las afecciones caracterizadas por cólico. Las causas más comunes son la retención del meconio, la impactación y la obstrucción por cuerpos extraños. La retención de meconio se observa en potros machos en las primeras 24 h de vida. Los potros afectados mueven la cola de un lado a otro, hacen esfuerzos por defecar y se revuelcan. El diagnóstico se establece mediante una cuidadosa exploración digital. El tratamiento consiste en la administración delicada de un enema templado de agua jabonosa. El pronóstico es excelente.

La impactación del colon menor se da en ponis, caballos miniatura y caballos adultos que tienen un acceso limitado al agua de bebida o por otras causas de estasis intestinal. Últimamente, esta afección ha sido relacionada con la salmonelosis, aunque no se ha demostrado una relación causa-efecto. El dolor puede ser intenso si la obstrucción es completa. En estos casos, se produce secundariamente timpanismo del colon y se produce íleo.

En caballos adultos el diagnóstico se establece mediante exploración rectal, palpando la masa obstructora en la porción ventral del abdomen. Se debe considerar la obstrucción por cuerpo extraño del colon descendente si el caballo tiene <3 años; el material responsable puede ser goma del vallado o fibras de nailon de las cabezadas o ramales, la red del heno o sacos de pienso. Los caballos con impactaciones pueden ser tratados médicamente con analgésicos, fluidos IV y enemas suaves. Muchas veces, sin embargo, es necesaria la cirugía para evacuar el colon, debido a la intensidad del dolor y a la distensión gaseosa. El pronóstico de la impactación del colon descendente es favorable, a no ser que se complique con colitis grave después de que la obstrucción haya sido eliminada. El pronóstico asociado con la obstrucción por cuerpo extraño es bueno.

Para más información