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Cólico en los caballos

PorJack Easley, DVM, MS, DAVDC (Equine), DABVP (EQ)
Última revisión/modificación may 2019

A lo largo de los años, el cólico se ha convertido en un término amplio para designar una serie de afecciones que hacen que los caballos experimenten dolor abdominal. Al ser un término tan amplio, se utiliza para referirse a afecciones que varían mucho en cuanto a su causa y gravedad. El conocimiento de su veterinario sobre la estructura del aparato digestivo de su caballo y la función es clave para hacer un diagnóstico y proporcionar el tratamiento apropiado para los casos de cólico ( ver la Tabla: La exploración veterinaria de un caballo con cólico en esta página).

Los signos más comunes de los cólicos son dar manotazos repetidamente con una pata delantera, mirar hacia atrás en la región del flanco, curvar el labio superior y arquear el cuello, levantar repetidamente una pata trasera o cocearse en el abdomen, tumbarse, rodar de un lado a otro, sudar, estirarse como si fuera a orinar, hacer esfuerzos para defecar, distensión del abdomen, pérdida de apetito, depresión y una disminución del número de deposiciones. No es frecuente que un caballo con cólico manifieste todos estos signos. Aunque estos signos son indicadores fiables de dolor abdominal, no indican qué parte del aparato digestivo está afectada.

Cólico, caballo

El diagnóstico y el tratamiento se producen solo después de una exploración exhaustiva del caballo, incluyendo una revisión de su historial de problemas o tratamientos previos. Se deben determinar tanto la localización como la causa del cólico. La lista de posibles afecciones que causan cólico es larga (véase Causas comunes de cólico en el cuadro siguiente). Por esa razón, su veterinario puede comenzar el tratamiento basándose en el diagnóstico más probable y luego hacer un diagnóstico más específico más adelante, si es necesario o posible. La información que usted puede proporcionar incluye la duración y la velocidad de progresión del episodio de cólico, la gravedad del dolor, si se han evacuado heces y la respuesta a cualquier tratamiento proporcionado. También es importante proporcionar el historial de desparasitación del caballo (calendario, fechas de tratamiento, fármacos utilizados), cuándo fue la última vez que se le limaron los dientes, si se ha producido algún cambio en el tipo o la cantidad de alimento o suministro de agua, cualquier historial de comportamiento de cribbing, y si el caballo estaba en reposo o haciendo ejercicio cuando comenzó el episodio de cólico. La edad del caballo también es importante porque existe una serie de afecciones que son más probables a determinadas edades.

Tabla
Tabla

Tratamiento

Los caballos con cólico pueden o no necesitar cirugía. Casi todos los caballos necesitarán algún tipo de tratamiento médico, pero solo los que tienen ciertas obstrucciones mecánicas del intestino necesitan cirugía. El tipo de tratamiento viene determinado por la causa del cólico y la gravedad de la enfermedad. Si el caballo parece tener solo un dolor leve y el corazón y el sistema circulatorio están funcionando normalmente, el caballo se puede tratar usando medicación u otros métodos no quirúrgicos y la respuesta evaluada. La ecografía puede emplearse para evaluar la eficacia del tratamiento no quirúrgico en algunos casos. Si es necesario, se puede recurrir a la cirugía tanto para el diagnóstico como para el tratamiento.

Si se encuentra evidencia de obstrucción intestinal con alimentos secos y digeridos, el objetivo principal del tratamiento es rehidratar y retirar el contenido intestinal. Si el caballo tiene un dolor intenso y presenta signos que indican una pérdida de líquido del torrente sanguíneo (frecuencia cardiaca elevada y decoloración de las membranas mucosas), los objetivos iniciales del tratamiento son aliviar el dolor, restablecer el suministro de sangre a los tejidos y corregir cualquier anomalía en la composición de la sangre y los líquidos corporales (como un nivel anormal de pH o electrolitos).

Si se sospecha que hay daños en la pared intestinal, pueden administrarse medicamentos específicos para prevenir o contrarrestar los efectos nocivos de las toxinas bacterianas (llamadas endotoxinas) que salen del intestino y entran en el torrente sanguíneo. Si hay pruebas de que el episodio de cólico está causado por parásitos, uno de los primeros objetivos del tratamiento sería eliminar los parásitos.

Alivio del dolor

El dolor es leve en la mayoría de los casos de cólico, y la medicación para el dolor es todo lo que se necesita. Este es el tratamiento habitual si se cree que la causa del cólico es un espasmo del músculo intestinal o un exceso de gases en una porción del intestino. Si el dolor se debe a una afección más grave, como una torsión o un desplazamiento intestinal, algunos de los medicamentos para el dolor más fuertes pueden enmascarar los signos que serían útiles para hacer un diagnóstico. Por estas razones, siempre que sea posible se realiza una exploración física completa antes de administrar cualquier medicamento. Sin embargo, como los caballos con cólico o dolor intenso pueden autolesionarse y resultar peligrosos para las personas que están cerca, a menudo se les debe administrar primero medicamentos para el dolor. Además, muchos caballos con problemas menos graves pueden necesitar analgesia mientras los otros tratamientos surten efecto.

Su veterinario elegirá un analgésico que sea menos probable que cause efectos secundarios o cambios en la actitud del caballo. Algunos ejemplos incluyen antiinflamatorios, sedantes que también reducen el dolor y narcóticos. Aunque el alivio del dolor suele ser mediante medicamentos, el dolor puede reducirse de otras maneras. Por ejemplo, el uso de una sonda gástrica por parte del veterinario durante el diagnóstico también eliminará cualquier líquido que se haya acumulado en el estómago debido a una obstrucción del intestino delgado. La extracción de este líquido no solo alivia el dolor producido por la distensión gástrica, sino que además evita la rotura del estómago.

Tratamiento con fluidos

Muchos caballos con cólico se benefician del tratamiento con fluidos para evitar la deshidratación y para mantener el aporte sanguíneo a los riñones y otros órganos vitales. Los fluidos pueden administrarse a través de una sonda gástrica o de un catéter intravenoso, dependiendo del problema intestinal concreto. Los fluidos intravenosos pueden ser necesarios durante varios días hasta que la función intestinal haya vuelto, las concentraciones de electrolitos (sales) en sangre estén equilibradas y el caballo pueda mantener sus necesidades de líquidos bebiendo.

Protección frente a las endotoxinas bacterianas

Las endotoxinas forman parte de la capa externa de ciertas bacterias. Las endotoxinas se liberan cuando las bacterias mueren o se multiplican rápidamente. Las endotoxinas suelen estar contenidas en los intestinos, pero si el revestimiento intestinal está dañado, pueden escapar a la cavidad abdominal o al torrente sanguíneo. Las endotoxinas desencadenan entonces una respuesta inflamatoria (comúnmente llamada endotoxemia) que puede incluir fiebre, depresión, reducción de la presión arterial, alteración de la circulación sanguínea, anomalías en la coagulación de la sangre y, finalmente, la muerte. Un tratamiento es la administración de anticuerpos o medicamentos diseñados para neutralizar la endotoxina. La eficacia de este tratamiento todavía se está estudiando, y algunos estudios encuentran un beneficio y otros no. Otros tratamientos incluyen medicamentos antiinflamatorios y ciertos antibióticos. En los casos de cólico, su veterinario estará alerta para detectar daños en el revestimiento intestinal y la posibilidad de complicaciones debido a las endotoxinas.

Lubricantes intestinales y laxantes

Una causa frecuente de cólico en los caballos es la obstrucción simple del intestino grueso por alimento digerido seco, a veces mezclado con arena. En la mayoría de los casos, los lubricantes o los agentes ablandadores de heces que se administran a través de una sonda gástrica ablandan el material impactado, lo que permite su expulsión. A menudo se administran fluidos intravenosos durante este procedimiento. Por lo general, el caballo tendrá que llevar un bozal para evitar que se siga impactando el alimento mientras se ablanda la obstrucción. Los medicamentos incluyen aceite mineral, dioctilsulfosuccinato de sodio (un compuesto similar al jabón) y muciloide hidrófilo de psyllium (un ingrediente que también se encuentra en algunos productos de fibra utilizados por los humanos). Al mezclarlo con agua, el psyllium forma una masa gelatinosa que arrastra el alimento ingerido a lo largo del tracto digestivo. Se puede dar psyllium en polvo en la comida a los caballos que viven en un entorno arenoso o que desarrollan persistentemente impactaciones, según las indicaciones de un veterinario, para ayudar a evitar la impactación.

Los laxantes fuertes que estimulan las contracciones intestinales no se suelen utilizar para tratar las impactaciones y, de hecho, pueden agravar el problema. Si una impactación no comienza a resolverse en 3-5 días, puede ser necesaria una intervención quirúrgica para eliminar el material impactado.

Tratamientos antiparasitarios

Las larvas de los grandes estróngilos, especialmente Strongylus vulgaris, pueden causar cólico al interferir en el flujo de sangre a los intestinos. El uso rutinario de medicamentos antiparasitarios ha reducido la aparición de este tipo de cólico, que antes era común. Los daños intestinales causados por las larvas de pequeños estróngilos también pueden provocar cólicos, diarrea y deterioro, especialmente en los caballos jóvenes. Las infestaciones por el cestodo intestinal Anoplocephala perfoliata también se asocian con impactaciones intestinales. Los caballos con infestaciones parasitarias se tratan con antiparasitarios. Las complicaciones, como el dolor o la obstrucción intestinal, también deben tratarse adecuadamente.

Sin embargo, ocasionalmente pueden producirse impactaciones intestinales tras la administración de la medicación antiparasitaria, especialmente en caballos jóvenes con un historial inadecuado de desparasitación. Esto ocurre cuando se utilizan antiparasitarios que son muy eficaces frente a Parascaris equorum, causando que una masa de gusanos paralizados obstruya el intestino delgado. Algunos caballos afectados pueden responder al tratamiento médico (líquidos y lubricantes intestinales), mientras que otros pueden necesitar cirugía para aliviar la impactación. Su veterinario puede recomendar un programa de desparasitación apropiado para minimizar la probabilidad de que esto ocurra en otros caballos de la misma propiedad.

Cirugía

Por lo general, la cirugía es necesaria si hay una obstrucción mecánica que no puede corregirse médicamente o si la obstrucción también interfiere en el suministro de sangre intestinal. Esta última afección causa la muerte del caballo a menos que se realice una cirugía rápidamente. En ocasiones, la cirugía es necesaria para diagnosticar el problema en caballos con cólicos de larga duración que no han respondido al tratamiento médico habitual.

Los caballos con dolor intenso que no responden a los analgésicos suelen necesitar cirugía. Algunos caballos con dolor leve o moderado pueden también precisar intervención quirúrgica, una decisión que tomará su veterinario basándose en la exploración física.

Algunas de las indicaciones para la cirugía en los caballos con cólico incluyen:

  • Dolor incontrolable.

  • Más de 4 litros de líquido extraídos de la sonda gástrica.

  • No se escuchan ruidos intestinales con el estetoscopio.

  • Anomalías dentro de una muestra de líquido del abdomen.

  • Indicios de una obstrucción intestinal o desplazamiento identificado en el examen rectal.

Si la cirugía está indicada, es fundamental realizarla rápidamente para asegurar las mejores posibilidades de éxito y supervivencia. Esto suele necesitar la remisión a un cirujano equino en una instalación equipada adecuadamente. Según la causa y la extensión del daño, el cuidado después de la cirugía puede incluir fluidos intravenosos, antibióticos, anticuerpos contra endotoxinas, antiinflamatorios u otros medicamentos. Cada caballo recibe un tratamiento individualizado en función de su respuesta a la cirugía y de la aparición de posibles complicaciones.

Resultados del cólico

La tasa de supervivencia de los caballos que se someten a cirugía para tratar el cólico varía del 50 % a más del 80 %. Su veterinario puede proporcionar información sobre el posible resultado para su caballo basándose en los hallazgos de la exploración física. En general, las tasas de supervivencia son más altas para los caballos con dolor abdominal leve y son más bajas para los caballos con dolor intenso. Los caballos con los intestinos distendidos, falta de sonidos abdominales, color rojo de las mucosas o deterioro de la función cardiovascular (como la presión arterial baja) tienden a estar peor que los que no presentan estos signos.

Causas específicas de cólico y su tratamiento

El cólico puede estar causado por varios trastornos del estómago y los intestinos. Los más comunes se comentan aquí.

Causas comunes de cólico (dolor abdominal) en los caballos

  • La pared del intestino se estira excesivamente por los gases, los líquidos o los alimentos parcialmente digeridos.

  • Hay tensión en el tejido que sostiene los intestinos (mesenterio) debido a que el intestino se mueve fuera de su posición normal.

  • Hay inflamación o ulceración en el estómago o intestino.

  • Parte del intestino tiene un flujo sanguíneo reducido, la mayoría de las veces como resultado del paso de una hernia o de una torsión grave del intestino.

  • Se desarrolla una inflamación que afecta a toda la pared intestinal o a la cubierta del intestino.

  • El intestino y/o su irrigación sanguínea se han obstruido por el alimento, la arena (si los caballos se alimentan en el suelo donde el suelo es arenoso), parásitos u otros materiales extraños.

  • Se han desarrollado enterolitos (concreciones de material en forma de roca) en el intestino grueso.

  • Causas inexplicables o desconocidas.

Distensión y rotura del estómago

El exceso de gas o la obstrucción intestinal pueden causar distensión del estómago. Esto también puede estar causado por la ingestión excesiva de alimentos fermentables, como granos, hierba suculenta o pulpa de remolacha. Si no se trata, esto puede progresar rápidamente a una rotura del estómago. Los signos incluyen dolor abdominal intenso, aumento de la frecuencia cardiaca y arcadas. Una vez que el estómago se rompe, el caballo puede actuar aliviado o deprimido. El pronóstico de supervivencia suele ser excelente si la enfermedad se reconoce y se trata lo suficientemente pronto, pero la rotura del estómago es mortal.

Obstrucción del intestino delgado o grueso

Pueden aparecer signos de cólico si el intestino delgado o grueso está obstruido. El pronóstico depende de la localización y puede empeorar si el tratamiento se retrasa, por lo que el diagnóstico y el tratamiento rápidos son fundamentales.

La afección más común que causa la obstrucción del intestino delgado es la impactación (bloqueo del intestino por alimentos u otros materiales ingeridos). Se ha relacionado con la ingestión de heno Bermuda y la infestación por el cestodo Anoplocephala perfoliata. Los caballos jóvenes pueden verse afectados por la impactación del intestino delgado con parásitos ascáridos después de la desparasitación. Las intususcepciones (plegado telescópico de una sección del intestino dentro de una sección adyacente) también pueden causar obstrucciones del intestino delgado, especialmente en caballos menores de 3 años. En el intestino grueso, la causa subyacente de la obstrucción no siempre se conoce, pero también se ha relacionado con una alimentación grosera, una ingesta insuficiente de agua y dientes enfermos. En algunas áreas, la arena puede ser la causa de obstrucción intestinal y cólico. Esto es especialmente cierto si no hay suficiente pasto y el caballo se alimenta en el suelo. La arena puede acumularse en el intestino grueso y finalmente causar un bloqueo. Los caballos Morgan, Árabes y Appaloosa pueden tener un mayor riesgo de impactación del ciego en comparación con otras razas. Las impactaciones también pueden desarrollarse a causa de otras enfermedades intestinales o tras una hospitalización prolongada. Las impactaciones dentro del ciego tienden a producirse en caballos mayores de 8 años.

Los signos en los caballos con impactación del intestino delgado incluyen dolor abdominal de leve a grave, reducción de los sonidos intestinales, reflujo estomacal y aumento de la frecuencia cardiaca. Como el estado del caballo puede permanecer estable y el dolor puede ser leve al principio, muchos caballos con esta afección no se remiten inmediatamente para cirugía. La afección suele necesitar una cirugía, aunque puede responder al tratamiento con fluidos, analgésicos y aceite mineral si se identifica a tiempo. Puede producirse una falta de contracciones intestinales normales después de la cirugía. Las adherencias dentro del abdomen (véase más adelante) son otra complicación potencial.

Por el contrario, los caballos con impactación del intestino grueso pueden mostrar signos más leves y no suelen necesitar cirugía. Casi todos responden bien a la administración de laxantes, fluidos y analgésicos. Sin embargo, si la obstrucción se produce en el colon descendente, a menudo es necesaria la cirugía. El pronóstico para los caballos con impactación del colon mayor es excelente, ya que más del 95 % de los caballos sobreviven a la enfermedad. Para los caballos con impactación del ciego, la tasa de supervivencia oscila entre el 60 % y el 80 %, según se trate de forma médica o quirúrgica.

Adherencias

Las adherencias son conexiones fibrosas entre órganos dentro del abdomen. Suelen afectar al intestino delgado. Las adherencias se desarrollan en respuesta a lesiones abdominales como la cirugía, la distensión a largo plazo del intestino, la inflamación o la migración de larvas parasitarias. Pueden apretar o torcer los intestinos, provocando una obstrucción. Los signos varían desde un cólico leve y recurrente hasta un dolor intenso y continuo. El tratamiento consiste en la cirugía para extirpar el tejido fibroso y la porción afectada del intestino. También se administran medicamentos para tratar de reducir la formación de nuevas adherencias. Sin embargo, las adherencias suelen recidivar y el pronóstico a largo plazo de los caballos con adherencias extensas es malo.

Inflamación del intestino delgado

La inflamación de la primera parte del intestino delgado es una afección poco conocida de los caballos. La afección tiene varios nombres, como enteritis-yeyunitis proximal, enteritis anterior y duodenitis-yeyunitis. Se ha descrito en el sudeste y nordeste de EE. UU., así como en Inglaterra y la Europa continental. Puede haber líquido o hemorragia dentro de la pared intestinal o muerte tisular en los casos más graves. La afección era más común en los EE. UU. en la década de 1980, pero ahora ocurre con menor frecuencia y gravedad.

El signo más común de este trastorno es el dolor abdominal de diverso grado. El tratamiento puede ser médico (como la colocación de una sonda gástrica y la administración de fluidos, analgésicos y otros fármacos) o quirúrgico. Aproximadamente la mitad de los casos son mortales. La laminitis, o inflamación del casco, es una complicación común que se da en aproximadamente el 25 % de los caballos afectados.

Lipomas

El cólico causado por lipomas (tumores grasos benignos) se observa a veces en caballos de más de 10 años. Si el tumor está adherido por un tallo al tejido conectivo en el abdomen, entonces puede envolver una parte del intestino, cortando su suministro de sangre. Los signos pueden incluir depresión y dolor abdominal intenso, con un rápido empeoramiento de la afección. El tratamiento requiere la extirpación del tumor mediante cirugía, junto con cualquier sección dañada del intestino. Si el problema se detecta temprano, el pronóstico es bueno, pero si la cirugía no se realiza antes de que los signos estén avanzados, las posibilidades de recuperación son de regulares a malas.

Torsión o desplazamiento del intestino delgado o grueso

La torsión de los intestinos (vólvulo) se produce cuando el intestino gira alrededor de su unión a la pared abdominal. Esto reduce el aporte sanguíneo al intestino, provocando el cólico. Los caballos con esta afección están doloridos y tienen una frecuencia cardiaca elevada. La deshidratación rápida está causada por el movimiento de líquido hacia el estómago y el intestino. El estado del caballo puede empeorar rápidamente.

Algunas porciones del intestino delgado pueden quedar atrapadas en las rentas mesentéricas (defectos en el tejido conectivo que conecta el intestino con la pared del cuerpo) o en el foramen epiploico (una abertura natural entre el hígado y los principales vasos sanguíneos abdominales). Los signos pueden ser vagos y pueden variar de un dolor leve a intenso. Estos atrapamientos requieren cirugía para corregirlos. Si la cirugía se realiza rápido, el pronóstico es bueno. Sin embargo, la vaguedad de los signos puede retrasar la cirugía y empeorar el pronóstico.

Puede producirse un desplazamiento, sin torsión, del intestino grueso que también provoca obstrucción. Un desplazamiento dorsal izquierdo se produce cuando parte o todo el colon izquierdo se desplaza sobre el ligamento nefroesplénico (una unión anatómica entre el riñón y el bazo). Un desplazamiento dorsal derecho se produce cuando el colon izquierdo queda atrapado entre el ciego y la pared del cuerpo. Una porción del colon también puede estar retorcida en algunos de estos caballos. Los caballos con desplazamientos del intestino grueso no suelen empeorar tan rápidamente como los que presentan torsión.

Los desplazamientos del intestino grueso a menudo se pueden tratar con tratamiento médico. Dependiendo de la localización del colon, el tratamiento puede incluir la retención de alimentos, la administración de fluidos y analgésicos, trotar o hacer rodar al caballo u otros medicamentos. La cirugía también puede ser necesaria para recolocar el colon, especialmente si el dolor es intenso o si hay torsión.

La torsión de los intestinos requiere cirugía para corregir la posición del intestino. La extirpación de parte del intestino también puede ser necesaria si se ha visto afectado por una falta de aporte sanguíneo durante demasiado tiempo. El pronóstico de recuperación es bueno si la afección se detecta y se trata poco después de su aparición. Las adherencias (véase anteriormente) pueden ser una complicación, especialmente si la enfermedad es prolongada. El vólvulo del colon mayor puede recidivar hasta en el 20 % de los casos, pero la realización de una colopexia (un procedimiento quirúrgico que une el colon a la pared abdominal) puede reducir la recidiva.

Hernia inguinal

Las hernias inguinales (comúnmente conocidas como hernias escrotales) se producen cuando el intestino pasa del abdomen al canal inguinal que conecta los testículos con el abdomen. Se producen en los caballos machos, por lo general después de la cría, de un traumatismo o de un duro entrenamiento. Si la abertura inguinal es lo suficientemente grande, parte del intestino puede quedar atrapada y causar cólico. Las hernias parecen ser más comunes en los caballos de Paso de Tennessee, en los Silla Americanos y en los Standardbreds. Si la afección ha estado presente durante más de unas pocas horas, el estado del caballo empeora rápidamente. Un veterinario puede empujar la hernia hacia atrás a través de la pared abdominal (lo que se denomina reducción de la hernia) si se ha producido en las últimas horas. De lo contrario, la cirugía es el tratamiento habitual y puede requerir la extirpación del testículo del lado afectado, junto con una porción del intestino si está demasiado dañado. Las posibilidades de supervivencia parece depender de la raza del caballo; los Standardbred tienen un buen pronóstico, los de Paso de Tennessee, de regular a malo. Supuestamente, esto se debe a que los sementales de Paso de Tennessee con hernias inguinales muestran pocos signos de dolor, lo que puede retrasar el reconocimiento del problema y el tratamiento.

Enterolitos (piedras intestinales)

Los enterolitos son masas duras compuestas por cristales de fosfato amónico de magnesio que se forman alrededor de un cuerpo extraño (como un trozo de alambre, una piedra o un clavo) en el intestino grueso de los caballos. Los enterolitos pueden verse solos o en grupos y se suelen encontrar en caballos de ciertas partes de los EE. UU., incluyendo California, el sudoeste, Indiana y Florida. La mayoría de los caballos con enterolitos tienen alrededor de 10 años; los caballos menores de 4 años rara vez se ven afectados. Los enterolitos se observan con frecuencia en los caballos Árabes. Un factor común asociado a la formación de enterolitos puede ser el consumo de heno de alfalfa, que da lugar a un pH más elevado y a un aumento de las concentraciones de calcio, magnesio y azufre en el colon mayor.

Muchos caballos con esta afección tienen un historial de cólicos recurrentes, lo que puede indicar que los enterolitos han causado una obstrucción parcial o temporal del intestino grueso. Según la localización del enterolito, el caballo puede presentar un dolor intenso. Las frecuencias cardiaca y respiratoria aumentan y las membranas mucosas pueden estar pálidas o rosadas. Por lo general, la distensión intestinal es evidente para el veterinario en el examen rectal, pero la masa no se suele poder palpar. En las zonas en las que el problema es frecuente se pueden utilizar radiografías para identificar los enterolitos.

El tratamiento consiste en una cirugía para descomprimir el intestino y extraer las piedras. El pronóstico es excelente. Las clínicas veterinarias en áreas donde esta afección se da con frecuencia describen tasas de supervivencia del 95 %.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre el cólico en los caballos.