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Traumatismos de los tejidos blandos de la boca en pequeños animales

PorAlexander M. Reiter, Dipl. Tzt., DEVDC, DAVDC
Revisado/Modificado may 2014

Lesiones por masticación

Una lesión proliferativa y verrucosa a lo largo del plano de mordida de la mejilla o de la región sublingual puede ser el resultado de un autotraumatismo cuando el tejido queda atrapado entre los dientes durante la masticación. La extirpación quirúrgica del tejido sobrante previene traumatismos adicionales.

Quemaduras orales

No son raras las quemaduras térmicas, químicas o eléctricas en la boca. El animal debe ser evaluado y tratado por afectación sistémica, que podría llegar a ser mortal (edema pulmonar neurogénico). La lengua, los labios, las mejillas, la mucosa labial y bucal y el paladar se ven frecuentemente afectados por las quemaduras eléctricas. Las lesiones pueden ser leves, con solo una molestia temporal, o pueden ser destructivas, con pérdida de tejido, formación de cicatrices y posterior deformidad o déficit tisular. Masticar un cable eléctrico es un problema más frecuente en gatitos, cachorros y conejos de compañía. Estos animales a menudo tienen una cicatriz lineal a través del dorso de la lengua, que indica la trayectoria del cable eléctrico. Una o ambas comisuras labiales pueden tener una cicatriz o una herida, y las muelas carniceras adyacentes pueden estar descoloridas y finalmente requerir tratamiento endodóntico.

El propietario puede haber observado el incidente, pero lo más común es que ocurra en ausencia del propietario. El animal duda a la hora de comer o beber, presentando sialorrea y resintiéndose cuando se le toca la boca o la cara. Si la destrucción tisular es marcada, puede desarrollarse una estomatitis ulcerosa o gangrenosa, con infecciones bacterianas secundarias. Si se ha producido un contacto reciente con una sustancia química alcalina corrosiva, se debe lavar la boca con soluciones suaves de vinagre o jugo de cítricos; si la sustancia química es ácida, se debe utilizar una solución de bicarbonato de sodio. El enjuague abundante de la boca con agua ayuda a eliminar algunas de las sustancias químicas. Lo más habitual es que el animal se examine mucho después de la exposición, por lo que la neutralización puede no ser eficaz. Debe cortarse y/o lavarse el pelo si se sospecha que es una fuente continua de sustancia química que causó las lesiones cáusticas de la mucosa.

Los animales que tienen la mucosa oral inflamada sin defectos tisulares no requieren ningún tratamiento de apoyo específico, salvo una dieta blanda o líquida hasta que la lesión haya sanado. Si la lesión tisular es muy extensa, el tratamiento consiste en el lavado con una solución diluida de clorhexidina y un desbridamiento conservador del tejido. El riesgo de infección secundaria debe ser reducido a un mínimo con tratamiento antibiótico sistémico durante varios días.