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Fístula perianal en perros

PorAlex Gallagher, DVM, MS, DACVIM-SAIM
Última revisión/modificación oct 2020

Las fístulas perianales son más comunes en los pastores alemanes, pero también ocurren en otras razas. Los signos clínicos incluyen dificultad para defecar, incontinencia, mordedura y lamido de la zona perianal y secreción purulenta. El diagnóstico se basa en la exploración física y descartando otras causas de los signos. La ciclosporina es el tratamiento de elección.

La fístula perianal, también denominada forunculosis anal, se caracteriza por la presencia de tractos sinusales crónicos, purulentos, malolientes y ulcerados en los tejidos perianales. Es más común en los Pastores Alemanes o en cruces de pastores, pero también puede observarse en otras razas como el Setter Irlandés y el Labrador Retriever. Afecta con mayor frecuencia a perros de mediana edad y no se ha descrito en gatos.

Etiología y patogenia de la fístula perianal en perros

La causa se desconoce, pero se sospecha que implica un mecanismo inmunomediado con una predisposición genética. Una cola de base ancha con porte bajo puede predisponer a la infección bacteriana y a la inflamación crónica de la piel perianal, pero esto es probablemente un factor contribuyente y no una causa de fístulas perianales. Las fístulas están tapizadas por un tejido inflamatorio crónico y pueden extenderse hasta la luz del recto y el ano. La infección debe tratarse sin demora, porque puede llegar a estructuras más profundas y afectar al esfínter anal externo.

Hallazgos clínicos de la fístula perianal en perros

Los signos clínicos de la fístula perianal incluyen:

  • tenesmo

  • disquecia

  • Diarrea.

  • estreñimiento

  • incontinencia fecal

  • secreción purulenta de la región perianal

La incomodidad causada por la afección puede dar lugar a mordeduras y lamidos de la región perianal. El dolor también puede causar depresión generalizada o cambios de actitud y anorexia. Cuando la afección se vuelve crónica, puede producirse una estenosis anorrectal.

Diagnóstico de la fístula perianal en perros

  • Basado en la exploración física y descartando otras causas de los síntomas

Además de la reseña y la anamnesis, la exploración física, incluido el tacto rectal, es un medio primario de diagnóstico de la fístula perianal. Se deben descartar otras causas de fistulización (p. ej., enfermedad del saco anal, neoplasia). Puede ser necesario un cultivo bacteriano para identificar los microorganismos que causan una infección secundaria. Rara vez está indicada la biopsia de tejido.

Tratamiento de la fístula perianal en perros

  • La ciclosporina es el tratamiento de elección.

El tratamiento médico es el principal modo de tratamiento de la fístula perianal. La ciclosporina (2-10 mg/kg, PO, cada 12-24 h, con monitorización) es el fármaco de elección. Las dosis más altas pueden estar asociadas con un mejor resultado. Después de la resolución completa de las lesiones (por lo general, 8-12 semanas), la ciclosporina se reduce a la dosis menos eficaz que evita la recidiva, que es frecuente después de suspender el tratamiento. El uso simultáneo de ketoconazol permite una dosis menor de ciclosporina y puede reducir el coste del tratamiento.

El tacrolimús (pomada al 0,1 % aplicada tópicamente 1 o 2 veces al día) puede usarse para tratar lesiones leves o como tratamiento a largo plazo después de la resolución de lesiones más graves. Los antimicrobianos pueden ser necesarios para tratar infecciones secundarias, pero no son eficaces como tratamiento primario o único para las fístulas perianales.

Se ha descrito el uso de células madre mesenquimatosas derivadas de células madre embrionarias humanas inyectadas en fístulas perianales en perros. Los seis perros que no respondieron al tratamiento con ciclosporina experimentaron una resolución de las lesiones, y dos perros tuvieron una recidiva a los 6 meses de la inyección.

Los ablandadores de heces y los analgésicos pueden ser beneficiosos en perros con tenesmo significativo, disquecia o estreñimiento.

A pesar de que una vez fue el pilar del tratamiento, la cirugía se suele reservar solo para los casos refractarios al tratamiento médico. Los procedimientos potenciales incluyen la escisión en bloque, la saculectomía anal, la criocirugía y la amputación de la cola. Las complicaciones de la cirugía pueden incluir dehiscencia de la herida, incontinencia fecal, estenosis anal, persistencia de signos clínicos y recidiva de fístulas.

Puntos clave

  • Las fístulas perianales son una enfermedad inmunomediada compleja que afecta principalmente a los pastores alemanes.

  • El pilar del tratamiento es la ciclosporina, que puede ser necesaria a largo plazo para evitar la recidiva.

  • La cirugía ya no se recomienda excepto en los casos refractarios al tratamiento médico.

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