En animales con estasis biliar, los constituyentes biliares no absorbibles (sales biliares, fosfolípidos, glucoproteínas y colesterol) están sujetos a concentración o dilución cuando el agua y los electrolitos inorgánicos (sodio, cloruro, bicarbonato) son reabsorbidos o añadidos por el epitelio biliar.
La obstrucción del conducto biliar extrahepático (EHBDO) puede producir un síndrome de "bilis blanca" de la vesícula biliar que refleja la exclusión de los pigmentos de bilirrubina liberados por la bilis hepática. Este fenómeno se coordina con una obstrucción de la vesícula biliar a nivel del conducto cístico o de los conductos hepáticos.
La estasis del flujo biliar también puede dar lugar a la deshidratación de la bilis, que culmina con el desarrollo de una bilis espesa o fangosa patológicamente. Este cambio físico evoluciona a bilis de color verde oscuro a negro con una textura arenosa en un árbol biliar sin obstrucciones.
El desarrollo del síndrome del mucocele de la vesícula biliar (MVB) en perros refleja la dismotilidad de la vesícula biliar como un proceso patógeno primario. En este síndrome, la retención y deshidratación de la bilis de la vesícula biliar y la sobreproducción local de mucina por el epitelio de la vesícula biliar están ancladas a las frondas de la mucosa y a las lesiones quísticas de la mucosa. Las propiedades viscoelásticas de la mucina enredada y atrapada desarrollan una viscosidad gomosa que varía de oscura y granular (temprana) a pálida y gomosa (madura). La estasis biliar en los conductos biliares obstruidos puede dar lugar a la desconjugación de la bilirrubina, un proceso que reduce la solubilidad en agua de la bilirrubina y favorece la precipitación de cristales de bilirrubinato de calcio.
El bilirrubinato de calcio contribuye a la consistencia arenosa de la bilis retenida. La coleresis (aumento del flujo biliar) produce bilis acuosa y diluida y es un objetivo terapéutico en los trastornos asociados con la estasis biliar. Los animales tratados con ácido ursodesoxicólico (en ausencia de obstrucción del conducto biliar) pueden mostrar bilis líquida oscura o verde clara.
Síndromes asociados con bilis inusual
Puede encontrarse bilis blanca en animales con estructuras biliares extrahepáticas desprovistas de bilis hepática pigmentada con bilirrubina. La mayoría de las veces esto ocurre con la interrupción u obstrucción del flujo de bilis hepática pigmentada hacia el conducto biliar común o la vesícula biliar. La producción excesiva de mucina por el epitelio biliar inflamado o irritado contribuye de forma importante a la acumulación de líquido.
En algunos casos, la inflamación purulenta aporta un aspecto blanco de la bilis en ausencia de una obstrucción completa del flujo biliar. En consecuencia, la bilis blanca debe examinarse citológicamente lo antes posible para fundamentar las consideraciones de tratamiento actuales.
La bilis blanca también debe cultivarse en busca de bacterias aerobias y anaerobias por temor a una posible complicación de la infección. Otras causas menos frecuentes de bilis blanca son la ductopenia difusa de los conductos biliares pequeños, que se encuentra con mayor frecuencia en gatos en las fases terminales de la colangiohepatitis linfocitaria, y la presentación de un quiste de colédoco, confundido con una estructura principal del conducto biliar. Los quistes del colédoco son malformaciones en forma de apéndice del conducto biliar común que pueden ser grandes y estar orientadas lateralmente al conducto biliar común. Aunque se suelen infectar, también pueden estar llenos de secreciones biliares mucinosas. Algunos perros con MVB muestran un conglomerado gelatinoso cargado de mucina, gomoso y no pigmentado que llena la totalidad de la luz de la vesícula biliar, con solo escasos pigmentos de bilirrubina.
La bilis de la vesícula biliar negra o verde oscura representa una bilis espesa pigmentada con bilirrubina que a menudo tiene una sensación arenosa debido al bilirrubinato de calcio. Este tipo de bilis se encuentra con mayor frecuencia en perros con dismotilidad de la vesícula biliar antes del desarrollo del MVB y en perros con anemia hemolítica crónica. Ocasionalmente, los restos biliares espesados de color negro o verde oscuro reflejan una hemobilia intermitente. En los gatos con colangiohepatitis también se observa bilis vesicular espesa de color verde oscuro a negro, supuestamente asociada a alteraciones de la motilidad de la vesícula biliar y a una propensión a la precipitación de bilirrubinato cálcico.
En los animales con este cambio biliar durante una intervención quirúrgica, es necesario limpiar el árbol biliar extrahepático de la bilis oscura congelada. Experimentalmente, la alimentación de los perros con una dieta litogénica, deficiente en metionina, baja en proteínas y alta en colesterol provocó el desarrollo de colelitos de bilirrubinato de calcio pigmentados de color verde oscuro. Estos se asociaron con concentraciones incrementadas de ácidos biliares no conjugados. Se ha demostrado que esta dieta provoca una deficiencia crónica de taurina que se cree que compromete la conjugación de ácidos biliares. Sin embargo, la suplementación con taurina no pudo revertir el síndrome; solo la suplementación con metionina corrigió el trastorno.
