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Principios del tratamiento de la enfermedad gastrointestinal en animales

PorAlex Gallagher, DVM, MS, DACVIM-SAIM
Revisado/Modificado oct 2020

See also page Farmacoterapia sistémica del aparato digestivo y ver El aparato digestivo de los rumiantes.

Si se identifica una causa conocida de la enfermedad gastrointestinal, se debe realizar un tratamiento específico, si está disponible, para tratar el proceso patológico subyacente. La terapia específica puede incluir:

  • antimicrobianos

  • antihelmínticos

  • antifúngicos

  • antídotos de toxinas

  • fármacos inmunosupresores o antiinflamatorios

  • terapia dietética

  • corrección quirúrgica.

En los casos en los que no se identifica una causa subyacente o no se dispone de un tratamiento específico, el tratamiento se centra en los cuidados de apoyo. Este es el caso más frecuente en las enfermedades gastrointestinales agudas que pueden ser autolimitantes. El tratamiento de apoyo puede incluir:

  • terapia de reemplazo de líquidos y electrolitos

  • Antieméticos.

  • procinéticos

  • descompresión gástrica por intubación orogástrica o nasogástrica

  • analgésicos

  • antimicrobianos para la translocación bacteriana secundaria

Las anomalías del microbioma gastrointestinal pueden ser la causa principal de una enfermedad gastrointestinal o ser secundarias a otro proceso patológico. El restablecimiento de un microbioma normal puede ayudar a resolver la enfermedad gastrointestinal. La reconstitución del microbioma ruminal se debe hacer en situaciones en las que pueda estar seriamente reducido (p. ej., en la anorexia prolongada o en la indigestión aguda). El trasplante de microbiota se lleva a cabo mediante la administración oral de contenido ruminal proveniente de un animal sano, que contenga microbiota normal y ácidos grasos volátiles. En los gatos y en los perros, la manipulación del microbioma usando prebióticos, probióticos o simbióticos puede ser beneficiosa en enfermedades agudas y crónicas. El trasplante de microbioma fecal de un donante sano por vía oral o transrectal puede ser beneficioso en algunas enfermedades agudas y crónicas en gatos y perros, incluidas las infecciones por parvovirus, que no responden a antibióticos, las infecciones por Clostridium perfringens y las enteropatías crónicas.

Para más información

  • Consulte también la información para propietarios sobre los trastornos digestivos en gatos, perros y caballos.