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Parásitos gastrointestinales de las ovejas y cabras

PorMark T. Fox, BVetMed, PhD, DEVPC, FHEA, MRCVS
Última revisión/modificación sept 2014

Muchas especies de nematodos y cestodos producen gastritis y enteritis parasitarias en ovejas y cabras. Las más importantes son Haemonchus contortus, Teladorsagia (Ostertagia) circumcincta, Trichostrongylus axei, especies intestinales de Trichostrongylus spp, Nematodirus spp, Bunostomum trigonocephalum y Oesophagostomum columbianum. Cooperia curticei, Strongyloides papillosus, Trichuris ovis y Chabertia ovina también pueden ser patógenos para las ovejas; estas y otras especies relacionadas se analizan en parásitos gastrointestinales en ganado vacuno ( ver Parásitos gastrointestinales del ganado vacuno).

Haemonchus, Ostertagia y Trichostrongylus spp

Los principales parásitos gástricos de las ovejas y cabras son Haemonchus contortus, Teladorsagia (Ostertagia) circumcincta, Ostertagia trifurcata, Trichostrongylus axei ( ver Parásitos gastrointestinales del ganado vacuno), y, en algunas regiones tropicales, Mecistocirrus digitatus. Puede ocurrir la transmisión cruzada de Haemonchus entre ovejas y ganado vacuno, pero no tan fácilmente como la transmisión entre especies homólogas. Las ovejas son más sensibles a las especies que afectan al ganado vacuno que viceversa. Para las descripciones y ciclo biológico, ver Haemonchus, Ostertagia y Trichostrongylus spp.

Haemonchus es más común en las áreas tropicales o subtropicales o en aquellas con lluvias en verano; en cambio, Ostertagia y T axei son más comunes en las áreas con invierno más frío y que reciben lluvias. Estas últimas predominan en zonas templadas.

La hemoncosis ovina puede clasificarse como hiperaguda, aguda o crónica. En la enfermedad hiperaguda, la muerte puede producirse a la semana de una infestación masiva, sin signos destacables. La enfermedad aguda está caracterizada por una anemia grave acompañada de edema generalizado; la anemia también es característica de la infestación crónica, frecuentemente causada por un número reducido de parásitos y se acompaña de pérdida progresiva de peso. La diarrea no es un signo de infestación por Haemonchus puro; las lesiones son las asociadas con anemia. En los casos en que hay diarrea, puede haber una infección mixta con otros géneros de vermes. El abomaso está edematoso y, en la fase crónica, el pH gástrico se eleva, lo que causa disfunción abomasal. Las ovejas adultas pueden sufrir infestaciones masivas, incluso mortales, especialmente durante la lactación.

Las lesiones, patogenia y signos clínicos de las infestaciones por Ostertagia y T axei son similares a los de las infestaciones correspondientes del ganado vacuno. Incluso en la infestación subclínica causa depresión del apetito, trastornos de la digestión gástrica y una reducción en la utilización de la energía metabolizable y de proteínas. Ostertagia es el principal género implicado en la elevación periparto del recuento fecal de huevos en ovejas y las infestaciones masivas pueden causar diarrea y disminución de la producción láctea. Esta excreción de huevos sirve como fuente principal de contaminación para los corderos. El mismo tipo de inhibición del desarrollo registrado en el ganado vacuno se ha observado con Ostertagia y Haemonchus en las ovejas.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Tricostrongilosis intestinal

El ciclo biológico de Trichostrongylus(T colubriformis, T vitrinus y T rugatus) es directo. Las larvas en desarrollo se entierran superficialmente en las criptas de la mucosa, donde alcanzan la fase adulta productora de huevos en 18-21 días.

Los signos principales son anorexia, diarrea persistente y pérdida de peso. La atrofia de las vellosidades (o retraso en el crecimiento de las vellosidades) da lugar a trastornos digestivos y malabsorción; la pérdida de proteínas se produce a través de la mucosa dañada. No hay lesiones diagnósticas; para evaluar la afección se debe hacer un recuento total de nematodos.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Bunostomum y Gaigeria spp

Los adultos de Bunostomum trigonocephalum (anquilostoma) se encuentran en el yeyuno. El ciclo biológico y los hallazgos clínicos son esencialmente iguales a los observados en los anquilostomas del ganado vacuno ( ver Bunostomum sp), con tan solo 100 nematodos que causan signos clínicos. Gaigeria pachyscelis se encuentra en África y Asia y se asemeja a Bunostomum en el tamaño y la forma (2-3 cm). Las larvas de G pachyscelis infestan al hospedador solo por penetración cutánea. G pachyscelis es un hematófago voraz y probablemente sea el anquilostoma más patógeno.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Nematodirus spp

Las especies de Nematodirus observadas en el intestino delgado de las ovejas son similares en cuanto a morfología y ciclo biológico a N helvetianus ( ver Nematodirus spp). Las infestaciones clínicas son de importancia considerable en Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia, donde la mortalidad en corderos puede alcanzar un 20 % en los rebaños afectados si los animales no son tratados. Los parásitos son además endémicos en algunas partes de las Montañas Rocosas en EE. UU., donde a veces pueden causar enfermedad clínica en corderos.

En las áreas donde son frecuentes las infestaciones clínicas, la enfermedad tiene una pauta estacional característica. Muchos de los huevos excretados por los corderos afectados permanecen latentes durante todo el resto de la temporada de pastos y en el invierno, apareciendo números elevados de larvas al principio de la temporada del siguiente año. Por lo tanto, los corderos de una temporada contaminan los pastos para los corderos de la siguiente; afortunadamente el ciclo biológico puede interrumpirse si se evita usar la misma zona para pastos cada año. La mayoría de las infestaciones clínicas ocurren en corderos de 6-12 semanas de vida.

N battus está presente en Reino Unido y otras partes de Europa y se ha descrito también en América del Norte. Los huevos eclosionan después de un periodo frío seguido de un aumento en la temperatura ambiente hasta una media día/noche de 10 °C. Esto ocurre al final de la primavera en las regiones templadas. Los requisitos para la eclosión hacen que por lo general haya una generación de N battus por año, aunque en el Reino Unido se han descrito ocasionalmente brotes en otoño. El parásito puede ser altamente patógeno, porque un gran número de larvas eclosionan en un periodo corto en un momento en que los corderos jóvenes están comenzando a ingerir cantidades significativas de hierba. La enfermedad puede estar asociada con el desarrollo de las fases larvarias y puede aparecer en las 2 semanas posteriores a la exposición, durante el periodo prepatente (15 días). Otras Nematodirus spp se encuentran con frecuencia en regiones de pocas precipitaciones (p. ej., el Karroo en Sudáfrica y el interior de Australia), donde rara vez se observan otros parásitos.

La nematodirosis se caracteriza por su aparición brusca, "pérdida del aspecto saludable", bajo rendimiento, diarrea profusa y deshidratación marcada, y la muerte se produce a los 2-3 días de comenzado el brote. La nematodirosis normalmente está restringida a los corderos lactantes o destetados, pero en los países con pocas lluvias, donde los brotes son esporádicos, las ovejas adultas pueden presentar infestaciones masivas. Las lesiones suelen ser deshidratación y enteritis catarral leve, pero puede producirse también inflamación aguda de todo el intestino delgado. Los recuentos de ≥10 000 nematodos, junto con los signos característicos y la historia, son indicativos de infestaciones clínicas. Los corderos afectados pueden excretar numerosos huevos, que pueden identificarse fácilmente; sin embargo, como el comienzo de la enfermedad puede preceder a la maduración de los parásitos hembras, no es un hallazgo constante.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Oesophagostomum sp

El gusano nodular de las ovejas, Oesophagostomum columbianum, tiene una morfología y un ciclo biológico similares a los de los gusanos nodulares del ganado vacuno ( ver Oesophagostomum sp).

La diarrea se suele desarrollar durante la segunda semana de infestación. Las heces pueden contener un exceso de moco, así como estrías de sangre. A medida que progresa la diarrea, las ovejas afectadas se van emaciando y debilitando. Estos signos clínicos frecuentemente mejoran hacia el final del periodo prepatente, pero la presencia continua de numerosos nematodos adultos puede causar una infestación crónica, cuyos signos pueden no desarrollarse durante varios meses. Las ovejas se debilitan, pierden peso a pesar de tener buen apetito y muestran periodos intermitentes de diarrea y estreñimiento.

A medida que se desarrolla la inmunidad, se forman nódulos alrededor de las larvas, que pueden caseificarse y calcificarse. La formación de nódulos suele ser más pronunciada en las ovejas que en el ganado vacuno. Las ovejas afectadas presentan una marcha rígida y a menudo tienen el lomo arqueado. En los casos graves pueden desarrollarse estenosis e intususcepción. El diagnóstico es difícil durante el periodo prepatente y se debe basar principalmente en los signos clínicos.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Chabertia sp

Los parásitos adultos lesionan gravemente la mucosa del colon, causando congestión, ulceración y pequeñas hemorragias. Las ovejas infestadas tienen problemas en el desarrollo; las heces son blandas, contienen mucho moco y pueden estar manchadas de sangre. La inmunidad se desarrolla rápidamente y los brotes se observan solamente en condiciones de estrés intenso.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Strongyloides sp

Las infestaciones masivas por nematodos adultos causan una enfermedad similar a la tricostrongilosis. La infestación se suele producir por penetración cutánea, pero también puede transmitirse por la leche. La lesión cutánea en el espacio interdigital, causada por las larvas que penetran a través de la piel, es similar en las primeras etapas al pedero y puede ayudar a la penetración de los agentes causales de este último. La mayoría de las infestaciones son transitorias y carecen de consecuencias.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Trichuris spp

Las infestaciones masivas por estos gusanos látigo no son comunes, pero pueden aparecer en corderos muy pequeños o en condiciones de sequía cuando las ovejas reciben grano en el suelo. Los huevos son muy resistentes. Se observan congestión y edema de la mucosa cecal, acompañados de diarrea y bajo rendimiento.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.

Cestodos

Durante mucho tiempo se ha debatido la patogenicidad de Moniezia expansa en las ovejas. Muchas observaciones previas, que asociaban esta infestación con diarrea, emaciación y pérdida de peso, no diferenciaban exactamente entre las infestaciones por cestodos y las causadas por algunos nematodos pequeños (p. ej., Trichostrongylus colubriformis). Los cestodos son relativamente apatógenos, aunque las infestaciones masivas pueden causar bajo rendimiento y trastornos gastrointestinales. El diagnóstico se puede establecer encontrando segmentos individuales (que son mucho más anchos que largos) en las heces o sobresaliendo del ano o bien demostrando los huevos característicos en el análisis coprológico. El ciclo biológico implica un ácaro oribátido que vive en la hierba de los pastos. El periodo prepatente en ovejas es de 6-7 semanas. Las infestaciones son estacionales, de acuerdo con la actividad de los ácaros, e inusuales en animales mayores de ~4-5 meses de edad.

Thysanosoma actinioides, la "tenia con flecos", habita en el intestino delgado y los conductos biliares y pancreáticos. Se encuentra comúnmente en ovejas del sur y oeste de EE. UU. y también de América del Sur. Aunque no se ha asociado con enfermedad clínica, tiene importancia económica por el decomiso de los hígados que presentan cestodos en el conducto biliar.

Para el diagnóstico, tratamiento y control, ver Parásitos gastrointestinales de los rumiantes y siguientes.