La pleuroneumonía es una infección respiratoria grave causada por Actinobacillus pleuropneumoniae. Los signos clínicos incluyen fiebre, anorexia, renuencia a moverse, dificultad respiratoria y muerte súbita. El diagnóstico se confirma por cultivos bacterianos. Los animales enfermos pueden tratarse con antibióticos, pero el control se consigue mediante la eliminación de las bacterias en los animales de cría.
La pleuroneumonía es una enfermedad respiratoria grave y contagiosa, principalmente de cerdos jóvenes (≤ 6 meses de edad), aunque en un brote inicial también pueden estar afectados los animales adultos. La enfermedad es de desarrollo brusco, curso corto y morbilidad y mortalidad elevadas. Se da en el mundo entero y aparentemente su incidencia se halla en aumento, aunque algunos informes sugieren que la gravedad está declinando en los países en los que lleva tiempo establecida.
Etiología de la pleuroneumonía en cerdos
El microorganismo causal de la pleuroneumonía es Actinobacillus pleuropneumoniae. Históricamente, los serotipos 1, 5 y 7 han sido prevalentes en EE. UU. La transmisión se produce principalmente por contacto de hocico con hocico, y muchos cerdos recuperados son portadores. Los signos clínicos se desarrollan en las siguientes 4-12 h en las infecciones experimentales. La transmisión por aerosol es limitada.
Hallazgos clínicos de pleuroneumonía en cerdos
La aparición de la pleuroneumonía es súbita y, en las explotaciones no infectadas previamente, la difusión es rápida. A algunos cerdos se les puede encontrar muertos sin haber mostrado signos clínicos previos. La dificultad respiratoria es grave; hay "latidos violentos" y a veces respiración con la boca abierta con descarga nasal y oral espumosa, manchada de sangre. Son signos característicos la fiebre hasta 41,5 °C, la anorexia y la disminución del movimiento.
Aunque principalmente es una enfermedad de los cerdos en crecimiento, la infección con A pleuropneumoniae puede ser mortal en los adultos o causar abortos. El curso de la enfermedad varía de hiperagudo a crónico. La morbilidad puede alcanzar el 50 % y, en los casos no tratados, la mortalidad es elevada. Los sobrevivientes suelen presentar tasas reducidas de crecimiento y tos persistente.
Una vez establecida en la explotación, la enfermedad puede ser evidente solo como causa de una reducción de la tasa de crecimiento y pleuritis en el matadero, aunque pueden producirse exacerbaciones agudas de la enfermedad. Sin embargo, las lesiones graves no siempre se acompañan de signos clínicos igualmente graves. Esto puede derivar en la muerte durante el traslado y el rechazo de la canal. Es común la infección concomitante con micoplasma, pasteurellae, síndrome porcino reproductivo y respiratorio o virus de la influenza porcina.
Lesiones
Cortesía del Dr. Bruce Lawhorn.
La neumonía es normalmente bilateral. La lesión característica es una neumonía fibrinonecrótica y hemorrágica grave junto a una pleuritis fibrinosa. La pericarditis y la pleuritis fibrinosa pueden ser graves. En los casos agudos, los pulmones están oscuros e hinchados y supuran líquido sanguinolento de la superficie de corte; pueden estar presentes bullas hemorrágicas, incluso necróticas, de tamaño variable. La tráquea puede contener espuma manchada de sangre. En los casos crónicos, las lesiones están más organizadas y localizadas. Las lesiones extratorácicas son raras.
Diagnóstico de la pleuroneumonía en cerdos
Basado en los síntomas clínicos y confirmado por serología o cultivo bacteriano
El comienzo explosivo de la enfermedad es sugerente y, cuando esto se combina con signos clínicos y lesiones macroscópicas, a menudo se justifica un diagnóstico presuntivo de pleuroneumonía. Las infecciones concomitantes, p. ej., con pasteurellae, pueden complicar el diagnóstico. En las explotaciones que han estado previamente expuestas y han desarrollado cierto grado de inmunidad, el patrón puede ser menos distintivo. Se han usado muchas pruebas serológicas, incluida la fijación del complemento y el método ELISA, para confirmar un diagnóstico en la explotación o identificar a los portadores, pero los resultados no siempre son claros. El diagnóstico definitivo se basa en el aislamiento e identificación de A pleuropneumoniae, un cocobacilo gramnegativo que requiere la suplementación con factor V (NAD) para su crecimiento. Una colonia cebadora de Staphylococcus aureus puede proporcionar el factor necesario. La prueba de PCR también está disponible y proporciona una mayor sensibilidad que el cultivo bacteriológico.
Tratamiento y control de la pleuroneumonía porcina
Los animales enfermos pueden tratarse con antibióticos inyectables
La eliminación del microorganismo es el principal medio de control.
La rapidez de aparición y la persistencia en rebaños infectados dificultan el tratamiento de la pleuroneumonía. Se han usado ceftiofur, tilmicosina, tetraciclinas, penicilinas sintéticas, tilosina y sulfamidas. El tratamiento inicial debe hacerse por vía parenteral, seguido de medicamentos suministrados en el agua o en el pienso, lo que también puede proteger a los cerdos en contacto.
Para la prevención se recomienda el destete precoz segregado, el manejo "todo dentro/todo fuera", la reducción del número de animales introducidos siempre que sea posible y una buena ventilación. En las explotaciones libres de la enfermedad, los animales de reemplazo se deben adquirir también de explotaciones libres de A pleuropneumoniae; si el control de la enfermedad se ve dificultado, se debe considerar la despoblación y repoblación de la explotación. Debido a los programas de eliminación en el nivel de la población de cría, la pleuroneumonía rara vez se encuentra en los sistemas modernos de producción porcina actuales.
Puntos clave de la pleuroneumonía en cerdos
Actinobacillus pleuropneumoniae causa enfermedad respiratoria grave en los cerdos.
Dado que la vacunación y la medicación proporcionan pocos beneficios, A pleuropneumoniae debe eliminarse de las explotaciones porcinas.