logoVERSIÓN PARA PROFESIONALES

Pasteurelosis en cerdos

PorScott A. Dee, DVM, MS, PhD, DACVM
Revisado/Modificado sept 2021 | Modificado dic 2022

    La pasteurelosis se observa habitualmente en cerdos como una complicación de la neumonía por micoplasma, aunque la influenza porcina, la enfermedad de Aujeszky, Bordetella bronchiseptica o Haemophilus parahaemolyticus también pueden ocasionar cambios en los pulmones que progresan a la enfermedad causada por Pasteurella spp. El microorganismo causal suele ser P multocida. Este habitante normal del tracto respiratorio superior de los cerdos produce una bronconeumonía exudativa, algunas veces con pericarditis y pleuritis. La neumonía fibrinosa primaria esporádica causada por Pasteurella spp, sin conexión epidemiológica con la neumonía por micoplasma o con neumonía de otro tipo, también se ha observado en los cerdos. Tanto en la forma primaria como en la secundaria tienden a desarrollarse lesiones torácicas crónicas y poliartritis.

    El diagnóstico de pasteurelosis se basa en los hallazgos macroscópicos y el aislamiento de Pasteurella spp a partir de las lesiones. Las cepas no toxigénicas de tipo capsular A son los aislamientos predominantes en los casos de neumonía. Las cepas toxinogénicas de P multocida, en presencia de B bronchiseptica, se asocian ahora con la rinitis atrófica.

    Se puede producir pasteurelosis y meningitis septicémica en los lechones. Se ha aislado Mannheimia haemolytica a partir de fetos abortados y también puede producirse septicemia en cerdos adultos. No hay lesiones distintivas y la patogenia es confusa. Las cepas porcinas de M haemolytica a menudo no pueden clasificarse por tipos ni pertenecen a los serotipos comunes ovinos ni bovinos. Sin embargo, algunos de los brotes observados en el Reino Unido se han asociado con el contacto estrecho con ovejas.

    El control de la forma neumónica secundaria de la pasteurellosis se basa, en general, en la prevención y el control de la neumonía por micoplasma. Está indicado el tratamiento precoz e intensivo con antibióticos, o en combinación con sulfamidas, para prevenir las secuelas crónicas de todas las formas de la enfermedad. Se ha registrado un aumento de las resistencias a algunos antibióticos entre Pasteurella spp.