La neumonitis alérgica en perros y gatos es una reacción de hipersensibilidad de los pulmones y las vías respiratorias que puede ser aguda o crónica. El signo más frecuente es la tos, y el diagnóstico suele basarse en la anamnesis, las radiografías y otras pruebas de laboratorio indicadas. Si se puede identificar la causa subyacente, se debe eliminar; el tratamiento adicional suele consistir en esteroides (para reducir la inflamación) y broncodilatadores.
Etiología de la neumonitis alérgica en perros y gatos
Raras veces se determina una causa primaria en las reacciones de hipersensibilidad pulmonar en perros y gatos. La hipersensibilidad de tipo I o inmediata probablemente sea el mecanismo más común, aunque los mecanismos de tipo III y IV también pueden estar implicados ( ver La biología del sistema inmunitario y siguientes). El infiltrado celular suele ser eosinofílico; sin embargo, también pueden verse infiltrados inflamatorios mixtos, que consisten en células mononucleares, eosinófilos y neutrófilos, o predominantemente infiltrados linfocitarios.
Se puede observar bronconeumopatía eosinofílica (anteriormente infiltración pulmonar con eosinofilia) en perros de cualquier edad, raza o sexo, pero los Huskies Siberianos y los Malamutes pueden tener predisposición. Rara vez se identifica una causa precipitante y se sospecha una reacción de hipersensibilidad. Este no es el mismo mecanismo que el asma felina. El paciente puede tener o no una eosinofilia periférica. La dirofilariosis es un diagnóstico diferencial y, cuando los perros se vuelven sensibles a las microfilarias, se puede desarrollar neumonitis. Se puede observar una reacción similar en los gatos con dirofilariosis. Los parásitos intestinales migratorios y los parásitos pulmonares primarios pueden inducir signos subclínicos o clínicos leves de neumonitis alérgica.
El síndrome granulomatoso eosinofílico nodular pulmonar es un síndrome raro, grave, semejante a la bronconeumopatía eosinofílica, que se da en los perros y se asocia con mayor frecuencia con la infección por D immitis o posiblemente a una forma progresiva incontrolable de bronconeumopatía eosinofílica. En este proceso se produce una reacción grave de hipersensibilidad a las microfilarias (o a otros antígenos) que produce unos infiltrados mixtos alveolares e intersticiales pulmonares con variabilidad de tamaño y múltiples nódulos pulmonares repartidos por los campos pulmonares. La patología asociada puede incluir linfadenitis eosinofílica granulomatosa, traqueítis, tonsilitis, esplenitis, enteritis, gastritis y pericolangitis. La hipersensibilidad pulmonar también puede estar causada por fármacos y reacciones a alérgenos inhalados; sin embargo, esto está poco documentado en pequeños animales.
Hallazgos clínicos de neumonitis alérgica en perros y gatos
El signo más frecuente de la neumonitis alérgica es la tos crónica. Puede ser leve o grave, productiva o no productiva y progresiva o no progresiva. Se ve pérdida de peso, taquipnea, disnea, sibilancias, intolerancia al ejercicio y, a veces, hemoptisis. Los animales gravemente afectados pueden mostrar una dificultad respiratoria de moderada a grave y cianosis durante el descanso. Los resultados de la auscultación torácica varían desde sonidos normales hasta un aumento de los ruidos respiratorios, crepitaciones o sibilancias. No suele haber fiebre. La extensión de la dificultad respiratoria y la tos está relacionada con la gravedad de la inflamación dentro de las vías respiratorias.
Diagnóstico de la neumonitis alérgica en perros y gatos
Anamnesis
Radiografía torácica y pruebas clinicopatológicas
El diagnóstico de la neumonitis alérgica se basa en la historia y los hallazgos radiográficos y clinicopatológicos. Las radiografías torácicas con frecuencia muestran infiltrados alveolares en placas irregulares y aumento de las marcas bronquiales e intersticiales. Los signos radiográficos de dirofilariosis o enfermedad pulmonar parasitaria pueden sugerir una causa primaria. Los cambios hematológicos típicos son leucocitosis leve, eosinofilia periférica variable (4-50 %) y, a veces, basofilia. El análisis fecal y una prueba de dirofilariosis oculta están indicados cuando se sospecha parasitismo pulmonar o dirofilariosis. Puede ser útil un lavado broncoalveolar para el análisis citológico, un cultivo y la detección de formas larvales. En la neumonitis alérgica, la citología de lavado broncoalveolar suele mostrar una predominancia de eosinófilos. Los cultivos bacterianos de muestras de lavado recogidas asépticamente suelen ser negativos, a menos que haya una bronconeumonía secundaria.
Tratamiento de la neumonitis alérgica en perros y gatos
Eliminación del agente causante
Glucocorticoides
Broncodilatadores
Oxigenoterapia en casos graves
Cuando se puede encontrar una causa primaria, la eliminación del agente lesivo y un curso corto de glucocorticoides suelen resolver el problema. La prednisolona (comenzando con 1-2 mg/kg, PO, reduciendo las dosis durante un periodo de 10-14 días) a menudo es suficiente. Cuando hay bronconeumopatía eosinofílica secundaria a la infestación por D immitis o parásitos pulmonares, el tratamiento con prednisolona antes o durante el tratamiento para el parásito controla los signos pulmonares. Cuando no se puede determinar una causa primaria, a menudo se necesita un tratamiento prolongado con prednisolona de 3-12 semanas. Cuando se sospecha broncoconstricción grave, puede ser útil recurrir a broncodilatadores o agonistas beta2. Los animales gravemente disneicos pueden necesitar tratamiento con oxígeno durante un corto tiempo.
Puntos clave de la neumonitis alérgica en pequeños animales
La bronconeumopatía eosinofílica se reconoce bien, pero es infrecuente en perros.
No se ha documentado el beneficio de las pruebas de alergia.
Se recomienda un tratamiento constante con corticoesteroides, así como una monitorización diligente para prevenir el desarrollo de infecciones respiratorias adicionales.