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Fármacos para fines específicos en el aparato digestivo de los rumiantes

PorPatricia M. Dowling, DVM, MSc, DACVIM, DACVCP;Derek Foster, DVM, PhD, DACVIM
Revisado/Modificado may 2023

Fármacos para la obstrucción esofágica en el aparato digestivo de los rumiantes

La obstrucción esofágica originada por un cuerpo extraño causa malestar grave y meteorismo agudo con formación de gases libres. Si el espasmo del músculo circundante es potente, la extracción por medios físicos puede resultar imposible. Pueden utilizarse fármacos espasmolíticos específicos como la acepromacina (0,05-0,1 mg/kg, IV, IM, o SC en ganado vacuno). Como alternativa, los efectos moderadamente sedantes y relajantes musculares de una dosis baja de xilacina (0,05 mg/kg, IM en ganado vacuno) o detomidina (0,02-0,05 mg/kg, IM en ganado vacuno) pueden ayudar a la eliminación de las obstrucciones. Ninguno de estos compuestos ha sido aprobado por la FDA para su uso en ganado vacuno.

Ruminotóricos para el aparato digestivo de los rumiantes

Los compuestos y preparados que estimulan la actividad de los preestómagos (fermentación y motilidad) se denominan ruminotóricos. Las formulaciones que contienen sustratos glucogénicos, minerales, cofactores y sustancias amargas (p. ej., nuez vómica) apenas se usan actualmente para el tratamiento de la indigestión reticulorruminal. Por lo general, resulta mucho más eficaz restablecer el medio reticulorruminal normal a través de procedimientos fisiológicos.

En los casos de indigestión no se deben administrar de forma rutinaria por vía oral agentes alcalinizantes o acidificantes específicos. El óxido de magnesio y el hidróxido de magnesio son agentes fuertemente alcalinizantes capaces de aumentar sustancialmente el pH del rumen y así crear un ambiente desfavorable para los protozoos ruminales. Estos compuestos, cuando se administran en la dosis recomendada al ganado vacuno lechero, disminuyen apreciablemente la fermentación ruminal y el número de protozoos ruminales. Por lo tanto, estos compuestos solo deben administrarse a bovinos con un diagnóstico confirmado de sobrecarga de grano.

La administración de aceite mineral (1-2 L) o DSS (90-120 mL en 1-2 L de agua), PO o por sonda nasogástrica, seguida de un masaje ruminal suave, puede ayudar a promover la disolución y el paso del contenido fibroso impactado ruminal omasal o abomasal. El DSS puede deprimir notablemente la cantidad de protozoos ruminales; por tanto, el trasplante de flora ruminal se debería mantener después de usar estos agentes si persiste la baja motilidad ruminal.

Trasplante de microbiota ruminal en el aparato digestivo de los rumiantes

El líquido ruminal fresco se considera como el mejor "ruminotórico" disponible, ya que contiene bacterias ruminales viables (108–1011/mL) y protozoos (105–106/mL) y muchos factores de fermentación útiles (ácidos grasos volátiles, proteínas microbianas, minerales, vitaminas, tampones). La administración de líquido ruminal fresco filtrado, por vía oral o por sonda gástrica, está indicada en casos de estasis ruminorreticular y se ha demostrado que mejora la ingesta de alimento y disminuye las concentraciones séricas de betahidroxibutirato en vacas después de la corrección de un desplazamiento de abomaso a la izquierda.

La dosis óptima de líquido se desconoce y las recomendaciones varían ampliamente. Se han recomendado dosis de hasta 16 L para una vaca adulta; sin embargo, la investigación ha demostrado que 1 L es tan eficaz como 5 L para restaurar la actividad normal de la microbiota ruminal en casos de indigestión simple en el ganado vacuno.(1)

El líquido ruminal puede aspirarse con una sonda gástrica desde el reticulorrumen de animales sanos, usando una bomba extractora o un sifón, o bien puede obtenerse en los mataderos. Resulta especialmente indicado obtenerlo de un animal donante mediante canulación ruminal. Se recomienda que el donante reciba una dieta similar a la del receptor, ya que en este caso la microbiota ruminal estará mejor adaptada.

Siempre que la afección o lesión inicial responde favorablemente, tras el restablecimiento de la microbiota ruminal normal suele conseguirse la mejoría, con la consiguiente normalización del proceso de fermentación y de la motilidad ruminorreticular.

Cuando el contenido ruminorreticular está putrefacto o extremadamente ácido, la ingesta debe eliminarse antes de la transferencia de líquido ruminal fresco. La ingesta puede extraerse mediante el uso de una sonda gástrica de gran calibre o mediante una ruminotomía. El ácido acético (vinagre, 4-10 L, PO) se puede administrar al ganado vacuno con putrefacción ruminal asociada con un pH ruminal elevado.

Agentes antiespumantes para el aparato digestivo de los rumiantes

El tratamiento para controlar el timpanismo espumoso agudo consiste en administrar agentes antiespumantes para disminuir la estabilidad de la espuma y facilitar la liberación de gas libre, que luego se eructa rápidamente.

En el ganado vacuno, el timpanismo espumoso agudo debe tratarse con poloxaleno, que puede administrarse espolvoreado o mediante sonda gástrica (25-50 g). El timpanismo espumoso puede prevenirse mediante la administración de poloxaleno como un aditivo a los alimentos (1 g/45 kg, cada 24 h) o en un bloque de melaza (1,5 g/45 kg, cada 24 h).

La metil silicona polimerizada (3,3 % en emulsión [en ganado vacuno: 30-60 mL; en ganado ovino: 7-15 mL]) se puede utilizar de forma similar al poloxaleno, aunque en este caso puede ser más eficaz inyectarlo directamente en el reticulorrumen mediante una aguja o cánula.

La administración de docusato de sodio o la administración de aceites vegetales solos, como aceite de cacahuete, de girasol o soja (en ganado vacuno; 60 mL; en ganado ovino: 10-15 mL), también alivia el timpanismo espumoso aguda cuando se administra PO.

La incidencia del timpanismo espumoso en ganado vacuno de cebo, se puede disminuir incluyendo ionóforos (p. ej., monensina) en la ración o administrándolos como unas cápsulas de liberación controlada.

Antiácidos ruminorreticulares para el sistema digestivo de los rumiantes

Los compuestos alcalinizantes ruminales se utilizan principalmente para tratar la acidosis láctica ruminal (pH <5,5) causada por la ingurgitación por granos o por sobredosis de hidratos de carbono solubles. La deshidratación sistémica y la acidosis resultantes necesitan una corrección inmediata del equilibrio hídrico y electrolítico y la reposición de una población microbiana viable. A menudo, lo último implica el vaciado del contenido ruminorreticular y su reposición con fluido ruminorreticular fresco.

Los antiácidos incluyen hidróxido de magnesio (en bovinos, 100-300 g, PO, cada 6-8 horas; en ovinos, 10-30 g, PO, cada 6-8 horas) y carbonato de magnesio (en bovinos, 10-80 g, PO, cada 6-8 horas; en ovinos, 1-8 g, PO, cada 6-8 horas). Los antiácidos deben mezclarse en ~10 L de agua caliente para asegurar una adecuada distribución por todo el espacio reticulorruminal. Se cree que la administración PO de carbón activado (2 g/kg) protege la mucosa reticulorruminal de un daño mayor al inactivar las toxinas. La administración oral de bicarbonato de sodio, ya sea en forma de polvo disuelto en agua o de soluciones disponibles comercialmente preparadas para infusión IV, neutraliza rápidamente el pH del rumen, pero se acompaña de una rápida liberación de grandes cantidades de CO2. Debido a la disminución de la motilidad ruminal en los rumiantes con acidosis ruminal aguda, estos animales tienen un mayor riesgo de desarrollar un timpanismo potencialmente mortal.

Agentes antiulcerosos abomasales para el aparato digestivo de los rumiantes

La mayoría de las investigaciones que investigan el uso de agentes antiulcerosos en rumiantes se han centrado en terneros.

Una combinación de hidróxido de aluminio e hidróxido de magnesio aumentó el pH del abomaso en terneros cuando se administró a 50 o 100 mL, PO, aunque la dosis más alta se asoció con diarrea.(2)

La cimetidina (100 mg/kg, PO) y la ranitidina (50 mg/kg, PO) parecen ser más eficaces que la combinación de AlOH-MgOH, con efectos adversos mínimos en los terneros.(3)

El omeprazol aumentó eficazmente el pH del abomaso después de una sola dosis oral; las dosis posteriores, sin embargo, tuvieron un efecto mínimo.(4) Debido a las importantes diferencias fisiológicas entre los terneros prerrumiantes y los bovinos adultos, no está claro si esta investigación puede extrapolarse razonablemente al ganado de más edad.

Los estudios en bovinos adultos han demostrado aumentos cortos del pH del abomaso con la administración parenteral de ranitidina (6,6 mg/kg, IM) y famotidina (0,4 mg/kg, IV).(5,6) Desafortunadamente, el efecto de cualquiera de estos tratamientos fue demasiado breve para proporcionar un beneficio clínico sustancial.

La administración parenteral de pantoprazol (1 mg/kg, IV o 2 mg/kg, SC) en alpacas ha demostrado un aumento constante del pH del tercer compartimento durante 3 días.7 No está claro si el pantoprazol es eficaz en rumiantes verdaderos, y actualmente su coste es prohibitivo para la mayoría de los rumiantes.

Agentes acidificantes ruminorreticulares para el aparato digestivo de los rumiantes

Los compuestos acidificantes ruminales se usan para tratar la estasis ruminal o indigestión simple, así como en la intoxicación aguda por amoníaco. En los casos de estasis ruminal, el pH intrarruminal suele aumentar por encima de 7,5 debido a la entrada constante de saliva rica en bicarbonato, en ausencia de una fermentación ruminal activa, y la formación de ácidos grasos volátiles. La corrección de la causa subyacente de la estasis ruminal es fundamental para restablecer la fermentación ruminal normal y probablemente más importante que abordar el aumento del pH.

En la intoxicación aguda por urea, el incremento del pH intrarruminal estimula la actividad de la ureasa y facilita una mayor absorción del amoníaco libre (el pKa del amonio es 9,1). La administración de ácidos débiles en agua fría hace que el pH del contenido ruminorreticular regrese a los valores fisiológicos, promueve la captación de ácidos grasos volátiles, reduce la absorción de amoníaco e inhibe la actividad excesiva de la ureasa.

El ácido acético (4-5 %) o el vinagre (ganado bovino: 4-8 L; ganado ovino: 250-500 mL) es el agente acidificante más utilizado.

Moduladores de la motilidad ruminorreticular del aparato digestivo de los rumiantes

El uso de modificadores de la motilidad en el ganado vacuno es controvertido, porque los datos basados en la evidencia, que demuestran su eficacia clínica, son escasos. Muchas enfermedades, como el íleo paralítico, la dilatación cecal y el desplazamiento del abomaso, se acompañan de trastornos de la motilidad del tracto gastrointestinal. La modificación farmacológica de la motilidad puede acelerar la recuperación en algunos casos. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la estrategia más eficaz para restablecer la motilidad es la corrección del trastorno subyacente (hipocalcemia, endotoxemia, alcalemia, obstrucción o desplazamiento de órganos) seguida de la restauración del entorno ruminorreticular normal mediante el trasplante de flora. Además, las respuestas condicionadas por la presencia de alimentos y la propia alimentación son mecanismos fisiológicos mediante los cuales se puede mejorar notablemente la motilidad reticulorruminal.

Los modificadores de la motilidad se clasifican según su mecanismo de acción. Las categorías incluyen colinérgicos (parasimpaticomiméticos), adrenérgicos, antidopaminérgicos, serotoninérgicos, agonistas de los receptores motilinérgicos, antagonistas de los receptores opioides o bloqueantes de los canales de sodio (lidocaína).

No suele estar indicado el empleo de compuestos parasimpaticomiméticos (p. ej., la neostigmina, la fisostigmina, el carbacol o el betanecol). Todos estos compuestos presentan efectos colinérgicos potencialmente peligrosos. La neostigmina (ganado vacuno: 0,02 mg/kg, SC; ganado ovino: 0,01-0,02 mg/kg SC) es, por lo general, la que presenta menos efectos adversos, aunque tiende a aumentar más la frecuencia, que la intensidad de las contracciones ruminorreticulares. La neostigmina administrada en infusión continua (87,5 mg en 10 L de solución de sodio-glucosa; tasa de infusión, 2 gotas/segundo) se ha utilizado para tratar la dilatación o dislocación del ciego. No obstante, la neostigmina no siempre tiene efectos estimulantes, y puede producirse cierta inhibición de la motilidad. Esto puede deberse al componente adrenérgico asociado a la estimulación ganglionar de los fármacos colinérgicos.

El betanecol (0,07 mg/kg, SC, cad 8 h, durante 2 días) se ha utilizado para tratar la dilatación cecal espontánea, sin torsión. Sus potenciales efectos secundarios incluyen salivación y diarrea. Las recomendaciones relacionadas con la neostigmina y el betanecol no se han confirmado en experimentos controlados aleatorizados. No se ha aprobado por la US FDA ningún compuesto para este uso para ganado vacuno. Los parasimpaticomiméticos se usan a veces, en la práctica, para tratar, de forma conservadora, el desplazamiento del abomaso a la izquierda en vacas, aunque la bibliografía indica que el uso de estos compuestos no tiene valor para este propósito.

El bromuro de N-butilescopolamina (butilbromuro de hioscina) es un agente parasimpaticolítico aprobado para el control de la diarrea en bovinos en algunos países europeos (en bovinos adultos que no están en lactación, 0,2 mg/kg, IM o IV; en terneros, 0,4 mg/kg, IM o IV). La formulación comercial se combina con un AINE, metamizol (bovinos adultos no lactantes: 25 mg/kg, IM o IV; terneros: 50 mg/kg, IM o IV). Se ha propuesto la administración de butilbromuro de hioscina (80 mg/vaca) en combinación con dipirona como tratamiento conservador del desplazamiento espontáneo del abomaso hacia la derecha en el ganado vacuno. El butilbromuro de hioscina no está aprobado por la FDA, y el uso de dipirona en animales de abasto está prohibido en EE. UU.

Se ha observado que la atropina (0,04 mg/kg, IV) mitiga las contracciones del abomaso durante 1-3 h. Se sugiere la administración de sulfato de atropina (0,5 mg/kg, IV) 5 min antes de la colocación de un imán reticular para evitar la pérdida del imán en el saco craneal del rumen.

La metoclopramida (bovinos: 0,15 mg/kg, IM; ovinos: 0,023-0,045 mg/kg) tiene efectos colinérgicos y antidopaminérgicos, pero no parece aumentar la actividad mioeléctrica del antro pilórico en ninguna de las especies. Sin embargo, se ha demostrado que la metoclopramida a 0,5 mg/kg IM o IV a las cabras aumenta la actividad mioeléctrica del antro pilórico, pero no del cuerpo del abomaso. Dado que la metoclopramida puede atravesar la barrera hematoencefálica, se pueden presentar inquietud y excitación como efectos adversos potenciales. La metoclopramida no está aprobada por la FDA para este empleo en ganado vacuno.

El lactobionato de eritromicina es un antimicrobiano macrólido que aumenta la actividad mioeléctrica intestinal al unirse a los receptores de motilina en las células del músculo liso intestinal. En las vacas, se encontró que la eritromicina (0,1 mg/kg, IV o 1 mg/kg, IM) aumentaba la actividad mioeléctrica en el abomaso y el duodeno durante >2 h.(8) Este efecto se incrementó a 6-8 h cuando se administró eritromicina en polietilenglicol a 10 mg/kg, IM. Mientras que otros macrólidos, como la tulatromicina y la espiramicina, han demostrado efectos positivos sobre la motilidad del abomaso, la eritromicina parece ser el más eficaz. La eritromicina está aprobada por la FDA solo para el tratamiento de la fiebre del transporte, la neumonía, pedero y la metritis a una dosis de 2,2 mg/kg, IM. Se recomienda la inyección IM profunda en el cuello debido al riesgo de dolor, tumefacción y manchas tisulares en el punto de inyección.

El fármaco procinético serotoninérgico cisaprida (en el ganado vacuno, 0,5 mg/kg, PO) parece aumentar el vaciado del abomaso en los terneros; sin embargo, los efectos procinéticos consiguientes no se han demostrado de forma concluyente en rumiantes. Anecdóticamente, la administración de lidocaína en infusión continua a dosis similares a las utilizadas en caballos (dosis de carga, 1,3 mg/kg, IV; velocidad de infusión, 0,05 mg/kg/min) es segura y puede ser eficaz en el tratamiento del íleo de intestino delgado en bovinos y pequeños rumiantes.

References

  1. Steiner S, Linhart N, Neidl A, Baumgartner W, Tichy A, Wittek T. Evaluation of the therapeutic efficacy of rumen transfaunation. J Anim Physiol Anim Nutr (Berl). 2020;104(1):56–63. doi: 10.1111/jpn.13232. Epub 2019 Oct 31. PMID: 31667911; PMCID: PMC7004065.

  2. Ahmed AE, Constable PD, Misk NA. Effect of an orally administered antacid agent containing aluminum hydroxide and magnesium hydroxide on abomasal luminal pH in clinically normal milk-fed calves. J Am Vet Med Assoc. 2002 Jan 1;220(1):74-9. doi: 10.2460/javma.2002.220.74. PMID: 12680452.

  3. Ahmed AF, Constable PD, Misk NA. Effect of orally administered cimetidine and ranitidine on abomasal luminal pH in clinically normal milk-fed calves. Am J Vet Res. 2001 Oct;62(10):1531-8. doi: 10.2460/ajvr.2001.62.1531. PMID: 11592315.

  4. Ahmed AF, Constable PD, Misk NA. Effect of orally administered omeprazole on abomasal luminal pH in dairy calves fed milk replacer. J Vet Med A Physiol Pathol Clin Med. 2005 Jun;52(5):238-43. doi: 10.1111/j.1439-0442.2005.00715.x. PMID: 15943608.

  5. Wallace LL, Reecy J, Williams JE. The effect of ranitidine hydrochloride on abomasal fluid pH in young steers. Agri Pract. 1994;15:34–38.

  6. Balcomb CC, Heller MC, Chigerwe M, Knych HK, Meyer AM. Pharmacokinetics and efficacy of intravenous famotidine in adult cattle. J Vet Intern Med. 2018 May;32(3):1283-1289. doi: 10.1111/jvim.15080. Epub 2018 Mar 23. PMID: 29572958; PMCID: PMC5980459.

  7. Smith GW, Davis JL, Smith SM, Gerard MP, Campbell NB, Foster DM. Efficacy and pharmacokinetics of pantoprazole in alpacas. J Vet Intern Med. 2010 Jul-Aug;24(4):949-55. doi: 10.1111/j.1939-1676.2010.0508.x. Epub 2010 Apr 6. PMID: 20384953.

  8. Huhn, J. C., Nelson, D. R., Constable, P. D., & Morin, D. E. (1998). Prokinetic properties of erythromycin lactobionate in cattle. In Proceedings (pp. 177-180). World Buiatrics Cong.