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Fármacos utilizados para tratar las úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

PorPatricia M. Dowling, DVM, MSc, DACVIM, DACVCP;Derek Foster, DVM, PhD, DACVIM
Revisado/Modificado may 2023

La ulceración y erosión gastroduodenal (UEG) es un problema común en pequeños y grandes animales, en asociación con el estrés fisiológico (cortisol endógeno) o el manejo dietético, o como secuela de la administración de fármacos ulcerogénicos (consulte Úlceras gastrointestinales en pequeños animales y Úlceras gastrointestinales en grandes animales).

En los caballos, la UEG se ha subdividido en síndrome de úlcera gástrica equina (SUGE), un término general para describir enfermedades erosivas y ulcerativas del estómago, así como enfermedad gástrica escamosa equina (EGEE) y enfermedad gástrica glandular equina (EGGE), que describen más específicamente la región afectada anatómicamente.

La EGEE se asocia principalmente con las prácticas de manejo en la industria equina.

Se cree que la EGGE es el resultado de una ruptura de los mecanismos de defensa normales que protegen la mucosa del contenido gástrico ácido y se asocia, por ejemplo, con la administración de AINE.

Los fármacos antiulcerosos incluyen antagonistas que interactúan con los receptores estimulantes (antagonistas de los receptores H2 de la histamina, antagonistas de los receptores muscarínicos y antagonistas de los receptores gastrinérgicos), agonistas que interaccionan con receptores inhibidores (somatostatina y análogos de prostaglandina E) e inhibidores irreversibles de la bomba H+,K+-ATPasa (inhibidores de la bomba de protones). Para obtener una lista de estos fármacos, consulte la tabla Fármacos antiulcerosos.

Tabla
Tabla

Antiácidos utilizados para tratar úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

Los antiácidos habituales son bases de aluminio, magnesio o calcio (hidróxido de aluminio, óxido de magnesio o hidróxido de magnesio y carbonato de calcio). Estos fármacos neutralizan el ácido del estómago para formar agua y una sal neutra. Por lo general no se absorben de forma sistémica. Además de su capacidad de neutralizar ácidos, los antiácidos disminuyen la actividad de la pepsina, se unen a ácidos biliares en el estómago y estimulan la producción local de prostaglandinas (prostaglandina E1).

Las preparaciones de antiácidos de venta libre (sin receta) son combinaciones de hidróxido de magnesio e hidróxido de aluminio; estas combinaciones favorecen la capacidad tamponadora de cada compuesto y equilibran el efecto de estreñimiento (por el hidróxido de aluminio) y el efecto laxante (del hidróxido magnésico). Se puede absorber hasta un 20 % del magnesio tras su administración PO, y puede producirse hipermagnesemia en animales con insuficiencia renal.

Los antiácidos interfieren frecuentemente en la absorción GI de los fármacos que se administran de forma concomitante (p. ej., digoxina, tetraciclinas, fluoroquinolonas). Los antiácidos que contienen aluminio alteran la absorción de fosfatos. Dado que son difíciles de administrar y que se requieren dosis frecuentes, no son tan populares como otros tratamientos más recientes.

Sucralfato como tratamiento para las úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

El sucralfato es un fármaco antiulceroso con un efecto citoprotector de la mucosa digestiva. Se disocia en el medio ácido del estómago en octasulfato de sacarosa e hidróxido de aluminio. El octasulfato de sacarosa se polimeriza en una sustancia adherente y viscosa, que presenta un efecto protector al unirse a la mucosa ulcerada. Esta unión impide la "difusión retrógrada" de los iones de hidrógeno, inactiva la pepsina y adsorbe los ácidos biliares. Además, el sucralfato incrementa la síntesis de prostaglandinas en la mucosa, lo que tiene un efecto citoprotector. Debido a que el sucralfato no se absorbe, prácticamente no causa ningún efecto secundario. La dosis se extrapola de las dosis en el ser humano.

Aunque el sucralfato se administra con frecuencia a caballos y animales pequeños como preventivo o tratamiento para la UEG, hay poca evidencia de su eficacia en animales y puede alterar la absorción de fluoroquinolonas y tetraciclinas. El sucralfato es inferior a los inhibidores de la bomba de protones (IBP) en el tratamiento de la UEG. No hay evidencia clínica de beneficio de la administración simultánea de sucralfato y antagonistas del receptor H2 o IBP. Los animales con insuficiencia renal pueden tener una mayor absorción de aluminio.

Antagonistas de los receptores histaminérgicos utilizados para tratar úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

Los antagonistas del receptor histaminérgico 2 [receptor H] inhiben la secreción ácida bloqueando competitivamente los receptores H2 en las células parietales. La cimetidina, la ranitidina y la famotidinase suelen emplear como antagonistas del receptor H2.

La ranitidina es 3-13 veces más potente que la cimetidina (sobre una base molar) en la inhibición de la secreción ácida gástrica. La famotidina es 20-150 veces más potente que la cimetidina. En las personas, los alimentos tienden a retrasar la absorción de la cimetidina, apenas afectan a la ranitidina e incrementan ligeramente la absorción de famotidina. Algunos datos sugieren que la cimetidina potencia las defensas de la mucosa gástrica frente a las úlceras y que aumenta la citoprotección.

La cimetidina reduce el metabolismo de otros fármacos (warfarina, fenitoína, lidocaína, metronidazol, teofilina) por inhibición del sistema enzimático microsomal hepático.

A diferencia de la cimetidina, la ranitidina solo inhibe mínimamente (10 %) el metabolismo hepático de algunos fármacos. Parece ser que la famotidina no altera el metabolismo de otros fármacos. Los antiácidos deben administrarse 1 h antes o después de la cimetidina para evitar interacciones. La famotidina puede darse con antiácidos; la ranitidina puede darse con bajas dosis de antiácidos. El sucralfato puede alterar la absorción de la cimetidina y la ranitidina.

En los caballos, la biodisponibilidad oral para los antagonistas del receptor H2 es solo del 10-30 %, por lo que deben administrarse grandes dosis orales. La cimetidina suprime la secreción gástrica ácida en los perros durante 3-5 h. Dado que la ranitidina tiene una mayor semivida de eliminación, suprime la secreción ácida hasta 8 h, por lo que se puede administrar con menos frecuencia.

La administración crónica de antagonistas del receptor H2 da lugar a una tolerancia farmacológica que probablemente se deba a la regulación positiva de la síntesis de histamina, inducida por la gastrina, que entonces compite con el antagonista del receptor H2 a nivel de las células parietales. La interrupción brusca puede dar lugar a una hipersecreción ácida gástrica de rebote. Por tanto, los pacientes deben retirarse gradualmente del tratamiento a largo plazo.

La evidencia clínica sugiere que los antagonistas de los receptores H2 son inferiores a los IBP en el tratamiento de la UEG.

Inhibidores de la bomba de protones empleados para tratar úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) bloquean irreversiblemente la bombas de protones H+/K+-ATPasa de la célula parietal gástrica. Se administran en una forma inactiva, que tiene carga neutra (lipofílica) y atraviesa fácilmente las membranas celulares hacia compartimentos intracelulares (como el canalículo celular parietal) que tienen ambientes ácidos. El fármaco inactivo está protonado, se reorganiza en su forma activa y se une irreversiblemente a la bomba de protones y la desactiva.

El IBP PO más utilizado es el omeprazol. En los perros y en los caballos, una dosis única de omeprazol inhibe la secreción ácida durante 3-4 días, a pesar de tener una semivida plasmática de eliminación relativamente corta. La razón por la que el efecto dura unos pocos días es que el fármaco se acumula en los canalículos de las células parietales y la inhibición de la bomba de protones es irreversible.

Se ha desarrollado un producto específico para caballos, ya que la biodisponibilidad oral del omeprazol, en la formulación para seres humanos, es baja en caballos. Los estudios equinos muestran diferencias significativas entre la respuesta de cicatrización de la EGEE y la EGGE después del tratamiento con omeprazol, lo que respalda la conclusión de que el ácido gástrico es importante en el desarrollo de la EGEE, pero desempeña un papel menor en el desarrollo de la EGGE. Aunque las úlceras por EGEE en caballos cicatrizan mientras se administra omeprazol, las úlceras tienden a recidivar después de suspender el tratamiento. Dado que la formulación de omeprazol aprobada para equinos es solo una formulación oral, las formulaciones IV de IBP registradas para humanos (omeprazol, esomeprazol, pantoprazol) se han utilizado en caballos adultos y potros cuando la administración oral no es adecuada.

Las formulaciones para uso en seres humanos se utilizan en perros y gatos.

En las personas, los efectos adversos de la supresión de la secreción gástrica de ácidos son la hipergastrinemia, que produce hiperplasia de las células de la mucosa, la hipertrofia de las rugosidades gástricas y, finalmente, el desarrollo de tumores. El uso de IBP también se ha asociado con insuficiencia renal aguda y trastornos de la homeostasis del calcio, incluyendo fracturas asociadas con el uso a largo plazo de IBP. Los estudios en roedores muestran que los IBP pueden exacerbar el daño intestinal inducido por los AINE debido a cambios significativos en las poblaciones entéricas microbianas. La prevención o la reversión de esta disbiosis puede tener una consideración clínica importante para reducir la incidencia y la gravedad de la enteropatía por AINE. Por tanto, el omeprazol está contraindicado para el tratamiento a largo plazo.

El omeprazol es también un inhibidor de la enzima microsomal (en un grado similar al de la cimetidina).

Para los pacientes que no pueden recibir medicación oral, se puede considerar el uso de formulaciones intravenosas aprobadas para las personas (pantoprazol y esomeprazol).

Hipersecreción ácida gástrica de rebote en animales monogástricos

La hipersecreción ácida gástrica de rebote es un aumento en la secreción de ácido gástrico por encima de las concentraciones previas al tratamiento después de la interrupción del tratamiento antiulceroso. La hipersecreción ácida gástrica de rebote se ha descrito después del uso de antagonistas del receptor H2 e IBP, y se cree que se debe a un aumento de la gastrina sérica o a la regulación al alza de los receptores H2. El aumento de la concentración de gastrina, o hipergastrinemia es un efecto secundario que se produce durante la inhibición crónica de la secreción de ácido gástrico, como ocurre con el tratamiento de úlceras gastrointestinales a largo plazo. La gastrina es el regulador primario de la secreción de ácido gástrico, que está mediada por la liberación de histamina por las células similares a las enterocromafines. El aumento de la gastrina plasmática estimula y regula al alza las células similares a las enterocromafines para producir y liberar más histamina para estimular las células parietales. Además, el uso crónico de antagonistas de los receptores H2 o IBP pueden ser un mecanismo adicional para aumentar la secreción ácida después de la interrupción del tratamiento. Por tanto, tras un uso prolongado (>3-4 semanas), la administración debe reducirse.

Misoprostol como tratamiento para las úlceras gastrointestinales en animales monogástricos

El misoprostol es una prostaglandina sintética análoga de la prostaglandina E1 utilizado en perros para disminuir el riesgo de úlceras GI inducidas por el tratamiento a largo plazo con AINE. El misoprostol suprime la secreción de ácido gástrico al inhibir la activación de la adenilato ciclasa sensible a la histamina. Presenta un efecto citoprotector debido a la estimulación de la secreción de bicarbonato y moco, incremento del flujo sanguíneo en la mucosa, descenso de la permeabilidad vascular e incremento de la proliferación y migración celular.

El misoprostol es clínicamente eficaz en la prevención de hemorragias y ulceraciones GI por el tratamiento con AINE en pequeños animales, pero no por el tratamiento con succinato sódico de metilprednisolona, y es, en general, menos eficaz que otros fármacos antagonistas del receptor H2 o IBP para el tratamiento de la UEG. Alguna evidencia apoya la eficacia del misoprostol en el tratamiento de caballos con EGGE.

Los efectos secundarios del misoprostol se limitan básicamente a diarreas y flatulencia. Es un abortivo, por lo que se debe advertir a los clientes que manipulen el fármaco con precaución.