Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) se administran ampliamente para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva (ICC) crónica en perros y gatos. Los inhibidores de la ECA también han demostrado mejorar los parámetros clínicos y ecocardiográficos en caballos con insuficiencia mitral o aórtica.
En la patogenia de la insuficiencia cardiaca congestiva, los riñones liberan la enzima proteolítica renina y esta actúa sobre el angiotensinógeno, sintetizado en el hígado y distribuido a la sangre para producir angiotensina I. La transformación de angiotensina I en angiotensina II se produce mediante la acción de la ECA. La angiotensina II produce retención de Na+ y agua, en parte mediante la estimulación de la síntesis y liberación de aldosterona en la corteza adrenal. La angiotensina II también produce vasoconstricción, al aumentar la resistencia vascular sistémica. La ECA también da lugar a la degradación de la bradicinina y, por tanto, los inhibidores de la ECA conducen a un aumento de las concentraciones de bradicinina que contribuyen a sus efectos vasodilatadores.
Al inhibir la formación de angiotensina II, los inhibidores de la ECA evitan la vasoconstricción y disminuyen la retención de Na+ y agua en los animales con ICC. Los inhibidores de la ECA son vasodilatadores equilibrados, ya que reducen tanto la precarga como la poscarga. Los efectos en la ICC incluyen disminución de la resistencia vascular y de las presiones de llenado cardiaco, así como aumento del gasto cardiaco y de la tolerancia al ejercicio. Sin embargo, los inhibidores de la ECA solo tienen un efecto leve sobre la reducción de la poscarga y no deben administrarse como monoterapia en animales con hipertensión sistémica grave (>160 mmHg).
Formulaciones y eliminación de inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina en animales
El enalapril y el benazepril son los inhibidores de la ECA más administrados y se encuentran disponibles en comprimidos de distintos tamaños para administración oral. Comparado con el enalapril y el, el captopril tiende a producir más efectos gastrointestinales adversos y tiene una semivida menor en el perro, por lo que debe aumentarse la frecuencia de administración; por eso su uso ha decaído. A veces se administra una amplia variedad de otros inhibidores de la ECA (p. ej., lisonopril, ramipril) en medicina veterinaria. La elección, en parte, a menudo está relacionada con la disponibilidad del fármaco, el coste y el acceso de datos farmacocinéticos y farmacodinámicos en caninos y felinos.
Tras su absorción desde el tracto GI, el enalapril se transforma en el hígado en su metabolito activo, el enalaprilato. La biodisponibilidad oral es de ~60 %. La concentración sérica de enalaprilato alcanza su punto máximo en 3-4 horas. La semivida es de ~11 horas, y los efectos duran 12-14 horas, lo que indica la necesidad de intervalos de administración cada 12 horas si se desea suprimir la ECA durante 24 horas. La excreción de enalapril y enalaprilato es principalmente renal; por tanto, la semivida del enalapril (y enalaprilato) está aumentada en animales con ICC grave (perfusión renal disminuida) o insuficiencia renal, y puede estar justificada la reducción de la dosis.
Al igual que el enalapril, el benazepril es un profármaco que se convierte en su principal metabolito activo, el benazeprilato, en el hígado. El benazepril se absorbe bien en los perros, y la biodisponibilidad oral aumenta en ~35 % con dosis repetidas. Después de la administración de benazepril oral, la concentración de benazeprilato alcanza su pico máximo en el plasma en 1-3 horas y se distribuye rápidamente.
El benazeprilato se excreta aproximadamente por igual en la bilis y la orina en los perros. La semivida de eliminación terminal es de ~3,5 horas. Esta excreción combinada puede permitir un mejor control de la dosis en animales con insuficiencia renal preexistente; sin embargo, el benazepril no es más protector renal que cualquier otro inhibidor de la ECA, a dosis equipotentes.
Cuando el benazepril se administra a largo plazo, las dosis de 0,25-1 mg/kg producen efectos indiferenciables en el momento del efecto pico (2 horas después de la administración PO) y en el efecto valle (24 horas después de la administración PO). Por tanto, los intervalos de dosificación pueden ser de hasta 24 horas, pero el benazepril a menudo se dosifica cada 12 horas para garantizar la actividad continua del inhibidor de la ECA durante todo el día.
Interacciones farmacológicas y toxicidad de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina en animales
Puede aparecer hipotensión con el uso simultáneo de inhibidores de la ECA y otros vasodilatadores (p. ej., amlodipino) o diuréticos. El uso simultáneo de diuréticos ahorradores de potasio (p. ej., espironolactona) puede producir hiperpotasemia. El enalapril y el benazepril parecen seguros cuando se administran de forma concomitante con furosemida, pimobendán, digoxina, antiarrítmicos, antagonistas de los receptores beta adrenérgicos, broncodilatadores y supresores de la tos.
Los inhibidores de la ECA tienen un buen perfil de seguridad y se han administrado de forma segura en combinación con otros fármacos cardiovasculares (incluidos los diuréticos y el pimobendán). Sin embargo, puede aparecer azoemia, y se recomienda monitorizar el BUN (nitrógeno ureico sanguíneo) y la creatinina (con posibles ajustes de la dosis). Esta posible complicación es el resultado de la pérdida parcial de la autorregulación renal del flujo sanguíneo mediada por la angiotensina II.
El uso simultáneo de inhibidores de la ECA y AINE tiene el potencial de inducir lesión renal aguda (LRA), y es necesaria una monitorización diligente. Además, los inhibidores de la ECA son menos eficaces para reducir la presión arterial sistémica cuando se combinan con los AINE.
Entre otros posibles efectos adversos, aunque raros, se encuentran las molestias gastrointestinales (anorexia, vómitos, diarrea), síncope debido a la hipotensión, debilidad y ataxia. La enfermedad renal preexistente y la deshidratación aumentan el riesgo de efectos adversos; por lo tanto, los animales con estas condiciones predisponentes deben monitorizarse de cerca. La tos es un efecto adverso común de esta clase de fármacos en humanos, pero no es un problema reconocido en perros o gatos.
Uso clínico de los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina en animales
Los inhibidores de la ECA están indicados en el tratamiento de perros y gatos con ICC derivada de una amplia variedad de enfermedades. No obstante, no hay pruebas de que los inhibidores de la ECA retrasen la instauración de la ICC en animales con enfermedad cardiaca subclínica.
Los inhibidores de la ECA también se administran con frecuencia (por lo general en combinación con otros dilatadores arteriales) para tratar la hipertensión sistémica en perros y gatos. Paradójicamente, los inhibidores de la ECA como el benazepril han demostrado ser beneficiosos en el tratamiento de determinadas formas de enfermedad renal.
El enalapril está registrado en EE. UU. para tratar la ICC secundaria a cardiomiopatía dilatada (CMD) y la degeneración mixomatosa de la válvula mitral en perros. El benazepril está registrado en muchos países, además de en EE. UU., para el tratamiento de la ICC en perros.
La dosis recomendada de enalapril y benazepril para el tratamiento de la ICC en perros es de 0,25-0,5 mg/kg, PO, cada 12-24 horas. Sin embargo, en función de la semivida, si se desea una inhibición continua de la ECA y se tolera bien, se recomienda un intervalo de dosificación de 12 horas. La dosis recomendada para el tratamiento coadyuvante de la ICC en gatos es de 0,25-0,5 mg/kg, PO, cada 12 horas, o de 0,5 mg/kg/día, PO, cada 24 horas. Se administran dosis similares cuando se usa enalapril o benazepril para tratar la hipertensión sistémica. Sin embargo, el enalapril y el benazepril solo tienen efectos vasodilatadores arteriales moderados y no deben admnistrarse como monoterapia en animales con hipertensión sistémica grave (presión arterial sistólica >160-180 mmHg).
En general, independientemente de la indicación clínica, se recomienda comenzar con el rango de dosis más bajo y aumentar hasta la dosis máxima con monitorización de la función renal, el potasio sérico y la presión arterial sistémica. Las dosis más altas de benazepril, si se toleran, pueden estar indicadas para tratar algunas formas de enfermedad renal (p. ej., glomerulopatía con pérdida de proteínas).
Los inhibidores de la ECA se administran en caballos con enfermedad valvular. El benazepril es el fármaco más eficaz en caballos para inhibir la actividad de la enzima convertidora de la angiotensina sérica. Las investigaciones sugieren que el enalapril oral probablemente se absorba mal en los caballos y, además, no debe usarse. El quinapril es un inhibidor adicional de la ECA, que se ha demostrado que cambia el volumen sistólico y el gasto cardiaco en los caballos.