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Nutrición en el manejo de enfermedades de perros y gatos

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Revisado/Modificado nov 2023

La nutrición es una parte importante del manejo de la enfermedad, aunque son pocos los trastornos que pueden curarse exclusivamente con la alimentación. La interacción entre enfermedad, salud y estado nutricional es multifactorial y compleja. Las necesidades nutricionales de muchos perros y gatos enfermos son cualitativamente iguales que las de los animales sanos; sin embargo, difieren en las cantidades necesarias (algunos nutrientes pueden requerirse en cantidades mayores o puede ser necesario restringirlos).

Reacción adversa a los alimentos en la nutrición en el manejo de enfermedades en pequeños animales

Las reacciones a los alimentos se clasifican usando una terminología específica:

  • Una reacción adversa a un alimento es una respuesta clínicamente anormal a algún tipo de alimento consumido.

  • La intolerancia a un alimento es un tipo de reacción adversa que no implica al sistema inmunitario, por ejemplo, intoxicaciones por alimentos.

  • Una alergia a un alimento es un tipo de reacción adversa que implica al sistema inmunitario, por ejemplo, una colitis o una atopia.

Los perros y los gatos con alergia alimentaria suelen tener signos clínicos gastrointestinales (p. ej., vómitos, diarrea o ambos) o una afección pruriginosa de la piel, especialmente en las regiones de las orejas, los cuartos traseros y las patas en perros y alrededor del cuello y en la cara en gatos. La prevalencia de las alergias alimentarias verdaderas en relación con la atopia y las alergias a la picadura de pulga sigue siendo relativamente baja. Algunos perros y gatos que manifiestan prurito no estacional están sufriendo una reacción adversa a un alimento.

Desafortunadamente, la alergia alimentaria no puede diferenciarse de la intolerancia alimentaria, por lo que las pruebas cutáneas para detectar alergias alimentarias no son fiables. Los análisis de sangre y saliva para la alergia alimentaria tampoco son fiables para diagnosticar las alergias alimentarias en perros y gatos. Por lo tanto, dadas todas las posibles etiologías y los limitados diagnósticos disponibles, cualquier animal sospechoso de sufrir una reacción adversa a los alimentos debe someterse a una prueba de alimentación.

La duración de la prueba de alimentación depende de la afección que se está tratando. Las pruebas de alimentación para reacciones adversas a los alimentos asociadas con signos del tracto GI deben prolongarse 2-4 semanas, en tanto que las pruebas de alimentación para signos propios de afecciones dermatológicas deben prolongarse 8-12 semanas.

Durante una prueba de alimentación, el único alimento suministrado debe ser exclusivamente una fuente novedosa de proteína o proteína hidrolizada. Se debe obtener un historial dietético minucioso del propietario antes de seleccionar el tipo de alimento.

Si el propietario elige suministrar un pienso comercial, están disponibles diversos productos que incluyen una única fuente novedosa de proteína (p. ej., canguro, ciervo, conejo, pato o pescado). Los piensos comerciales disponibles para gatos incluyen conejo, pato, venado y cordero como fuentes de proteína. El pescado no es una opción nueva para la mayoría de los gatos.

Más importante, la formulación del alimento ofrecido debe fijarse para asegurar que la composición de ingredientes es consistente entre lotes. Estos productos son más caros no solo debido a sus únicas y limitadas fuentes de proteína, sino también por los procedimientos de control de calidad requeridos para asegurar que las formulaciones están fijadas y eliminar la contaminación cruzada con los lotes previos de alimentos diferentes.

Una opción dietética alternativa para perros y gatos con sospecha de reacciones adversas a los alimentos es un pienso con proteína hidrolizada. La proteína es el nutriente más común asociado con las reacciones adversas a los alimentos, porque es necesaria para unir dos moléculas de IgE para provocar la liberación de histamina. En los piensos con proteína hidrolizada, la proteína está rota en fragmentos de péptidos más pequeños que son demasiado cortos para formar un puente entre dos moléculas de IgE.

Aunque las dietas hidrolizadas son útiles en muchos perros y gatos con reacciones adversas a los alimentos, son costosas y el grado de hidrólisis de proteínas entre dietas también varía. Además, algunos animales con alergias a las fuentes de proteína en estas dietas pueden reaccionar a la dieta normal de proteína hidrolizada, según el nivel de hidrólisis. La elección entre una dieta proteica nueva y una dieta hidrolizada debe individualizarse para el paciente y el propietario, en coordinación con su veterinario.

Las dietas de elaboración casera también son posibles usando las mismas fuentes de proteína sugeridas anteriormente (u otros ingredientes que el propietario quiera probar) y tienen pros y contras.

Actualmente, la carne de vacuno, el pollo y los productos lácteos son los alérgenos alimentarios más comunes en los perros, mientras que la carne de vacuno, el pescado y los productos lácteos son los alérgenos alimentarios más comunes en los gatos. Sin embargo, los perros y los gatos pueden desarrollar alergia a cualquier proteína de la dieta. Por término medio, no existe una ventaja de precio del alimento casero sobre los alimentos comerciales preparados; de hecho, formular una dieta casera que contenga proteínas hidrolizadas es muy difícil y costoso.

El alimento de prueba debe suministrarse en solitario durante el periodo de tiempo recomendado, eliminando todas las chucherías, tentempiés y sobras a menos que estén elaborados con exactamente los mismos ingredientes que el alimento de prueba o contengan proteína hidrolizada. Todos los medicamentos y suplementos masticables deben eliminarse durante la prueba porque la mayoría contienen los mismos ingredientes proteicos y aditivos que los alimentos y chucherías para mascotas.

Otros tratamientos como la hiposensibilización y el control de las pulgas son necesarios en animales con una enfermedad concomitante. Probar varios ingredientes sospechosos reintroduciéndolos en la alimentación de uno en uno seguido de la reaparición de los signos es una forma de confirmar la reacción adversa a ese ingrediente. Los ingredientes reintroducidos pueden reproducir los signos ya a las 12 horas de su ingestión, pero pueden tardar hasta 10 días. El tratamiento de por vida es la evitación dietética, lo cual puede ser difícil si los ingredientes perjudiciales no están identificados con total seguridad.

Obesidad en la nutrición en el manejo de enfermedades en pequeños animales

La obesidad es el problema de salud nutricional más común en perros y gatos, y los riesgos para la salud asociados con la obesidad continúan aumentando. La obesidad es la acumulación excesiva de tejido adiposo, lo que equivale en perros y gatos a un peso corporal >20 % por encima del peso ideal. Los perros y gatos con un peso superior al 10-20 % del peso corporal ideal se consideran con sobrepeso. Se estima que el >50 % de los perros y gatos que visitan al veterinario en EE. UU. tienen sobrepeso o están obesos.

La obesidad se produce cuando el consumo de energía excede al gasto energético. Los factores de riesgo para desarrollar obesidad incluyen lo siguiente:

  1. Falta de ejercicio.

  2. Predisposición racial (las razas con mayor riesgo incluyen el Labrador Retriever, el Schnauzer miniatura, el Teckel, el Pastor de Shetland, el Cocker Spaniel, el Beagle, el Basset Hound y el Cairn Terrier).

  3. Aumento de la edad (la tasa metabólica disminuye con la edad a medida que la masa muscular magra disminuye y la masa grasa aumenta).

  4. Esterilización.

  5. Determinados trastornos endocrinos.

  6. Ciertos fármacos, como los corticoesteroides y el fenobarbital.

Los problemas de salud asociados con la obesidad incluyen disminución de la esperanza de vida, deterioro de la calidad de vida, inflamación crónica, problemas pulmonares y cardiovasculares, intolerancia al ejercicio y al calor, problemas articulares y musculoesqueléticos (p. ej., artritis), función inmune comprometida, pancreatitis (perros), diabetes mellitus y lipidosis hepática (gatos) y aumento de la morbilidad y mortalidad durante y después de la anestesia.

El tejido adiposo se consideró durante mucho tiempo metabólicamente inerte, y su papel principal en la enfermedad se atribuyó al estrés en las articulaciones causado por el aumento de peso y el incremento de la carga de trabajo del corazón. Sin embargo, ahora se sabe que el tejido adiposo no es inerte, sino un importante órgano endocrino que produce adipocinas. La expresión, producción y liberación de muchas adipocinas se incrementan en la obesidad, lo que produce una inflamación persistente de bajo grado y un aumento del estrés oxidativo que desempeña un papel en muchas enfermedades crónicas, como la osteoartritis y la diabetes mellitus.

El tratamiento de la obesidad debe incluir objetivos tanto a corto como a largo plazo. Los objetivos a corto plazo son perder peso y alcanzar una condición corporal ideal. El objetivo a largo plazo es mantener una condición corporal óptima. Ambos objetivos requieren la modificación de los comportamientos que han dado lugar a que el perro o el gato tengan sobrepeso. Las recomendaciones de cambios en el estilo de vida deben hacerse en el contexto del mantenimiento del vínculo entre el propietario y el animal. Si esto se ignora, el cumplimiento por parte del propietario es poco probable. Si dar golosinas es una interacción importante entre el propietario y la mascota, es importante proporcionar al propietario opciones de golosinas bajas en energía. La mayoría de las golosinas no son completas ni equilibradas, por lo que deben restringirse a <10 % de la ingesta energética total para evitar desequilibrios nutricionales.

Los programas de pérdida de peso más eficaces incluyen una combinación de restricción energética y ejercicio. El primer paso es obtener un historial dietético completo, seguido del cálculo de la ingesta energética apropiada para inducir la pérdida de peso. Establecer el 60 % de las necesidades de energía de mantenimiento (NEM) para perros y el 70 % de las NEM para gatos es una forma de calcular la ingesta energética inicial para un programa de control de peso. Independientemente de la fórmula utilizada, la ingesta energética calculada es solo un punto de partida y puede requerir modificaciones en función de la respuesta.

El siguiente paso es decidir la alimentación para el programa de pérdida de peso. Los piensos de mantenimiento no suelen recomendarse para los programas de pérdida de peso, porque están formulados para satisfacer las necesidades nutricionales de los adultos moderadamente activos. La restricción de la ingesta calórica mediante dietas de mantenimiento puede dar lugar a una ingesta inadecuada de algunos nutrientes, y un estudio documentó numerosas deficiencias nutricionales cuando las dietas de mantenimiento o de venta libre para el control del peso se administraron de una manera calóricamente restringida para inducir la pérdida de peso.

Los piensos terapéuticos para pérdida de peso están formulados para ser bajos en energía mientras proporcionan otros nutrientes en cantidades apropiadas. Los niveles adecuados de proteína son importantes en cualquier dieta de pérdida de peso elegida. La mayoría de las dietas formuladas para bajar de peso también tienen otras modificaciones nutricionales, incluyendo niveles elevados de proteína y fibra dietética, así como suplementos de L-carnitina. Es mejor dividir la ingesta energética diaria total en varias comidas en lugar de una comida abundante.

El siguiente paso es decidir el ritmo de pérdida de peso: un objetivo razonable es una pérdida de ~1 % del peso corporal/semana. Si el animal está perdiendo peso a un ritmo más lento que el elegido, pero lo está haciendo bien y el propietario está satisfecho, entonces puede ser mejor permitir que la pérdida de peso continúe a un ritmo más lento. El peso del animal debe controlarse cada 2 semanas y el programa debe modificarse si es necesario en función de la respuesta. Cualquier pérdida de peso es buena, y celebrar los éxitos con el propietario ayuda a mantener la motivación.

Los gatos obesos que experimentan pérdida de peso tienen un mayor riesgo de desarrollar lipidosis hepática. Los gatos deben seguir consumiendo energía y nutrientes adecuados. Si a un gato no le gusta el alimento elegido de pérdida de peso, entonces debe encontrarse una alternativa. La inanición nunca es una forma segura o aceptable de causar pérdida de peso.