El parto tiende a transcurrir sin complicaciones en las cabras, con una incidencia de distocia <5 %. La inducción del parto es una técnica útil para aumentar la supervivencia de los cabritos de rebaños lecheros y para obtener y separar los cabritos de sus madres antes de que mamen en rebaños inmersos en programas de control del virus de la artritis y encefalitis caprina y de micoplasma. La inducción con análogos sintéticos de PGF2alfa como el cloprostenol (125 mg) o el dinoprost trometamina (10 mg) suele provocar el nacimiento de los cabritos ~30-35 h después de la inyección, mientras que si se utiliza dexametasona (20 mg) se requieren ~48 h para que se induzca el parto. La viabilidad de los fetos múltiples puede verse comprometida si el parto se induce antes del día 144.
Si la hembra lleva de parto mas de 30 min sin progreso de este, es probable que necesite ayuda. La mayoría de los cabritos se presentan cranealmente, en posición dorsosacra, con las extremidades anteriores extendidas. Si los cabritos se presentan caudalmente, que es más común en gemelos, trillizos y cuatrillizos que en los únicos, es más probable que se requiera asistencia para el parto. La causa más común de distocia es cuando se presentan simultáneamente dos o más cabritos, lo que requiere un profesional experimentado para identificarla y corregirla. Otras causas de distocia incluyen malposición, desajuste fetomaterno, fallo de la dilatación cervical (útero), prolapso vaginal, torsión uterina e inercia uterina. La mayoría de las distocias pueden corregirse reposicionando a los cabritos y proporcionándoles lubricación y tracción. Sin embargo, en los casos más graves, puede estar indicada la fetotomía o la cesárea.
Cuando se ayuda con el parto, se debe tener mucho cuidado para evitar desgarros uterinos, que pueden diagnosticarse al palpar el útero después de la distocia. Los desgarros pequeños (<1 cm) pueden tratarse acelerando la involución del útero con la administración de oxitocina. Los desgarros más grandes pueden requerir intervención quirúrgica para minimizar el sangrado excesivo y la peritonitis. Se deben administrar antimicrobianos sistémicos, antiinflamatorios y un refuerzo de la vacuna clostridial a las hembras después de una distocia prolongada.
Las retención de placenta (definida como la placenta no expulsada 12 horas después del parto) es rara en las cabras y suele asociarse con deficiencia de selenio, el nacimiento de un feto momificado o putrefacto o un parto complicado. Puede tratarse mediante tracción suave o administración de oxitocina para facilitar la expulsión; sin embargo, el diagnóstico y el tratamiento de la causa subyacente por lo general resolverán el problema.
Cortesía de Dr. Jamie Stewart y the Veterinary Diagnostic Laboratory at the University of Illinois, Urbana-Champaign.
La metritis es casi siempre una secuela de una distocia o placenta retenida, y los antimicrobianos sistémicos están justificados. Pueden colonizar el útero organismos clostridiales (Clostridium tetani y C perfringens), lo que da lugar a una toxemia frecuentemente mortal que requiere cuidados intensivos de apoyo, antimicrobianos y tratamiento antitoxínico. Las causas menos graves de metritis pueden desembocar en una endometritis crónica y provocar infertilidad si no se tratan.
El prolapso uterino es infrecuente en las cabras, pero puede darse después de la distocia. El tratamiento es similar al de otras especies y el pronóstico es bueno si se reconoce y trata a tiempo.
Durante el tiempo sumamente frío, los cabritos recién nacidos deben secarse (especialmente las orejas) para evitar la congelación. No son necesarias lámparas de calor si los cabritos están secos, bien alimentados y fuera de las corrientes de aire. Los ombligos de los cabritos recién nacidos en sistemas intensivos deben sumergirse en tintura de yodo para evitar la infección. Los cabritos de Angora, Pigmeos y de carne se suelen criar con las madres. Los de rebaños lecheros a menudo se separan al nacimiento y, tras recibir calostro, se alimentan con biberón o con una botella con tetina.