La población de aves de compañía está formada principalmente por especies de psitácidas, sobre todo paseriformes y otros géneros, como los que incluyen a los tucanes. La dieta de las psitácidas es principalmente vegetal y pueden clasificarse en general como florívoras. La composición de la dieta (fruta, néctar, semillas o una combinación) varía según la especie. Algunas especies consumen un porcentaje de insectos o carroña. Aunque las necesidades y las sensibilidades dietéticas varían entre las especies de psitácidas, los piensos granulados y extruidos que se han elaborado para los loros han mejorado enormemente la ingesta nutricional y la subsiguiente salud y calidad de vida de estas aves. Sin embargo, los piensos granulados varían en composición y calidad y deben valorarse individualmente. Hay disponibles gránulos extruidos en diferentes formas y tamaños para mantenimiento y reproducción. Muchos piensos granulados contienen ácidos grasos omega-3 y probióticos.
La nutrición de las psitácidas ha sido el foco de investigación durante las últimas décadas. Durante este periodo, se han desmentido muchos mitos sobre la nutrición de las psitácidas. El grit, aunque probablemente sea necesario para algunos paseriformes y columbiformes para ayudar en la digestión mecánica, no es necesario para las psitácidas. Las psitácidas descascaran las semillas antes de consumirlas. Las galletas para monos son nutricionalmente incompletas y algunas marcas tienden a contener bacterias o promover un crecimiento excesivo de bacterias gramnegativas cuando se incluyen en la alimentación de las aves. La alimentación exclusivamente a base de semillas, independientemente de la suplementación, son subóptimas para las psitácidas. Las carencias de vitamina A, proteína (particularmente los aminoácidos lisina y metionina), calcio y otros nutrientes se observan en la mayoría de las especies de psitácidas con alimentación basada en semillas. A la inversa, la adición de cantidades excesivas de vitaminas, como la vitamina A, a los piensos granulados puede tener efectos igualmente perjudiciales.
Proteína para psitácidas
Las necesidades proteicas (de aminoácidos) de las psitácidas no están bien establecidas. Las carencias de aminoácidos que se observan más frecuentemente en las aves psitácidas con alimentación basada en semillas y en los mismos alimentos que comen sus propietarios son las de lisina y metionina. El contenido de fibra siempre debe tenerse en cuenta al determinar las necesidades dietéticas de proteína, porque el aumento de fibra causa una mayor "pérdida" fecal de proteína. Las aves que consumen alimentos bajos en fibra y más fáciles de digerir (como los loris que se alimentan de néctar) pueden mantenerse bien con alimentos cuyos niveles de proteína fácilmente digestible son tan solo del 3-5 %. Los niveles de proteína de mantenimiento en adultos para los periquitos y las ninfas (7-12 %) son más bajos que los de los loros grises africanos (10-15 %). Las necesidades proteicas para el crecimiento y la puesta de huevos son mayores que los niveles de mantenimiento en todas las aves. Los periodos de muda intensa también aumentan en gran medida las necesidades proteicas, particularmente las del aminoácido azufrado cisteína, porque las plumas contienen en promedio el 25 % de la proteína corporal de las aves.
La proteína dietética excesivamente alta tiene el potencial de causar insuficiencia renal y gota en aves con problemas renales preexistentes o una predisposición genética a la gota. Se ha demostrado que las ninfas sin enfermedad renal preexistente toleran niveles de proteína extremadamente altos en el alimento (hasta un 70 %) sin alteración renal. Se ha documentado una predisposición genética a la enfermedad renal/gota en algunas estirpes de aves de producción y podría ocurrir en otras especies de aves.
Los aumentos repentinos y drásticos de proteína dietética pueden sobrecargar los riñones, produciendo hiperuricemia y gota visceral. Cuando está indicado un aumento de la proteína dietética, el incremento debe hacerse gradualmente para evitar el daño renal.
Grasa para psitácidas
La grasa dietética suministra ácidos grasos esenciales, energía y precursores hormonales. También contribuye a la formación de la yema de huevo y ayuda a la absorción de las vitaminas liposolubles. El alimento debe contener un 5-12 % de grasa, según la especie, el estado general de la psitácida y el estadio fisiológico y condición de cría. La ración debe contener al menos un 1 % de ácidos grasos poliinsaturados (p. ej., ácido linoleico) sobre materia seca. Los guacamayos jacintos necesitan una gran cantidad de grasa, que pueden digerir fácilmente. La grasa puede incrementarse incluyendo nueces en un 15 % de su dieta diaria. En general, sin embargo, un exceso de grasa dietética conduce a obesidad, enfermedades metabólicas, enfermedad cardiaca y aterosclerosis (también ver Aves de compañía). Las necesidades de grasa de las psitácidas para la reproducción suelen ser menores que las de las aves de producción, porque las crías altriciales de las psitácidas no necesitan la misma cantidad de ácidos grasos que las crías más precoces de las aves domésticas. Sin embargo, los alimentos que son marginalmente deficitarios a menudo se traducen en problemas en la hembra psitácida o en sus polluelos durante la reproducción.
Vitaminas para psitácidas
La vitamina A es necesaria para la visión, la reproducción, la integridad inmunológica, el crecimiento, y el mantenimiento de las células epiteliales de los tejidos respiratorio, GI y renal. La carencia de vitamina A se ha observado históricamente en las psitácidas alimentadas exclusivamente a base de semillas, por lo que comúnmente se recomienda la suplementación. Sin embargo, la suplementación indiscriminada conduce a la intoxicación por vitamina A, así como a una disminución de la absorción de otras vitaminas liposolubles y carotenoides. En la naturaleza, las psitácidas no consumen vitamina A, pero obtienen precursores de la vitamina A, como los carotenoides, de varias plantas. Los piensos granulados deben contener vitamina A en concentraciones de 5000-8000 UI/kg. Las cantidades mayores deben evitarse. La fuente de vitamina A añadida a los alimentos de las aves no está regulada y se han documentado importantes problemas de control de calidad. Lo ideal es que un alimento granulado de calidad para psitácidas contenga múltiples carotenoides y otros precursores de vitamina A, con un nivel mínimo de vitamina A.
Algunos carotenoides son precursores de la formación de vitamina A en las aves. Los carotenoides también actúan como antioxidantes y son necesarios en algunas especies (como los canarios y los flamencos) para la pigmentación de las plumas.
Las formas de vitamina D incluyen D1, D2 y D3. La D3 es la forma más activa, por lo que debe usarse. La función principal de la vitamina D consiste en aumentar la absorción de calcio y fósforo. La vitamina D puede obtenerse directamente del alimento o de la exposición a la luz ultravioleta B (UVB) (285-315 nm). En la naturaleza, no se sabe cuánta vitamina D obtienen los loros al alimentarse o a través de los rayos UVB de la luz solar. La carencia de vitamina D es probablemente rara en la naturaleza debido a la exposición a la luz solar. Las aves que viven en condiciones polares obtienen su vitamina D durante el invierno al consumir alimentos con altas cantidades de vitamina D (p. ej., pescado, plancton). En ausencia de luz solar natural, la necesidad mínima de vitamina D oral para los loros grises africanos es probablemente de 500-1000 UI/kg.
La carencia de vitamina D puede estar causada por un déficit dietético o por la falta de exposición a la radiación UVB. La deficiencia dietética se produce cuando se administra una dieta basada en semillas, desequilibrada y sin suplementos, y cuando se permite la alimentación "estilo cafetería", que da lugar a un consumo dietético desequilibrado. Estudios limitados han demostrado que existe variación interespecífica en las psitácidas para los requerimientos de luz UVB. Desafortunadamente, muchas aves se alojan totalmente en el interior, y los propietarios a menudo asumen erróneamente que las aves no necesitan luz solar directa o que la luz solar que reciben las aves a través de los cristales suministrará radiación UVB. Se debe alentar a los propietarios de aves de compañía a que expongan a sus aves a la luz solar directa (con las precauciones adecuadas con respecto al calor excesivo) o que compren y utilicen adecuadamente bombillas UVB. Sin embargo, los propietarios de aves de compañía deben considerar que cuanto más lejos del ecuador, menos UVB se genera, especialmente a finales de otoño, invierno y principios de primavera. Algunas investigaciones indican que los rayos UVA y/o UVB pueden afectar la síntesis de vitamina D en algunas especies de aves, el hallazgo del alimento, el bienestar y el color de las plumas. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar cuántos rayos UVA y/o UVB se necesitan para cada especie de ave.
La intoxicación por vitamina D está causada por una suplementación excesiva. Algunas especies de psitácidas, especialmente los guacamayos, son sensibles al exceso de vitamina D en la alimentación y pueden desarrollar calcificación de tejidos blandos y fallo renal. No se han establecido niveles tóxicos para las psitácidas, pero los niveles a partir de 2800 UI/kg de alimento pueden ser tóxicos para las aves de producción.
Para la discusión de la vitamina E, ver Nutrición en aves piscívoras (comedoras de peces).