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Alimentación del caballo viejo y el potro huérfano

PorSarah L. Ralston, VMD, PhD, DACVN
Revisado/Modificado ene 2021

    Los caballos viejos con frecuencia pierden peso debido al desgaste de los dientes o a trastornos metabólicos. Los caballos viejos también pueden tener una digestión reducida de la proteína, la fibra y el fósforo. La alimentación con una ración granulada completa diseñada para caballos mayores o con cubos de heno o granulados fáciles de masticar puede mejorar el bienestar del caballo si su dentadura es un problema. Sin embargo, se debe realizar un examen médico y dental completo antes de cambiar drásticamente la ración de un caballo mayor.

    Si un potro huérfano no recibe calostro de su madre, debe suministrársele calostro de otra yegua o calostro congelado en las 24 h siguientes al nacimiento (preferiblemente dentro de las primeras 3-12 h). Hay disponibles productos reemplazantes del plasma, ricos en anticuerpos, para administración IV, pero son caros y proporcionan una protección de duración cuestionable.

    Una yegua nodriza es mejor para el cuidado general de un potro huérfano. La yegua y el potro no deben dejarse sin vigilancia hasta que la yegua haya aceptado al huérfano; la inmovilización física o química de la yegua puede ser necesaria inicialmente y repetirse varias veces antes de que acepte al nuevo potro. Si la madre está en una etapa tardía de la lactación (>3 meses) y el potro es un recién nacido, puede ser necesaria la suplementación con un sustituto lácteo para potros, ya que el contenido de nutrientes de la leche se altera con el tiempo.

    Si no hay una yegua nodriza disponible, una cabra lechera en lactación (entrenada para estar de pie sobre un fardo de heno o paja para que el potro pueda mamar) puede servir como alternativa.

    Los sustitutos de la leche de yegua y la leche de cabra también se han utilizado con éxito para alimentar a los potros huérfanos. Los potros deben alimentarse cada 1-2 h durante los primeros 1-2 días de vida y luego cada 2-4 h durante las siguientes 2 semanas, a razón de 250-500 mL por toma, usando un biberón calentado y una tetina artificial. Entre las diversas tetinas disponibles, las destinadas a corderos son las mejores para los potros. Los intervalos de alimentación pueden alargarse gradualmente después de 2 semanas; sin embargo, la cantidad suministrada en cada toma también debe aumentarse de modo que el potro consuma el 10-15 % de su peso corporal por día en sustitutos lácteos diluidos adecuadamente.

    Se debe alentar al potro a beber leche recién preparada en un cubo, a voluntad, desde el principio de su vida. Tras 1 mes, hay que animar al potro a comer mezclas concentradas (con ≥18 % de proteína bruta, diseñadas para potros en crecimiento) y heno de buena calidad, además de la leche o el sustitutivo lácteo. El potro puede destetarse con 3 meses de edad. En todo momento desde el nacimiento, el potro debe tener acceso a agua fresca. ( ver Cuidados de la yegua y el potro en el periparto y ver Descripción general del manejo neonatal en grandes animales.)