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Diagnóstico de problemas de comportamiento en los caballos

PorGary M. Landsberg, BSc, DVM, MRCVS, DACVB, DECAWBM;Sagi Denenberg, DVM, DACVB, Dip. ECAWBM (Behaviour), MACVSc (Behaviour)
Revisado/Modificado mar 2019

Algunos problemas a los que se enfrentan los caballos están asociados a problemas de comportamiento o a expectativas no cumplidas sobre la conducta del animal. Su veterinario necesitará descartar cualquier posible problema de salud que pueda estar causando un cambio en el comportamiento de su caballo. Para hacerlo, completará una exploración física y realizará pruebas diagnósticas, como análisis de sangre. Además, su veterinario considerará si su caballo está experimentando estrés, lo cual puede alterar las funciones orgánicas normales, el comportamiento y las respuestas inmunitarias. Especialmente con el tiempo, el estrés puede tener varios efectos sobre la salud y el comportamiento.

Después de descartar un problema médico, su veterinario tomará una anamnesis de comportamiento. Una anamnesis del comportamiento incluye lo siguiente:

  1. Sexo, raza, y edad del caballo.

  2. Edad al inicio del problema.

  3. Duración del problema.

  4. Descripción del comportamiento real.

  5. La frecuencia del comportamiento (por horas, diario, semanal, mensual).

  6. La duración de un episodio promedio (segundos, minutos, horas).

  7. El rango de duración de los episodios.

  8. Cualquier cambio en el patrón, frecuencia, intensidad y duración de los episodios.

  9. Cualquier medida de corrección experimentada y la respuesta.

  10. Cualquier actividad que detenga el comportamiento.

  11. Un horario típico de 24 horas del caballo y el propietario, así como cualquier variabilidad diaria.

  12. Cría del caballo (para ver si hay algún signo de problemas similares en la madre o el padre).

  13. Entorno y alojamiento.

  14. Cualquier otro aspecto que el propietario crea que es relevante.

Para obtener una imagen completa del problema, es importante comentar estos puntos con todos los responsables del cuidado del caballo, incluido el personal del establo y los entrenadores. También puede ser útil grabar un video del comportamiento para mostrárselo al veterinario.

Usted y su veterinario deben considerar el "ABC" (del inglés antecedent, behavior y consequences) del problema de comportamiento. ¿Qué sucede antes de la conducta (el antecedente)? ¿Cuál es el comportamiento (behavior)? ¿Qué sucede inmediatamente después (las consecuencias)? Dado que los comportamientos pueden cambiar a medida que los caballos aprenden y maduran, su veterinario también tendrá en cuenta cómo empezó el problema inicialmente.

Dónde conseguir ayuda

Los propietarios que buscan ayuda para un problema de comportamiento con su caballo pueden recurrir a varias fuentes. La American Veterinary Medical Association reconoce una variedad de especialidades dentro de la medicina veterinaria. Al igual que las especialidades en medicina humana, estas incluyen veterinarios certificados en cirugía, medicina interna, oftalmología (cuidado de los ojos), odontología, comportamiento y muchas otras áreas de especialización. La mayoría de los veterinarios especialistas en comportamiento animal trabajan en facultades de veterinaria o en centros privados de referencia. Para encontrar un etólogo veterinario especializado en caballos, consulte con la herramienta Find a Consultant de la American Veterinary Society of Animal Behavior's.

También hay veterinarios que no están certificados, pero que tienen un interés especial en el comportamiento. Estos veterinarios tienen una amplia experiencia y conocimientos en el campo, y muchos ofrecen consultas de comportamiento como parte de su práctica veterinaria habitual.

También hay no veterinarios que se autodenominan etólogos y ofrecen asesoramiento sobre los problemas de comportamiento de los caballos. Algunos tienen un doctorado o un máster en psicología o un campo relacionado, y otros han obtenido una certificación. Otros, principalmente los entrenadores de caballos, no tienen una educación formal en comportamiento, pero ofrecen consejos sobre cómo resolver problemas de comportamiento. Los propietarios que necesitan ayuda para su caballo deben preguntar sobre los antecedentes y la formación de la persona que ofrece la consulta de comportamiento antes de concertar una cita. Dado que muchos problemas de comportamiento en los caballos pueden estar influenciados por afecciones médicas, los veterinarios son los profesionales que pueden ofrecer la atención más completa.

Definición del problema

Para diagnosticar correctamente un problema de comportamiento, tanto usted como su veterinario deben utilizar las mismas definiciones para los mismos comportamientos. Ambos deben reconocer y describir con precisión los comportamientos que les preocupan. Grabar en vídeo al caballo puede garantizar que esa comunicación se produzca. Su comprensión y cumplimiento son fundamentales para que los caballos con trastornos de conducta mejoren. Solo cuando se reconocen los comportamientos que llevan a las conductas problemáticas, se puede evitar o prevenir la situación provocadora. Por lo tanto, al ver una grabación del comportamiento problemático, su veterinario podrá trabajar con usted para lograr respuestas más deseables y ayudar a tratar el trastorno.

A continuación se presenta un breve glosario de términos que se suelen emplear para explicar el comportamiento. Para obtener más información sobre los problemas de comportamiento específicos de los caballos, consulte Problemas de comportamiento en los caballos.

Un comportamiento anormal es uno que es disfuncional e inusual. Esto es diferente de un motivo de consulta sobre el comportamiento, que es una acción indeseable pero "normal".

La agresividad en caballos puede producirse como una amenaza o como un ataque. Hay varios tipos de comportamiento agresivo en los caballos, como la agresividad por miedo y la agresividad entre machos. Algunos tipos de agresividad son normales (como la madre protegiendo a su potro), mientras que otros son inapropiados y anormales.

La ansiedad es el presentimiento de un peligro futuro acompañado de signos de tensión (vigilancia, aumento de la actividad motora y tensión muscular). El foco de la ansiedad puede ser interno o externo.

Un caballo en conflicto tiene tendencia a expresar más de un comportamiento a la vez. Por ejemplo, un caballo puede querer acercarse a una persona para tomar una golosina como una manzana, pero es reacio a acercarse demasiado porque está nervioso. La motivación del conflicto, salvo en casos extremos asociados a funciones de supervivencia (p. ej., comer), suele ser difícil de identificar en los animales. El conflicto puede producir agresividad o conductas de desplazamiento (véase más adelante).

La actividad de desplazamiento es la resolución de un conflicto mediante la expresión de un comportamiento aparentemente no relacionado. Cuando un caballo está en conflicto entre la reproducción y la agresividad o entre la agresividad y el miedo, a menudo realizará una actividad aparentemente irrelevante. Algunos ejemplos de estas actividades incluyen acicalarse, alimentarse, rascarse, dar manotazos y dormir. Los comportamientos de desplazamiento también pueden darse debido a la frustración o sin razón aparente.

La dominancia se refiere a la competencia por un recurso limitado (p. ej., el acceso a un cubo de comida o bebedero). Un animal de mayor rango puede desplazar a otro de menor rango del recurso. El rango o jerarquía se suele definir por la capacidad de controlar el recurso. Un animal dominante no es el que más pelea. Se puede identificar a la mayoría de los animales de alto rango por el comportamiento sumiso mostrado hacia ellos por otros en su grupo. La terminología de dominancia se aplica a la comunicación entre los miembros de una sola especie (caballo a caballo), pero no se aplica a la comunicación entre especies (hombre a caballo). El concepto de dominancia a menudo se usa en exceso y se aplica de forma inexacta.

El miedo es una sensación de aprensión asociada a la presencia o proximidad de un objeto, individuo o situación social. Forma parte del comportamiento normal y sirve para proteger a los animales del peligro. Decidir si el miedo es anormal depende del contexto. Por ejemplo, el fuego es una herramienta útil, y el miedo a ser consumido por él es un comportamiento normal. Sin embargo, si el establo no estuviera en llamas, ese miedo sería irracional. Si este miedo fuera constante o recurrente, probablemente se consideraría un comportamiento anormal. Los miedos normales y anormales suelen variar en intensidad. La intensidad del miedo aumenta a medida que aumenta la proximidad real o imaginaria del objeto que causa el miedo. Una respuesta repentina, exagerada, anormal y temerosa se suele denominar fobia (véase más adelante).

La frustración surge cuando un caballo es incapaz de expresar un comportamiento debido a obstáculos físicos o psicológicos en el entorno. Cuando un caballo está frustrado puede responder con una actividad de desplazamiento o signos de ansiedad. Este término, como la dominancia, se usa en exceso y no suele estar definido, lo que significa que a menudo no es muy útil cuando se diagnostica un problema de comportamiento.

La mayoría de las reacciones de miedo se aprenden, y se pueden olvidar mediante una exposición gradual. Las fobias, sin embargo, son reacciones profundas que no disminuyen ni con la exposición gradual al objeto ni con la falta de exposición durante un tiempo. Una fobia implica reacciones súbitas, exageradas y anormales que provocan pánico. Las fobias pueden desarrollarse rápidamente o con el tiempo, pero una vez establecidas se caracterizan por una ansiedad inmediata e intensa. El miedo puede desarrollarse más gradualmente y, dentro de un episodio de comportamiento miedoso, puede haber más variación en la intensidad de lo que se vería en una reacción fóbica. Una vez que se ha experimentado un acontecimiento fóbico, cualquier evento asociado a este o su recuerdo es suficiente para generar la reacción. Incluso sin reexposición, las fobias pueden permanecer en su nivel anterior o superarlo durante años. Las situaciones fóbicas se evitan a toda costa, o bien, si son inevitables, se soportan con una intensa ansiedad o angustia.

Los comportamientos estereotipados son comportamientos repetitivos, relativamente invariables, que no tienen un propósito obvio. Suelen derivarse de un comportamiento normal, como acicalarse, comer o caminar. Los comportamientos estereotipados pueden darse en situaciones de conflicto o frustración relacionadas con el entorno o el cuidado de un animal, como el confinamiento, los entornos inhóspitos, el estrés y el hecho de separarlo de su madre demasiado pronto. Algunos ejemplos de conductas son andar en zigzag, andar sin parar por el establo y tragar aire (cribbing). Estos comportamientos son anormales porque interfieren en el funcionamiento normal del animal.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los problemas de comportamiento en los caballos.