Un diagnóstico preciso de las causas de una enfermedad de la piel requiere una anamnesis detallada, una exploración física y las pruebas de diagnóstico adecuadas. Muchas enfermedades de la piel tienen un aspecto similar, y puede no ser posible un diagnóstico inmediato. Una buena anamnesis es importante porque los patrones y el momento en que se desarrolla la afección pueden proporcionar pistas sobre la causa. Según la anamnesis de su caballo y la exploración física, su veterinario puede solicitar cualquier procedimiento de laboratorio. Estos pueden incluir el análisis microscópico de raspados de piel y pelo, cultivos de hisopos de piel, análisis de sangre y orina e incluso biopsias. Pueden pasar varios días antes de que los resultados de laboratorio estén disponibles. Su veterinario también puede evaluar cómo responde su caballo al tratamiento para diagnosticar un problema cutáneo específico. A menudo se necesita más de una visita para establecer un diagnóstico correcto.
Debe estar preparado para proporcionar tanta información como sea posible: 1) el motivo principal de consulta; 2) cuánto tiempo ha estado presente el problema; 3) edad en la que comenzó la enfermedad cutánea; 4) presencia y gravedad del prurito (comportamiento de picor, lamido, frotado, rascado o morder); 5) el aspecto de la piel cuando comenzó la enfermedad en comparación con su aspecto actual; 6) tipo de anomalías y cualquier progresión; 7) si la afección se produce en algunas estaciones pero no en otras; 8) área del cuerpo donde el problema se observó por primera vez; 9) cualquier tratamiento previo y qué tipo de respuesta hubo; 10) la frecuencia de los baños y cuándo se dio el último (un baño reciente puede oscurecer o cambiar lesiones clínicas importantes, el baño excesivo y la humectación de la piel pueden predisponer a la enfermedad cutánea); 11) presencia de pulgas, garrapatas o ácaros; 12) otros animales que han estado en contacto con el caballo afectado; 13) el entorno y la dieta del caballo; y 14) se deben observar los signos o informes de enfermedad generalizada, ya que la piel puede ser el primer lugar donde se observan los signos de una enfermedad que afecta a múltiples sistemas orgánicos.
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