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Estructura de la piel en los caballos

PorKaren A. Moriello, DVM, DACVD
Revisado/Modificado oct 2019

La piel es el órgano más grande del organismo de su caballo. Proporciona una barrera protectora contra el entorno, regula la temperatura y le da a su caballo su sentido del tacto. Según la especie y la edad, la piel puede suponer del 12 al 24 % del peso corporal de un animal. La piel tiene tres capas principales: la epidermis o capa más externa, la dermis o capa media y el subcutis o capa más interna. Otros componentes importantes son los apéndices cutáneos (como el pelo y los cascos), los músculos subcutáneos y la grasa.

Estructura de la piel de un caballo

Epidermis

La epidermis es la capa externa de la piel, que está compuesta por varias capas de células. Proporciona una barrera de protección frente a sustancias extrañas. La epidermis es más gruesa en grandes animales, como los caballos. ncluye múltiples tipos de células, como queratinocitos, melanocitos, células de Langerhans y células de Merkel. Cada una de estas células tiene funciones especiales.

Los queratinocitos proporcionan una capa protectora que se renueva constantemente en un proceso llamado queratinización. En este proceso se crean nuevas células de la piel cerca de la base de la epidermis y migran hacia arriba. Esto produce una capa compacta de células muertas en la superficie de la piel. Esta capa retiene líquidos, electrolitos y nutrientes, mientras mantiene alejados a los agentes infecciosos o nocivos. La capa superior de células cutáneas muertas se desprende continuamente y es reemplazada por células de las capas inferiores. La tasa de reposición celular se ve afectada por la nutrición, las hormonas, los factores tisulares, las células inmunitarias de la piel y la genética. La enfermedad y la inflamación también pueden alterar el crecimiento celular normal y la queratinización.

Los melanocitos se encuentran en la base de la epidermis, en la vaina de la raíz externa de los pelos y en los conductos de las glándulas sebáceas y sudoríparas. Los melanocitos producen el colorante de la piel y el pelo (pigmento) llamado melanina. La producción de melanina está controlada tanto por las hormonas como por los genes recibidos de los padres. La melanina ayuda a proteger las células de los rayos dañinos del sol.

Las células de Langerhans son parte del sistema inmunitario. Estas células se dañan cuando se exponen a una luz ultravioleta excesiva y a los glucocorticoides (fármacos antiinflamatorios). Las células de Langerhans desempeñan un papel importante en la respuesta de la piel a sustancias extrañas, como el desarrollo de una erupción después de la exposición a materiales irritantes.

Las células de Merkel son células especializadas asociadas con los órganos sensoriales de la piel, especialmente los bigotes y los pelos sensoriales asociados con estructuras sensoriales llamadas almohadillas de tylotrich.

Zona de la membrana basal

Esta capa de piel se localiza en la base de la epidermis y conecta la epidermis con la capa de la dermis que se encuentra debajo. También sirve como barrera protectora entre la epidermis y la dermis. Varias enfermedades de la piel, incluidas diversas afecciones autoinmunitarias, pueden dañar la zona de la membrana basal. Las ampollas son un ejemplo de una zona de membrana basal dañada.

Dermis

La dermis sostiene y nutre la epidermis y los apéndices cutáneos. Los vasos sanguíneos que suministran nutrientes a la epidermis están localizados en la dermis. Los vasos sanguíneos desempeñan un papel en la regulación de la piel y la temperatura corporal. Los nervios sensoriales se localizan en la dermis y los folículos pilosos. La piel responde a las sensaciones de presión, temperatura, inflamación (picor) y dolor. La dermis secreta las proteínas, el colágeno y la elastina que dan soporte y elasticidad a la piel. También están presentes células inmunitarias que se defienden de los agentes infecciosos que atraviesan la epidermis.

Apéndices cutáneos

Los folículos pilosos, las glándulas sebáceas y sudoríparas y los cascos son apéndices cutáneos que crecen fuera de la epidermis y la dermis. Los folículos pilosos de los caballos son simples: de cada poro sale un pelo.

El crecimiento del pelo se ve afectado por la alimentación, las hormonas y el cambio de estación. Los animales suelen mudar su capa de pelo en respuesta a los cambios de temperatura y duración del día, por lo general a principios de la primavera y a principios del otoño. El tamaño, la forma y la longitud del pelo están controlados por la genética y las hormonas. Las enfermedades, los fármacos, la nutrición y el medio ambiente también afectan a la salud del pelo.

La capa de pelo protege la piel de los daños físicos y de la luz ultravioleta y ayuda a regular la temperatura corporal. El aire atrapado entre los pelos secundarios conserva el calor. Para ello es necesario que los pelos estén secos y sean resistentes al agua. El pelo de muchos animales en época de frío suele ser más largo y fino para facilitar la conservación del calor. El pelaje también puede ayudar a enfriar la piel. El pelo del tiempo caluroso tiene pelos más cortos y gruesos y menos pelos secundarios. Este cambio anatómico permite al aire moverse con facilidad a través del pelo, lo que facilita el enfriamiento.

Las glándulas sebáceas secretan una sustancia aceitosa llamada sebo a los folículos pilosos y a la piel. Están presentes en gran número cerca de los cascos, la nuca, la grupa, la boca y la zona de la cola. El sebo es importante para mantener la piel suave, húmeda y flexible. Da brillo al pelo y tiene propiedades antimicrobianas.

Las glándulas sudoríparas son parte del sistema del caballo para regular la temperatura corporal. Se encuentran en la mayor parte del cuerpo, excepto en las patas. La evaporación del sudor de la piel es el principal mecanismo de refrigeración del cuerpo de los caballos.

Subcutis

El subcutis es la capa principal más interna de la piel. Contiene la grasa subcutánea y los músculos. (La palabra subcutáneo significa "debajo de la piel".) El músculo cutáneo es el músculo subcutáneo principal. La grasa subcutánea proporciona aislamiento, un reservorio para líquidos, electrolitos y energía y un amortiguador. Los nervios y los vasos sanguíneos que irrigan la piel también se encuentran en el subcutis.

Para más información

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