logoVERSIÓN PARA PROPIETARIOS DE MASCOTAS

Coágulos sanguíneos y aneurismas en los caballos

PorDavin Borde, DVM, DACVIM;Benjamin J. Darien, DVM, MS, DACVIM
Revisado/Modificado jul 2019

Un trombo es un coágulo de sangre que puede formarse cuando el flujo sanguíneo de una arteria o vena está restringido, cuando el revestimiento de un vaso sanguíneo está dañado o cuando otra afección hace que un caballo produzca coágulos excesivamente. Pueden formarse en el corazón o dentro de los vasos sanguíneos y obstruir aún más el flujo sanguíneo. Un coágulo puede clasificarse según su localización y el síndrome que produce. Algunos ejemplos de esta afección en caballos incluyen la trombosis venosa (un coágulo de sangre en una vena a menudo asociado con la inserción de un catéter durante un largo periodo de tiempo) y la trombosis arterial pulmonar (un coágulo de sangre en la arteria pulmonar). En los caballos, es más probable que se formen coágulos de sangre dentro de las venas. Los coágulos sanguíneos graves se encuentran con mayor frecuencia en animales con enfermedades subyacentes que afectan a la capacidad de coagulación de la sangre. Todo o parte de un trombo puede separarse y ser arrastrado por la corriente sanguínea como un émbolo, que se aloja en otra parte en un punto de estrechamiento. También puede producirse la obstrucción de un vaso sanguíneo cuando un material extraño (p. ej., bacterias, aire o grasa) es transportada al torrente sanguíneo. Algunos coágulos están infectados y pueden sembrar la infección en otras partes del organismo. Los coágulos de sangre suelen dar lugar a un suministro inadecuado de sangre que llega a los tejidos cercanos. Los coágulos de sangre dentro de los vasos sanguíneos de una extremidad pueden causar cojera y gangrena en los caballos. Esto se ha observado debido a afecciones que causan una coagulación excesiva en los adultos e infecciones bacterianas de la sangre (septicemia) en los potros.

Coágulo de la vena yugular, caballo

Un aneurisma es una dilatación de un vaso sanguíneo causada por el debilitamiento de la capa media del vaso sanguíneo. Son poco frecuentes en caballos. La rotura de la capa de tejido que recubre el interior de los vasos sanguíneos asociada a un aneurisma puede provocar la formación de un coágulo de sangre, con la consiguiente obstrucción de un vaso sanguíneo por el coágulo. Los aneurismas no causan signos a menos que se rompan y sangren o desarrollen un trombo. La rotura de un aneurisma en la aorta en un lugar llamado seno de Valsalva suele dar lugar a la muerte súbita y se observa con mayor frecuencia en los sementales durante la monta. También puede producirse una rotura en caballos con infecciones fúngicas en la bolsa gutural.

Signos y diagnóstico de coágulos sanguíneos y aneurismas en caballos

La aparición repentina de dificultad para respirar a menudo se asocia con un coágulo en los pulmones. Los coágulos infecciosos en el corazón están asociados a la endocarditis. Los coágulos en el corazón que no son infecciosos están asociados con la enfermedad del miocardio (músculo cardiaco). La muerte de los tejidos debido a la pérdida de riego sanguíneo en los riñones o el aparato reproductor puede producir sangre en la orina o dolor abdominal. La obstrucción de los vasos sanguíneos de otros órganos del abdomen (como el bazo) también puede causar dolor abdominal.

En los caballos, la trombosis de la vena cava craneal puede ser el resultado de la obstrucción de los vasos sanguíneos debido a un coágulo en una vena yugular o a la extensión de un revestimiento inflamado de la aurícula derecha. La trombosis de la vena yugular en los caballos suele producirse después de un cateterismo o de una inyección y provocará hinchazón, calor y dolor en la zona afectada con un engrosamiento de la vena yugular. La obstrucción de ambas venas yugulares por coágulos puede provocar la acumulación de líquido y la hinchazón de la cabeza y el cuello debido a la dificultad para que la sangre regrese al corazón. Un coágulo de sangre dentro de la vena cava craneal puede causar signos similares. La exploración ecográfica de la vena afectada puede determinar la extensión del trombo y el grado de oclusión. Los caballos con colitis (inflamación del colon) y otros trastornos gastrointestinales tienen un mayor riesgo de desarrollar una trombosis yugular.

Las larvas del gusano Strongylus vulgaris migran a través de las arterias del caballo y pueden causar inflamación de las paredes de una arteria. En los caballos infestados por estos parásitos pueden formarse coágulos de sangre y aneurismas. Puede producirse la obstrucción o la muerte del tejido intestinal. Los signos son de cólico, estreñimiento o diarrea. El cólico suele volver a aparecer, y los ataques pueden ser graves y prolongados. Con la reciente introducción de nuevos fármacos que destruyen o eliminan los gusanos parasitarios y la mejora de los planes de tratamiento, este trastorno se está convirtiendo en algo poco frecuente.

Los coágulos de la aorta y las arterias ilíacas (con o sin aneurisma) producen un síndrome característico en los caballos. Los caballos afectados parecen normales en reposo; sin embargo, el ejercicio da lugar a una debilidad de las extremidades posteriores con cojera en uno o ambos lados, temblores musculares y sudoración. Los caballos gravemente afectados pueden mostrar signos de intolerancia al ejercicio, debilidad y una cojera inusual que se resuelve tras un breve descanso. En los casos graves, los músculos de los cuartos traseros se debilitan y se desgastan, y puede producirse cojera después de un ejercicio leve. La parálisis grave de ambas extremidades posteriores y la incapacidad para levantarse también pueden producirse con un bloqueo completo. Los caballos afectados están ansiosos, parecen doloridos y entran rápidamente en shock. Las extremidades posteriores están frías y no se palpa el pulso en ninguna de las arterias ilíacas. Los exámenes ecográficos pueden ser útiles para evaluar el flujo sanguíneo en la aorta y las arterias ilíacas.

Tratamiento de coágulos sanguíneos y aneurismas en los caballos

El tratamiento de la trombosis depende de la causa. La endocarditis se trata con antibióticos a largo plazo (administrados durante varias semanas o meses) y, en algunos casos, con antiinflamatorios y medicamentos para reducir la fiebre. El pronóstico de recuperación es, en el mejor de los casos, reservado, y el rendimiento de los caballos que se recuperan suele disminuir.

El tratamiento de los coágulos sanguíneos en las venas suele limitarse a cuidados de apoyo, incluida la hidroterapia de las venas accesibles, antiinflamatorios y antibióticos inyectables para controlar las infecciones secundarias. La extirpación quirúrgica de las venas yugulares obstruidas por coágulos sanguíneos se ha realizado con éxito en caballos, pero a menos que ambas venas estén gravemente afectadas, la inflamación se resolverá con la medicación adecuada. La trombosis de la vena cava craneal o caudal requiere un tratamiento más rápido y exhaustivo, que podría incluir fármacos para deshacer los coágulos, así como una cirugía seguida de fármacos para reducir la coagulación.

En los caballos, los aneurismas debidos a Strongylus vulgaris rara vez se rompen; la principal preocupación son los coágulos de sangre dentro de los intestinos que pueden causar cólicos. Por lo general, la eliminación del coágulo es poco práctica, ya que probablemente se formaría otro. Los antibióticos y los fármacos utilizados para matar a las larvas que migran tienen un valor considerable. El mejor abordaje para la trombosis mesentérica craneal y aórtico-ilíaca en los caballos es la prevención y el control de los estróngilos.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre los coágulos de sangre y aneurismas en los caballos.