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Trastornos congénitos y hereditarios del aparato digestivo en los caballos

PorJack Easley, DVM, MS, DAVDC (Equine), DABVP (EQ)
Última revisión/modificación may 2019

Las anomalías congénitas son afecciones con las que nace un animal; a menudo se denominan defectos de nacimiento. Algunas de estas afecciones son hereditarias y tienden a producirse dentro de familias o razas particulares, mientras que otras están causadas por sustancias químicas o lesiones durante la gestación. Para otras se desconoce la causa. Las anomalías congénitas más comunes del tracto digestivo en caballos se describen a continuación.

Boca

Un paladar hendido o labio leporino está causado por un defecto en la formación de la mandíbula y la cara durante el desarrollo embrionario. Da lugar a un espacio o fisura en el centro del labio, el techo de la boca (paladar duro) o ambos. A menudo, esta afección deja un espacio abierto a través del techo de la boca hacia las vías respiratorias. La gravedad de estos defectos es muy variable. Suelen estar afectados el labio superior y el paladar; una fisura en el labio inferior es rara. La mayoría de los casos son hereditarios, aunque también se han sugerido como causas los desequilibrios nutricionales, la administración de ciertos fármacos y la ingestión de plantas tóxicas por parte de la madre durante la gestación.

El paladar hendido o el labio leporino se suelen observar poco después del nacimiento, cuando el potro puede tener problemas para mamar. Por ejemplo, puede gotear leche de las fosas nasales o el potro puede tener dificultad para mamar y tragar. Los potros afectados también pueden tener problemas para respirar después de inhalar leche a sus pulmones. El veterinario por lo general puede identificar el problema examinando la boca del potro, aunque una hendidura que afecte solo al paladar blando puede ser difícil de ver. Los potros afectados requieren cuidados intensivos, incluyendo alimentación manual o por sonda y posiblemente antibióticos para tratar infecciones respiratorias secundarias. La corrección quirúrgica solo es eficaz en casos menores. La decisión de realizar la cirugía debe tomarse con cuidado, y el animal afectado no se debe reproducir para evitar la transmisión del defecto a la descendencia futura. Muchos potros afectados se eutanasian o mueren a una edad temprana.

El braquignatismo se produce cuando la mandíbula inferior es más corta que la superior. Esta afección se denomina "boca de loro" en los caballos. El braquignatismo es común en caballos y se debe a una mandíbula superior larga (maxilar) o a una mandíbula inferior acortada (mandíbula). Puede ser hereditaria o darse durante la gestación debido al tratamiento de la yegua con ciertos fármacos. Puede ser un problema menor o un defecto grave según el grado de anomalía. La mayoría de los caballos no experimentan problemas para masticar; sin embargo, las muelas no suelen desgastarse adecuadamente y se requiere un cuidado dental regular. Los veterinarios pueden intentar corregir la afección en los potros colocando bandas de tensión alrededor de los dientes frontales superiores para inhibir el crecimiento de la mandíbula superior.

El prognatismo (boca de mono o de cerdo) se produce cuando la mandíbula inferior es más larga que la superior. En los caballos se observa con mayor frecuencia en las razas miniatura y Árabes. La gravedad varía y no siempre se necesita tratamiento. En los casos graves en potros, se pueden colocar alambres quirúrgicos para permitir que la mandíbula superior continúe creciendo. Las consecuencias más graves se producen porque los dientes superiores e inferiores no se ocluyen correctamente. Si un potro está muy afectado, la lactación puede ser imposible. Los animales más viejos pueden tener dificultades para pastar. El tratamiento consiste en un cuidado dental regular para eliminar las puntas y proyecciones de los dientes que causan dificultad.

La epiteliogénesis imperfecta es un trastorno congénito en el que la capa externa de piel está ausente. Las áreas comúnmente afectadas incluyen las extremidades, el dorso, las encías y la lengua. Es hereditaria en caballos, especialmente en los Silla Americanos. Se suele optar por la eutanasia.

Dientes

En la mayoría de los animales, tener muy pocos dientes es raro. Los dientes adicionales (también llamados hiperdoncia o dientes supernumerarios) se dan en algunos caballos; estos dientes adicionales se suelen encontrar en las regiones incisiva, premolar y molar de la boca. El resultado puede ser el apiñamiento y la rotación de los dientes y una oclusión inadecuada de los dientes superiores e inferiores. Esto puede causar problemas para masticar, enfermedades dentales y malestar. Los dientes adicionales se extraen o se liman periódicamente, sobre todo si interfieren en la masticación o se irritan con el bocado.

La pérdida tardía de los dientes deciduos ("de leche") es común en caballos. Los dientes frontales (incisivos) tienden a permanecer delante de los permanentes. Si se producen en otro lugar, pueden dar lugar a una mordida anormal (donde los dientes superiores e inferiores no se alinean correctamente) o al desplazamiento de los dientes permanentes. Los molares retenidos se denominan "capuchones", que se suelen desprender cuando el diente permanente erupciona debajo de ellos. Los capuchones sueltos pueden causar molestias al caballo, que pueden manifestarse en forma de sacudidas de cabeza, disminución del apetito, "quidding" (dejar caer la comida parcialmente masticada) y problemas de adiestramiento. Los capuchones se pueden extraer si es necesario.

A veces se producen anomalías en la colocación o forma de los dientes. Los dientes también pueden estar rotados. Esto puede dar lugar a una mordida inadecuada, desgaste desigual, puntas afiladas, espacios entre los dientes y apiñamiento de los dientes adyacentes. En los caballos, los molares se ven afectados con más frecuencia que los dientes frontales, y los dientes permanentes se ven afectados más a menudo que los dientes de leche. Esto no suele causar ningún problema, pero puede requerir la extracción de algunos dientes si se producen apiñamientos o anomalías en la mordida. El limado regular es necesario para eliminar las puntas afiladas.

El esmalte es la superficie externa dura de los dientes. Los defectos del esmalte, como la alteración de la formación del esmalte dental, pueden estar causados por fiebre, traumatismo, desnutrición, envenenamiento, epiteliogénesis imperfecta (véase anteriormente) o infección. El daño puede variar según la gravedad y la duración de la causa, desde el esmalte picado hasta la ausencia de esmalte con un desarrollo dental incompleto. Los dientes afectados son propensos a la acumulación de placa y sarro y a la posterior caries dental.

Quistes de la cabeza y el cuello

Los quistes (bultos) en la cabeza y el cuello pueden estar causados por imperfecciones durante el desarrollo fetal. Su veterinario debe distinguir estos de los abscesos o bultos causados por una infección u otra enfermedad. Los quistes dentígeros surgen del desarrollo anormal de los dientes y a menudo contienen fragmentos dentales. Se observan con mayor frecuencia en asociación con los dientes de lobo (primer premolar) o los dientes caninos en las yeguas. Estos quistes se pueden encontrar en caballos menores de 3 años de edad y pueden ser difíciles de distinguir de los senos quísticos, otra afección que puede causar distorsión de la cara o de la mandíbula. Se requiere la extirpación quirúrgica de los quistes. El veterinario puede después hacer un diagnóstico final basado en el examen del tejido extraído. Otros tipos de quistes congénitos se producen en caballos, pero son muy poco frecuentes.

Quistes de cabeza de caballo

Hernias

Una hernia es la protrusión de una porción de un órgano o tejido a través de una abertura anormal. En los caballos, las hernias pueden implicar una abertura anormal en la pared del diafragma (la capa de músculo que separa el tórax del abdomen) o el abdomen. El defecto puede permitir que los órganos abdominales pasen al tórax o formen bultos debajo de la piel. Las hernias pueden ser congénitas (presentes al nacimiento) o ser el resultado de una lesión. Los signos de una hernia varían de ninguno a graves y dependen de la cantidad de tejido herniado y de su efecto en el órgano afectado.

Tabla
Tabla

Las hernias que afectan a la pared abdominal se llaman umbilicales, inguinales o escrotales, según su localización ( ver la Tabla: Tipos de hernias en los caballos). El diagnóstico de las hernias umbilicales suele ser sencillo, especialmente si el veterinario puede empujar la hernia hacia atrás a través de la pared abdominal (lo que se denomina reducción de la hernia). Si no, hay que diferenciar la hernia de un absceso umbilical, que es común en los caballos. El veterinario puede necesitar utilizar una aguja fina para recoger tejido o líquido para confirmar el diagnóstico. Las hernias umbilicales varían en tamaño y pueden contener solo grasa o, en los casos más graves, asas intestinales. Estas hernias se corrigen mediante cirugía. La tendencia a desarrollar hernias puede ser hereditaria.

Las hernias inguinales o escrotales se producen cuando algunas secciones del intestino sobresalen dentro del canal inguinal localizado en la ingle. Son frecuentes en los caballos, especialmente en las razas de tiro y de sangre caliente. Se sospecha que estas hernias son hereditarias. Los signos pueden variar desde una hinchazón no dolorosa en la ingle o el escroto hasta un cólico repentino y grave, especialmente si está atrapada un asa intestinal. Los veterinarios pueden diagnosticar una hernia inguinal en la exploración, que puede incluir un examen rectal. En los potros, las hernias inguinales suelen resolverse espontáneamente durante el primer año de vida. Los veterinarios también pueden tratar a los potros empujando la hernia hacia el abdomen y vendando el área. Afortunadamente, las hernias inguinales rara vez causan un problema importante en los potros. Las hernias que no se resuelven espontáneamente en una etapa temprana de la vida deben corregirse quirúrgicamente para evitar complicaciones posteriores, que son más frecuentes en los sementales. Si la hernia está obstruyendo el flujo sanguíneo a los intestinos, es una urgencia médica y es necesario un tratamiento urgente.

También pueden producirse hernias congénitas en el diafragma en los caballos. Se ha descrito una hernia retroesternal o hernia de Morgani, en la que un saco herniario sobresale en el tórax. Los caballos afectados muestran signos de cólico, y la hernia se puede reparar con cirugía. Cuando una lesión grave causa una hernia diafragmática, los signos incluyen dificultad para respirar, cansancio fácil, letargo y pérdida de peso.

Estómago

La estenosis pilórica es el resultado del engrosamiento muscular de la "salida" del estómago (esfínter pilórico). Esto obstruye el flujo de alimentos digeridos desde el estómago hasta el intestino delgado. Puede ser adquirida o hereditaria, pero la forma hereditaria es rara en los caballos. Los signos pueden incluir pérdida de apetito y otros signos, como dolor abdominal, que se suelen asociar con el cólico. El tratamiento consiste en la modificación de la dieta y la medicación. En los casos más graves la cirugía puede ser beneficiosa.

Intestino delgado y grueso

La mala digestión es una afección en la que ciertos alimentos no se digieren correctamente. La malabsorción se produce cuando los nutrientes no se absorben adecuadamente en el torrente sanguíneo. Ambas afecciones a menudo causan problemas crónicos y persistentes del aparato digestivo, que incluyen pérdida de peso y diarrea. Hay muchas causas potenciales, que pueden ser hereditarias o adquiridas. La malabsorción y la mala digestión a menudo se tratan con una combinación de cambios en la dieta y medicación; el tratamiento exacto dependerá de la afección que se esté tratando.

Un defecto en los nervios colónicos llamado aganglionosis ileocolónica se observa en los potros blancos producidos por apareamientos de caballos overo. (El overo es un patrón de color pinto que describe un color sólido con salpicaduras de blanco.) Aunque los potros parecen normales al nacer, pronto desarrollan cólicos y una impactación de meconio (las primeras heces) debido a la falta de motilidad del tracto digestivo. La afección es mortal. Los potros afectados son blancos y tienen iris azules. El diagnóstico puede confirmarse por la falta de nervios específicos en el colon. Los caballos overos adultos se pueden examinar genéticamente antes de la cría para reducir la probabilidad de este defecto.

Los defectos congénitos del recto y el ano suelen ser el resultado de la interrupción del desarrollo embrionario. Los cierres hereditarios (atresias) del tracto gastrointestinal son poco frecuentes en los grandes animales y son siempre mortales. Un colon ausente o subdesarrollado (atresia de colon) se ha descrito en varias razas de caballos. La aplasia segmentaria es una afección en la que el recto se cierra antes de llegar al ano. La corrección quirúrgica es difícil porque la localización del cierre varía, y durante la cirugía se pueden dañar los nervios de la zona.

Hígado

En los potros se puede producir una derivación portosistémica. En un animal sano, la sangre procedente de los intestinos es procesada por el hígado, que elimina las toxinas del torrente sanguíneo antes de que lleguen al cerebro u otros órganos. Sin embargo, en un animal con una derivación portosistémica, la sangre pasa por alto el hígado a través de uno o más "atajos" (derivaciones) y entra directamente en el sistema circulatorio general.

Los signos de una derivación portosistémica incluyen trastornos del sistema nervioso (tambaleo, deambulación, ceguera, movimientos en círculos y convulsiones) y un retraso en el crecimiento y el desarrollo. Los signos pueden ser más pronunciados a la hora de comer. El diagnóstico definitivo se establece mediante el uso de un colorante opaco para resaltar los vasos sanguíneos, seguido de radiografías. Este procedimiento puede identificar la localización de la derivación y determinar si es única o múltiple. En algunos casos, la derivación puede observarse mediante ecografía. También permite al veterinario evaluar si es posible la corrección quirúrgica. Los signos de la afección pueden controlarse con cambios en la dieta, medicamentos y cuidados de apoyo. El pronóstico es incierto, y los animales con múltiples derivaciones tienden a evolucionar mal.

La fibrosis hepática congénita es una afección hereditaria en los caballos suizos Freiberger (también llamados caballos Franche-Montagnes) que se ha rastreado hasta un semental. Los potros afectados tienen de 1 a 12 meses de edad. La mayoría muestra signos de enfermedad hepática. Las biopsias de tejido hepático muestran indicios de daño grave y el desarrollo de tejido conectivo (fibrosis) dentro del hígado.

Otras anomalías del desarrollo hepático incluyen quistes hepáticos (hígado), que se heredan en los caballos suizos Freiberger. Todos los caballos afectados pueden rastrearse genéticamente hasta un semental. Estos quistes hepáticos son parte de un síndrome mayor que también puede causar quistes en los riñones y/o el páncreas. Los potros afectados suelen mostrar signos durante el primer año de vida.

Los signos de los quistes hepáticos incluyen:

  • Pérdida de peso.

  • Ictericia.

  • Trastornos neurológicos.

  • Distensión abdominal.

  • Fiebre.

  • Cólico.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos congénitos y hereditarios del aparato digestivo.