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Trastornos intestinales distintos al cólico en los caballos

PorJack Easley, DVM, MS, DAVDC (Equine), DABVP (EQ)
Revisado/Modificado may 2019

La diarrea, la pérdida de peso, el dolor abdominal y la pérdida de proteínas son signos comunes de trastornos intestinales en los caballos. Estos signos pueden estar causados por muchos trastornos diferentes, incluyendo enfermedades infecciosas, parásitos, inflamación, tumores, reacciones a venenos o fármacos, estrés, cambios en la dieta y ciertos tipos de cólico. Debido a que los signos son similares para muchos trastornos intestinales, determinar la causa a veces puede ser un reto y a menudo es mejor dejarlo en manos de un veterinario. Un diagnóstico correcto conducirá a un mejor tratamiento y, en muchos casos, a una recuperación más rápida.

La diarrea en caballos adultos puede ser aguda (repentina y a menudo grave) o crónica (persistente durante un mes o más). Una variedad de enfermedades infecciosas, la ingestión de tóxicos, el cólico de la arena, el uso de ciertos medicamentos y una afección llamada colitis X pueden causar diarrea aguda. A menudo es difícil diagnosticar la causa de la diarrea crónica. Puede producirse debido a afecciones inflamatorias o cancerosas que afectan al intestino (como el cólico de la arena o la enfermedad inflamatoria intestinal) o la interrupción de la digestión normal (como cambios en la dieta o en las bacterias normales que se encuentran dentro de los intestinos). La respuesta del organismo a determinados componentes del alimento también puede desempeñar un papel en la diarrea crónica en caballos debido a la inflamación del intestino, pero no se ha establecido frecuentemente como una causa. Las enfermedades cardiacas y hepáticas a largo plazo también pueden causar diarrea crónica. La diarrea en caballos adultos debe considerarse un acontecimiento grave ( ver Diarrea en los caballos, más adelante).

Las causas de pérdida de peso en los caballos son numerosas y pueden afectar a cualquier sistema orgánico. El presente apartado se limita a las enfermedades del tracto digestivo. La pérdida de proteínas (llamada hipoproteinemia) puede o no estar asociada con pérdida de peso. Los trastornos normalmente asociados con cualquiera de estos signos son tumores, enfermedad inflamatoria intestinal y reacciones adversas al tratamiento con antiinflamatorios no esteroideos.

Salmonelosis

La salmonelosis es una de las causas infecciosas de diarrea más frecuentes en caballos adultos. Está causada por muchas especies de bacterias Salmonella y puede causar una enfermedad grave si las bacterias o las toxinas que producen entran en el torrente sanguíneo (septicemia). También puede causar inflamación del intestino delgado o grueso (enteritis o colitis). Los signos varían desde ninguno a diarrea súbita y grave, e incluso la muerte.

La vía de entrada habitual de las bacterias es por la boca. Después de la entrada, el microorganismo se multiplica en los intestinos y causa inflamación intestinal. Los caballos jóvenes son los más sensibles. La penetración de las bacterias en la superficie intestinal contribuye a dañar los tejidos y a provocar diarrea. Puede seguir la entrada en el torrente sanguíneo. Las bacterias también pueden vivir en los nódulos linfáticos y causar infección en otras partes del organismo, como el cerebro, el hígado, los pulmones, las articulaciones o los huesos, especialmente en potros.

Algunos caballos que no muestran signos de enfermedad pueden ser portadores de Salmonella. Aunque la mayoría de los caballos eliminan la infección en unas pocas semanas, algunos pueden ser portadores de la bacteria durante periodos prolongados y eliminarla en el estiércol, especialmente cuando están estresados. Estos caballos pueden mostrar signos de enfermedad después del estrés. En los adultos, la mayoría de los casos de enfermedad se desarrollan después del estrés de la cirugía o la anestesia, la alteración de la dieta, el tratamiento con antibióticos, las enfermedades (especialmente los trastornos digestivos) o el transporte. Las yeguas pueden eliminar la bacteria durante el parto e infectar al potro recién nacido. La salmonelosis en caballos hospitalizados por otras causas es un problema importante para las clínicas equinas porque los caballos hospitalizados experimentan uno o más de los factores de estrés mencionados anteriormente. En estas circunstancias, hay un gran número de caballos vulnerables y los portadores pueden eliminar la bacteria.

Diarrea en los caballos

Debido al gran volumen de los intestinos de los caballos, pueden producirse pérdidas masivas de líquidos en poco tiempo. Por eso, la diarrea en los caballos adultos puede ser un acontecimiento grave, y las tasas de enfermedad y muerte pueden superar las de otros animales y humanos. Cualquier caso de diarrea en su caballo que dure más de uno o dos días, o que se produzca repetidamente, es motivo de preocupación. Debe ponerse en contacto con su veterinario para que evalúe al caballo. Aunque se puede determinar una causa definitiva en menos del 50 % de los casos de diarrea, el tratamiento de la mayoría de los caballos y potros con diarrea es similar y puede iniciarse a pesar de la falta de un diagnóstico preciso.

En los potros recién nacidos, las bacterias o sus toxinas tienen más probabilidades de extenderse más allá del intestino hacia el torrente sanguíneo. La enfermedad puede desarrollarse repentinamente y ser grave; los signos suelen incluir letargo, disminución de la succión y fiebre alta. La muerte se produce en 24 a 48 horas. En algunos potros, estos signos repentinos de enfermedad no se notan. Si la bacteria se disemina a las articulaciones o los huesos, el potro puede quedar cojo y tener fiebre.

En los caballos adultos y en los potros mayores de una semana, la inflamación intestinal es la forma más común de la enfermedad. Inicialmente hay fiebre, seguida de diarrea acuosa grave. Puede producirse esfuerzo durante la defecación. Las heces pueden tener un olor desagradable y contener mucosidad, fragmentos de mucosa y, en algunos casos, sangre. También pueden producirse dolor abdominal y cólico. Los caballos afectados están gravemente deshidratados y muchos mueren en las 24 horas siguientes a la aparición de la diarrea si no reciben un tratamiento rápido. En algunos caballos adultos puede desarrollarse una enfermedad más leve. Los signos incluyen fiebre leve, heces blandas, falta de apetito y deshidratación. En las yeguas se puede producir además la pérdida de la gestación.

El diagnóstico de la salmonelosis se basa en los signos y la identificación del microorganismo después del examen de laboratorio de las heces, la sangre y los tejidos de los animales afectados.

El tratamiento precoz es esencial para los casos de salmonelosis en los que el caballo o el potro presentan signos de deshidratación, dolor o bacterias en el torrente sanguíneo (septicemia). Para tratar la septicemia se administran antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa. Se debe administrar medicación oral en el agua de bebida, ya que los animales afectados tienen sed por la deshidratación, mientras que su apetito suele ser malo. Los caballos con pérdida grave o continua de líquidos y electrolitos (sales) requerirán tratamiento con fluidos intravenosos. Se pueden administrar medicamentos adicionales para proteger el tracto digestivo y tratar los efectos dañinos de las toxinas bacterianas en el organismo (endotoxemia).

La forma intestinal de la salmonelosis es difícil de tratar eficazmente. Existe controversia con respecto al uso de antibióticos para la salmonelosis intestinal (el tipo que se observa con mayor frecuencia en los adultos). Los antibióticos orales pueden prevenir la diseminación de bacterias a la sangre, pero no disminuyen la excreción al medio ambiente ni cambian el curso de la colitis. Además, pueden dañar la población normal de bacterias intestinales, que ayudan en la digestión y ayudan a proteger al animal de otras bacterias causantes de enfermedades. También existe la preocupación de que el uso de antibióticos pueda aumentar el número de bacterias que pueden hacerse resistentes a los antibióticos y hacer que la infección sea más difícil de tratar. Los caballos con salmonelosis intestinal aguda probablemente recibirán fluidos que contengan electrolitos (sales) por vía intravenosa para corregir las deficiencias de sodio y potasio. También se puede administrar plasma con alta concentración de anticuerpos frente a Salmonella. Algunos caballos pueden necesitar tratamiento con medicamentos administrados a través de una sonda que se introduce en el estómago. Estos medicamentos están diseñados para ayudar a curar el intestino y absorber las toxinas producidas por las bacterias.

Control de la salmonelosis

Los propietarios pueden tomar varias medidas para controlar la salmonelosis:

  • Compre caballos únicamente de fuentes que estén libres de la enfermedad.

  • Aísle a los caballos nuevos cuando lleguen.

  • Haga que un veterinario revise todos los caballos nuevos cuando lleguen para determinar si parecen estar sanos.

  • Proteja los suministros de alimentos y agua de la contaminación fecal.

  • Asegúrese de que las áreas de alojamiento estén completamente limpias y desinfectadas entre usos.

    Minimice el estrés.

Si tiene un caballo enfermo o infectado:

  • Aísle al caballo enfermo.

  • Haga que su caballo sea examinado y analizado por su veterinario para determinar la causa de la enfermedad.

  • Inicie rutinas de higiene y limpieza para el personal que trabaja con caballos infectados.

  • Retire todas las heces rápidamente y deséchelas lejos de los establos de los caballos o de las áreas de pastoreo.

  • Limpie y desinfecte a fondo todas las áreas de alojamiento contaminadas.

    Minimice el estrés para todos los caballos en la propiedad.

  • Siga las instrucciones de su veterinario para la medicación y el cuidado.

Aunque los signos de la enfermedad pueden desaparecer, la eliminación de la bacteria del organismo es difícil, especialmente en los caballos adultos.

El control y la prevención se centran en reducir la probabilidad de exposición a las bacterias y promover la salud general del caballo. Un caballo puede estar expuesto a la bacteria al entrar en contacto con las heces de un animal (p. ej., otro caballo, un ave o un roedor) que está excretando la bacteria. Es aconsejable hacer todo lo posible para evitar la introducción de un animal portador que está excretando la bacteria en el medio ambiente. Los caballos deben comprarse en explotaciones que se sabe que están libres de la enfermedad y deben alojarse lejos de los caballos residentes durante unas 2-3 semanas mientras se vigila su estado de salud. El alimento y el agua deben ser de alta calidad y deben protegerse de la contaminación fecal por roedores, aves o cualquier otro animal que pueda estar excretando las bacterias en sus heces. En caso de que se detecte la bacteria en el ambiente, cualquier zona habitada contaminada debe limpiarse y desinfectarse a fondo. Es fundamental que se realice un plan de limpieza bien pensado y que se sigan todas las instrucciones de la etiqueta de los productos desinfectantes. Dado que Salmonella también puede infectar a los humanos, cualquier persona que trabaje con caballos infectados o desechos de caballos infectados debe ser consciente de los riesgos y de la necesidad de una buena higiene personal.

Fiebre equina del Potomac

La fiebre equina del Potomac (también llamada ehrlichiosis monocítica equina) es un síndrome que produce cólico leve, fiebre y diarrea en caballos de todas las edades, así como la pérdida de potros en yeguas gestantes. Está causada por las bacterias Neorickettsia risticii. Las bacterias se encuentran en parásitos llamados trematodos, que se han aislado de los caracoles de agua dulce y parecen estar presentes en varios insectos. Se cree que una de las vías de exposición es la ingestión accidental por parte del caballo de insectos acuáticos que contienen trematodos infectados. La enfermedad se observa en primavera, verano y principios del otoño y está asociada a los pastos que bordean los riachuelos o los ríos. Tener las luces encendidas en los establos durante la noche atrae a los insectos, que pueden caer en los cubos de alimento o agua.

La infección del intestino delgado y grueso provoca la inflamación del intestino grueso (colitis), que es uno de los principales signos del trastorno. Los primeros signos de la fiebre equina del Potomac incluyen depresión leve y pérdida del apetito, seguidas de fiebre de leve a alta. En esta etapa, un veterinario puede detectar una disminución de los ruidos intestinales.

En un plazo de 24 a 48 horas se produce una diarrea de moderada a grave y malestar abdominal en aproximadamente el 60 % de los caballos afectados. Las heces varían de blandas a acuosas. Algunos caballos desarrollan una grave intoxicación sanguínea y deshidratación. La infosura (laminitis) puede producirse como una complicación grave del trastorno en el 20-30 % de los caballos afectados.

Varios meses después de la enfermedad en las yeguas gestantes puede producirse un aborto espontáneo del potro debido a la infección fetal por Neorickettsia risticii. El aborto se acompaña de una placenta aumentada de tamaño y retenida.

El diagnóstico de fiebre equina de Potomac puede sospecharse basándose en la anamnesis y la presencia de signos típicos. Se establece un diagnóstico definitivo identificando las bacterias Neorickettsia risticii en la sangre y las heces de los caballos infectados mediante una prueba de ADN.

Los caballos enfermos no son contagiosos y pueden alojarse con otros caballos. La fiebre equina de Potomac se puede tratar con éxito con un antibiótico apropiado, si se administra poco después de que la enfermedad comience. La respuesta al tratamiento suele verse en 12 horas. Esto se asocia con el alivio de la fiebre, seguido de una mejora en la actitud, el apetito y los sonidos intestinales. Si el tratamiento se inicia pronto, los signos suelen desaparecer al tercer día de tratamiento. En general, los antibióticos se administran durante no más de 5 días. En los caballos con signos de enterocolitis es probable que se prescriban fluidos y un antiinflamatorio no esteroideo. Si se desarrolla la infosura, suele ser grave y a menudo resistente al tratamiento. En general, la enfermedad es mortal en aproximadamente el 5-30 % de los casos.

Hay varias vacunas disponibles en el mercado; sin embargo, no parecen ser muy eficaces. Minimizar la ingestión de insectos apagando las luces del establo por la noche puede ayudar a evitar algunos casos. No se conoce ningún riesgo para los humanos debido a esta enfermedad.

Inflamación intestinal asociada a clostridios

Las bacterias Clostridium se han diagnosticado como causantes de inflamación intestinal (enterocolitis) en caballos y potros. Aunque algunas bacterias Clostridium se suelen encontrar en los intestinos de muchos caballos y potros sanos, ciertas variantes de las bacterias que producen toxinas parecen causar la enfermedad. El papel exacto de la bacteria todavía no está claro y puede ser que múltiples factores, como el estrés, el uso de antibióticos y la dieta alterada, estén implicados en el desarrollo de este trastorno. La enfermedad debida a esta infección es más común en potros, pero parece producirse también en caballos adultos.

Los signos de inflamación intestinal asociada a clostridios incluyen:

  • Diarrea con o sin sangre.

  • Cólico.

  • Falta de apetito.

  • Fiebre.

  • Letargo.

  • Muerte súbita.

Los signos pueden variar en gravedad, desde inexistentes hasta mortales. El daño al revestimiento de los intestinos puede provocar infecciones bacterianas en el torrente sanguíneo. Estos signos son similares a los observados en otras causas de inflamación intestinal. Los potros afectados (por lo general menores de 3 días de edad) suelen tener diarrea con sangre y cólico. En muchos casos, el letargo intenso y el rápido empeoramiento del estado del caballo van seguidos de la muerte en 1-2 días. Pueden estar afectados varios potros de la misma explotación, pero solo se suele dar un caso en una granja a la vez. El diagnóstico se basa en los signos y la identificación de las bacterias o toxinas producidas por las bacterias en el estiércol o muestras de tejido del caballo o potro infectado. Si se le pide que traiga una muestra fecal para la prueba, siga las instrucciones de su veterinario con respecto al manejo de estas muestras para conservar las bacterias.

En los humanos se han identificado las bacterias Clostridium como una infección común en los hospitales. Esto también puede observarse en caballos que reciben atención hospitalaria. El personal del hospital veterinario es consciente de esta posibilidad y toma precauciones especiales para prevenir la propagación de la enfermedad.

El tratamiento con un antibiótico llamado metronidazol parece ser beneficioso para esta infección. El tratamiento de soporte es similar al de otras causas de inflamación intestinal e incluye fluidos intravenosos y antiinflamatorios. Los potros recién nacidos pueden recibir medicación para ayudar a prevenir las úlceras de estómago. También se pueden prescribir antibióticos de amplio espectro. Los potros con cólico asociado a la ingestión de leche a menudo necesitan fluidos intravenosos y apoyo nutricional. Los fármacos que se administran a través de una sonda en el estómago pueden ayudar a absorber las toxinas producidas por las bacterias y ayudar a que el intestino se cure. El tratamiento intensivo puede ser necesario durante varios días hasta que la afección mejore. La tasa de mortalidad de los caballos con enterocolitis clostridial puede ser elevada, incluso con un tratamiento médico rápido.

La estrategia más importante para la prevención es una buena higiene de la granja. Las esporas de clostridios sobreviven en el medio ambiente y son resistentes a muchos desinfectantes. Mantener el área del parto y la yegua lo más limpia posible durante el periodo antes y después del parto y asegurar la ingestión de calostro (la primera leche) durante la primera hora después del nacimiento ha reducido la incidencia de la enfermedad en algunas granjas. Las patas traseras, la cola y la ubre de la yegua también pueden lavarse con agua jabonosa inmediatamente después del parto para disminuir la ingestión de materia fecal por los potros recién nacidos. Los animales afectados se deben aislar para limitar la diseminación de la infección y la contaminación de los pastos y los establos. Hay vacunas disponibles, pero su seguridad y eficacia no están bien establecidas.

Para obtener información sobre la enfermedad de Tyzzer, una enfermedad por lo general mortal en potros jóvenes causada por Clostridium piliforme, véase Enfermedad de Tyzzer.

Colitis X

Colitis X es un término utilizado para describir las causas no diagnosticadas de una inflamación intestinal extremadamente rápida y mortal de los caballos que provoca una aparición repentina de diarrea profusa y acuosa y el desarrollo de un shock. Muchos caballos afectados tienen antecedentes de estrés. La causa de la colitis X se desconoce, pero un caso no diagnosticado de salmonelosis grave o una infección por clostridios (que puede ser difícil de identificar) pueden ser los culpables. El inicio de la enfermedad a menudo está estrechamente relacionado con el estrés, como la cirugía, la anestesia, eventos deportivos extenuantes o el transporte.

La enfermedad puede comenzar con un breve periodo de fiebre, pero la temperatura del caballo pronto vuelve a ser normal o inferior a la normal. Hay respiración rápida, frecuencia cardiaca rápida y letargo. Se desarrolla una diarrea profusa, seguida de una deshidratación extrema y shock. La muerte puede producirse dentro de las 3 horas siguientes a la aparición de los signos. En algunos caballos, la progresión de la enfermedad es tan rápida que el único signo es la muerte súbita. En los casos menos repentinos, la muerte se produce en un plazo de 24 a 48 horas.

El tratamiento de la colitis X no suele ser efectivo, pero es parecido al de la salmonelosis. Se necesitan grandes volúmenes de fluidos intravenosos para tratar la deshidratación grave, y a menudo es necesaria la reposición de electrolitos (sales). A menudo se utilizan fármacos para reducir la inflamación, ligar las toxinas bacterianas y tratar las infecciones bacterianas.

Coronavirus en caballos

El coronavirus se ha identificado en las heces de potros sanos y en las de aquellos con enfermedades intestinales. Sin embargo, se cree que los brotes recientes de diarrea y cólicos en caballos adultos están causados por coronavirus.

Los signos de coronavirus incluyen:

  • Falta de voluntad para comer.

  • Letargo.

  • Fiebre.

  • Posiblemente dolor abdominal (cólico) y cambios en las heces.

En ocasiones, la enfermedad empeora rápidamente y conduce a la muerte (o a la eutanasia), pero la mayoría de los casos se resuelven con cuidados de apoyo (como la administración de fluidos y el apoyo nutricional). El diagnóstico del coronavirus se realiza mediante la identificación del virus en el estiércol del caballo.

Parásitos

Se sabe que varios parásitos causan diarrea en los caballos. Tanto los grandes como los pequeños parásitos llamados estróngilos se han relacionado con la diarrea crónica en caballos y potros. Las infecciones por los protozoos Giardia y Cryptosporidium también pueden causar diarrea en caballos y potros.

Enfermedad intestinal causada por comer arena o tierra

La ingestión de grandes cantidades de arena, que luego se acumula en el intestino grueso, puede producir diarrea, pérdida de peso o cólico. La arena se puede ingerir accidentalmente junto con la comida cuando el caballo o el potro se mantienen en pastos arenosos o son alimentados con heno o grano en una zona arenosa (paddock, establo o pasto). Algunos caballos o potros desarrollan el hábito de comer tierra y arena si están en su entorno.

Un veterinario puede diagnosticar esta afección basándose en los antecedentes de exposición a un ambiente arenoso, la presencia de arena en las heces, "sonidos de arena" en el abdomen y radiografías o ecografías abdominales. El tratamiento consiste en la administración de un producto de fibra (por lo general cáscara de semilla de psyllium) por medio de una sonda introducida a través de la fosa nasal hasta el estómago o añadida al alimento concentrado diariamente. La diarrea se suele resolver en 2-3 días después del inicio del tratamiento; sin embargo, a menudo es necesario un tratamiento de 3-4 semanas para eliminar toda la arena. Puede ser necesario repetir el tratamiento si no se retira al caballo o potro de la fuente de arena. El tratamiento preventivo con un producto de fibra puede recomendarse en áreas donde esta afección es común.

Si se acumula suficiente arena en el colon, puede producirse una obstrucción. Estas impactaciones de arena pueden tratarse médicamente bombeando psyllium y agua tibia en el estómago, con analgésicos y con fluidos intravenosos. La cirugía es necesaria si la arena obstruye completamente el colon. El pronóstico después de la cirugía suele ser bueno.

Tumores gastrointestinales

Varios tipos de tumores pueden afectar al tracto digestivo, los más comunes son el carcinoma de células escamosas y la forma intestinal (alimentaria) del linfosarcoma. El signo principal suele ser la pérdida crónica de peso. Sin embargo, los tumores gastrointestinales son raros, por lo que los veterinarios suelen investigar primero otras causas más comunes de pérdida de peso. También se puede observar diarrea prolongada y niveles bajos de proteínas en sangre (hipoproteinemia). El diagnóstico se suele establecer excluyendo otras causas posibles de pérdida de peso y examinando el tejido recogido durante la cirugía exploratoria. Algunas afecciones cancerosas pueden diagnosticarse mediante endoscopia, ecografía, examen rectal o examen microscópico del líquido abdominal. En general, no se intenta el tratamiento de los tumores gastrointestinales cancerosos en los caballos porque el pronóstico de recuperación a largo plazo es malo. Sin embargo, se han tratado algunos casos de cáncer gastrointestinal, lo que mejoró el bienestar de los caballos, al menos temporalmente.

Enfermedad inflamatoria intestinal

Esta enfermedad se produce cuando las células inflamatorias se acumulan en el intestino delgado y grueso y en los nódulos linfáticos regionales. La inflamación puede limitarse a un segmento corto del intestino o puede estar más extendida. Esta afección interfiere en la absorción de nutrientes y causa una pérdida de proteínas de la sangre. Los caballos afectados pueden tener episodios repetidos de cólico o enfermedad cutánea extendida. La diarrea puede estar presente o no. El diagnóstico se basa en los signos, la exploración física, las pruebas para detectar un nivel bajo de proteínas en la sangre o la malabsorción, y la biopsia intestinal o rectal. Su veterinario puede detectar intestinos engrosados o nódulos linfáticos abdominales agrandados según el examen rectal o la ecografía. La causa de esta enfermedad no se conoce bien. Se ha sugerido que se produce una respuesta inmunitaria alterada a una exposición intestinal común (como alimento, parásitos o bacterias). Los Standardbreds parecen tener un mayor riesgo de desarrollar algunas formas de enfermedad inflamatoria intestinal.

Los tratamientos médicos que pueden reducir la respuesta inflamatoria en el intestino se han probado con éxito limitado. A menudo se prescriben cuidados nutricionales de apoyo. El programa habitual consiste en alimentar con frecuencia a los animales con piensos de buena calidad y alto contenido energético. El pronóstico a largo plazo suele ser malo. Si solo está afectada una sección limitada y accesible del intestino, su veterinario puede recomendar la cirugía para extirpar la parte afectada del intestino.

Intoxicación por fármacos antiinflamatorios no esteroideos

Si los fármacos fenilbutazona, flunixino meglumina u otros fármacos antiinflamatorios no esteroideos (a menudo llamados AINE) se administran en dosis elevadas o durante periodos prolongados, pueden causar lesiones en el tracto digestivo o en los riñones. Algunos caballos son más sensibles a estos fármacos y pueden experimentar efectos secundarios incluso a dosis bajas. Aunque el daño inducido por fármacos puede producirse en cualquier parte del tracto digestivo, el estómago y el colon mayor son los más propensos a estar afectados. Las úlceras (heridas dentro del revestimiento del tracto digestivo) dentro del colon mayor pueden causar la pérdida de proteínas de la sangre hacia los intestinos. Esta pérdida de proteína también puede producirse en caballos que no tienen úlceras.

Los signos de intoxicación por AINE incluyen:

  • Llagas en la boca.

  • Pérdida de apetito.

  • Letargo.

  • Pérdida de peso.

  • Diarrea.

  • Acumulación de líquido debajo de la piel de las extremidades o bajo el vientre.

  • Babeo.

  • Cólico.

Su veterinario puede hacer un diagnóstico tentativo basado en los antecedentes de administración de fármacos, los signos compatibles con esta afección y la presencia de proteínas sanguíneas reducidas. Las úlceras gástricas se pueden confirmar usando un endoscopio insertado a través de la boca o los conductos nasales y luego en el estómago. El tratamiento consiste en interrumpir la administración de fenilbutazona o cualquier otro fármaco antiinflamatorio no esteroideo. Reducir la producción de ácido gástrico con medicamentos puede ser beneficioso. Puede ser necesario administrar fluidos intravenosos, especialmente en caballos deshidratados o con daño renal. En los casos de toxicidad súbita se puede administrar aceite mineral con una sonda gástrica para disminuir la absorción del fármaco causante. Los cambios en la dieta pueden ayudar a algunos caballos. La cirugía puede ser necesaria si la cicatrización de los intestinos ha provocado una obstrucción parcial.

Para prevenir la toxicidad de los fármacos AINE, es importante seguir siempre de cerca el tratamiento y las recomendaciones de monitorización de su veterinario. Administre todos los medicamentos según las indicaciones y no los administre con más frecuencia de la recomendada. Pueden ser necesarios análisis de sangre para controlar el nivel de proteína en la sangre. Finalmente, informe a su veterinario de inmediato si hay algún cambio en la consistencia del estiércol de su caballo.

Fibrosis del intestino delgado en los caballos

Algunos caballos adultos en pastoreo en el norte de Colorado han desarrollado fibrosis (formación excesiva de tejido conectivo fibroso) dentro de la pared del intestino delgado. Los signos incluyen pérdida de peso y episodios repetidos de cólico. Todos los caballos afectados murieron o se eutanasiaron debido al progresivo deterioro de su estado. Se desconoce la causa.

Malabsorción y mala digestión

A veces los caballos tienen un defecto en la capacidad del tracto digestivo para incorporar nutrientes al organismo. Hay dos causas principales: la malabsorción y la mala digestión.

La malabsorción es la incapacidad de los nutrientes para pasar desde el interior de los intestinos al torrente sanguíneo. Muchas enfermedades pueden causar un síndrome de malabsorción al alterar la función normal del intestino delgado. La pérdida de proteínas puede coexistir con esta afección y resultar más perjudicial que la propia malabsorción. La mala digestión es la incapacidad para digerir ciertos alimentos dentro de los intestinos. Puede estar causada por una enzima digestiva ausente o insuficiente, una función gástrica alterada o un crecimiento bacteriano anormal en el intestino delgado. En los caballos, las enfermedades por malabsorción son mucho más comunes que las de mala digestión. Algunas enfermedades implican tanto la mala digestión como la malabsorción, como se observa en los potros con deficiencia de lactasa, una incapacidad para digerir el azúcar de la leche (véase más adelante).

Tabla
Tabla

Los signos de malabsorción y mala digestión varían en función de la enfermedad subyacente. La energía insuficiente, la pérdida de peso y posiblemente las bajas concentraciones de proteínas en sangre son características de estos síndromes. Es frecuente la pérdida de peso a largo plazo, la pérdida de masa muscular o una tasa de crecimiento reducida. Se puede observar que se come en exceso, porque los nutrientes que se ingieren no estimulan eficazmente las áreas cerebrales que suelen indicar saciedad. Con mayor frecuencia con la malabsorción de intestino delgado se presenta pérdida de apetito. Puede producirse diarrea; sin embargo, la enfermedad del intestino delgado puede ser extensa antes de que se desarrolle la diarrea porque el intestino grueso puede compensar y absorber el aumento de líquido. En los caballos adultos, la diarrea suele indicar una enfermedad del intestino grueso.

El dolor anormal puede ser consecuencia de una inflamación intestinal, abscesos, adherencias u obstrucción parcial. La acumulación anormal de líquido bajo la piel (edema) o en el abdomen (ascitis) y la debilidad pueden aparecer más adelante en la enfermedad, especialmente si hay pérdida de proteínas. Las anomalías cutáneas y oculares, la artritis y las enfermedades hepáticas o renales pueden indicar reacciones del sistema inmunitario, especialmente en el caso de enfermedad inflamatoria intestinal. Las anomalías cutáneas que se observan en las enfermedades de la piel relacionadas con la malabsorción incluyen una capa de pelo fina, pérdida de pelo en parches y áreas de descamación y costras que suelen ser simétricas.

La malabsorción de intestino delgado no puede determinarse mediante la exploración física o la obtención de datos rutinarios de laboratorio. El veterinario debe excluir las causas más comunes de pérdida de peso antes de poder establecer un diagnóstico. La determinación del proceso primario de la enfermedad subyacente también es necesaria para establecer un régimen de tratamiento y un pronóstico adecuados. El veterinario por lo general preguntará sobre el historial del caballo (p. ej., protocolos de desparasitación y alimentación), realizará exámenes físicos y rectales y recomendará pruebas diagnósticas apropiadas (p. ej., análisis de sangre, orina y heces, análisis de líquido abdominal, radiografías, ecografía, endoscopia, pruebas de absorción y biopsias de tejidos).

Tratamiento

Antes de iniciar el tratamiento se deben determinar las causas de la enfermedad que provoca la malabsorción. No se dispone de un tratamiento específico para la mayoría de las causas; sin embargo, si la causa es un daño parasitario, a veces puede corregirse con antiparasitarios. Los agentes antiinflamatorios (como los antiinflamatorios no esteroideos o los corticoesteroides) pueden ayudar a disminuir la inflamación en el intestino, aunque se debe tener cuidado en su uso. Siga cuidadosamente las instrucciones de su veterinario sobre las dosis y los tiempos de administración.

También pueden ser necesarios los cuidados de apoyo. Esto puede incluir una dieta especial para mejorar la digestión en el intestino grueso. Los caballos que no comen pueden tener que ser alimentados a la fuerza a través de una sonda gástrica. Puede ser necesaria la alimentación intravenosa para los caballos que se niegan a comer o para los que no toleran la alimentación forzada. Sin embargo, es difícil poder continuar la nutrición intravenosa a largo plazo. Para la mayoría de los caballos adultos con afecciones que causan malabsorción o mala digestión, el tratamiento a menudo no tiene éxito y el pronóstico de recuperación es malo.

La malabsorción y la pérdida de peso a veces se producen después de una enteritis vírica, porque la infección destruye las vellosidades en el intestino. Las vellosidades son proyecciones similares a pelos de la superficie interna del intestino que aumentan el área de captación de nutrientes. La pérdida de las vellosidades significa una reducción de los nutrientes absorbidos de los alimentos. La sustitución de las vellosidades puede llevar de semanas a meses en los casos graves.

La mayoría de las afecciones que causan malabsorción o mala digestión en los caballos adultos tienen un mal pronóstico, y el tratamiento no suele tener éxito. Sin embargo, los caballos con infestaciones parasitarias pueden tratarse con éxito. En algunos casos, se puede observar una mejoría a corto plazo con el tratamiento.

Potros con deficiencia de lactasa (intolerancia a la lactosa)

La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y es degradado por la enzima lactasa. Los caballos con deficiencia de lactasa no digieren la lactosa correctamente. La deficiencia de lactasa puede estar presente al nacimiento (congénita). Sin embargo, se suele desarrollar después de que los organismos infecciosos (virus, bacterias o parásitos) dañen las células que producen la lactasa. Esto da lugar a una mala digestión temporal. Los potros con deficiencia de lactasa suelen presentar ortosis, hinchazón después de la ingesta de leche, deshidratación y pérdida de peso.

Los potros con deficiencia temporal de lactasa causada por enfermedades diarreicas suelen responder bien a la alimentación con leche tratada con lactasa hasta que se regenere el revestimiento del intestino delgado. Los potros que lo toleran se deben alimentar con pequeñas cantidades de forraje o grano de alta calidad para ayudar a satisfacer sus necesidades energéticas. Los potros jóvenes que no responden a la leche tratada con lactasa pueden beneficiarse de un descanso intestinal a corto plazo (retirada de la alimentación con leche durante menos de 24 horas) mientras se cura el revestimiento intestinal. Su veterinario le recomendará una fuente alternativa de energía y nutrientes durante este tiempo. El cambio de dieta a un sustituto de la leche a base de soja que no contenga lactosa, y el destete precoz pueden ser necesarios para los potros con deficiencia de lactasa que no responden a otros tratamientos.

Otras causas de diarrea en los caballos

Algunos caballos desarrollan heces blandas cuando se les introduce por primera vez en pastos suculentos, heno de alfalfa o en una situación temporalmente estresante, como un viaje en remolque, una carrera, una exhibición o una visita a un hospital veterinario. Este cambio en la consistencia de las heces no tiene importancia médica mientras el caballo esté sano en todos los demás aspectos. Es importante que los caballos con diarrea se sometan a una exploración física y a pruebas de laboratorio adecuadas para excluir causas infecciosas y determinar si es necesario un tratamiento. Por lo general, la consistencia fecal vuelve a la normalidad cuando el caballo se adapta a su nueva dieta o se resuelve la situación de estrés.

Los trastornos que provocan engrosamiento de la pared del colon grueso pueden interferir en la absorción de agua, lo que provoca diarrea a largo plazo, pérdida de peso y, a veces, niveles bajos de proteínas en la sangre. El engrosamiento de la pared intestinal puede estar causado por tumores, inflamación y tejido cicatricial.

Otras causas de diarrea o heces de semiformadas a acuosas en los caballos son la sobrecarga de grano, la insuficiencia cardiaca que provoca el engrosamiento de la pared intestinal con retención de líquido, los coágulos de sangre dentro del suministro de sangre intestinal, la peritonitis (inflamación del revestimiento del abdomen), el tratamiento con antibióticos, la insuficiencia renal o hepática y numerosos venenos (como ciertos productos químicos, plantas e insectos). La diarrea también se puede observar mientras se está resolviendo o tratando una impactación del intestino grueso.

Diarrea en los potros

La diarrea en los potros puede estar causada por una infección bacteriana o vírica, parásitos y cambios nutricionales o ambientales.

Diarrea del celo en los potros

Entre 4 y 14 días después del parto, los potros a menudo presentan una diarrea leve que se resuelve sola. Aunque la causa es desconocida, puede estar asociada a cambios en las bacterias normales del intestino del potro o a la alteración de la dieta cuando el potro empieza a comer pequeñas cantidades de heno y grano. Comer las heces de su madre (un comportamiento normal para los potros) también puede desempeñar un papel. La afección a menudo se conoce como diarrea del celo del potro porque aparece aproximadamente al mismo tiempo que la madre está experimentando su primer ciclo estral después del nacimiento del potro.

El potro se mantiene activo y alerta y tiene un apetito normal. Las constantes vitales permanecen dentro de la normalidad. Las heces son de semiformadas a acuosas y no tienen mal olor o se expulsan con más frecuencia de lo normal. El seguimiento es importante para garantizar que el estado del potro no empeore. No suele ser necesario un tratamiento específico, pero la aplicación de un protector en la piel alrededor de las nalgas ayuda a prevenir la irritación por la diarrea.

Diarrea bacteriana

Varias infecciones bacterianas pueden causar inflamación intestinal e infección de la sangre en potros recién nacidos y jóvenes. Los microorganismos que pueden estar involucrados en la diarrea incluyen especies de Salmonella y Clostridium, Escherichia coli y otras. Por lo general, es necesario un tratamiento antibiótico intensivo, la corrección de la pérdida de líquidos y de las anomalías electrolíticas (sales), y cuidados de enfermería. Si un veterinario determina que la transferencia de anticuerpos de la madre durante el amamantamiento no fue suficiente, se puede realizar una transferencia de plasma sanguíneo a la sangre del potro. Su veterinario prescribirá la medicación según el diagnóstico, el estado del potro y otros factores.

La infección intestinal por la bacteria Lawsonia intracellularis se ha asociado a brotes de diarrea, pérdida rápida de peso, cólicos, acumulación de líquido bajo la piel (edema) y disminución de los niveles de proteínas (debido a la pérdida por los intestinos) en potros destetados. La bacteria infecta a los potros de 3 a 12 meses de edad, pero los potros de 4 a 6 meses son los más afectados. Los potros gravemente enfermos también pueden desarrollar infecciones en otras partes del organismo, como los pulmones y la piel. El estrés puede hacer que los potros sean más propensos a la infección. La mayoría de los potros se recuperan con el tratamiento rápido, pero también puede producirse la muerte súbita. El diagnóstico implica análisis de heces y sangre. Dado que es difícil diagnosticar esta enfermedad, algunos veterinarios inician el tratamiento de esta bacteria en los potros cuando se han excluido otras causas de diarrea y hay pruebas de exposición. El tratamiento con antibióticos apropiados ha tenido éxito, y la respuesta a este tratamiento se considera una confirmación del diagnóstico. Con tratamiento, ~90 % de los potros sobreviven.

Diarrea vírica en los potros

Los virus parecen causar diarrea en potros, pero raramente afectan a los caballos adultos. El rotavirus es la principal causa de la diarrea vírica en los potros, pero otros virus (como el coronavirus) también pueden ser responsables. Los signos de la infección por rotavirus pueden incluir letargo, cólico, pérdida de apetito y diarrea profusa, acuosa y fétida. Se suele observar en potros menores de 2 meses de edad. Los potros más jóvenes suelen presentar signos más graves. La diarrea suele durar 4-7 días, aunque puede persistir durante semanas. El rotavirus destruye las células del revestimiento del intestino delgado, causando una mala absorción de nutrientes. La lactasa, una enzima necesaria para la digestión de la leche, se vuelve deficiente. Cuando esto ocurre, la lactosa no digerida que pasa al intestino grueso provoca diarrea. El diagnóstico se realiza identificando el virus en las heces mediante pruebas de laboratorio. El tratamiento suele ser de apoyo.

Este tipo de diarrea es muy contagiosa. En las situaciones en las que se alojan varios potros en la misma explotación, se debe aislar a los potros enfermos en el establo en el que el potro enfermó originalmente o trasladarlos a una instalación especial de aislamiento. Deben seguirse estrictas prácticas de higiene y desinfección, incluido el uso de guantes y calzas desechables, el lavado de manos y la desinfección de los establos y el equipo con compuestos que cumplan con los estándares de la Environmental Protection Agency. Dado que los establos con suelos de tierra son difíciles de limpiar y desinfectar adecuadamente, puede ser necesario eliminar las capas superiores de suciedad. El material fecal de los potros enfermos retirado de los establos no debe esparcirse en los pastos que se utilizan para los caballos y los potros. Se debe tener cuidado con todo el equipo que pueda entrar en contacto con el estiércol de los potros enfermos, de modo que se limpie y desinfecte a fondo antes de su uso con potros sanos o se utilice solo para el cuidado de los potros enfermos. Por ejemplo, una carretilla y una horquilla que se usen para limpiar los establos de potros enfermos nunca deben usarse para alimentar a los potros y nunca deben usarse para limpiar los establos de potros sanos a menos que se limpien y desinfecten a fondo.

Hay una vacuna disponible para yeguas gestantes para ayudar a proteger a sus potros. La vacuna hace que las yeguas produzcan anticuerpos frente al rotavirus. Estos anticuerpos protectores se transmiten a sus potros durante el amamantamiento de la primera leche (calostro) de la yegua. Al llegar a una granja, los caballos nuevos y los residentes que han estado viajando deben aislarse de otros caballos durante al menos 7 días para reducir el riesgo de infección.

Causas varias de diarrea en potros

La diarrea nutricional puede ser el resultado de una alimentación excesiva (p. ej., este tipo de diarrea se produce cuando el potro se reúne con su madre tras un periodo de separación) o inadecuada (como cuando se alimenta a los potros huérfanos con leche para terneros, una fórmula sustitutiva o sacarosa). La intolerancia a la lactosa en los potros es rara y puede determinarse mediante una prueba de provocación a la lactosa. También se puede desarrollar diarrea cuando los potros ingieren sustancias no digeribles, como forraje, arena, tierra o piedras.

La diarrea en los potros se ha descrito asociada con infestación por los parásitosStrongyloides westeri, Parascaris equorum y especies de Cryptosporidium ( ver Criptosporidiosis).

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos intestinales en los caballos.