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Peritonitis en los caballos

Última revisión/modificación may 2019 | Última modificación del contenido jun 2019

La peritonitis es la inflamación del peritoneo, la membrana que recubre la cavidad abdominal y cubre los órganos abdominales. La peritonitis puede ser a corto o largo plazo, local o difusa. Lo más habitual es que se produzca por contaminación (p. ej., por la perforación de la cavidad abdominal por un cuerpo extraño, la apertura del cierre de una herida abdominal o la rotura del intestino debido a un cuerpo extraño o a una pared intestinal comprometida), pero también puede estar causada por agentes infecciosos como virus o bacterias.

Los signos varían según el tipo y la causa de la peritonitis. El dolor abdominal (cólico) puede ser generalizado e intenso. El caballo afectado puede protegerse el abdomen, caminar con marcha rígida o tumbarse y rodar. Puede observarse diarrea o estreñimiento, junto con fiebre y pérdida de apetito. La distensión abdominal, que puede no ser fácilmente visible, se suele deber a una acumulación de líquidos y otros materiales en el abdomen. La distensión puede acompañarse de hemorragia, envenenamiento de la sangre, obstrucción paralítica de los intestinos, shock y adherencias. La ictericia puede estar presente en la peritonitis biliar generalizada.

Causas frecuentes de peritonitis en los caballos

  • Lesión causada por infecciones, tóxicos químicos o parásitos.

  • Fugas del bazo, hígado u órganos umbilicales dañados (uraco persistente).

  • Fugas de material de intestinos dañados (cólico, enteritis, colitis).

  • Complicaciones posquirúrgicas (traumatismos, fracaso de las suturas, cuerpos extraños).

  • Rotura de un absceso bacteriano abdominal (infección por Rhodococcus, Streptococcus, etc.).

  • Rotura de los intestinos, estómago, vejiga o recto.

  • Perforación o lesión traumática del abdomen.

El diagnóstico de la peritonitis puede ser difícil debido a los signos inespecíficos. Su veterinario probablemente usará una combinación de signos, radiografías o ecografía, examen rectal y examen del líquido peritoneal (obtenido del abdomen) para hacer un diagnóstico.

La primera prioridad del tratamiento es estabilizar las consecuencias de la peritonitis (p. ej., cambios en los electrolitos, desequilibrio ácido-base, pérdida de líquidos y anomalías en la coagulación de la sangre). Además, su veterinario querrá identificar la fuente de inflamación o infección y corregirla o eliminarla. Se suelen necesitar antibióticos. Puede ser necesario administrar fluidos de reemplazo, electrolitos, plasma o sangre completa para mantener el gasto cardiaco.

En la mayoría de los casos, una vez estabilizado el caballo se realiza una cirugía para explorar el abdomen y reparar cualquier defecto. Su veterinario seguirá con un lavado a fondo de la cavidad abdominal con una solución salina, un antiséptico o antibióticos. Los antibióticos se continúan después de la cirugía. Puede ser necesario el apoyo nutricional con nutrición intravenosa, ya que muchos caballos con peritonitis no comen después de la cirugía. En los animales con envenenamiento de la sangre y shock, los fluidos y los electrolitos son elementos cruciales del tratamiento, especialmente para los caballos durante las primeras 24 a 72 horas después de la cirugía. La peritonitis causada por la infección suele ser mortal, a pesar del tratamiento intensivo.

Para más información

Consulte también el contenido para veterinarios sobre la peritonitis.