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Trastornos congénitos y hereditarios del aparato urinario de los gatos

PorSherry Lynn Sanderson, DVM, PhD, DACVIM-SAIM, DACVIM-Nutrition
Revisado/Modificado ago 2018

Ciertas anomalías del tracto urinario son hereditarias o congénitas (presentes al nacimiento). Estas anomalías están causadas por genes anómalos o por lesión, enfermedad o exposición a sustancias tóxicas en el útero. Pueden o no causar problemas de salud más adelante en la vida de su mascota. Este tipo de anomalías son raras, pero es importante considerarlas si su gato tiene problemas en el tracto urinario.

Trastornos de los riñones

Hay muchos problemas congénitos y hereditarios que afectan a los riñones. Entre ellas se encuentran la displasia y la hipoplasia renal, la falta de desarrollo de los riñones, los riñones poliquísticos y los quistes renales.

Malformaciones de los riñones

Las malformaciones de los riñones, llamadas displasias renales, se producen cuando los riñones de un gato no se desarrollan adecuadamente antes del nacimiento. Cuando los riñones son inusualmente pequeños, la afección se denomina hipoplasia. Estas anomalías se producen solo ocasionalmente en gatos. Pueden estar afectados uno o ambos riñones. Cuando ambos riñones están afectados, el gatito por lo general morirá poco después del nacimiento. Cuando solo está malformado un riñón, el otro riñón a menudo se agranda para compensar la función perdida. Los signos se suelen desarrollan cuando los gatos tienen entre 6 meses y 2 años de edad y pueden incluir vómitos, disminución del apetito y aumento de la sed o la micción. No hay una cura eficaz. El cuidado de los gatos afectados consiste en el manejo de los problemas asociados con la insuficiencia renal que resulta de estas afecciones.

Falta de desarrollo

En raras ocasiones, uno o ambos riñones no se desarrollan (una afección llamada agenesia renal). Esta afección siempre se acompaña de una falta del conducto que conecta el riñón con la vejiga (el uréter). Los órganos reproductores también pueden estar subdesarrollados. Un gato en el que ambos riñones no se hayan desarrollado morirá poco después del nacimiento. Sin embargo, un gato con un riñón funcional puede vivir una vida plena y saludable. En este caso, la afección se suele descubrir por accidente.

Riñones poliquísticos

Los riñones poliquísticos tienen múltiples quistes (sacos cerrados y llenos de líquido) dentro de la parte funcional del órgano. Los gatos afectados también pueden tener quistes en el hígado. Los riñones pueden estar muy agrandados, lo que el veterinario puede palpar durante una exploración física. Los problemas causados por esta afección pueden variar desde ninguno hasta una insuficiencia renal progresiva. Esta afección puede ser hereditaria en gatos Persas y en Gatos Domésticos de pelo largo. Su veterinario puede diagnosticar los riñones poliquísticos explorando a su mascota, tomando radiografías, realizando una ecografía o mediante una cirugía abdominal exploratoria.

Quistes renales simples

Estos suelen producirse como un único quiste. No suelen interferir en la función renal normal. No está claro qué los causa, y se suelen identificar por accidente.

Pseudoquistes perirrenales

Los pseudoquistes (o "quistes falsos") son raros, pero pueden desarrollarse fuera de la parte funcional del riñón en los gatos. Se desconoce por qué se desarrollan, pero el riñón suele funcionar con normalidad. A medida que crecen, los pseudoquistes hacen que el abdomen del gato se dilate. El veterinario puede palpar una gran masa cerca del riñón. El diagnóstico se realiza mediante radiografías de contraste o ecografías. El tratamiento consiste en una cirugía para drenar y eliminar la mayor parte posible del pseudoquiste. Después de la cirugía, la mayoría de los gatos evolucionan bien.

Otros trastornos renales

Otros problemas congénitos incluyen riñones que no están colocados correctamente, riñones que están fusionados y nefroblastoma, un cáncer que se desarrolla en los riñones de animales jóvenes como resultado de un crecimiento anormal de tejido renal en el útero.

Trastornos de los uréteres

Varias anomalías pueden afectar al uréter, el conducto que conecta los riñones con la vejiga. Los gatos normales y sanos tienen dos uréteres, uno para cada riñón.

Uréter ectópico

Un uréter ectópico es aquel que se abre en otro lugar que no sea la vejiga. Los uréteres ectópicos pueden evacuar la orina a la uretra (el conducto utilizado para orinar) o, en las hembras, al útero o a la vagina. Este defecto puede darse en gatos, pero es mucho más común en perros.

Pueden darse otros problemas junto con un uréter ectópico. Se puede observar un uréter dilatado causado por la obstrucción del flujo urinario. Esta afección finalmente da lugar a una dilatación del riñón debido a la acumulación de orina. Junto con un uréter ectópico también se pueden encontrar riñones o vejiga anormalmente pequeños, así como pérdidas de orina causadas por problemas con el esfínter uretral.

Un signo común del uréter ectópico es el goteo continuo de orina. Debido a que la orina que permanece en la piel u otros tejidos es irritante, este goteo puede causar que los gatos desarrollen inflamación de la región genital. Los animales que tienen un uréter ectópico y un uréter sano pueden orinar con normalidad. No poder orinar normalmente puede ser un signo de que ambos uréteres están colocados de forma anormal.

Su veterinario puede diagnosticar esta afección usando radiografías tomadas después de administrar una tinción especial por vía intravenosa. La tinción traza el trayecto del uréter y marca el lugar donde se conecta con la vejiga urinaria.

Los uréteres ectópicos se pueden tratar moviendo quirúrgicamente el uréter al lugar correcto o, en casos graves, extirpando el uréter afectado y el riñón que lo acompaña. Algunos gatos todavía perderán orina después de la cirugía, pero los medicamentos pueden minimizar esto.

Otros trastornos del uréter

Otras anomalías del uréter incluyen la falta de desarrollo, la presencia de más de los dos uréteres habituales y la dilatación del extremo del uréter que se conecta a la vejiga (ureterocele). Se suele utilizar la cirugía para corregir los ureteroceles.

Trastornos de la vejiga

La vejiga es un saco muscular que almacena la orina producida por los riñones. Varios problemas congénitos y hereditarios pueden afectar a la vejiga.

Uraco persistente

El uraco es un cordón de tejido fibroso que se suele extender desde la vejiga hasta el ombligo. Antes del nacimiento, el uraco es un tubo que conecta la vejiga con el cordón umbilical para poder eliminar los desechos. Después del nacimiento, normalmente se cierra y se convierte en un cordón sólido. En algunos animales, sin embargo, el uraco no se cierra correctamente después del nacimiento. Según la porción del uraco que permanezca abierta, estas anomalías se denominan uraco permeable o seno uracal umbilical. Otros problemas incluyen divertículos uracales (pequeñas estructuras en forma de saco adheridas al uraco) y quistes uracales. Los signos incluyen incapacidad para controlar la micción, quemaduras por orina (debido al hecho de que la orina es cáustica) de la piel cerca del ombligo e infecciones del tracto urinario. Su veterinario puede diagnosticar estos problemas usando radiografías tomadas después de colocar una tinción especial en la vejiga. El tratamiento suele incluir cirugía y, a veces, antibióticos.

Otros trastornos de la vejiga

Otras afecciones hereditarias o congénitas de la vejiga en los gatos incluyen la presencia de más de una vejiga, una vejiga anormalmente desarrollada o subdesarrollada, un fallo en el desarrollo de la vejiga y una vejiga que está dada la vuelta. Por lo general, estos problemas se producen junto con otras anomalías de las vías urinarias. Su veterinario puede diagnosticar estos problemas basándose en la exploración física, la observación de su mascota mientras orina y las radiografías de contraste. El tratamiento varía según el tipo de problema.

Trastornos de la uretra

La uretra conecta la vejiga con el exterior del organismo. Es el conducto a través del cual pasa la orina cuando su gato orina. Los problemas congénitos de la uretra son poco frecuentes en los gatos. Algunas de las afecciones que sí se producen son la falta de desarrollo de la uretra, una uretra que no se abre completamente o no se abre en absoluto, aberturas de la uretra que están en la parte inferior o superior del pene en lugar de en la punta en los machos, uretras múltiples, divertículos uretrales (pequeñas bolsas que se forman en la uretra que se inflaman y duelen), una abertura anormal entre la uretra y el recto, y una uretra inusualmente estrecha.

Consulte también el contenido para veterinarios sobre trastornos congénitos y hereditarios del aparato urinario.