La tiña es una infección de la piel, el pelo o las uñas causada por un tipo de hongo conocido como dermatofito. En los gatos, alrededor del 98 % de los casos de tiña están causados por el hongo Microsporum canis. El hongo se disemina fácilmente en el medio ambiente y a menudo infecta a las personas.
Los hongos se propagan a las personas principalmente por el contacto con gatos infectados y objetos contaminados, como muebles o herramientas de aseo. Los pelos rotos con esporas asociadas son una fuente importante de difusión de la enfermedad. El contacto no siempre causa infección. El establecimiento de la infección depende de la especie fúngica y de los factores del hospedador, como la edad, la salud, el sistema inmunitario, el estado de las superficies cutáneas expuestas, los hábitos de aseo y la nutrición. La infección provoca una resistencia temporal a la reinfección. En la mayoría de las circunstancias, los dermatofitos crecen solo en las células muertas de la piel y el pelo, y la infección se detiene al llegar a las células vivas o al tejido inflamado. A medida que se desarrollan la inflamación y la inmunidad del hospedador, se detiene la propagación de la infección, pero este proceso puede necesitar varias semanas. Los gatitos y los gatos de pelo largo pueden tener infecciones más persistentes y generalizadas.
El aspecto de la tiña en gatos es muy variable. Los gatitos son más propensos a infectarse. Los gatos infectados pueden desarrollar parches sin pelo, escamosos y con costras con pelos rotos. Las áreas más comunes de tiña son la cara, las puntas de las orejas, la cola y las patas. Algunos gatos desarrollan pequeñas protuberancias sólidas en la piel (llamadas dermatitis miliar) que pican. Los gatos con tiña diseminada a menudo tienen bultos más grandes con úlceras abiertas.
Los veterinarios diagnostican la tiña mediante un cultivo de hongos, un examen con una lámpara ultravioleta y un examen microscópico directo del pelo o las escamas de la piel. El cultivo fúngico de los pelos y los raspados de las áreas afectadas es el método más preciso, pero los resultados pueden tardar hasta 3 semanas. Un resultado positivo obtenido con una lámpara ultravioleta puede permitir un diagnóstico precoz, pero los resultados no siempre son fiables y deben verificarse con un cultivo fúngico.
Las infecciones por tiña pueden desaparecer sin tratamiento, pero el tratamiento puede acelerar la curación y reducir la propagación de la enfermedad. Su veterinario puede recetarle medicamentos antifúngicos que se pueden aplicar al cuerpo en forma de baños y champús medicados. Sin embargo, estos tratamientos no siempre son eficaces. Los gatos con infecciones de tiña muy extendidas suelen necesitar un tratamiento con antifúngicos orales. Su veterinario puede recomendar que rasure el pelo a su gato, especialmente si tiene el pelo largo o una infección generalizada. El entorno del gato también debe limpiarse a fondo con una solución diluida de lejía. Su veterinario puede proporcionarle información sobre cualquier tratamiento que pueda ser apropiado para su mascota y aconsejarle sobre las precauciones que debe tomar para evitar la infección por tiña en usted y en los miembros de su familia.
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