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Trastornos que afectan a los anticuerpos citotóxicos (reacciones de tipo II) en los gatos

PorIan Rodney Tizard, BVMS, BSc, PhD, DSc (Hons), DACVM
Revisado/Modificado ago 2018

Las reacciones de tipo II se producen cuando un anticuerpo se une a un antígeno presente en la superficie de sus propias células. Estas reacciones pueden conducir a varios tipos de enfermedades en los gatos, como anemia, problemas de coagulación sanguínea y trastornos de la piel y los músculos. Pueden estar asociadas con otras alteraciones del sistema inmunitario, como los cánceres del sistema linforreticular, o desencadenarse por un fármaco, una vacuna o una infección. En la mayoría de los casos, la causa desencadenante no se puede precisar. La anemia hemolítica inmunomediada y la trombocitopenia son las reacciones de tipo II más frecuentes.

Anemia hemolítica inmunomediada

La anemia se produce cuando un animal tiene un número anormalmente bajo de glóbulos rojos. La anemia hemolítica inmunomediada es una enfermedad grave y potencialmente mortal en la que el sistema inmunitario del gato ve a sus propios glóbulos rojos como invasores extraños y, por lo tanto, produce anticuerpos para destruirlos. Los glóbulos rojos se fabrican de forma normal en la médula ósea, pero una vez liberados en el torrente sanguíneo, son atacados y destruidos por los anticuerpos. Los signos de anemia pueden incluir fatiga, palidez de los labios y encías y depresión, junto con ictericia en algunos casos. Otros signos que su veterinario puede encontrar incluyen un hígado o bazo aumentados de tamaño.

La anemia hemolítica inmunomediada tiene cuatro formas básicas, la hiperaguda, la aguda o subaguda, la crónica y la aplasia pura de células rojas. La forma crónica (a largo plazo) es más común en gatos. La mayoría de las formas se pueden tratar con fármacos, incluidos los corticoesteroides y los fármacos citotóxicos, como los que se usan a menudo en la quimioterapia. Pueden ser necesarias transfusiones de sangre. Las recidivas son frecuentes.

Trombocitopenia inmunomediada

La trombocitopenia se produce cuando un animal tiene un número anormalmente bajo de plaquetas, que son las responsables de la coagulación sanguínea. Cuando un animal tiene trombocitopenia, la coagulación no se produce correctamente. Incluso las lesiones menores pueden causar hemorragias incontrolables, lo que da como resultado la pérdida de glóbulos rojos (anemia). Los signos más frecuentes son las hemorragias y los hematomas en la piel y las mucosas. Pueden producirse hemorragias anormales en las heces u orina, así como hemorragias nasales. La trombocitopenia inmunomediada está causada por la destrucción de las plaquetas (trombocitos) por el sistema inmunitario de la misma manera que los glóbulos rojos son destruidos en la anemia hemolítica inmunomediada (véase anteriormente).

Antes de que se pueda diagnosticar la trombocitopenia inmunomediada, se deben descartar muchas enfermedades más comunes, incluyendo varios trastornos de la coagulación, infecciones o cáncer y parásitos intestinales. El diagnóstico suele establecerse en función de los signos y la respuesta al tratamiento, más que en los análisis de sangre. Sin embargo, ciertas pruebas, como el recuento de plaquetas, los perfiles de coagulación y el muestreo de médula ósea, son útiles. Es probable que se receten medicamentos que inhiben el sistema inmunitario para tratar esta enfermedad. Los signos suelen desaparecer después de 5-7 días de tratamiento, cuando el recuento de plaquetas comienza a aumentar. Si el recuento de plaquetas no ha aumentado significativamente después de 7-10 días, se pueden prescribir medicamentos adicionales o diferentes. Si la pérdida de sangre representa una amenaza para la vida, pueden ser necesarias transfusiones de sangre completa o plasma.

El tratamiento suele continuarse de 1 a 3 meses después de que los recuentos de plaquetas vuelvan a la normalidad. Algunos gatos presentan disminuciones persistentes de las plaquetas incluso con tratamiento farmacológico. Si este es el caso de su mascota, usted y su veterinario querrán discutir el tratamiento a largo plazo y las opciones de mantenimiento.

Pénfigo

El pénfigo foliáceo es una enfermedad autoinmunitaria poco frecuente que afecta a la piel. Es poco frecuente en gatos. La causa de este mal funcionamiento del sistema inmunitario no se suele conocer. Una teoría es que la piel está alterada de alguna manera, haciéndola parecer "extraña" al sistema inmunitario. En el caso del pénfigo, el sistema inmunitario produce anticuerpos contra el "pegamento" que normalmente mantiene adheridas a las células de la piel (queratinocitos). Los glóbulos blancos se mueven hacia adentro causando más daño, y los queratinocitos se separan entre sí, formando granos o áreas con costras. Los veterinarios prescriben con frecuencia corticoesteroides para el tratamiento inicial del pénfigo, pero se pueden añadir otros fármacos inmunosupresores si no hay respuesta.

Miastenia gravis

La miastenia gravis es una enfermedad neuromuscular autoinmunitaria; rara vez se observa en gatos. La debilidad, especialmente con el ejercicio, y la falta de control muscular son los signos principales. Los animales afectados producen anticuerpos frente a ciertos receptores nerviosos y los destruyen. Esto da lugar a la incapacidad para contraer los músculos y a una debilidad muscular extrema. La miastenia gravis se diagnostica mediante análisis de sangre para buscar el anticuerpo contra el receptor nervioso y otras pruebas para medir la actividad nerviosa. Su veterinario le recetará fármacos para controlar esta enfermedad. Pueden producirse remisiones, y muchos animales que desarrollan esta afección evolucionan bien con un tratamiento continuo.

Para más información

Véase también el contenido para veterinarios sobre las reacciones de tipo II.